A los 90 años de edad falleció este vecino de la Plaza de Pontevedra, viudo de Mª Mercedes Doce Pérez. El velatorio está instalado en el Tanatorio Iria Flavia de Padrón. Mañana domingo 28 de abril, a las 16:30 horas, tendrá lugar el funeral en la Iglesia de Pontecesures. A continuación los restos mortales recibirán sepultura en el Cementerio Parroquial de Santa Columba de Louro (Cordeiro).
O proxecto xa contaba coa autorización da Xunta ▶ O BNG da Estrada considera esta nova «esperanzadora» e agarda o mesmo resultado para o de Xesteiras.
O Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) vén de acordar a suspensión cautelar do proxecto do parque eólico de Castro Valente, na Estrada, que xa contaba coa autorización da Xunta de Galicia. Así o anunciou este martes a sección terceira da Sala do Contencioso-administrativo do TSXG coa emisión dun auto.
Dende o BNG de A Estrada valoraron esta decisión como «unha boa nova» e o voceiro nacionalista da Estrada, Xoán Reices, considéraa «esperanzadora para outros parques eólicos en trámite no noso concello».
O edil nacionalista, así mesmo, considera que a suspensión cautelar de Castro Valente pode ser «unha boa nova para todos os veciños e veciñas que están loitando contra o parque eólico de Xesteiros«, un proxecto da empresa Norvento para os montes de Vea. «Hai que lembrar que Xesteiros e Castro Valente comparten a liña de evacuación, se un parque cae, cabe pensar que isto tamén pode repercutir na execución co segundo, mais imos ser prudentes e agardar acontecementos», augurou Reices.
Por outra parte, o BNG insta ao alcalde da Estrada a remitir a copia do recurso que presentou o Concello contra a autorización administrativa previa do parque eólico de Xesteiros. «Solicitámola hai un mes», explica Reices, «supoñemos que o alcalde non ten nada que agochar, pero esta demora non é comprensible», critica.
La alcaldesa asegura que se vivió «con desazón» el último fin de semana en el que podrían haber presumido de su Dama do Ulla.
Última edición de la Festa da Lamprea.
La escasez de lamprea en el río Ulla fue el motivo por el que el Concello de Pontecesures decidió el pasado mes de marzo atrasar a este fin de semana la 26ª edición de la Festa da Lamprea, que cada año suele coincidir con el día de San Lázaro. Pero tras mantener una reunión con los valeiros, y a la vista de que la previsión seguía siendo negativa, el Gobierno local decidió no celebrar este año el evento gastronómico, el más importante del año en el municipio. La temporada para capturar ejemplares de la Dama do Ulla finaliza hoy y, según cuenta la alcaldesa Maite Tocino, los cesureños han vivido este fin de semana «cunha gran desazón, nunca pensamos que íamos chegar a isto».
«Temos que garantizar un mínimo de exemplares, polo menos 150, para poder celebrar a festa», explica Tocino, quien asegura que este año no habría sido posible recaudar tanto producto, ni siquiera para llevar a cabo el cambio del formato que se había planteado y ofrecer el producto en tapas en los locales de hostelería. «A situación está igual tamén no Miño e en Portugal. Por coherencia e ética non podíamos traer lampreas de Francia porque, ademais dos desorbitados prezos, a esencia da festa, que é presumir da calidade do noso produto, non se cumpriría», explicó la regidora.
Aunque Tocino insiste en que «é difícil aventurar», de cara al próximo año, teme que la situación continúe con una tendencia a la baja: «En 2013 pasaron por el mercado de Pontecesures 23.000 kilos de lamprea y el año pasado solo 3.000 quilos», explica. Una escasez que la regidora achaca «á contaminación e á calidade da auga, segundo amosan os últimos estudos medioambientais».
Un cambio de formato de la fiesta, que a lo largo de su historia solo dejó de celebrarse en dos ocaisones, es «complexo». La alcaldesa asegura que la celebración de la fiesta solo se hará «si hai produto local, senón non. Podemos valorar reducir os días da festa ou facer un tapeo, como moito».
Greenfiber, formada por la energética Greenalia y la multinacional lusa Altri, ha reiterado este martes que «no cambiará las condiciones del Río Ulla» con el proyecto que planea en Palas de Rei (Lugo). Al tiempo, ha rechazado comparaciones entre el estudio de impacto ambiental de este plan y el encargado en su día sobre el traslado de Ence.
Así se ha pronunciado un día después de que las Plataformas Ulloa Viva y en Defensa da Ría de Arousa (PDRA) hiciesen un llamamiento conjunto a la ciudadanía para que siga presentando alegaciones contra el proyecto de la planta de Altri en Palas de Rei (Lugo).
En este sentido, anunciaban una nueva alegación en la que se señalará que la misma consultora que desaconsejaba trasladar Ence de los terrenos de Lourizán en Pontevedra a otro caudal ahora hizo un estudio de impacto ambiental positivo sobre Altri en el río Ulla.
