Pasarín, un siglo de historia viva.

Francisco Buceta Gómez, al que todos conocen como Pasarín, nació en Cordeiro (Valga) un 27 de marzo de hace 99 años. Es decir, se celebró el cumpleaños de un hombre querido y admirado por muchos al que casi todos recordarán por haberlo visto caminar y caminar por cunetas, caminos, corredoiras y carreteras con su cámara de fotos colgada del cuello y una característica gorra en la cabeza.

Hay quién se pregunta qué habrá sido de aquel hombre bien parecido, e incluso si sigue vivo, ya que hace mucho que no se le ve caminando por el que era su trayecto preferido, entre Vilagarcía, donde tiene asentada su residencia, y Catoira, donde pasó buena parte de su vida y realizó gran parte de su trabajo fotográfico. 

Imágenes captadas por el fotógrafo vilagarciano en la segunda mitad del siglo pasado.

Imágenes captadas por el fotógrafo vilagarciano en la segunda mitad del siglo pasado. PASARÍN

Pues si, Francisco Buceta Gómez, Pasarín, aquel fotógrafo con aspecto de capitán de barco al que era fácil toparse caminando con un palo en la mano y la cámara a cuestas, sigue con vida, aunque, como todos, sufriendo los efectos de los confinamientos y limitaciones de la movilidad derivados de la pandemia.

Unas complicaciones que, en su caso, se ven más agravadas, si cabe, debido a su ya mermada y delicada condición física.

Su hija, “una niña de la época del alcalde Jacobo Rey Daviña”, cumple 74 años

La hija de Pasarín, María José, que el 29 de abril cumplirá 74 años, es también testimonio vivo de la evolución de Vilagarcía, ya que, como ella misma indica, fue “una niña de la época del alcalde Jacobo Rey Daviña”.

Preguntada por el estado de salud de su padre, relata con orgullo algunas de las anécdotas de las que le hablaba, al igual que confiesa que es imposible determinar cuántas fotografías pudo haber realizado y “positivado”, aunque nadie duda de que pueden haber sido miles… quizás decenas de miles.

Los achaques propios de la edad hacen que tenga importantes dificultades de visión. La misma vista que le había dado una vida de felicidad, ya que Pasarín, que fue acomodador en el desaparecido Cine Cervantes y fue navegante, era sumamente feliz cuando, con su cámara, captaba para siempre momentos, sensaciones, vivencias, sentimientos y emociones.

Cuadros con fotos de Pasarín colgados en las paredes del consistorio catoirense.

Cuadros con fotos de Pasarín colgados en las paredes del consistorio catoirense. PASARÍN

Un pionero

Fue uno de los primeros fotógrafos oficiales y uno de los primeros fotógrafos de estudio. Pero, sobre todo, este arousano fue un apasionado de la fotografía que disfrutaba inmortalizando para siempre aquello que más le llamaba la atención.

De ahí que su archivo, digno de ser lucido y admirado en cualquier museo o la mismísima Fototeca Nacional, refleje como pocos la evolución experimentada desde 1955 por las gentes, los bienes y las costumbres de O Salnés y Ullán.

Uno de los bailes de antes.

Uno de los bailes de antes. PASARÍN

Son casi siete décadas de instantáneas en blanco y negro tomadas cuando la fotografía ni siquiera podía ser entendida como un arte.

De todo un poco

Los lavaderos públicos, una velada de boxeo o los bailes que se hacían en el campo de las fiestas del pueblo, una procesión, las corredoiras de antaño ocupadas por atareados lugareños y sus animales domésticos, las bandas de música que alegraban el día del patrón…

Todo ello son escenas captadas, sobre todo, en la segunda mitad del siglo pasado, que tuvieron cabida en la retina, la memoria, el corazón y la cámara de Pasarín.

Aunque sí, desde luego, como una afición cara que requería enorme sacrificio, pues nada tenía que ver aquello con lo que se hace ahora desde la comodidad de cualquier cámara digital o teléfono móvil.

Una de las imágenes históricas captadas por Pasarín.

Una de las imágenes históricas captadas por Pasarín.

Una exposición permanente de un hombre orgulloso de su trabajo y agradecido

Sin poder caminar como antes, con los problemas de visión referidos e incluso con dificultades auditivas, Pasarín es un hombre que seguirá hasta el fin de sus días mostrándose orgulloso por haber sido testigo del progreso experimentado en la comarca.

