Retiran os restos da poda no parque infantil do peirao.

Logo das queixas da ACP e de veciños por deixar restos da poda das árbores no peirao perante varios días, foron retirados os desperdicios e os cativos xa poden desfrutar da instalación.
Agora quedan por retirar os restos das outras zonas do peirao onde levan amoreadas máis de dez días. Xa están practicamente secas as pólas e as follas e a impresión que se da en todo o paseo é lamentable. Esperemos que o goberno local reaccione dunha vez.

La ACP exige la retirada de los restos de poda ´abandonados´.

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Uno de los parques cuyo estado denuncia el concejal Luis Sabariz.

La agrupación denuncia que se recoge la madera aprovechable, pero que se dejan las ramas tiradas sobre los parques infantiles

La Agrupación Cidadá de Pontecesures (ACP) denuncia que la poda de árboles ornamentales que se lleva a cabo en la localidad causa trastornos importantes, ya que al parecer, se recoge la madera aprovechable, pero las demás ramas quedan tiradas sobre los parques infantiles.

Luis Ángel Sabariz Rolán, en representación de la ACP, exige la inmediata retirada de todos los restos de poda y pide al gobierno que actúe con urgencia.

Y es que no concibe que el ejecutivo «se inhiba ante estos hechos con tanta dejadez», pues «da la sensación de que ni siquiera recorren el municipio, porque resulta incomprensible permitir que los desperdicios de una poda impidan el disfrute de un parque infantil».

Explica el concejal que «ya hace unos días comenzó la poda de los árboles de la zona del muelle de Pontecesures de la que se encarga el Concello, y los vecinos observan con sorpresa, y las consiguientes críticas, como quedan amontonadas durante días las ramas más delgadas de los árboles sin que se procede a la retirada de las mismas».

El propio edil reconoce que «sí se retira con rapidez la madera aprovechable, pero lo que no se puede aprovechar queda en el lugar durante días, dándose una sensación de abandono y de desinterés lamentable».

A modo de ejemplo, Luis Sabariz denuncia que «ya está afectado hasta el parque infantil del muelle, donde se dejaron los desperdicios de la poda en el propio parque impidiendo el uso de la instalación por parte de niños y padres durante el fin de semana». Termina diciendo que se trata de «una falta de respeto considerable a los vecinos por parte del gobierno local».

Por otra parte, esgrime que el pabellón del colegio de Pontecesures ya está operativo y anuncia que vigilará para que Educación cumpla su promesa de reparar la cubierta.

Faro de Vigo

Sigue el abandono en Pontecesures.

Ya hace unos días comenzó la poda de los árboles de la zona del muelle de Pontecesures de la que se encarga el Concello de Pontecesures. Los vecinos observan con cierta sorpresa, y con las consiguientes críticas, como quedan amontonadas durante días las ramas más delgadas de los árboles con las hojas sin que se procede a la retirada de las misma. Sí se retira con rapidez la madera aprovechable pero lo que no se puede aprovechar queda en el lugar días y más días, dándose una sensación de abandono y de desinterés lamentable.

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Ya está afectado hasta el parque infantil del muelle. Se dejaron, como se aprecia en la fotografía, los desperdicios de la poda en el propio parque impidiendo el uso de la instalación por parte de niños y padres durante este fin de semana. Una falta de respeto considerable a los vecinos por parte del gobierno local.

Desde ACP no entendemos como el ejecutivo se inhibe ante estos hechos con tanta dejadez. Da la sensación de que ni recorren el municipio porque resulta incomprensible permitir que los desperdicios de una poda impidan el disfrute de un parque infantil.

Esperemos que el gobierno reaccione de una vez y ordene la retirada de las ramas con toda urgencia.

Pontecesures, 09/11/13

El concejal de ACP Pontecesures

Luis Ángel Sabariz Rolán

Valga defiende sus tradiciones a golpe de «manle».

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Los manles tienen que caer sobre el cereal con orden y concierto. Los hombres se sitúan en dos filas, frente a frente, y golpean de forma alternativa, «primeiro os dun lado, logo os doutro». Todos deben dejar caer el «pérdago» en el mismo momento.

