Continúa en estado muy grave unos de los heridos en el incendio de una casa en Pontecesures.

Marcial Lorenzo, uno de los heridos en el incendio que el martes se originó en una vivienda de Pontecesures, continúa ingresado e intubado en el Hospital Universitario A Coruña en estado muy grave, según informaron fuentes sanitarias. Mejor suerte corrieron los otros tres miembros de la familia que se quemaron en el incendio. El hijo de Marcial Lorenzo, un pequeño de dos años, se recupera de las quemaduras que sufrió en las dos piernas, mientras que su abuela y su tía han sido trasladadas desde el Clínico de Santiago al Hospital Provincial, donde evolucionan favorablemente.
El suceso tuvo lugar pasadas las dos de la tarde, cuando los vecinos de la calle Agro de Muíño dieron la voz de alarma después de oír una fuerte explosión en una vivienda en cuyo interior había varias personas. Los voluntarios de Protección Civil sofocaron las llamas del inmueble y rescataron a un padre y un niño que permanecían encerrados en el desván. Otros inquilinos de la casa salieron antes del edificio; algunos lo hicieron por la ventana, con la ayuda de los vecinos. Dos mujeres (una madre y su hija) resultaron heridas también en el siniestro.
Las causas
La Guardia Civil sigue investigando las causas que provocaron el incendio, aunque cobra fuerza la versión que dieron inicialmente los vecinos, que sospechaban que había explotado una lata de gasolina que la familia podría estar manipulando para llenar el depósito de la maquinaria que utilizan para limpiar fincas. De hecho, en la vivienda apareció una garrafa de combustible quemada. Los agentes recogieron pruebas en el edificio el día del siniestro, y ahora están a la espera de que la unidad especializada en incendios elabore un informe que permita aclarar cómo se originaron las llamas que provocaron heridas a cuatro personas.
Miembros de la familia reconocieron ayer que sí tenían combustible en la vivienda para el uso de dicha maquinaria, aunque sin desvelar si había sido esa la causa de la explosión que dio lugar al incendio.

LA VOZ DE GALICIA, 28/08/08

Pousa Antelo foi recoñecido co premio Ramón Piñeiro «Facer País».

O premio Ramón Piñeiro Facer País foi outorgado na súa sétima edición a Avelino Pousa Antelo (A Baña, 1914), pola súa «entrega permanente ao país», informou nun comunicado a asociación Val de Láncara, entidade convocante do galardón. O premio ten como fin recoñecer o traballo dunha persoa ou entidade a favor de Galicia.
Corenta candidatos
Pousa Antelo foi elixido entre corenta candidatos ao galardón pola súa «entrega» e o seu traballo como «galeguista, docente, cooperativista agrario, escritor, político e animador cultural» a favor do país. Actualmente, Pousa Antelo é o presidente da Fundación Castelao. Neira Vilas, Isaac Díaz Pardo ou o grupo Milladoiro foron outros dos premiados anteriormente con este galardón.

LA VOZ DE GALICIA, 28/08/08

Los vecinos oyeron una explosión y en la casa había una garrafa de gasolina.

Sobre las causas del incendio penden muchas hipótesis. La Guardia Civil no tardó en llegar al lugar para recoger pruebas e investigar así el origen del suceso. De momento, están a la espera de que la unidad especialista en incendios se haga cargo de la investigación, por eso se evita aventurar ninguna hipótesis. Lo único que se dijo oficialmente era que el fuego no parecía intencionado y que dentro de la vivienda se encontró una garrafa de gasolina.
Los vecinos de las víctimas, que conocen mejor a la familia y sus andares, tenían su propia versión de lo ocurrido. Se trata de personas muy humildes que viven de alquiler en el primer piso del número uno de la calle Agro do Muíño, un callejón en el centro de la villa. Allí residen la madre, María Dolores Pardal Moure, tres de sus hijos (alguno con su cónyuge) y dos nietos. Según los vecinos, la familia se dedica a la limpieza de fincas, y en el momento del suceso se encontraba manipulando la maquinaria para cortar la hierba en el interior de la vivienda. «Tiñan unha garrafa de gasolina, e ao mellor estaban fumando, ou prendeu lume por calquera cousa e queimáronse».
Lo cierto es que más que ver fuego, los vecinos oyeron una deflagración, por lo que todo indica que la lata de gasolina explotó y quemó a las cuatro personas que se encontraban en ese momento en el inmueble, que eran María Dolores Pardal, sus hijos Cristina y Marcial, y el hijo de este último. Algunos testigos aseguran que en la casa había más gente en ese momento, pero que estaban en otro lugar y salieron ilesos. Los cuatro afectados huyeron de la habitación en la que se originó el fuego y, al parecer, la abuela pudo salir por la puerta, mientras que su hija Cristina lo hizo por una ventana. Su hijo Marcial, con el pequeño en brazos, huyó hacia el desván, donde más tarde fueron rescatados. Son, en principio, los que se llevaron la peor parte.
Una hora después del suceso y de que fuesen evacuadas los heridos, llegó al lugar otro hijo de María Dolores Pardal, un albañil que volvía del trabajo y que era arropado por sus vecinos y familiares a la vez que le informaban de lo sucedido.
Escasos medios
La rápida actuación de Protección Civil de Pontecesures evitó, posiblemente, que el fuego se propagase por otras habitaciones de la humilde vivienda. El pequeño municipio pontevedrés, con algo más de tres mil habitantes, no dispone de más equipos de emergencias que una agrupación de voluntarios que colabora cuando sus ocupaciones se lo permiten. «No tenemos ni motobomba, si pasa algo llamamos a los de Valga o Padrón, que sí que tienen vehículos contraincendios (explicaba ayer Luis Ángel Sabariz, concejal de Relacións Institucionais), aunque ahora nos concedieron una subvención para un pick up , que por lo menos es algo». Al menos, las agrupaciones vecinas están siempre dispuestas a echar una mano, y en caso de gravedad se recurre a los bomberos de Vilagarcía, aunque ayer no se consideró necesario.