Aunque sin mencionar expresamente el nombre de Ence, Greenfiber ha defendido en un comunicado que «no se pueden comparar dos informes elaborados con seis años de diferencia y para proyectos completamente diferentes», al tiempo que subraya que «el estudio de la otra fbrica de Galicia no está actualizado».
De hecho, la compañía esgrime que la tecnología de «filtración por membranas» que Greenfiber va a aplicar en el proyecto GAMA «no existía en la industria en 2017, ya que fue aplicada por primera vez en la planta de Biotek en 2018».
«Una tecnología que ha permitido que Biotek utilice 15 m3/t de agua mientras que el volumen de la otra fábrica referenciada en el citado estudio, de acuerdo con su informe de sostenibilidad, es de 30 m3/t. Por ello, GAMA estará muy por debajo de valor, no siendo comparables los proyectos», ha argumentado.
En el comunicado, Greenfiber defiende que GAMA es «resultado de la innovación» e «integra tecnologías que no reúne ningún proyecto industrial de este sector en el mundo a día de hoy».
También recalca que Altri es «referente mundial» en uso del agua, y que en su fábrica de Biotek, única a nivel mundial que recircula efluentes, el uso específico de agua ronda los 15 m3/t. «La industria mencionada en el estudio de 2017 capta en el río alrededor de 30m3/t que devuelven al mar (no al río, como GAMA) según información recogida en su memoria de sostenibilidad», ha contrapuesto.
DATOS «NO ACTUALES» En la misma línea, subraya que el otro estudio «data de 2017/2018», pero la planta de referencia Biotek de Altri «empezó en 2018, por lo que en el citado estudio no hay datos de la tecnología puesta en marcha por Altri ese año».
Así, concluye que los datos presentados en el citado informe de 2017/2018 «no son actuales, ya que la tecnología que se utilizará en GAMA, que supone una inversión de 80 millones de euros, permitirá obtener un efluente con una calidad no comparable a la que se obtiene con tecnologías anteriores y que además será devuelto al Ulla».
Por ello, sostiene que se permitirá que el uso específico de agua en la fábrica de Greenfiber en Palas sea «todavía mucho más inferior al valor actual de Biotek».
En este sentido, la compañía incide, además, en que en el estudio se detallan los porcentajes de merma que «son inferiores al 1% durante 9 meses al año, entre el 1-2% en los meses de junio-julio y el 2% en los meses de agosto y septiembre».
Los participantes remontaron la ruta Traslatio por los municipios de Vilanova, Catoira, Valga y Cesures.
La primera edición del Congreso Internacional sobre cultura vikinga celebrado en Catoira finalizó ayer tras dos intensos días en los que una veintena de participantes de diversos países del norte de Europa abordaron el impacto cultural de estas visitas y su huella en la Ría de Arousa, compartida con otras regiones de Europa.
Las Torres de Oeste en Catoira, el Mercado da Lamprea en Pontecesures y la Torre de Cálago en Vilanova, fueron los puntos principales escogidos para un itinerario de gran interese histórico y patrimonial para todos los congresistas, que recreó la Ruta Traslatio, el camino marítimo-fluvial por la Ría de Arousa y el río Ulla enmarcada dentro del geodestino Mar de Santiago y que coindice con la ruta utilizada por los vikingos en su momento. El itinerario finalizó con una visita guiada en la ciudad de Pontevedra.
Desde el geodestino, señalan que este seminario permitió enlazar la Translatio con las rutas vikingas, como una gran oportunidad turística.
El “Pacto da Devesa” permitió que el ayuntamiento se independizara en 1925.
En medio de la villa quedó una parcela de 1.200 metros cuadrados que pertenece al municipio vecino.
La explanada situada en las inmediaciones de la plaza de abastos de Pontecesures perteneciente al Concello de Valga.
Muchos piensan, en el Ayuntamiento de Pontecesures, que un buen regalo para conmemorar su primer siglo de existencia como administración local sería recuperar una parcela de terreno que, aún estando situada en el corazón de la villa, pertenece al municipio vecino de Valga.
Históricamente, las carpas de la Festa da Lamprea se instalaron en esta explanada.Juan Manuel Vidal Seage, cuando era alcalde. La explanada de la polémica.
Es lo que en la geografía política se denomina enclave, es decir, una porción menor del territorio de una circunscripción territorial que está completamente rodeada por el territorio de otra.
Un terreno de unos 1.200 m2 que, a modo de isla quedó situado en la zona portuaria, entre el río, su zona lúdica, los edificios orientados al Ulla y la plaza de abastos.
Para aquellos que no conozcan el lugar, puede decirse que es una gran explanada de tierra y baches usada como aparcamiento y convertida, con demasiada frecuencia, en un gran lodazal.
El mismo espacio en el que solían colocarse las carpas de la Festa da Lamprea, cuando en el río había pescado suficiente para celebrarla, que no es el caso este año
Mucho se ha hablado en el último siglo de la necesidad y conveniencia de recuperar este enclave, y a punto estuvo de lograrlo, durante el anterior mandato, el alcalde conservador Juan Manuel Vidal Seage. Pero las elecciones del pasado año colocaron en su puesto a la nacionalista Maite Tocino, y desde entonces aquel procedimiento parece haberse frenado, según denuncia el exregidor.
