Los concellos de Mar de Santiago se reunirán con la Mancomunidad de O Salnés para tratar una posible adhesión.

Los concellos de Mar de Santiago se reunirán con la Mancomunidad de O Salnés para tratar una posible adhesión
Los alcaldes de los cuatro concellos presentaron su Axenda 2030.

Los concellos que integran el geodestino Mar de Santiago —Vilanova, Catoira, Valga y Pontecesures— cuentan ya con una hoja de ruta para el desarrollo urbano y el progreso socioeconómico en los próximos años, a través de la Axenda Urbana 2030. Un documento “imprescindible” para optar a más fondos y subvenciones y que contempla el desarrollo de una treintena de actuaciones consideradas prioritarias. El  proyecto fue presentado esta mañana en el Auditorio de Valga, donde el regidor, José María Bello Maneiro, anunció que los concellos que componen este geodestino se reunirán próximamente con el presidente de la Mancomunidad de O Salnés, David Castro, para tratar una posible incorporación y aunar fuerzas.

En cuanto al proyecto de la Axenda Urbana 2023, establece una serie de líneas de acción prioritarias. Esta agenda consta de 28 actuaciones que se desarrollan alrededor de cuatro grandes líneas estratégicas identificadas como prioritarias para el desarrollo sostenible de los cuatro municipios. La primera es la “resiliencia verde”, que se enfoca en incorporar prácticas y políticas de sostenibilidad ambiental en la planificación y gestión territorial, promoviendo el uso eficiente de los recursos, la mitigación o adaptación al cambio climático o poner en valor sus recursos naturales y culturales.

Hacer de los asentamientos urbanos y rurales un entorno más habitable a través de la mejora de los espacios públicos, los equipamientos municipales, las infraestructuras y las edificaciones, así como la movilidad, la gestión del ciclo hídrico o rehabilitación es la segunda línea. En ella, se busca prestar unos servicios públicos de calidad y similares entre el medio urbano y el rural, promoviendo la equidad territorial.
La tercera línea, bajo el nombre de “Equidad y oportunidades”, tiene como objetivo hacer de Mar de Santiago un territorio que ofrezca oportunidades para todos y luche contra la discriminación y la exclusión social.

La última de las líneas recoge actuaciones y medidas para alcanzar un trabajo coordinado entre los cuatro municipios, así como avanzar y profundizar en la transformación digital de los destinos, tanto en su funcionamiento interno como de cara a la ciudadanía, para alcanzar una gobernanza inteligente.

Fondos y subvenciones

Un documento surgido también de la participación ciudadana, después de diversas consultas a los diferentes actores sociales, en las que aportaron ideas un total de 41 entidades vecinales, sociales y empresariales. Con él, se espera que se multipliquen las posibilidades a optar a más fondos y subvenciones y que sea “el inicio de un montón de proyectos”, según destacó el alcalde vilanovés, Gonzalo Durán, que subrayó los resultados que consiguió desde su implantación del geodestino: “La unión hace la fuerza”. Asimismo, destacó el trabajo de los concellos “por encima de ideologías” para alcanzar el bienestar de los vecinos y de los visitantes.

Por su parte, la regidora cesureña, Maite Tocino, hizo hincapié en la participación ciudadana para la elaboración de la agenda, que si bien es un proyecto a medio y largo plazo, “sabemos que pode transformar a fisionomía dos nosos concellos”.

Los alcaldes de los cuatro concellos estuvieron también acompañados en el acto de presentación por la diputada de fondos europeos, innovación y agenda digital de la Diputación, Belén Cachafeiro, que explicó que, tras la presentación de la Axenda Urbana 2030, “ábrese un novo escenario de retos e oportunidades e esta é a folla de ruta para alcanzar eses retos. Tede claro que, desde a Deputación, estaremos ao voso lado en todo este camiño”, concluyó. 

Diario de Arousa

USUARIOS E PERSOAL DO CODI DE VALGA CLAUSURARON UN CURSO DE RISOTERAPIA QUE SE IMPARTIU A TRAVÉS DO PROGRAMA PROVINCIAL +XUNTAS.