LA VOZ DE GALICIA, 27/08/08

Un incendio en una vivienda de Pontecesures provoca heridas a cuatro miembros de una familia.

Cuatro miembros de una familia tuvieron que ser ingresados ayer con quemaduras de diversa consideración tras ser víctimas de un incendio en su casa de Pontecesures. Ocurrió pasadas las dos de la tarde, cuando vecinos de la calle Agro do Muíño dieron la voz de alarma, advirtiendo al 112 de que en una casa que estaba ardiendo había varias personas atrapadas. Todo indica que las heridas fueron causadas por la explosión de una lata de gasolina.
No tardaron en llegar al lugar del suceso los voluntarios de la agrupación local de Protección Civil, que entraron en el primer piso de la vivienda, de donde salía el humo, y procedieron a apagar el fuego, dado que no vieron ninguna persona en la zona afectada. «En realidad tampoco había mucho fuego (indicaron después), más bien los restos de una deflagración. Lo único que ardía era una puerta». Por eso, cuando llegaron los refuerzos de otras agrupaciones de Padrón y Valga ya no había llamas. Con un extintor se sofocó el fuego que había quemado la puerta de la cocina, que es donde se supone que se originó el incendio.
Fue entonces cuando los voluntarios oyeron cómo alguien pedía auxilio desde el piso de arriba, donde está el desván de la casa. Los socorristas se hicieron con una escalera y subieron para rescatar a un hombre y a un niño pequeño, de tres o cuatro años, que sufrían quemaduras, aparentemente de carácter grave. «El niño, de cintura para abajo, estaba totalmente quemado», recordaban los voluntarios tras el rescate. «Luego nos enteramos de que otras dos personas habían salido de la casa antes de que llegáramos, una incluso saltó por la ventana».
Tres de los heridos fueron trasladados al Clínico de Santiago, y el cuarto (un varón adulto, que era el que se encontraba más grave) en helicóptero a la unidad de quemados del Hospital Universitario da Coruña. Son cuatro miembros de una familia: María Dolores Pardal, de 46 años, sus hijos Cristina y Marcial Lorenzo (el más grave de todos ellos) y su nieto de corta edad, hijo de Marcial. En la casa viven al menos otras dos personas.

LA VOZ DE GALICIA, 27/08/08

Un hombre está herido «muy grave» tras el incendio de una vivenda en Pontecesures.

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En el suceso resultaron heridos un menor, con pronóstico reservado, y dos mujeres con quemadures de primer y segundo grado.

Un hombre se encuentra «muy grave» e «intubado» en la unidad de quemados del Hospital Universitario de A Coruña, a consecuencia del incendio registrado este mediodía en un domicilio de Pontecesures (Pontevedra), según han informado fuentes del centro sanitario.
En el incendio también resultados heridos un menor, cuyo pronóstico es reservado, y dos mujeres con quemaduras de primer y segundo grado en sus extremidades superiores, que fueron trasladadas al Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela. Las mujeres son M.C.L.P, de 25 años y M.D.P.M, de 46 años, según indicaron a Efe fuentes del servicio de urgencias sanitarias 061.
El servicio de emergencias 112 señaló que varios particulares avisaron de este incendio, a partir de las 14:18 horas, y alertaron en sus llamadas de que había gente en el interior del edificio. El suceso tuvo lugar en la calle Porta Raxoi, una de las calles principales de la localidad pontevedresa.
Previamente al incendio tuvo que haber una explosión, indicaron fuentes de Protección Civil, ya que señalaron que «habían entrado en casas que estaban peor» y las personas que se encontraban en el interior estaban presentaban «quemaduras». El fuego partió de una de las alacenas de la cocina de la vivienda, pero fue rápidamente sofocado por los diferentes medios movilizados.
La central de emergencias movilizó a urgencias sanitarias 061, a Protección Civil y Policía Local de Pontecesures, al servicio municipal de Protección Civil de Padrón, a la agrupación de voluntarios de Valga y a la Guardia Civil.

LA VOZ DE GALICIA, 26/08/08

Protección Civil de Valga auxilia todos los días a una media de 50 peregrinos.

Los voluntarios de Protección Civil de Valga llevan todo el verano atendiendo a una media de cincuenta peregrinos que llegan al municipio en su camino hacia Santiago. Son cuatro voluntarios los que se encargan de cuñarles la Compostelana, informar a los caminantes o auxiliarles cuando llegan exhaustos. Es tal la avalancha de peregrinos que este verano pasan por Valga, que Protección Civil prácticamente no tiene tiempo de nada más que de ocuparse de los caminantes.
En algunas ocasiones incluso tienen que habilitar el pabellón de la localidad para que puedan pernoctar en él los peregrinos que no tienen plaza en los albergues próximos o que llegan demasiado cansados para proseguir hasta el de Padrón.
En la mañana de ayer llegaron 36 peregrinos a Valga, entre ellos, un grupo de boy scouts procedentes de Italia.

LA VOZ DE GALICIA, 25/08/08