Padrón y Pontecesures, dos pueblos separados por una desescalada provincial.

El alcalde del primer municipio afirma que «no tiene encaje que un padronés pueda viajar hasta A Coruña o hasta Cariño, municipios que quedan a 100 kilómetros, y no puedan cruzar a 200 metros».

Un vecino de Pontecesures pasa hacia Padrón, al otro lado del puente este jueves. Padrón y Pontecesures son dos municipios gallegos con una gran vida conjunta que están separados por un puente romano sobre el rio Ulla y durante la desescalada, su unidad se podría ver alterada por la división provincial: el primero pertenece a A Coruña y, el segundo, a Pontevedra.

Padrón y Pontecesures son dos municipios gallegos con una gran vida conjunta que están separados por un puente romano situado sobre el río Ulla. En la desescalada, su unidad se podría ver alterada por la división provincial, con consecuencias negativas tanto para el comercio como para sus habitantes, ya que el primero pertenece a A Coruña y el segundo, a Pontevedra.

«Espero que finalmente impere el sentido común y esta medida se eche atrás», ha declarado a Efe el alcalde de Padrón, Antonio Fernández Angueira, que considera que el municipio es el «centro neurálgico» de la comarca, además de núcleo «comercial, industrial, administrativo y sanitario».

«No tiene encaje que una persona de Padrón, limítrofe con Pontecesures, pueda viajar hasta A Coruña o hasta Cariño, municipios que quedan a 100 kilómetros, y no puedan cruzar a 200 metros», explica.

El alcalde considera que habría que establecer otro tipo de áreas, porque en algunos casos «únicamente juega el azar», ya que depende de si los municipios están situados en el centro de la provincia o en zonas limítrofes.

«No se puede gobernar a 600 kilómetros de distancia y establecer las mismas medidas para todos, porque esa igualdad no deja de ser una discriminación en situaciones distintas», apunta Fernández Angueira, que señala que, mientras Madrid es uniprovincial, hay comunidades autónomas, como Galicia, que tienen características muy distintas.

Además, esta división supone para el alcalde un lastre en los servicios ciudadanos, pues en Padrón está ubicado el grupo de emergencias supramunicipal, que incluye otros municipios como Valga o Catoira, por lo que ve las áreas sanitarias como una buena medida territorial para la desescalada.

En caso de que la desescalada sea provincial definitivamente, los habitantes de muchos pueblos cercanos a Padrón, pero que están en la provincia de Pontevedra, no podrían realizar sus compras en la localidad coruñesa y, por lo tanto, deberían buscar esos servicios en su provincia, aunque ello suponga recorrer muchos más kilómetros.

«Por un lado se está perjudicando a Padrón económicamente e industrialmente y a los vecinos de otros municipios se les está quitando un servicio que podrían tener a tres kilómetros, además de obligarlos a desplazarse a lo mejor a 60 kilómetros dentro de la misma provincia para tener el mismo resultado», explica Fernández Angueira.

Así lo ven también los comerciantes del mercado de abastos de la localidad, que piensan que perderán muchos clientes si se corta el tránsito entre Pontecesures y Padrón.

«Así como gente de Santiago no viene, por los kilómetros, aunque esté en la misma provincia, de Pontecesures tenemos muchos», explica Mari Carmen, que trabaja en una frutería y que entiende que no puedan ir los de Pontevedra, pero no gente cuya localidad está a poca distancia.

Lo mismo afirma Luis, que asegura que a la carnicería en la que trabaja acude mucha gente de pueblos limítrofes y añade que si se aplica la desescalada por provincias, podrían perder entre un 30 y un 40 % de la clientela.

En Pontecesures, pueblo de no más de 3.000 habitantes y con servicios limitados, opinan igual, pues Ángel, encargado de una librería, asegura que, aunque la mayoría de sus clientes son del lado pontevedrés, podría perder en torno a un 30 % de clientes.

Para el alcalde de esta localidad, Juan Manuel Vidal, el hecho de hacer una división insular o provincial «desbarata un poco la simbiosis que llevamos todos los ayuntamientos del contorno», por el mero hecho de una división administrativa «sin demasiado buen criterio».

«Estamos enclavados en la comarca del Ulla, una comarca en la que están solapados muchos servicios y en la que compartimos tradiciones, mercados e infinidad de puntos en común», afirma, y añade que la situación es «casi cómica» porque vecinos a los que separan 200 metros no podrían casi «ni darse los buenos días» o incluso algunos, para poder bajar al caso urbano, «tendrían que cruzar campo a través» para no cruzar los límites provinciales.

«Lo menos lesivo sería hacer una división comarcal, pero no tirar de divisiones administrativas de principios del siglo XIX», apunta.

