El alcalde Alberto García reitera la necesidad de reforzar la línea convencional de ferrocarril en Catoira.

El alcalde de Catoira, Alberto García García, aprovechó la visita de Ana Pastor a su localidad para entregarle un sobre. En su interior incluía un escrito que ya le había remitido hace justamente un año y en el que pedía un mayor esfuerzo del ministerio para reformar la línea de tren convencional.

El regidor felicita a la ministra «por la defensa que siempre hace de la Alta Velocidad para conectar Galicia con Madrid y el resto de España, frente a quienes parecen entender que el progreso y las inversiones públicas no deben estar al alcance de todos los ciudadanos de este país». Junto a estos elogios, García hace constar que se alegra por «poder seguir contando con el transporte de viajeros por la vía convencional, porque poder disponer de siete trenes diarios que paran en Catoira, en uno u otro sentido, es una magnífica noticia».

Sin embargo «se producen algunas disfunciones en el funcionamiento de los trenes de cercanías y regionales que, de persistir y no subsanarse, perjudicarán a los vecinos de este Ayuntamiento». De este modo el primer edil vikingo pide que se ajusten algunos horarios y que se detenga un tren en el apeadero catoirense todos los días a las ocho de la mañana, en dirección a Vilagarcía.

Faro de Vigo

Valió la pena conservar la línea convencional del ferrocarril Vilagarcía/Santiago.

Fomento incluso incrementó las frecuencias entre Vilagarcía y Santiago, con una alta demanda en su recorrido

Casi un año después de que llegase la alta velocidad al eje atlántico -fue el pasado mes de abril cuando, además de reducir tiempos los viajeros pudieron atravesar el nuevo puente de Catoira- ya se puede responder a una de las preguntas que se hacían entonces; si compensaría el mantenimiento de las vías regionales que finalmente Fomento permitió que siguiesen operativas. Y lo cierto es que sí, que la Comisión en defensa de las cercanías que peleó por ello durante varios años tenía razón; la demanda de pasajeros en el eje atlántico es tal que valió la pena mantener el servicio en las viejas vías que quedaron al margen de la alta velocidad y en estaciones como la de Catoira, Pontecesures o Padrón, que siguen teniendo un tráfico similar al que registraban ante de la llegada del AVE.

Luis Ángel Sabariz, que fue concejal en Pontecesures y uno de los abanderados de aquella comisión, asegura que en general están satisfechos de cómo quedó el servicio. «Solo hay algunas lagunas por la mañana en dirección Vigo, porque sale uno a las 6.36 horas de Santiago y no vuelve a haber otro hasta las 10.35. En general está mejor en dirección A Coruña que en dirección Vigo, pero se mantuvieron las frecuencias y estamos contentos».

Buena prueba de que el tráfico de pasajeros no bajó es que el alcalde de Catoira, el socialista Alberto García, se dirigió varias veces a Fomento para hacerle llegar un acuerdo plenario en el que se pedía que los nuevos trenes regionales que entraron en servicio entre Vilagarcía y Santiago parasen también en Catoira. Curiosamente lo hacen en Pontecesures, pero no en la localidad anterior, y todo ello pese a que los usuarios de la zona de Barbanza siguen prefiriendo coger el tren en Catoira y no en la nueva estación construida más allá de Padrón, que está resultando ser un fracaso porque está aislada. «Si tienes que coger el coche para hacer ocho kilómetros hasta la estación, para eso ya vas en coche hasta Santiago», razona Sabariz.

Al margen de ajustar las frecuencias, los usuarios piden que se mejoren y modernicen las estaciones pequeñas que quedan fuera de la línea del AVE.

Frente a la línea del eje atlántico, los regionales de la vía férrea que une Santiago con Ourense languidecen. Ni el servicio ni las frecuencias cubrían las necesidades de los pasajeros antes de la llegada de la alta velocidad, pero después, todo fue a peor. Renfe acaba de reducir las paradas en la vieja estación de Lalín, de tres que había, a una sola en ambos sentidos. Los vecinos saben que es la crónica de una muerte anunciada, y aunque Fomento prometió un apeadero en la línea de alta velocidad, en realidad, dan el tren por perdido.

La Voz de Galicia

Usuarios del tren ven inoperativa la estación del AVE Padrón-Barbanza.

