El tripartito desoye a comerciantes, vecinos y oposición y ejecutará los pasos elevados.

El Pleno más concurrido desde el inicio de la legislatura acabó a gritos.

Habrá badenes en las calles Portarraxoi, San Lois y Sagasta. Y los habrá porque el gobierno tripartito se naegó ayer a dar marcha atrás y a replantearse la elevación de cuatro pasos de peatones en estos viales, los más céntricos de la villa. «As decisións tomámolas nós», La frase del alcalde, Luis Álvarez Angueira, resume perfectamente la cerrazón total del Ejecutivo. Ni la «inusual» presencia de una veintena de comerciantes y vecinos en el Pleno, ni la insistencia de la oposición en pedir que se estudiasen alternativas consiguieron que el equipo de gobierno variase un ápice su postura. Es más, puso en cuestión las casi 600 firmas en contra del proyecto reunidas a iniciativa de los comerciantes. «Só 249 son de veciños de Pontecesures, un 8,03 % da poboación, resaltó primero la nacionalista Cecilia Tarela. «Que se empadronen» murmuró después su compañera Margarita García. Y lo remató Ángel Souto, reiterando que los ciudadanos «están obrigados» a inscribirse en el padrón del municipio en el que residen. Ante esto, la tensión no podía más que aumentar y explotar a gritos en boca de Mª Dolores Castiñeiras, presidenta del colectivo de comerciantes.

«Non me colle o pan no corpo con tacto tecnicismo porque nin o alcalde nin Cecilia Tarela viven en Pontecesures», recriminó al tripartito mientras Angueira le repetía una y otra vez «queres calar a boca» y llamaba a la Policía Local amagando con explusar a la comerciante. «Nós vivimos de todo o mundo, dos cesureños, dos veciños de Valga, de Catoira…», siguió Castiñeiras sin achantarse. El alcalde entró al enfrentamiento: «A min hai poucas cousas que me asusten» y volvió a avisar a la comerciante que «vou botala» do Salón de Plenos. «Marcho eu», concluyó Mª Dolores Castiñeiras. Y con ella se levantó y se fue buena parte del público que hasta el momento, y sin que aún se hubiese votado nada, presenciaba la sesión.

La tensión y los gritos continuaron entre los miembros de la Corporación, aún con el Salón de Plenos vacio. Antes, la oposición había defendido paralizar la construcción de los pasos elevados y constituir una comisión en la que analizar otras alternativas de seguridad vial en Portarraxoi, San Lois y Sagasta. Los badenes podría conllevar «un menoscabo importante para actividade comercial e un disconfort» para los vecinos que viven en la zona, afirmó el portavoz del PP, Vidal Seage. Pidió «unha solución menos lesiva para o pobo» e inclusó apuntó que «as estatísticas din que os accidentes de tráfico nos pasos de peóns elevados son máis graves que os que se producen en pasos a igual nivel». El independiente Luis Sabariz, de ACP, hizo hincapié en que «non se pode gobernar de costas á xente» y en que hai problemas de seguridade viaria máis importantes neste pobo. ? certo que que pola noita pasa algún coche a alta velocidade» por las calles del centro, pero «un accidente pode habelo en calquera sitio, a 20 ou as 50. Propuso, por ejemplo, solicitar una radar a la Subdelegación del Gobierno para evitar excesos de velocidad y sancionar a quienes los cometan. Maribel Castro, de IP, alusió a los ruidos que pueden generar los badenes para los residentes en las viviendas más próximas.

A modo de réplica, Cecilia Tarela acusó a la oposición de querer hacer «política» ya que «tiveron desde xullo para solicitar este pleno extraordinario e fano agora, que o proxecto está rematado e a subvención aprobada pola Xunta de Goberno da Deputación de Pontevedra.

 

El edil de obras asegura que los badenes no harán ruido y obligarán a circular a 30.

Las obras que se ejecutarán en Portarraxoi, San Lois y Sagasta costarán 19.110 euros. De ellos, 7223 se destinarán a elevar cuatro paso de peatones y, el resto, a obras complementarias para que las aceras queden al mismo nivel y se facilite el tránsito de personas discapacitadas. «Esta obra non se fai por capricho. Os coches pasas a gran velocidade e non hai que esperar a unha mmorte para tomar medidas», dijo Ángel Souto. En las calles en las que se crearán los badenes «hai once interseccións e unha elevada afluencia de peóns. A única solución é elevar os pasos para que os coches circulen a 30 kilómetros por hora. Se van a esa velocidade non van sukfrir danos», incidió. Además, aseguró que «son badenes especiais, non van facer ruido» y tendrán las dimensiones que «recomenda o Ministerio de Fomento.

Souto Cordo y Cecilia Tarela fueron los concejales del gobierno que llevaron la voz cantante a la hora de defender los pasos elevados. El alcalde, Luis Álvarez Angueira, que hace semanas anunció que no se presentará a la reelección, apenas intervino más que para mandar callar a la comerciante que tomó la palabra durante el Pleno y para referirse al aplazamiento de éste, el pasado martes, cuando tuvo que compareces ante el Juzgado de Caldas  en relación con su imputación por una presunta maleversación de fondos públicos a través de los repostajes de un vehículo municipal.