Al igual que es un hombre satisfecho por el trabajo que ha realizado y agradecido por haber tenido la oportunidad de, a través de sus fotos, rendir homenaje a esas gentes que lo acompañaron e incluso hicieron de improvisados modelos en las diferentes localidades arousanas, llegando a convertirse en su medio de vida en municipios como el vikingo.

Un pueblo, dicho sea de paso, donde pueden verse decenas de sus instantáneas, convertidas en cuadros de tintes históricos que cuelgan de las paredes de la casa consistorial, a modo de exposición permanente.

Y también un ayuntamiento, el catoirense, que como el de Vilagarcía, y puede que el de Valga, quizás algún día homenajeen como se merece a este hombre que vivió por y para la fotografía y que invirtió tanto dinero como esfuerzo en la elaboración de ese gran álbum histórico de la comarca y el Baixo Ulla.

Faro de Vigo

O Museo Casa de la Troya divulgará a figura do cesureño, Manuel Otero Acevedo.

O Museo Casa de la Troya recrea a pensión de estudantes e a vida universitaria de Santiago de finais do século XIX que inmortalizou Alejandro Pérez Lugín na súa novela La Casa de la Troya, cuxa primeira edición –con capa ilustrada por Castelao– data do ano 1915. Nestes tempos de pandemia, coa mobilidade limitada, o museo quere achegarse a toda Galicia a través do ciclo A Troya en ruta, en particular ás localidades vencelladas cos personaxes da novela, en colaboración coa Deputación da Coruña.

O ciclo arranca este sábado, 27 de marzo, no Casino de Carballo. Ás 19.00 horas proxectarase o documental A Compostela de La Casa de la Troya, centrada no mundo troyano, de media hora de duración, que se estreaba en 2018 coincidindo co 25º aniversario da apertura do museo. A entrada é libre ata completar o aforo. A través deste ciclo búscase ademais divulgar a figura de persoas que estiveron ligadas á novela e ao seu tempo como Manuel Casás, de A Coruña; Camilo Bargiela, de Tui; Javier Puig, de Pontevedra; Manuel Otero Acevedo, de Pontecesures… E procurarase facer nas localidades vencelladas ás biografías de cada un deles.

Despois da proxección do documental no Casino de Carballo manterase un coloquio co público asistente sobre a figura de Enrique Labarta Pose, estudante en Santiago, natural de Baio (Zas), que aparece na novela de Lugín como o personaxe de Casimiro Barcala. Presentarao o vicepresidente do Padroado da Casa de la Troya, Juan Carlos Díaz. Intervirán o vicepresidente da Deputación da Coruña, Xosé Regueira; o director de Arraianos Producións, Aser Álvarez; o actor do documental Suso Martínez; e do director do Museo Casa de la Troya, Benigno Amor.

O documental está dirixido por Aser Álvarez e Benigno Amor, filmado por Nacho Santás e nel actúan Suso Martínez e Jaime Amor. Benigno Amor é o presidente da Asociación de Antiguos Tunos Compostelanos, entidade que xestiona o museo. Explica que “se trata dunha viaxe aos tempos de La Casa de la Troya, a novela de Pérez Lugín. Manolito Casás, personaxe da novela, aparéceselle a un neno na Casa de la Troya e lévao a facer un percorrido polas rúas de Compostela, lembrando os seus anos de universitario”.

Recolle a historia desta casa tan vencellada aos universitarios e á capital galega. Situada en pleno casco histórico da cidade, desde 1886 ata 1906, a Casa de la Troya comezou como hospedaxe de estudantes rexentada por Doña Generosa. Nela aloxábase o personaxe principal da novela de Lugín, Gerardo Roquer, e os seus compañeiros de estudos. Abriu como museo en 1993, xestionado pola Asociación de Antiguos Tunos Compostelanos.

O relato mestúrase con intervencións como a do exalcalde de Santiago, Xerardo Estévez; Darío Villanueva, o exdirector da Real Academia Española e exreitor da Universidade de Santiago; Encarna Otero, profesora de Historia e exconcelleira; José María Fonseca, antigo tuno e presidente de Bodegas Terras Gauda; Anxo Angueira, presidente da Fundación Rosalía de Castro; Suso Couceiro, libreiro; e Waldo Caamaño, antigo estudante.