– O alcalde e a deputada Isabel Couselo asistiron este mediodía ao acto de entrega de diplomas

– A actividade, que se desenvolveu no CODI, abordou cuestións coma o humor e o optimismo fronte aos problemas e incluíu moitos xogos

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A asociación Asdivalu de persoas con discapacidade dos vales Ulla e Umia, clausurou este mediodía o curso de risoterapia impartido dentro do programa +Xuntas da Deputación Provincial e que contou con catorce alumnos, entre usuarios e persoal do CODI. O alcalde, José María Bello Maneiro, e a deputada provincial Isabel Couselo participaron no acto de entrega de diplomas.

Os contidos do curso, de 30 horas de duración, abordou cuestións coma a creación do humor, o afrontamento optimista dos problemas, dinámica da risa e, sobre todo, incluíu xogos e actividades coas que os participantes se divertiron moito, tal e como confirmaron durante a clausura. Ademais, a acción formativa incluíu un módulo de igualdade no que se trataron asuntos coma os roles e estereotipos de xénero, a conciliación e corresponsabilidade ou a violencia de xénero.

O alcalde agradeceu á Deputación o desenvolvemento destas e doutras actividades en colaboración con entidades valguesas coma Asdivalu  e incidiu en que Valga “é o único concello da provincia que conta cun centro para persoas con discapacidade de xestión integramente municipal”. A deputada Isabel Couselo salientou o traballo que realiza a asociación Asdivalu para “mellorar o benestar das personas con discapacidade”, polo que os animou a seguir participando nos programas e actividades que desenvolve e administración provincial.

O programa +Xuntas, que está dirixido a asociacións e outras entidades sen ánimo de lucro, ten por finalidade mellorar a formación e condicións de vida de diferentes sectores da poboación, promovendo a autonomía individual e a participación activa e fomentando as relacións interpersoais. 

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CONCELLO DE VALGA

Uno de los migrantes acogidos en Valga: “Soy electricista, pero puedo trabajar de lo que sea”.

Uno de los migrantes acogidos en Valga: “Soy electricista, pero puedo trabajar de lo que sea”
Uno de los grupos de chicos subsaharianos que acoge desde el lunes el municipio.

Valga recibió el pasado lunes a cerca de 120 personas migrantes, que ya están instaladas en un conocido establecimiento hotelero en la parroquia de Campaña, que acogerá un total de 173 personas —la mayoría, pendientes de la concesión del estatuto de refugiados— que llegarán de forma escalonada. Su llegada ha sido posible gracias a la gestión de la ONG Rescate y la coordinación del Gobierno central con el Concello de Valga.

En su mayoría, proceden desde países en guerra o con conflictos violentos en marcha, como Mali, o en situación de pobreza extrema, como pueden ser Mauritania, Senegal, Gambia, o Níger, entre otros países sub­saharianos; tienen entre 18 y 40 años y llevan en España entre dos y seis meses. Es el caso de Mbaye, de 21 años, que llegó a las costas de Canarias hace cinco meses desde Senegal buscando mejores oportunidades. Lo hizo en una embarcación y tras ocho días a bordo en unas condiciones duras. Así lo explicó a este diario en un buen español, que aprendió tras su paso por otro centro de acogida en Alcalá de Henares (Madrid), desde donde fue trasladado en la noche del lunes a Valga. “Quiero vivir en España”, señaló, por lo que desea empezar a trabajar “cuanto antes”. “En Senegal era electricista, pero puedo trabajar de lo que sea”.

Un deseo que comparten la mayoría de los migrantes llegados a Valga. Tienen diversos tipos de estudios, pero todos los chicos coinciden en que les sirve cualquier trabajo. Mismo caso que Hassan, que llegó a Tenerife hace unos tres meses desde Gambia. Desde allí fue trasladado también a Alcalá de Henares, aunque, indicó que no tiene ganas de hablar mucho del pasado y lo que dejó atrás en su país de origen. Tiene 26 años y manifestó, en su caso en inglés, que “aquí estamos muy bien” y que, de momento, la acogida ha sido muy positiva.

