Hallan pastando en un parque de Santiago a una yegua robada en Pontecesures.

Las redes sociales tuvieron mucho que ver en que un vecino de Pontecesures haya podido recuperar, en poco tiempo, la yegua que hace unos días un individuo sustrajo de su finca en esta localidad pontevedresa. El hombre, con un brazo escayolado, iba ataviado con vaqueros, chaqueta de estampado militar y capucha, y cargaba a sus espaldas una mochila. De esa guisa, con la yegua a su lado, fue visto en varios puntos del camino hacia Santiago, un trayecto que recorrió a pie. Aunque Compostela no cumple el paradigma de una gran ciudad, encontrarse a un caballo pastando en el parque no es frecuente. Con esa estampa se toparon el miércoles, a las doce del mediodía, los policías locales que habían acudido al parque Mosquera Pérez, donde al parecer había un animal comiendo, tan tranquilo, todo lo que encontraba a su alcance. Los vigilantes de la Universidade de Santiago informaron a los agentes de que, durante la noche, la yegua había ocasionado daños en varios elementos del mobiliario de dicho parque. Cuando los agentes tomaban nota de esos hechos, se presentó en el lugar el hombre del brazo enyesado, dispuesto a hacerse cargo del animal. Sin embargo, su engaño duró poco. El propietario de la yegua, tras haber cursado denuncia ante la Guardia Civil de Valga, se puso en contacto con la Policía Local de Santiago para pedir su ayuda. Llegó justo a tiempo: los agentes detuvieron al cuatrero.

La Voz de Galicia

Pontecesures sin casos de COVID.

Entre los concellos arousanos, la mejor noticia la representa, un día más, Pontecesures. Allí, donde hace unos semanas tuvieron que estar unos días bajo restricciones duras, llevan ya catorce días sin que hayan aparecido nuevos casos. Valga también está en una situación relativamente tranquila, con menos de 25 casos por cien mil habitantes a siete días, y Meaño, con menos de 75, en el momento de no despistarse para no tener un disgusto.

La Voz de Galicia

Pasarín, un siglo de historia viva.

Francisco Buceta Gómez, al que todos conocen como Pasarín, nació en Cordeiro (Valga) un 27 de marzo de hace 99 años. Es decir, se celebró el cumpleaños de un hombre querido y admirado por muchos al que casi todos recordarán por haberlo visto caminar y caminar por cunetas, caminos, corredoiras y carreteras con su cámara de fotos colgada del cuello y una característica gorra en la cabeza.

Hay quién se pregunta qué habrá sido de aquel hombre bien parecido, e incluso si sigue vivo, ya que hace mucho que no se le ve caminando por el que era su trayecto preferido, entre Vilagarcía, donde tiene asentada su residencia, y Catoira, donde pasó buena parte de su vida y realizó gran parte de su trabajo fotográfico. 

Imágenes captadas por el fotógrafo vilagarciano en la segunda mitad del siglo pasado.

Imágenes captadas por el fotógrafo vilagarciano en la segunda mitad del siglo pasado. PASARÍN

Pues si, Francisco Buceta Gómez, Pasarín, aquel fotógrafo con aspecto de capitán de barco al que era fácil toparse caminando con un palo en la mano y la cámara a cuestas, sigue con vida, aunque, como todos, sufriendo los efectos de los confinamientos y limitaciones de la movilidad derivados de la pandemia.

Unas complicaciones que, en su caso, se ven más agravadas, si cabe, debido a su ya mermada y delicada condición física.

Su hija, “una niña de la época del alcalde Jacobo Rey Daviña”, cumple 74 años

La hija de Pasarín, María José, que el 29 de abril cumplirá 74 años, es también testimonio vivo de la evolución de Vilagarcía, ya que, como ella misma indica, fue “una niña de la época del alcalde Jacobo Rey Daviña”.