De ahí que reclame del actual ejecutivo bipartito que retome aquel expediente y busque la fórmula adecuada para recuperar ese enclave, «que además de afear todo el entorno provoca una evidente falta de seguridad», espeta Seage.
El mismo que en el anterior mandato propició el proyecto para abrir Pontecesures al río y a la ría, impulsando la transformación de la fachada fluvial con la creación de una zona de ocio que ayuda a la llegada de más peregrinos, al desarrollo del sector hostelero local y a ofrecer zonas de paseo seguras y alternativas lúdicas para niños y el conjunto de la población.
Pero esa apuesta por modernizar y embellecer Pontecesures se quedo a medias, precisamente a causa de la existencia de ese enclave de Valga al que no se le puede tocar, ya que depende del gobierno vecino. Incluso para celebrar allí cualquier evento hay que pedirle permiso.
Y eso a pesar de que Valga no puede sacarle ningún provecho ya que desde 2003 es un terreno catalogado en el PXOM como zona verde.
Así pues, con la ley en la mano, hay tres opciones posibles, como la expropiación forzosa, aunque determinar el precio a pagar no parece sencillo, establecer algún tipo de convenio con Valga o acometer la permuta de terreno. lo cual resulta aún más complicado, ya que Pontecesures no dispone de terreno público con el que negociar.
Teniendo en cuenta todo ello Seage llegó a contemplar una partida de 150.000 €, «aunque incluso puede resultar excesiva» para negociar con Valga y hacerse con el enclave. «Pero todo aquel procedimiento se está dejando morir por el actual gobierno», censura.
Ante lo cual, el líder del PP insiste. «Hay que reabrir este procedimiento, llegar a un acuerdo razonable para buscarle encaje económico y cumplir la ley, solucionando así un problema que se arrastra desde hace casi cien años».
Dicho de otro modo, que «el gobierno bipartito de Pontecesures debe coger el toro por los cuernos para evitar perder una magnífica oportunidad y recuperar un terreno insalubre».
Una parcela, dicho sea de paso, que «una vez que sea nuestra puede ayudarnos a potenciar todavía más la fachada litoral», sentencia Juan Manuel Vidal Seage.
El título de villa en 1881, y el proceso independentista de 1925 marcan su historia.
En 1881, el rey Alfonso XII, concedió el título de Villa de San Luis de Cesures a la parroquia de San Julián de Requeijo, perteneciente hasta 1883 al Ayuntamiento de Padrón, con el que sigue unida a través del puente romano que se reformó en la Edad Media y que en 1911 se convirtió en la estructura que es actualmente y soporta el tráfico de la N-550.
Fue tras la reorganización territorial que situó al río Ulla como frontera territorial entre A Coruña y Pontevedra, cuando San Luis de Cesures pasó a formar parte del Ayuntamiento de Valga, alcanzando su independencia en 1925, con José Novo Núñez como primer alcalde.
Un proceso que no resultó tan complicado como podría pensarse ahora, cuando se habla permanentemente de las ansias independentistas catalanas. Lo que se hizo a orillas del Ulla fue firmar el «Pacto da Devesa», entre los representantes de las villas valguesa y pontecesureña.
Llegaba así la segregación de Pontecesures, que dejó de depender de Valga y pasó a funcionar como municipio propio el 9 de octubre de aquel mismo año, es decir, hace casi un siglo.
Hay quien cree que el puerto fluvial de Pontecesures, en su momento pieza clave para la descarga de buques areneros y la implantación en la villa de empresas como Nestlé y Calera del Ulla, ahora punto de arribada de peregrinos, fue el germen de aquella independencia. En cierto modo impulsada por la burguesía de comerciantes e industriales que se habían ido formando en torno al río.
En ese movimiento empresarial hay que situar la existencia de un enclave de Valga dentro de Pontecesures, ya que el terreno en cuestión habría estado ocupado por una empresa perteneciente a Valga que, la desaparecer había dejado esa parcela en manos del concello vecino.
Fue el 29 de marzo de 1925 cuando la corporación municipal de Valga, reunida en sesión extraordinaria, analizó e impulsó el informe emitido por la comisión nombrada por el propio ayuntamiento para establecer las bases de la «Entidad Menor de Pontecesures» y determinar la «administración de la misma, separación de su patrimonio y deslinde de su instalación».
Así se recoge, por ejemplo en el libro «Historia de Pontecesures» publicado en 1980 por el que fuera cronista oficial y alcalde de la localidad, José Piñeiro Ares.
En el que se habla también de otro de los grandes ejes del proceso independentista pontecesureño, como fue la feria del automóvil que en 1925 permitió proyectar a esta localidad ribereña a nivel nacional.
Y eso que en aquel año, el censo de este municipio de apenas 7 km2 de extensión era solo de 1.645 habitantes. Que se estrenaron como ayuntamiento con un presupuesto municipal de 20.500 pts y un crédito bancario para adquirir la finca que iba a ocupa el actual consistorio presupuestado en 23.750 pts,