Y es que, tal y como opina el presidente de la Asociación de Empresarios de Padrón, Simón Barreiro, en situaciones como ésta es necesario que todos «arrimen el hombro» y que las empresas y comercios se ayuden los unos a los otros para salir adelante, en lugar de establecer fronteras «sin lógica».

«Es una rueda en la que si uno deja de empujar, pues nos repercute a todos. Tenemos que ayudarnos unos a otros», afirma Barreiro, que a pesar de que considera que las decisiones políticas que se toman «no son fáciles», podría haber más concreción, ya que «sale una medida y según la repercusión que tiene se modifica», lo que genera «incertidumbre y desconfianza».

El Correo Gallego

Saltos interprovinciales para ir al súper, o a tu propio pueblo.

«Teremos que ir ao centro polo monte», dicen con humor los vecinos de Fenteira y Grobas, dos aldeas de Pontecesures a las que se llega por una carretera que en varios momentos discurre por suelo coruñés.

Tras largos días de encierro, ha llegado el momento de la desescalada. El proceso, ya lo ha anunciado el Gobierno, será lento: cuatro etapas. Durante las tres primeras, dice el plan trazado inicialmente desde Madrid, se limitarán los movimientos interprovinciales si no existe causa justificada para los mismos. El uso de las provincias como unidad de movilidad está sujeto a revisión después de que varias comunidades autónomas, entre ellas Galicia, hayan mostrado su disconformidad con ese criterio. Pero a la espera de que se tome una decisión definitiva, en localidades como Pontecesures fruncen el ceño mientras miran al puente que une esta villa con la vecina Padrón, en la provincia de A Coruña. «Non ten ningún sentido; está claro que hai que trazar a liña por algures, pero no noso caso, esa división xera situaciones ben extrañas», razona el primer edil, Vidal Seage.

A caballo ente Padrón y Cesures

Pone como ejemplo de ello a los vecinos de los lugares de Grobas y Fenteira. Viven a unos kilómetros del casco urbano. Para viajar hasta este, tienen que cambiar en varias ocasiones de provincia, ya que es terreno fronterizo y la división «fai zig zag». Así lo cuenta Eduardo, que vive en Fenteira y que tiene muchas fincas «que están unha parte en Pontevedra e outra na Coruña». «A Pontecesures temos que ir a facer a compra, para ir facer xestións… A todo. E temos que cruzar catro veces de provincia», relata. ¿Se aplicará el sentido común en este caso? Él tiene sus dudas. «Home, non vexo normal moitas das medidas que están tomando». Si el criterio provinial no cambia, dice Eduardo, a los vecinos no les quedará más remedio que «ir ao centro pola pista forestal, que é o único camiño que hai que non se mete na Coruña». Grobas y Fenteira no son los únicos núcleos cesureños que vivirían una situación extraña. Relata Vidal Seage que los vecinos de San Xulián, en Pontecesures, «non poderían ir a Cortiñas, que lles queda a cen metros, porque é Padrón». Por no hablar, en general, de todos los cesuereños, ya que la localidad vive volcada hacia el otro lado del río.

La Voz de Galicia

Ana Pontón también se refiere a la distancia entre Padrón y Pontecesures.

Rodrigo Cota (Diario de Pontevedra)

Seguimos con el plan de la nueva normalidad, un término al que me voy acostumbrando aunque cuesta. Tengo reservas sobre algunos asuntos, como el de la división provincial de las cuatro fases. Ana Pontón, muy acertadamente, puso un ejemplo que conozco perfectamente: un vecino de Padrón podrá desplazarse a Fisterra pero no a Pontecesures. Entre Padrón y Pontecesures hay un centímetro. Lo sé porque viví una temporada en Padrón y otra en Cesures. Del mismo modo, un cesureño podrá atravesar medio país para llegar a O Seixido, el pueblo de mi padre, que limita con la provincia de Ourense, pero no puede avanzar siete metros para comprar el pan en Padrón. Cierto que hay que poner los límites en algún lado si se pretende una nueva normalidad asimétrica y que la división territorial e provincias es la que es aunque sea una tontería. Cierto también que las diputaciones tendrán un papel y que son provinciales, por lo que Carmela Silva, pongo por caso, no tiene jurisdicción en A Coruña ni en Ourense, pero no estaría mal poner en esto un poco de sentidiño, que todo en esta vida tiene arreglo menos la muerte, como estamos comprobando a diario.


Padrón pide excepciones en el cambio de provincia por su cercanía a Pontecesures.