Preguntada por el estado de salud de su padre, relata con orgullo algunas de las anécdotas de las que le hablaba, al igual que confiesa que es imposible determinar cuántas fotografías pudo haber realizado y “positivado”, aunque nadie duda de que pueden haber sido miles… quizás decenas de miles.

Los achaques propios de la edad hacen que tenga importantes dificultades de visión. La misma vista que le había dado una vida de felicidad, ya que Pasarín, que fue acomodador en el desaparecido Cine Cervantes y fue navegante, era sumamente feliz cuando, con su cámara, captaba para siempre momentos, sensaciones, vivencias, sentimientos y emociones.

Cuadros con fotos de Pasarín colgados en las paredes del consistorio catoirense.

Cuadros con fotos de Pasarín colgados en las paredes del consistorio catoirense. PASARÍN

Un pionero

Fue uno de los primeros fotógrafos oficiales y uno de los primeros fotógrafos de estudio. Pero, sobre todo, este arousano fue un apasionado de la fotografía que disfrutaba inmortalizando para siempre aquello que más le llamaba la atención.

De ahí que su archivo, digno de ser lucido y admirado en cualquier museo o la mismísima Fototeca Nacional, refleje como pocos la evolución experimentada desde 1955 por las gentes, los bienes y las costumbres de O Salnés y Ullán.

Uno de los bailes de antes.

Uno de los bailes de antes. PASARÍN

Son casi siete décadas de instantáneas en blanco y negro tomadas cuando la fotografía ni siquiera podía ser entendida como un arte.

De todo un poco

Los lavaderos públicos, una velada de boxeo o los bailes que se hacían en el campo de las fiestas del pueblo, una procesión, las corredoiras de antaño ocupadas por atareados lugareños y sus animales domésticos, las bandas de música que alegraban el día del patrón…

Todo ello son escenas captadas, sobre todo, en la segunda mitad del siglo pasado, que tuvieron cabida en la retina, la memoria, el corazón y la cámara de Pasarín.

Aunque sí, desde luego, como una afición cara que requería enorme sacrificio, pues nada tenía que ver aquello con lo que se hace ahora desde la comodidad de cualquier cámara digital o teléfono móvil.

Una de las imágenes históricas captadas por Pasarín.

Una de las imágenes históricas captadas por Pasarín.

Una exposición permanente de un hombre orgulloso de su trabajo y agradecido

Sin poder caminar como antes, con los problemas de visión referidos e incluso con dificultades auditivas, Pasarín es un hombre que seguirá hasta el fin de sus días mostrándose orgulloso por haber sido testigo del progreso experimentado en la comarca.

Al igual que es un hombre satisfecho por el trabajo que ha realizado y agradecido por haber tenido la oportunidad de, a través de sus fotos, rendir homenaje a esas gentes que lo acompañaron e incluso hicieron de improvisados modelos en las diferentes localidades arousanas, llegando a convertirse en su medio de vida en municipios como el vikingo.

Un pueblo, dicho sea de paso, donde pueden verse decenas de sus instantáneas, convertidas en cuadros de tintes históricos que cuelgan de las paredes de la casa consistorial, a modo de exposición permanente.

Y también un ayuntamiento, el catoirense, que como el de Vilagarcía, y puede que el de Valga, quizás algún día homenajeen como se merece a este hombre que vivió por y para la fotografía y que invirtió tanto dinero como esfuerzo en la elaboración de ese gran álbum histórico de la comarca y el Baixo Ulla.

Faro de Vigo

Pontecesures libre de COVID.

Con la Semana Santa a la vuelta de la esquina, este primer Domingo de Ramos se presenta libre de COVID en un total de catorce de los 49 ayuntamientos que integran el área sanitaria de Santiago: Carnota, Outes, Tordoia, Toques, Santiso, Boqueixón, Brión, Lousame, Noia, A Pobra, Padrón, Dodro, Valga y Pontecesures. Eso supone que un 28,57% de los municipios de nuestro entorno más cercano son zonas 100% seguras y sin contagios para disfrutar de estas fiestas.

El Correo Gallego