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A punto de cumplirse un año desde la apertura de la estación del AVE Padrón-Barbanza, la zona de Arousa norte continúa tan alejada de la alta velocidad como antes de su puesta en marcha e, incluso, peor comunicada. Sin excepción, los usuarios del tren en la comarca la consideran totalmente inoperativa y cuando quieren moverse en ferrocarril a cualquiera de las grandes ciudades, bien sea hacia A Coruña o con destino a Vigo, prefieren desplazarse a Vilagarcía.

Todos reconocen que la estación tiene unas prestaciones de primera: un amplio aparcamiento gratuito y prácticas instalaciones en un edificio pensado para proporcionar comodidades a los viajeros. El problema radica en que le falla lo principal: frecuencia de paso de trenes, está alejada del entorno urbano, carece de comunicaciones con el transporte público por carretera y, por encima, está mal señalizada. Son tantas las carencias que algunos no dudan en calificar de vergonzosa la situación.

Seis paradas

A lo largo de todo el día solo paran seis trenes, tres en dirección a la capital herculina y otros tantos con destino a la olívica. Los horarios tampoco puede decirse que faciliten su uso. Los que van hasta A Coruña se detienen a las 7.27 horas, 14.29 y 22.24, y el trayecto hasta la última parada es de unos cuarenta minutos. Para cogerlo hacia Vigo hay que ir a las 7.43, 13.43 o 21.45.

Un vecino de Boiro que señala que le gusta viajar en tren por la comodidad que supone, afirma: «Esa estación es un misterio». El arquitecto Carlos Fernández Coto es otro habitual del ferrocarril e indica que ya el emplazamiento es un despropósito.

Tanto el presidente de la FEB, José Romero, con su gerente, Víctor Campaña, son asiduos del servicio férreo, pero Campaña solo en una ocasión utilizó la instalación de A Escravitude. El hecho de que únicamente abra cuando pasa un convoy, unido a la escasa frecuencia, le llevaron a continuar sirviéndose de las que hay en la vecina provincia pontevedresa, que son «más prácticas».

La Voz de Galicia

Solo Vilanova y A Illa ofrecen Wifi gratuito y en abierto a los vecinos.

Hoy en día es casi imposible vivir sin conexión a Internet. En el trabajo, en casa y en la calle, las obligaciones y el ocio obligan a estar permanentemente conectados, y el acceso libre y gratuito a la red todavía sigue siendo una quimera en la mayor parte de la comarca.

Solo los concellos de Vilanova y A Illa ofrecen este servicio, aunque está lejos de ser perfecto. En los demás municipios hay Wifi gratuito en instalaciones públicas, pero fuera de allí son contados los lugares donde se puede captar la señal. Por ejemplo, en la plaza del Campo da Feira de Mosteiro (Meis) la antena instalada en la casa de la cultura permite acceder a una web que, previa inserción de usuario y contraseña, da opción a navegar gratis por Internet durante una hora. Así que no es raro encontrarse a gente dentro del coche con un portátil o, si el tiempo lo permite, en un banco de la plaza para coger la señal pública.

Los alrededores del consistorio de Vilagarcía en Ravella o el paseo marítimo de A Compostela son otros de los puntos en los que puede saltar la señal de los «edificios municipales» en los dispositivos móviles, pero el éxito de la navegación no está garantizado.

Un operador público

En este terreno, Vilanova se lleva la palma. Fue el primer concello, hace ya casi nueve años, que apostó claramente por esta tecnología y hoy, prácticamente, da cobertura a sus 34 kilómetros cuadrados. El Concello funciona como un operador autónomo que cuenta con 86 antenas distribuidas desde Baión a San Miguel y desde Tremoedo a Corón, sin olvidar el casco urbano. Su señal en abierto ofrece cuatro megas simétricos por usuario, que utilizan una media de once mil máquinas durante las mañanas de un día laborable, tantas como habitantes tiene el ayuntamiento.

Pero en este cómputo no solo caben usuarios de Vilanova. Con esta señal tienen Internet vecinos de A Illa, Vilagarcía, Cambados, Meis, O Grove y hasta alguno de Ribeira y de Caldas, según informan desde el centro de procesado de datos, situado en A Pantrigueira (San Miguel).