En ambos casos, su objetivo es el de quedarse de forma indefinida en España una vez consigan trabajo, aunque otros desean continuar su ruta migratoria hasta Francia u otros países de Europa, algunos tienen allí amistades o familiares, con los que desean reencontrarse. No es así para Mbaye, que señala que llegó él “solo” al país y que espera conseguir un empleo y la residencia para instalarse en España.

Hassan
Hassan es uno de los migrantes que ya se han instalado en el hotel.

Cabe señalar que, según señalaron desde la Subdelegación del Gobierno en Pontevedra, todos ellos han presentado una solicitud de protección internacional y, a la espera de que se resuelva este proceso (que se puede dilatar varios meses), podrán recibir un permiso de trabajo. De momento se desconoce cuantos meses durará el dispositivo de acogida en el municipio y, durante su desarrollo, la ONG se encargará de su integración en la sociedad española. Así, al igual que en otros municipios, como en el caso más inmediato de Sanxenxo en Arousa, se brindarán acciones formativas, especialmente en cuanto a nociones básicas sobre el idioma, ya que la mayoría de los migrantes que acoge el municipio no hablan español, sino que tienen conocimientos de francés y, algunos, de inglés. Con estas acciones formativas se busca así mejorar las posibilidades de inserción en el mercado laboral, en un municipio en el que abunda sobre todo el empleo en el sector del metal.

Día a día

A la espera de que esas clases y, también, las actividades lúdicas comiencen, en la tarde lluviosa de hoy, disfrutaban de su estancia de Valga jugando al ajedrez en la entrada del establecimiento hotelero o con diferentes juegos de cartas, matando así el tiempo y aprovechando para entablar relación entre ellos. 

Asimismo, pueden pasear por la localidad y conocer los rincones del municipio. Así, tienen libertad para moverse libremente, siempre y cuando estén presentes en el hotel entre las 22 y las 7 horas, así como durante las acciones formativas que se vayan a organizar. Del mismo modo, el hotel garantiza la comida, limpieza y lavandería durante la estancia de los migrantes en el establecimiento, el Hotel Corona de Galicia. En la localidad de Padrón también se ha habilitado un centro de acogida para personas migrantes, que cuenta con recibir otros 65 subsaharianos de entre 18 y 40 años.

Solidaridad

Lo cierto es que en un momento en el que los discursos extremistas están ganando adeptos dentro de la sociedad, el Concello de Valga —al igual que hizo anteriormente el de Sanxenxo— vuelve a mostrar el lado más humano y solidario de Arousa al colaborar en el Programa de Atención Humanitaria, dirigido a las personas que llegan a las costas españolas y que huyen de la violencia, las inestabilidades políticas de sus países o de la pobreza extrema. Así, el Gobierno central agradeció recientemente, a través del subdelegado en Pontevedra, Abel Losada, la disposición del Ayuntamiento, de apenas 5.671 habitantes (según los últimos datos de padrón del INE), para acoger a los migrantes, “porque estamos viendo como en el conjunto de España, lamentablemente, no se está produciendo esa misma solidaridad a nivel autonómico”. 

Diario de Arousa

El CRA de Valga reúne cerca de una tonelada de alimentos para servicios sociales.

El CRA de Valga reúne cerca de una tonelada de alimentos para servicios sociales
Servicios sociales repartirá los productos a familias vulnerables.

Casi una tonelada de alimentos y otros productos de primera disposición están ya a disposición de servicios sociales para repartir entre las familias más necesitadas del Concello. Productos que fueron recaudados por el CRA de Valga a través de la campaña “Nadal solidario”, que cumplió su cuarta edición.

Este año, de hecho, se reunieron bastante más alimentos que en 2023, según subrayó la directora del centro, Antía Piñeiro: “moitos xa nos estaban esperando” con las bolsas llenas “cando chegabamos a cantar”. Para contribuir al éxito, los alumnos de los colegios rurales de Campaña, Forno, Vilarello, Xanza, Ferreirós y Chenlo felicitaron las fiestas a los vecinos cantando las canciones típicas de Navidad. Pasta, legumbres, sopas, aceite, leche, galletas y otros dulces, conservas, cereales, azúcar, sal, turrones o papel higiénico fueron algunos de los productos donados por los valgueses y que ahora serán clasificados para su entrega a las familias en situación o en riesgo de exclusión. 