El Correo Gallego

Una familia descubre un singular capitel romano en su finca y lo cede al Museo da Historia de Valga.

Un técnico junto al capitel aparecido en la finca familiar | cedida

La familia Freire Lorenzo, de Ferreirós (Valga), recuerda de siempre una piedra un tanto peculiar en su huerta, pero tras unos trabajos recientes le advirtieron que podría tener valor patrimonial y así ha sido. Se trata de un capitel romano perteneciente al conocido como “estilo Setecoros” y es similar a otro que se conserva en el Museo de la Catedral. Así lo certificaron los técnicos municipales y de Patrimonio, aunque todavía falta su informe definitivo, así que lo ha cedido al Concello para, una vez se restaure y limpie, pueda exhibirse en el Museo da Historia.

Loli Freire y el alcalde, José María Bello Maneiro, firmaron ayer el acuerdo de cesión y desde el gobierno local agradecieron este gesto “desinteresado” para “seguir recuperando e divulgando” la historia de Valga. De hecho, para el técnico del Museo, Santiago Chenlo, es la “comprobación de que nas casas dos veciños aínda se conservan elementos de gran interese” y destacó su vertiente educativa pues son muchos los escolares que visitan el centro.

A la espera de las conclusiones definitivas, fuentes municipales explicaron que el capitel es muy similar a otro del museo compostelano, datado entre los siglos III y IV (época tardorromana). Además, parece ser del mismo material: mármol de O Incio, “específico deste estilo arquitectónico do que tamén están feitos os dous fustes de columna e os dous capiteis que se conservan na Igrexa de San Salvador de Setecoros”.

También indicaron que técnicamente pertenecería a los inicios de “estilo Setecoros” por su decoración vegetal en varios anillos sobresalientes porque luego evolucionó a un trabajo más minucioso, incorporando, por ejemplo, zonas encordadas. Asimismo destacaron que presenta un agujero y una rotura, así que se cree que se le dio algún uso. “Ata o de agora só se tiña coñecemento da conservación de oito destes capiteis: catro no Museo de Pontevedra, dous no da Catedral e outros tantos na igrexa de Setecoros. Deles tan só un dos da Catedral presenta a mesma fractura que o de Ferreirós”, añadieron. 

Diario de Arousa

LUCÍA SANTIAGO, GAÑADORA DO PREMIO FERRO COUSELO: “QUERO ESTUDAR AS IMPLICACIÓNS SOCIAIS E CULTURAIS EN TORNO AO ALAMBIQUE E AO CONSUMO DA CAÑA”

Neta e filla de cañeiros, a valguesa Lucía Santiago Sanmiguel, veciña de Senín, foi a gañadora da segunda modalidade do XXI Premio de Investigación Xesús Ferro Couselo co traballo “A voltas coa alambique”, que lle valeu unha bolsa de estudos dotada con 3.000 euros.

LucíaSantiago

Esta modalidade do certame, co que o Concello lembra cada ano a figura do seu Fillo Predilecto, Xesús Ferro Couselo, está dirixida a proxectos centrados en estudos históricos, etnográficos ou sobre persoeiros de Valga. No caso de «A voltas co alambique», o obxectivo é o desenvolvemento dunha investigación etnográfica sobre as prácticas sociais e culturais en torno á elaboración da caña.

-Que te animou a presentar este traballo ao Premio Ferro Couselo?

– É a primeira vez que me presento e decidinme porque xa conto con máis experiencia no ámbito do patrimonio e teño feito e participado noutros proxectos. Por exemplo, agora mesmo estou con obaixoulla.gal, un proxecto desenvolvido pola asociación Os Penoucos. Este (a augardente) é un tema que me importa, porque me toca dende pequena, e coa pandemia estaba sen traballo, polo que me parecía que era o momento.

O teu proxecto de investigación céntrase na caña, un dos produtos por execelencia de Valga, e co que a súa familia ten unha relación moi estreita dende hai varias xeracións.

– O meu avó, meu tío avó, meu pai e miña nai foron ou son cañeiros. Agora non é coma antes, non se adican a iso especialmente. Teñen o seu traballo pero manteñen viva esa tradición e, de feito, preséntanse todos os anos ao Concurso da Caña do País. É unha maneira de manter vivo este oficio. En Valga hai moita tradición recente e outra xente que podería contar moitas cousas sobre o tema, por exemplo Fermín Rodríguez.