No, no se engañen. Los niños de hoy no son tan distintos a los niños de ayer. Los que hemos cambiado somos nosotros, los que hemos crecido y les hemos comprado consolas y videojuegos para aplacar ese espíritu infantil que quiere aire libre, carreras, rodillas arañadas y uñas ennegrecidas. Ese espíritu juguetón se escapa cada vez que puede: en cuanto encuentra un hueco se cuela, se libera, y permite a los niños ser niños. Los abuelos son grandes aliados de esa infancia perdida que busca su espacio. En Valga lo saben. Y por eso llevan cinco años acercando a los vecinos más jóvenes a los que peinan más canas. Así nacieron los encuentros intergeneracionales que, articulados sobre tareas propias del campo, permiten tender puentes hacia un pequeño país de nunca jamás en el que el tiempo no pasa. En el que la malla del trigo y las panderetas siguen teniendo su sitio.

Voces de siempre

Y las voces. Las voces de un grupo de mujeres, curtidas y tamizadas por el tiempo, también caben en ese aleph borgiano en el que ayer se convirtió al pabellón de deportes del colegio Ferro Couselo. Allí, pasado, presente y futuro formaron una unidad. Ayer, en la cancha de deportes, José Burés dejó de tener noventa y tantos años y volvió a ser aquel joven aguerrido que se estrenaba en la malla al lado de su padre. Y Olga cantó y tocó la pandereta como lo hacía, allá en los tiempos de la guerra, a la sombra de unos árboles, apurando las horas hasta que a las nueve de la noche «chegaba a Garda Civil e arreábamos todos para casa».

El futuro

Ahora, aún son un buen puñado las valguesas que se animan a coger una pandereta y desempolvar letras del pasado. «Son moreniña e máis ben/tamén o trigo é moreno/ e máis o pan sabe ben», cantaban ayer algunas de ellas. Si lo hubiesen ensayado no les habría salido mejor. Pero no necesitan practicar: el talento les viene de antiguo. «Xuntámonos para estas trangalladas. E gústanos, pasámolo ben», confiesan en un alto para tomar aire. No descansan demasiado tiempo. Y si paran, enseguida les dan el relevo las niñas que esperan ansiosas para poder demostrar su salero con la pandereta. Una de ellas, Uxía, lleva su nombre bordado en una bolsa especial para portar el instrumento. Es una señal de los nuevos tiempos, que no siempre tienen que ser malos.

Comienza la faena

Rodeando el montón de paja que esperaba para ser mallado, varios vecinos entrados en años revisaban sus armas de guerra: los manles. La batalla que se iba a librar nos la resumía un grupo de rapaces que seguían atentos los preparativos. «Trátase de mallar o cereal para sacar o gran», explicaban al unísono Matías, Pablo, Diego, Juan y, de nuevo, Pablo. A todos les gusta que la tradición de la malla haya entrado en su colegio. «? moi interesante e permítenos coñecer os tempos pasados», sentencian. En sus planes -quieren ser arquitectos, o químicos, o diseñadores de videojuegos o policías- no entra el trabajo agrícola. Pero saben que en Valga la tierra tira mucho. «E é importante que teñamos esa cultura», sentencian con una madurez inesperada en unos ojos que solo llevan diez años mirando el mundo.

Al otro lado

Quienes levantan el manle y lo dejan caer sobre el trigo se van turnando. «Teño 7-7, e xa bastante mallei», comenta Bienvenido después de ejercitar sus músculos con un trabajo que le recuerda a su juventud. «A malla, daquela, era unha festa», apunta José, que también anda por allí. Había música y comida, mucha comida, porque «os homes de antigo ían desgastados. Cada día mallábase nunha casa e tiñan que comer, e comer ben, para manterse». Y para mover los manles con energía y con ritmo -ayer el ritmo no siempre se respetó, la orquesta no estaba «acaída»-. Si los abuelos de Bienvenido, José o Ramón comían «boas tortillas de rixóns e cocido» y se hidrataban a base de caña, ayer el menú fue más ligero. Tras «levantar a eira» y dar forma a un palleiro con esqueleto humano, se degustó un poco de rosca. Y los mayores de edad, Sansón.