Conferencia con Papá Noel 

Por otra parte, los niños de Educación Infantil del colegio Baño-Xanza vivieron una jornada especial, en la que la ilusión navideña se vio reflejada en sus caras cuando conectaron, desde el aula Cemit del Auditorio, con Laponia para hablar cara a cara con Papá Noel. Así, a través de videoconferencia, los niños pudieron ver a Santa Claus delante de su casa y rodeado de un paisaje nevado. Uno por uno fueron cogiendo el micrófono para pedirle los regalos que desean encontrarse en Navidad, después de que Papá Noel les preguntase si se han portado bien, condición indispensable para recibir los ansiados regalos. 

Diario de Arousa

«Quiero estudiar español y aprender para ser mecánico o soldador»: los sueños de los refugiados que han llegado a Valga.

Vienen desde Mali, Senegal o Gambia buscando un futuro mejor y huyendo de una realidad amenazante; preguntamos a uno de ellos por qué ha dejado su país y su respuesta, traducida por un compañero, estremece: «Él solo dice esclavo»

La mujer sonríe. Sin detener su tranquilo paseo, da un «bos días» amigable tras el que reprime su curiosidad: a las puertas de un hotel de Valga, varios grupos de hombres de piel negra conversan y llenan la mañana de ecos exóticos. Ellos forman parte del grupo de 118 refugiados que llegaron el lunes por la tarde a esta pequeña localidad pontevedresa donde se ha establecido un centro de acogida de refugiados al que aún están por arribar 55 personas másAllende Palomo, de la oenegé Rescate, explica que tanto los solicitantes de asilo como el equipo que los va a acompañar durante su estancia en Valga están aún aterrizando: hay mucho trabajo por delante para poder ofrecer a estos hombres no solo cama y comida, sino también las herramientas básicas para que puedan construir su vida entre nosotros: clases de español, cursos de formación que les permitan encontrar trabajo, e incluso actividades con las que llenar las horas libres. «Les encanta el fútbol; nos han comentado en el Concello que aquí cerca tienen un campo» comenta Palomo, que confía en encontrar en Valga ese pueblo acogedor y amable que retrata su alcalde, el popular José María Bello Maneiro.

Aunque todos llevan ya unos meses en España —primero en Canarias, luego repartidos entre Alcalá de Henares y Mérida— la mayor parte de los subsaharianos que han arribado a Valga apenas saben hablar español. Nouma se defiende con cierta soltura: tiene tantas ganas de hacerse entender que rebusca en su cerebro las palabras que necesita para explicarse. Cuenta que es de Gambia. Dejó su país hace dos años, cuando su padre lo echó de casa. Buscó cobijo primero en Mauritania y luego se echó al mar. Pasó cinco días en un cayuco, con 56 personas más, antes de arribar a Canarias. Él tiene claro lo que espera encontrar aquí: refugio y futuro. «Quiero estudiar español y aprender para ser mecánico o soldador», dice esforzándose por pronunciar bien cada palabra.

Convertido en intérprete, Nouma ayuda a otros a contar sus historias. Su amigo Bamba, un senegalés de 22 años, lleva cuatro meses en España. Huyó de su país temiendo por su vida y no tiene ganas de hablar de ese asunto. «No puede decir más ahora», resume Nouma.

Tampoco Mamadou tiene ganas de hablar del pasado. Tiene 30 años, es de Mali, y se aferra al silencio: «Quiere aprender y trabajar», nos traduce otro de sus compañeros. ¿Por qué dejó Mali? «Él solo dice esclavo». Y entonces se nos viene a la cabeza la advertencia de Allende Palomo: «Son muy jóvenes, pero muchos de ellos, los que vienen de Mali por ejemplo, huyen de situaciones que eran prácticamente de esclavitud, así que, sí, la mayoría han trabajado mucho». No es de extrañar, por tanto, que sea tan importante que en el centro se preste ayuda psicológica para ayudar a curar heridas que parecen ser muy profundas.