Que tipo de investigación queres realizar coa bolsa de estudios que acabas de gañar?

– Vou levar a cabo unha investigación etnográfica para achegarme ao acto social que xira arredor do alambique e do consumo do produto que resulta do destilado. Non me quero centrar nas calidades da uva ou da augardente, senón analizar as súas implicación sociais e culturais. Como cando un está na cociña, que arredor da pota xiran moitas cousas. Tamén quero analizar o papel da muller, que é algo do que nunca se fala. As persoas que facían a caña maioritariamente eran homes, pero na casa tamén había unha muller que facía tanto ou máis. E, por outra parte, tratarei de achegarme aos distintos usos que ten a augardente, ao marxe dos gastronómicos.

Grazas a esa tradición familiar moitas destas implicacións xa serán coñecidas para ti.

– Algo coñezo, pero non todo. Son nova e, ademais, dende os 18 anos estiven fóra e volvín para Valga hai uns meses. Si teño moitas lembranzas de cando era pequena: como ao chegar a época do inverno se facía a caña e os veciños de todas as casas, sobre todo xente maior, ían sentarse arredor da pota. Alí pasaban horas e horas contando os seus contos. O que quero é descubrir todo o que alí se cocía.

Que fontes empregarás para obter toda esta información?

– Vou facer unha pesquisa bibliográfica con autores clásicos da antropoloxía gastronómica como poden ser Jesús Contreras a nivel estatal ou, en Galicia, Xavier Castro, que tamén foi gañador do Premio Xesús Ferro Couselo. Tamén quero facer consultas no arquivo municipal, no de Pontevedra e incluso no do Reino de Galicia e no Arquivo do Patrimonio Oral da Identidade (APOI) do Museo do Pobo Galego.

O traballo tamén se vai a basear na oralidade, con entrevistas a persoas das distintas parroquias que estean dispostas a participar e a contar as súas lembranzas para, a partir de aí, desenvolver unha historia.

A última fase será escribir un ensaio no que conxugue todos os coñecementos teóricos que adquirín a través das lecturas bibliográficas e co que me conten os veciños. Intentarei que non sexa moi técnico ou de ámbito académico, senón adaptado a todo o mundo.

Que prazo de tempo te marcas para rematar todo este traballo?

– O cronograma que manexo é de cinco meses, pero todo dependerá de como evolucione a pandemia. Entendo que, á vista da situación, a xente teña medo e non queira xuntarse para falar, por iso as entrevistas deixareinas para o final do inverno ou a primavera. Daquela, esperemos que a situación sexa mellor.

RESTAURACIÓN DA BANDEIRA E DA ACTA DA LIGA DE AMIGOS DO CARMEN.

Esta semana recibimos a visita de unha técnico do Museo de Pontevedra para valorar a restauración da bandeira da Liga de amigos do Carme e a Acta da entrega de dita bandeira.

Ambos símbolos teñen unha importante relevancia para o pobo de Pontecesures, e unha vez solicitada á Deputación asistencia técnica para a sua restauración, o Servizo de Atención Intermunicipal (SAIM) confirmou a disposición de persoal especializado do Museo para levar a cabo a restauración de ambos emblemas cesureños.

A bandeira da Liga de amigos do Carmen foi traída dende A Habana no ano 1912 polo presidente da “Sociedad Hijos de Puentecesures” na Habana e o apoderado do Centro Gallego, José Llerena Braña donada polos cesureños residentes en Cuba.

Na acta de donación aparecen nomes como Bandín, Temperán, Carrera, Magariños, Mosquera, Abalo e Llerena, os mesmos que máis tarde fixeran un donativo para a adquisición do “Gabinete de Física y Química” da Escuela Graduada.

De máis recente aparación foi a Acta fundacional, cedida hai un par de anos por descendentes da familia Llerena, un dos asinantes daquel primeiro documento e que estaba gardada na caixa forte do Concello á espera de conseguir persoal técnico que puidese devolverlle o seu aspecto orixinal.

A pretensión do Concello de Pontecesures é, unha vez restaurados, expoñer ambos emblemas no Salón de Plenos da Casa do Concello para poder ser contemplados por toda a veciñanza.