Los servicios municipales reconocen que «todo es mejorable» y que puede haber puntos en los que falla la conexión, pero sostienen que la calidad y la cobertura del servicio es más que óptima.

Su dinero le ha costado al Concello. La inversión inicial para instalar Wifi en Vilanova rondó el medio millón de euros y la intención del gobierno local es seguir mejorando el servicio mediante la implantación de fibra óptica «que ya la tenemos en el pueblo, en el polígono de Tremoedo y en Corón», según explicaba ayer el alcalde, Gonzalo Durán.

En el Ayuntamiento han recurrido a subvenciones para sufragar la infraestructura y, a mayores, debe afrontar unos gastos fijos de mantenimiento anuales. Por el uso de la señal, le paga a la compañía R 2.500 euros al mes. Además de la conexión libre y gratuita, Vilanova también ofrece Wifi cerrada, con clave y cifrada, solo para vecinos de la localidad que cumplan una serie de requisitos.

Para espacios abiertos

A Illa es otro de los concellos que ofrece Wifi gratuito, aunque las características son distintas. Inicialmente para poder conectarse era necesaria una clave que facilitaban en el Concello, pero ahora ya no es necesario. El sistema de «Wifi Plazas públicas» funciona gracia a diez antenas distribuidas por el término municipal. La señal está concebida para espacios abiertos aunque, con suerte, también se puede captar bajo techo. El gobierno local va a continuar con esta apuesta en el 2016. Con cargo a 4.000 euros del presupuesto municipal se van a instalar nuevas antenas con el fin de cubrir las zonas oscuras que todavía quedan en el territorio insular, según informa el alcalde, Carlos Iglesias.

11.160

Usuarios

Ayer a las 10 horas. En verano se alcanzan los 18.000

2.500 ?

Canon mensual

Que paga el Concello de Vilanova a la operadora R

86

Antenas

Distribuidas por todo el término municipal
Vilagarcía, en 35 puntos y con escasa potencia, y en Cambados estudian ampliar la cobertura

Vilagarcía, la cabecera de la comarca en población, está lejos de universalizar el servicio. El Concello dotó de Wifi gratuito a todos sus centros públicos, pero la potencia se queda corta en cuanto hay una concentración de gente, caso del pabellón de deportes los días de partido o el auditorio cuando hay una actuación que atrae mucho público. Según la relación que facilita Ravella, hay Wifi libre y gratuito en los dieciséis centros culturales y en otras diecinueve instalaciones municipales como el consistorio, la escuela de música, las bibliotecas, el museo del ferrocarril, la plaza de abastos de Vilaxoán, las escuela taller y otras. En el recinto de Fexdega también existe infraestructura disponible durante los eventos.

En Cambados el abanico de posibilidades para acceder a Internet de forma gratuita es más pequeño. Solo es posible en la biblioteca municipal Luis Rei, en las casas de la cultura y en el centro social de A Mercede. El gobierno local está estudiando la posibilidad de ampliar la cobertura, pero todo va a depender del coste económico, según explica el portavoz, Xurxo Charlín.

Zonas rurales

En O Grove se cuentan con los dedos de una mano los edificios que dispone de Wifi, una cobertura mucho peor que otros concellos menores en población, caso de Ribadumia. Allí también hicieron hace años un intento por llevar la señal a todas las parroquias, pero el proyecto se quedó a medias. Hoy solo da cobertura al núcleo de Barrantes y a la casa de la cultura de Ribadumia y el Concello está en fase de revisión del servicio dadas las anomalías que se han detectado en el sistema, según informan desde el gobierno local.

En programa Repoblar impulsado por la Diputación de Pontevedra posibilitó implantar el Wifi en algunos núcleos rurales de la comarca, caso de Armenteira (Meis). Y en Meaño disponen de red gratuita en el centro social de Dena, en la casa de cultura de Meaño, en la plaza de abastos, en el centro de mayores y en las escuelas infantil y de música.

En los concellos situados al norte de la comarca, el escenario es similar. En Pontecesures intentaron extender la señal aprovechando la ventaja que ofrece su distribución geográfica y poblacional. Se colocaron varias antenas pero acabaron estropeándose. Las maltrechas instalaciones todavía permiten conectarse a Internet gratis en la plaza del coche de piedra.

La Voz de Galicia