En las tres poblaciones del Ullán (Pontecesures, Catoira y Valga), el riesgo principal estaría ocasionado por el desbordamiento del río Ulla y de algunos de sus afluentes, como son el Sar, en Padrón, el Catoira, el Louro o el Valga.
Faro de Vigo
En las tres poblaciones del Ullán (Pontecesures, Catoira y Valga), el riesgo principal estaría ocasionado por el desbordamiento del río Ulla y de algunos de sus afluentes, como son el Sar, en Padrón, el Catoira, el Louro o el Valga.
Faro de Vigo
El insigne escritor, dibujante y galeguista rianxeiro Alfonso Daniel Rodríguez Castelao será uno de los protagonistas de los actos conmemorativos del centenario de Pontecesures como ayuntamiento.
Más concretamente, la localidad ribereña abordará propuestas socioculturales que, por ejemplo, permitirán determinar su vinculación con una histórica empresa de la localidad, como es Cerámica Celta.
Hace tres semanas ya se avanzó en FARO DE VIGO que el gobierno de la nacionalista Maite Tocino y el socialista Roque Araújo trabajaba en el diseño de una amplia programación.
Y la primera de las propuestas anunciadas era el Certamen Literario de Relato Curto Oria Moreno, con el que rendir homenaje a la pintora, maestra y ceramista que da nombre al certamen, conocida por su papel como encargada de colorear y retirar las piezas del taller de Cerámica Celta.
Como también por haber sido la autora del óleo conmemorativo de la I Feira do Automóvil de Ocasión de Pontecesures, en 1925.
Desde el ejecutivo se hacía constar entonces que se trata de «una de las representantes de la vida artística y cultural de nuestra villa», además de ser una embajadora del «trabajo anónimo de muchas mujeres que realizaron trabajos de decoración en Cerámica Celta».
Ahora el Concello de Pontecesures añade que su centenario es buen momento para rendir homenaje a una «iniciativa próspera y emergente» como la que supuso Cerámica Celta cuando se propuso elaborar sus artículos «con identidad propia, fuerte y con proyección, siguiendo las nuevas tendencias y avances técnicos».
Un proyecto empresarial «que supuso un escaparate para la cultura gallega que tenía como máximo valor la recuperación del patrimonio cultural gracias a artistas jóvenes y consagrados como Maside, Acuña, Bonome, Sobrino, Torres, Sexto» y el citado Castelao, quien «se implicó artística y personalmente en el proyecto ceramista».
Esa relación entre Castelao y Cerámica Celta centrará el primer coloquio del programa «100 anos Pontecesures. Anacos da historia», en el que participarán la alcaldesa, Maite Tocino; la nieta del impulsor ceramista Ramón Diéguez, Fina Diéguez; el presidente de la Fundación Castelao, Miguel Anxo Seixas Seoane; el investigador de las fábricas de cerámica y las «telleiras» Alejandro F. Palicio; y la artista local Elena Vidal.
Una propuesta a desplegar el día 31 desde las 20.00 horas, en la Biblioteca Municipal, en la que se pondrá de manifiesto «que fue el médico Víctor García quien puso en contacto a Castelao con Ramón Diéguez Carlés», propietario y director de la Cerámica Celta de Pontecesures desde 1926, cuando fusionó Caleras del Ulla con Cerámica Artística Gallega, además de haber sido presidente de la Sociedad Deportiva Ulla y alcalde de Pontecesures desde el 25 de abril hasta el 5 de junio de 1931.
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Falleció en septiembre de 1968 y coincidió con Castelao estudiando Medicina y «compartiendo charlas en la conocida casa de comidas Casa Castaño», explican en el ejecutivo.
Fue así como Castelao «pasó a tener una implicación directa y personal en Cerámica Celta, dibujando y aconsejando a los jóvenes artesanos, e incluso modelando con sus propias manos la pieza llamada ‘O Cabrito’, además de hacer numerosos diseños».
Lo que pretende el Concello es «aprovechar el año del autor de Rianxo, el 75 aniversario de su fallecimiento y el centenario de Pontecesures» para «poner en valor la historia de nuestra villa y que sea motivo de orgullo para todos», esgrime la alcaldesa.