Un puente sobre el río Ulla separa Padrón (A Coruña) y Pontecesures (Pontevedra), localidades que se ven gravemente perjudicadas por la prohibición de cambiar de provincia hasta la tercera fase, salvo causa justificada como desplazamientos por trabajo. Así lo considera el Concello de Padrón, que ayer dirigió un escrito a la Subdelegación del Gobierno en el que expone que «las restricciones de movilidad entre provincias van a suponer una afectación desproporcionada a los habitantes de nuestro municipio, sin que existan razones objetivas para ello, simplemente por mero azar geográfico».

Por ello, el Ayuntamiento pide que se tengan en cuenta las circunstancias derivadas de su carácter de municipio limítrofe y se le comuniquen nuevas medidas adaptadas a la realidad de Padrón. La capital del Sar es, tradicionalmente, el centro económico de esta comarca y de parte del Baixo Ulla, con Pontecesures y Valga. El alcalde padronés, Antonio Fernández, va más allá y habla de que Padrón y Pontecesures funcionan como una unidad comercial (en Padrón hay muchos comercios que no existen en Cesures); industrial (una misma empresa tiene instalaciones en ambos lados); política, en algunos casos con convenios conjuntos de Padrón, Rois, Dodro, Cesures y Valga; e incluso servicios como el del Grupo de Emerxencias Supramunicipal (GES) de Padrón, cuyo ámbito de actuación acaba de ampliar la Xunta a Pontecesures y Valga.

A mayores, hay aldeas de Padrón, como Morono, Cortiñas, Confurco o Condes, cuyos vecinos deben desplazarse por territorio de la provincia de Pontevedra para ir al casco urbano de Padrón. Algo similar sucede al revés, con Grobas, ya que para ir al casco urbano de Cesures hay que pisar territorio coruñés.

En Padrón, además, compran, desde siempre, muchos vecinos de Cesures y Valga. También cursan estudios alumnos de ambos concellos pontevedreses y usan servicios sanitarios del centro de salud como el de farmacia, fisioterapia u odontología, sin contar otros como Notaría o Registro, o bancos, amén de múltiples lazos familiares.

La Voz de Galicia

Multado en Pontecesures por ir a 129 km/h en un tramo de 50 para ir a ver a su novia.

El conductor del vehículo, además, obtuvo positivo indiciario en el test de drogas.

Radar móvil de la Guardia Civil en Pontecesures

Radar móvil de la Guardia Civil en Pontecesures.

La Guardia Civil interceptó el pasado fin de semana en la localidad de Pontecesures  a un vecino del municipio de Ribeira cuando circulaba a 129 kilómetros por hora en una zona limitada a 50. Además, su desplazamiento no respetaba las restricciones de movilidad de la orden de confinamiento debida a la crisis sanitaria.

Según ha informado el Instituto Armado, los hechos se produjeron el pasado viernes, sobre las 16,30 horas, en el kilómetro 85,500 de la carretera N-550, «un punto especialmente peligroso para la seguridad vial», ha matizado, situado en las proximidades del casco urbano de la localidad de Pontecesures, en el transcurso de un control de velocidad establecido por efectivos del Destacamento de Tráfico de Pontevedra.

El vehículo que, «por razones de seguridad» no pudo ser interceptado por en el punto de notificación avanzado «debido al notorio exceso de velocidad», han destacado las mismas fuentes, fue alcanzado momentos después en el casco urbano de Pontecesures.

El conductor del vehículo resultó ser un vecino de Ribeira que, además de haber dado positivo indiciario en el consumo de sustancias psicoactivas, «estaba alterando las restricciones de movilidad establecidas para la gestión de la crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19, al no argumentar otra causa que no fuese la de ir a visitar a su novia«, ha subrayado la Guardia Civil.

«La presencia de alcohol o drogas y el exceso de velocidad son circunstancias concurrentes en gran parte de los accidentes con heridos graves o fallecidos en las carreteras de Galicia», advierte la Benemérita.

Multas

Por este motivo, la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil compatibiliza este tipo de controles con los específicos para la vigilancia del cumplimiento de las medidas adoptadas para la gestión de la crisis sanitaria.

En este caso el conductor ha sido denunciado por quebrantar el confinamiento establecido por las autoridades sanitarias. Como consecuencia de los hechos el vehículo fue inmovilizado y el individuo retornó a su lugar de origen.

Además, señalan las mismas fuentes, podría enfrentarse a una multa de mil euros si se confirmase el resultado indiciario en drogas por el laboratorio y a otra multa de 600 euros por el exceso de velocidad. Ambas infracciones «de carácter muy grave» tienen aparejada, además, la pérdida de seis puntos del permiso de conducción, concluyen las mismas fuentes.

Faro de Vigo

Pontecesures recibe 48.871 € da Xunta de Galicia a través do F.C.L.