La Voz de Galicia

El cierre del gimnasio hace reaccionar a la Xunta, que acometerá obras en la cubierta.

GOTERAS GIMNASIO COLEGIO CESURES /

Un operario, con un barreño para recoger el agua de las goteras, pasa ante la tarima dañada.

La Jefatura Territorial de Educación priorizará entre sus inversiones del próximo año el arreglo de la cubierta del gimnasio del colegio de Pontecesures, que arrastra deficiencias estructurales desde que se construyó en el año 2000. Las goteras y humedades son constantes dentro del recinto cada vez que llueve, lo que obligó a colocar calderos y barreños para recoger el agua en diferentes puntos. Las peticiones reiteradas del Concello para que la Xunta atajase el problema no tuvieron repuesta hasta ayer, y para eso se tuvo que llegar a una situación extrema. La dirección del colegio decidió cerrar el gimnasio al levantarse parte de la tarima de madera por la humedad, en un intento por preservar la seguridad de los alumnos y evitar accidentes.
El concejal de ACP, Luis Sabariz, divulgaba a media mañana los daños aparecidos en el piso del gimnasio, exigiendo al jefe territorial de Educación, César Pérez, actuaciones ??urxentes? en beneficio de la comunidad educativa, que ??non pode estar cada dous por tres sufrindo este problema?. Mientras, el edil de Educación y Deportes, Roque Araújo, comprobaba en el propio centro escolar el precario estado del gimnasio y la transmitía por teléfono a los responsables de la Consellería, que finalmente optaron por desplazar a un equipo técnico a Pontecesures. Tanto Sabariz como Araújo responsabilizaban a la administración autonómica de la situación, por haber dilatado durante años la reparación de las goteras. ??Xa advertimos que as obras eran urxentísimas e, por desgracia, os feitos confírmano?, aseveraba Roque Araújo. En la misma línea, Sabariz Rolán lamentaba que ??nada se fixo e agora veñen as consecuencias?.
Tras el revuelo matutino, Educación y Concello alcanzaban un acuerdo a mediodía para tratar de restablecer la normalidad en el gimnasio. ??Se pondrá en marcha una colaboración para atajar? el problema, explicó una portavoz de la Delegación territorial de la Xunta. Será el gobierno cesureño el que, con operarios municipales, afronte las reparaciones más urgentes en la tarima. Los trabajos comenzarán hoy mismo para que el recinto esté operativo cuanto antes. Por su parte, la Jefatura de Educación se comprometió a ??priorizar? la reparación de la cubierta del gimnasio con cargo a los presupuestos de 2014. ??Entre las obras más urgentes que se acometan estará la de Pontecesures?, garantizan. No se aventuran con plazos concretos. Se hará ??cuando llegue el dinero, mejore el tiempo y esté redactado el proyecto?, indican.
Desde la Delegación de la Xunta quisieron incidir en que el cierre del gimnasio se decretó para ??salvaguardar la seguridad del alumnado?, aunque aclararon que ??las clases no se suspendieron?, sino que los estudiantes de Secundaria ??las dieron en el pabellón? municipal anexo. Infantil y Primaria no tenían ayer sesiones de educación física ya que celebraron el magosto.

Satisfacción
Tras el anuncio, Roque Araújo transmitió su satisfacción por haber logrado este compromiso de la Consellería de Educación. También el edil independiente Luis Sabariz se felicitó por la resolución, aunque ??sexa a toque de corneta? y tras las quejas ??da comunidade educativa e desta forza política?. Eso sí, no deja de criticar la ??demora na solución? y la ??nula planificación? por parte de las administraciones competenntes, que esperaron ??a que viñeran as choivas para atopar solucións a un problema que leva tanto tempo sen resolverse?.

Diario de Arousa