Junto a la triste mirada de Mamadou aparecen los ojos esperanzados y curiosos de Djiby. Es un senegalés de 28 años que estudió francés en la escuela y que ha descubierto que «el francés y el español se parecen». Así que nos explica que tuvo que dejar su país porque «no podía vivir allí». Nunca había visto el mar, pero no dudó en subirse en un cayuco en el que pasó siete días y mucho frío. Todo, por conseguir alcanzar Europa y tener la posibilidad de «estudiar y trabajar aquí, y mandar dinero a mi familia». Djiby contesta preguntas, pero también las hace. «¿Aquí hay más gente negra?», chapurrea. Y se lleva una alegría al escuchar que en Cambados, a unos kilómetros, hay senegaleses trabajando en el mar. Se lo cuenta, rápidamente a uno de sus compañeros. «¿El mar está muy lejos?», vuelve a preguntar luego, y mira con ansia en la dirección que le indicamos: la de la ría de Arousa.

Siguen las preguntas, que llegan de Djiby y de otros jóvenes que se han ido acercando. En sus mochilas, junto a experiencias de una dureza que solo podemos imaginar, traen recuerdos de sus países, de sus familias. Paisajes distintos a los nuestros, sabores diferentes, diferentes músicas y tradiciones… Muchos tienen ganas de compartir todas esas cosas buenas que vienen con ellos de África, empezando por un sinfín de lenguas que convierten Valga en una pequeña Torre de Babel en la que, al fin y al cabo, todos se entienden porque todos tienen ganas de entenderse.

Pronto comenzarán las clases de español y el trabajo de las 19 personas que forman el equipo de acompañamiento de los refugiados. Explica Allende Palomo que estos pueden empezar a trabajar después de seis meses en España, y confía en que el centro de acogida de Valga logre encontrar ocupación a al menos una parte de sus ocupantes. «En Galicia es relativamente fácil encontrar trabajo para ellos», cuenta, y relata la historia de una carnicera de Santiago que ofreció empleo a dos de los residentes en el Monte do Gozo. «Aquí, al ser una zona rural, contamos con que haya trabajo» para unas personas que, a la espera de recibir formación, llegan a España como mucho con «estudios primarios; puede haber alguno que tenga algo más». Durante su estancia en el centro de acogida, en el que permanecerán mientras no se van resolviendo sus solicitudes de asilo, recibirán formación en oficios como albañilería, carpintería, manejo de carretilla… Cada uno de ellos es una oportunidad de futuro para unos jóvenes cargados de esperanza.

La Voz de Galicia

Valga recibirá entre mañana y el día 16 un total de 173 personas migrantes.

Un conocido hotel del municipio acogerá a un total de 173 personas migrantes pendientes de la concesión del estatuto de refugiados

Valga recibirá entre mañana y el día 16 un total de 173 personas migrantes
Varios municipios gallegos, como Sanxenxo o Porriño (en el caso de la imagen) ya han colaborado con este programa.

Valga recibirá a partir de hoy y de forma escalonada hasta el día 16 a un total de 173 personas migrantes procedentes de países subsaharianos en conflicto y que están pendientes de la concesión del estatuto de refugiados. Así lo anunció esta mañana la Subdelegación del Gobierno, que agradeció la colaboración del ejecutivo local y el establecimiento hotelero por colaborar en el Programa de Atención Humanitaria, dirigido a las personas que llegan a las costas españolas.

La encargada de gestionar este traslado será la ONG Rescate, bajo la tutela del Ministerio. En su mayoría, los migrantes que llegarán a Valga tendrán entre 20 y 40 años, llegados de diferentes países subsaharianos, especialmente de Mali, escapando de la guerra y de otros episodios violentos. Además de la apertura de este centro de acogida en Valga, el Gobierno ha habilitado otras 110 plazas en Burela y 65 en Padrón para atender la crisis humanitaria.

Pese al anuncio de la Subdelegación del Gobierno en Pontevedra, ni el hotel que acogerá a los migrantes ni el Concello tienen aún constancia de cuándo se producirá el traslado, según han comunicado a este diario

Diario de Arousa