Al mismo tiempo, anuncia para el 1 de febrero un taller de artes plásticas para que los pontecesureños puedan «conectar con su creatividad».
Estará igualmente vinculado a la historia da Cerámica Celta y la obra de los artistas que participaron en esa empresa «inspirándonos con sus creaciones».
Buen momento para recordar que hace poco más de un siglo nacía Caleras del Ulla, una fábrica de cal que fue el germen de Cerámicas Celta.
Fue en 1923 cuando Ramón Diéguez Carlés puso en marcha esa calera que se situaba en la zona de Porto, a orillas del Ulla y a escasos metros del lugar que, en 1939, ocuparía la fábrica de Nestlé.
Según cuentan en la asociación cultural Os Penoucos en su proyecto «Obaixoulla.gal: Patrimonio, territorio e paisaxes», la solicitud de licencia de construcción de la fábrica hacía alusión a la puesta en marcha de dos hornos, uno de cocción de baldosa y artículos análogos y otro para calcinar cuarzo pedernal y carbonato cálcico.
La materia prima llegaba en naves que descargaban inicialmente en el puerto de Cesures (Pontecesures), hasta que posteriormente se construyó un pequeño embarcadero de piedra más próximo a la fábrica y sus hornos.
El promotor quería acelerar y facilitar así la descarga de las piedras calcáreas y de los materiales necesarios en el proceso de calcinación.
En Obaixoulla.gal se resalta también que en aquella época ya estaba en funcionamiento la Cerámica de Campaña, en el municipio vecino de Valga, conocida con el paso del tiempo como Novo y Sierra.
En 1925, «apenas dos años después de abrir la Cerámica de Campaña, el empresario Eugenio Escuredo Lastra puso en funcionamiento en el lugar de O Cantiño –en el llamado Camiño de San Xulián–, un taller de cerámica artística inspirado en el modelo que había conocido en Sargadelos, y al que iba a llamar Cerámica Artística Gallega».
Al parecer «contrató a un artesano portugués y entró en contacto con el artista Francisco Asorey, que realizó los diseños de los primeros moldes que salieron de esta cerámica: ‘Os tesouros’, el ‘Pórtico da Gloria’, ‘A Naiciña’ y el ‘Sepulcro del Apóstol».
Según Os Penoucos, entidad creada en el Concello de Valga en 2006 para contribuir a la difusión de la cultura y la lengua gallegas a partir de la promoción y preservación de los valores patrimoniales del Baixo Ulla, las primeras producciones llegaron a venderse en Inglaterra, Cuba y Argentina.
Pero «la calidad del barro empleado era baja para ese tipo de cerámica», por lo que «Escuredo abandonó la experiencia y, en 1927, vendió los moldes de las figuras al industrial Ramón Diéguez Carlés, que trasladó la producción del taller de cerámica a las instalaciones de la Calera del Ulla, fundando allí, ese mismo año, Cerámica Celta».
La historia continuó forjándose cuando Ramón Diéguez, «decidió emplear el barro de sus minas de feldespato de Valga e introducir la técnica del vidriado en las piezas que había heredado de Cerámica Artística Gallega, dándoles un nuevo impulso».
Así las cosas, «además de seguir contando con la colaboración de Asorey, contrató a un artesano de Buño», mientras que «el médico Víctor García García-Lozano, un gran entusiasta de la cerámica, introdujo a su colega Alfonso Daniel Rodríguez Castelao en el taller», siendo el insigne artista rianxeiro el que más se interesó por la cerámica de Diéguez y el que más influyó en ella.
Como ahora apunta el Concello de Pontecesures, el rianxeiro «preparó numerosos diseños y bocetos que servirían de guía para la realización de piezas como ‘A Cabuxiña’, inspirada en una obra del alemán Willy Züguel», resalta Os Penoucos.
Para añadir que «Francisco Asorey, José María Acuña, Carlos Maside, Santiago Bonone, Carlos Sobrino, Manuel Torres y Carlos Bóveda aportaron también sus diseños a Cerámica Celta», donde «se elaboró durante casi cuarenta años –hasta 1963– una artesanía ligada a la naturaleza».