Diario de Arousa

El dia de la verdad para los polémicos badenes de Cesures.

Hoy llega a pleno un proyecto de seguridad vial contra el que se han rebelado los comerciantes.

El polémico proyecto de elevación de cuatro pasos de peatones en las calles que forman la columna vertebral de Pontecesures llegará hoy al pleno. La oposición municipal forzó la convocatoria de una sesión en la que todo da que hablar, hasta la hora: el debate ha sido fijado a las doce del mediodía. Una hora, dicen tanto la oposición como los comerciante inconveniente para algunos concejales y, también, para los establecimientos que han encabezado la rebelión contra los badenes.

El proyecto de la discordia se ejecutará con fondos de la Diputación Provincial. Además de levar cuatro pasos de peatones, incluye el asfaltado de varias calles del municipio. El gobierno local cesureño dio la semana pasada el placet a un proyecto que cosecha muchas antipatías (las casi 600 firmas recogidas por los comerciantes dan buena cuenta de ello) pero que también tienen sus defensores. A algunos los hemos encontrado paseando por las calles en cuestión. «Non sei se teñen que ser catro ou dous, pero o que está claro é que algo haberá que facer porque pasan coches a unhas velocidades que non son normales», comentaba una vecina de la localidad. Otras personas consultadas ahondan en esa idea. «Yo bajo todos los domingos con los niños y esta calle es un peligro. Hay quien monta auténticos rallies».

Replican los comerciantes que en las calles del centro nunca se han registrado accidentes. y que la instalación de badenes espantará a los coches y, lo que es más importante, a los compradores que viajan en ellos. «Pontecesures es una calle y una carretera Nacional. Si nos llenan las calles de badenes, la gente se va a ir por la Nacional, está claro», explica María Dolores Castiñeiras, la presidenta de los comerciantes cesureños.

Los grupos de la oposición se han alineado con sus tesis. El gobierno local, por contra, con quienes consideran imprescindible aumentar la seguridad vial en una calle muy transitada y con la que se limita una zona de esparcimiento como la de A Plazuela. Ángel Souto, el concejal de TeGa, es el responsable del departamento de obras que puso en marcha un proyecto que, según la ACP de Luis Sabariz, hace «titubear» al ejecutivo que encabeza el nacionalista Alvarez Angueira. Pero no parece que el BNG tenga ninguna duda al respecto sobre este asunto. De hecho, y dado que Ángel Souto se ha tomado unos días libres (se reincorpora hoy) fue la edila Cecilia Tarela la que hizo la última defensa pública de este proyecto. «Esta rúa está sinalizada a 30 quilómetros por hora. Os badéns o único que van facer é que a xente vaia a esa velocidade». Igual que indicó ?Souto en varias ocasiones, Tarela señaló ayer que los badenes serán muya suaves, «nada que ver cos que hai no porto». Estos, por otra parte, lograron acabar con los excesos de velocidad que allí se producían.

La Voz de Galicia

Las placeras de Cesures denuncian la venta ambulante de ropa y alimentos.

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La plaza presentaba ayer un aspecto desangelado

En Pontecesures, la venta ambulante está de moda. No es un fenómeno nuevo: hace ya tiempo que coches cargados con todo tipo de productos desembarcan en la localidad e intentan colocar sus mercancías puerta a puerta. Al principio, las vendedoras de la plaza de abastos cesureña observaron con incredulidad el fenómeno. Pero hace un par de años, cuando uno de esos ambulantes entró con sus ofertas en el edificio del mercado, su paciencia se agotó. Era el 8 de marzo de 2012. Las mujeres lo recuerdan con precisión porque aquel mismo día, tras cerrar sus puestos, acudieron al Concello a exigir que se tomasen medidas. Ni aquel escrito, ni todos los que presentaron después, surtieron efecto. Tampoco, las conversaciones mantenidas con los distintos grupos políticos locales. «Ninguén mira por nós», sentencian.

La concejala responsable del mercado, Cecilia Tarela (BNG), asegura que el problema no tiene fácil solución. «Non atopei ningunha ordenanza nin normativa, e teño miradas moitas, que permita restrinxir a venda ambulante nunhas determinadas zonas e noutras non, que é o que elas [las placeras] queren», explica la edila.

Las vendedoras de la plaza no tienen ningún problema con que los coches cargados con pescado, fruta, verduras, pan, empanadas, pasteles, congelados e incluso ropa, mantengan sus rutas por las zonas más alejadas del casco urbano. Siempre que cumplan con todas las normativas a las que están sujetos, esa actividad no solo no les molesta, si no que la entienden como un servicio para aquellos vecinos que viven más lejos.

Sin embargo, recuerdan las placeras, Pontecesures es una localidad eminentemente urbana, con tejido comercial, y por la que los coches de los ambulantes circulan con una intensidad pasmosa. Suponen, para ellas, «unha competencia desleal, porque nós temos que pagar impostos e pasar todo tipo de inspeccións, mentres que moitos deles andan en coches que nin sequera están preparados».

La Voz de Galicia

Comerciantes cesureños recogen firmas contra los «lombos» en las calles centrales.