A Xunta de Galicia vén de ingresar aos concellos a partida do mes de marzo e a liquidación de 2018 do Fondo de Cooperación Local (FCL) para contribuír na dotación de liquidez ás facendas locais. No que atañe á área metropolitana de Santiago, o Goberno galego entregou no que vai de ano 7.152.480 euros aos 57 municipios de dito ámbito, que poden destinar a loitar contra o coronavirus, xa que son fondos non finalistas que respectan a autonomía dos concellos.

Estas achegas da Consellería de Presidencia, Administracións Públicas e Xustiza repártense entre todos os municipios da comarca seguindo uns criterios obxectivos pactados coa Federación Galega de Municipios e Provincias.

En concreto, téñense en conta datos como o número de habitantes, persoas maiores de 65 anos, superficie da localidade e a cantidade de núcleos de poboación. Tendo en conta estes criterios obxectivos que foron pactados coa Federación Galega de Municipios e Provincias, os concellos divídense en tres grupos: menores de 15.000 habitantes, entre 15.000 e 50.000 habitantes e máis de 50.000.

Na comarca de Costa da Morte, quince municipios perciben 1.673.199 euros: Cabana (93.725);Camariñas (86.110); Carballo (340.439); Cee (112.816); Corcubión (38.709); Coristanco (135.296); Dumbría (83.542); Fisterra (74.880); A Laracha (184.397); Laxe (60.495); Malpica (94.517); Muxía (105.788); Ponteceso (108.410); Vimianzo (141.900) e Zas (102.169).
Na de Caldas, sete localidades repártense 686.510 €: Caldas de Reis (127.971); Catoira (213.431); Cuntis (90.819); Moraña (74.943); Portas (50.034); Pontecesures (48.871); e Valga (80.437). Na comarca de Tabeirós-Deza, tres concellos reciben 786.787 €: A Estrada (319.484); Lalín (333.697) e Silleda (133.606).

No ámbito de Noia-Muros a contía é de 515.230 € para catro municipios: Lousame (77.096); Muros (135.634); Noia (187.263) e Outes (115.237). Na comarca do Barbanza son seis os que se reparten un total de 985.750 euros: Boiro (207.562); Carnota (84.196); A Pobra do Caramiñal (128.659); Porto do Son (144.274); Rianxo (162.601) e Ribeira (258.458).
Xallas recibe 276.196 euros: 103.523 para Mazaricos e 172.673 para Santa Comba, mentras que a Melide correspóndenlle 119.293. A comarca arzuá lévase 308.587 €: 109.350 para Arzúa; 101.042 para O Pino e 98.195 para Touro.

A do Sar disporá de 278.679 €: 56.833 para Dodro; 91.652 para Rois e 130.194 para Padrón. A de Ordes lévase un total de 506.271 €, que se reparten Frades (66.462); Ordes (177.076); Oroso (97.441); Tordoia (87.453) e Trazo (77.839). Na Barcala corresponden 98.379 á Baña e 111.955 a Negreira.

E, finalmente, destínanse 805.644 € ós seis concellos da comarca de Santiago:Ames (241.143); Boqueixón (77.393); Brión (126.613); Teo (189.929); Val do Dubra (74.043) e Vedra (96.523).

En total, no que vai de ano, ao abeiro do Fondo de Cooperación Local, aos municipios da Delegación da Xunta de Pontevedra correspondéronlles algo máis de 6 millóns de euros. O delegado territorial da administración autonómica en Pontevedra, José Manuel Cores Tourís, subliñou o esforzo que fixo o Executivo galego, na liña de apoio as entidades locais, para, ademais de facer efectivo o ingreso de marzo, axilizar a liquidación correspondente a 2018 para que os gobernos locais poidan ter máis recursos económicos e así facer fronte á crise orixinada polo covid-19.
Cores engadiu que “máis que nunca, é necesario a colaboración institucional e cooperar coas administracións municipais”. Tamén apuntou que os investimentos non están condicionados xa que se tratan de fondos non finalistas e respectan a autonomía municipal polo que os alcaldes poden destinar estas partidas a aquilo que consideren máis necesario e urxente.

O seu homólogo da delegación territorial da Coruña, Ovidio Rodeiro, apuntou que “ademais de liquidar o mes de marzo en tempo e forma, decidiuse realizar o pago da liquidación pendente de 2018, para que os alcaldes conten neste momento con partidas económicas para todo aquilo que consideren máis necesario e urxente”. “Desde a Xunta entendemos que é o momento de arrimar o ombreiro e de facer un esforzo económico en todos os campos para poder axudar a facer fronte á pandemia”, engadiu.

Na provincia da Coruña a cifra é de 13,8 millóns de euros para un total de 93 concellos, dos cales 10,7 millóns corresponden á transferencia do primeiro trimestre do presente ano 2020 e outros 3,1 millóns á liquidación do exercicio de 2018.

El Correo Gallego