«Aquí non hai alternativas. Os coches irán pola estrada xeral e non se meterán no centro»

El anuncio del tripartito cesureño de elevar los pasos de peatones en la arteria principal de la villa (uno en la calle Portarraxoi, otro en Sagasta y dos más en San Lois) para atajar una presunta inseguridad vial han puesto en pie de guerra a los comerciantes, que ven la medida muy perjudicial para sus negocios y lamentan que el Concello ni les avisase («enterámonos pola prensa, para que vexan que Goberno temos») ni tenga intención de reconsiderar la decisión.

A pesar de que «sinceramente non cremos que recapacite» los comerciantes iniciaron una recogida de firmas contra los badenes. «Xa que non nos pediron opinión, quermos darlla nós, porque cremos que somos un colectivo importante» explicó ayer la promotora de la propuesta, Mará Dolores Castiñeiras. Ella es la presidenta de la Asociación de Comerciantes, aunque la recogida de firmas está desligada al colectivo. «Esta sinando o comercio en xeral e tamén a hostalería. Levamos unhas trinta sinaturas, pero queremos recoller máis antes de entregalas no Concello. Estamos recibindo o apoio da maioría dos locais». Además, pretenden extender la iniciativa a la ciudadanía en general.

Castiñeiras se entrevistó con los tenientes de alcalde Ángel Souto y Cecilia Tarela para exponerles el rechazo de los comerciantes a los «lombos», porque «non nos tiveron en conta para nada». Ellos dijeron que «si ou sí. Nin sequera admitiron outras propostas».

La empresaria explica que ella permanece ocho horas diarias en la para farmacia que regenta «e coma min moitos» y no ve necesaria esta medida. «Preguntei o índice de siniestralidade na zona e é de cero. Noutors sitios nos que puxeron bade´ns, coma no peirao, sí os vexo necesarios, porque por aí pasan a moita velocidade, pero aquí non. A rúa é estreita e no paso a nivel freas ou salta o coche». El Gobierno local ve inviable instalar un radar y tampoco acepta la propuesta de que la Policía Local multe a quien supere la velocidad permitida, ya que los agentes son auxiliares. «Eu penso que parando un coche con exceso de velocidade, algo de respecto témoslle».

Castiñeiras augura que la obra, que cuenta con una subvención de 20.000 eruos de la Deputación de Pontevedra, será un mazazo para la economía local. «Temos unha rúa e aquí estamos 30 comercios, case todos. Os supermercados, a zapatería, cinco peluquerías…Os coches irán pola N-550 e non se van meter polo centro a brincar polos badéns. Irán comprar a Padrón ou a outro sitio. Non hai alternativa para chegar aquí.

Diario de Pontevedra

Los comerciantes recogen firmas contra los pasos elevados en el centro de Pontecesures.

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Uno de los pasos de peatones que será elevado en la calle San Lois.

Los comerciantes de Pontecesures están que trinan tras anunciar el gobierno local un proyecto de la seguridad vial que incluye la elevación de cuatro pasos de peatones en el vial que discurre por el centro de la villa (calles Portarraxoi, San Lois y Sagasta). En la jornada de ayer ya eran unos cuarenta los propietarios de comercios que habían plasmado su rúbrica un escrito dirigido al Ejecutivo y que hoy mismo podrían entregar en el Concello. Además, no descartan extender la recogida de firmas a todo el vecindario ya que entienden que los badenes serán perjudiciales para sus intereses pero también molestos para los residentes en Pontecesures. ??Temos unha estrada nacional? que discurre por Pontecesures y, de crearse definitivamente los pasos elevados, los comericantes preferiran circular por la N-550 en lugar de meterse al centro cesueño. ??Irán a Padrón a mercar ou a tomar unha cervexa?, augura María Dolores Castiñeiras, presidenta de la asociación de comerciantes. En su comercio, una parafarmacia en la calle San Lois, pasa ocho horas diarias y asegura que los vehículos no circulan a mucha velocidad por la zona. ??? unha rúa estreita? en algunos tramos y ??ao chegar ao paso a nivel o coche salta se non frenas?, por lo que este ya ejerce una función similar a la de los badenes, obligando a los conductores a pisar el freno. ??Preguntei o índice de sinistralidade? en este vial y ??é cero?.

«Non nos teñen en conta»
Su disconformidad con los pasos elevados es bien conocida por el gobierno local. ??Fomos a falar? con los concejales Cecilia Tarela y Ángel Souto Cordo, pero ??dixéronnos que a decisión xa está tomada, non nos tiveron en conta para nada?, de modo que las obras ??vanse facer si ou si?, lamenta esta comerciante. Lamenta que ??nin admitiron propostas?, como la de controlar la velocidad con un radar ya que ??din que non se pode utilizar en zona urbana?. Los comerciantes plantean como otra alternativa que la Policía Local ??controle se realmente hai velocidades excesivas e multe?, pero ??din que non poden porque non teñen aparatos para medir a velocidade?. En definitiva, que sospechan el Ejecutivo ??non vai recapacitar? y ??non imos conseguir nada?.

Diario de Arousa