Faro de Vigo
Anxo Angueira volve a renovar como presidente da Fundación Rosalía de Castro de Padrón. O plenario da entidade reuniuse na tarde-noite do mércores e elixiu a Angueira como presidente da institución durante catro anos máis. O escritor de Manselle, académico e profesor da Universidade de Vigo foi elixido por unanimidade nun proceso no que era o único candidato, segundo informa a Casa e Rosalía a través do seu perfil das redes sociais.
Xunto con Angueira, forman parte da candidatura que resultou gañadora Ana Blanco como vicepresidenta; Xosé Carlos Beiró como secretario; Xosé García Lapido como tesoureiro; e como vogais Xosé Luís Axeitos, María López Sández e Chus Pato.
Anxo Angueira amosouse satisfeito pola súa renovación e ilusionado cos novos retos que a Fundación ten por diante: «Logo de renovar a Casa-Museo, o Auditorio e o Xardín, ademais de dinamizar a programación e modernizar o funcionamento da Fundación, o noso obxectivo dos vindeiros anos é potenciar a internacionalización da figura de Rosalía e acometer a reforma do antigo Centro de Estudos Rosalianos que está en situación de colapso».
Satisfeito, pero tamén «moi contento e feliz» se declara o escritor por «verme respaldado polo conxunto do plenario e non teño máis que palabras de agradecemento», di. O seu apoio válelle, engade Anxo Angueira, para renovar as forzas coas que encarar os vindeiros catro anos que, segundo explica, se empezan a acercar ao horizonte dos 16 de mandato, tempo para darlle saída ao seu proxecto e mesmo continuidade, quizais, con outras persoas, sinala. En calquera caso, el séntese con forzas para afrontar o novo mandato que ten, segundo afirma, dous claros obxectivos: a renovación e reformulación do vello edificio do Centro de Estudos Rosalianos, que é o que queda do conxunto da Casa de Rosalía «para completar a dignidade deste espazo que é fundamental na cultura de Galicia» e para o que «espera que as administracións sexan receptivas co proxecto de remodelación». A proxección internacional de Rosalía e da Casa é o outro grande reto do vindeiro mandato, sinala.
No plenario, Anxo Angueira agradeceu a implicación de todos e de múltiples formas, a nivel individual dos padroeiros e a nivel colectivo das administracións e instituticións, sen os que o seu proxecto sería inviable, asegura. Tamén tivo palabras de agradecemento para as mulleres traballadoras da casa, Fina, Patricia e Rocío, tamén implicadas no proxecto, precisa. «A Casa de Rosalía é unha casa de todos e é un proxecto compartido, colaborativo, que é do que se trata. A liña fundamental é acordarse de onde ven a Casa é para seguir camiñando cara ese horizonte; o feito ata agora responde a un proxecto común e iso é o que observei ao longo de todos estes anos, o compromiso dos padroeiros, administracións, empresas, persoas a título particular, comercios… que queren colaborar. Renovo o meu compromiso con esta casa moi orgulloso e con forzas», conclúe o presidente.
Anxo Angueira Viturro (Manselle, Dodro, 1961) é doutor en Filoloxía Galega e profesor da Universidade de Vigo, ademais de académico numerario da Real Academia Galega (RAG) dende 2023. En 2010 ingresou na Fundación Rosalía de Castro ocupando o posto de vocal e membro da executiva en substitución de Avelino Abuín de Tembra. En xuño de 2012 foi elixido presidente da institución, cargo no que seguirá catro ano máis.
Desde a súa elección como presidente, as visitas á Casa-Museo incrementáronse notablemente, pasando de 8.655 a unha media de 20.000 nos últimos anos. Asemade, a Fundación pasou dunha taxa de autofinanciamento do 20% en 2012 a un 60% en 2024, grazas á suscripción popular que ten en macha, sendo unha cifra considerable no entorno cultural.
Ademais, a Casa de Rosalía incrementou exponencialmente os proxectos e actividades desde 2012. Xunto coa desexada reforma do interior da Casa e da súa renovada musealización, catalogouse e dixitalizouse todo o fondo documental e acondicionouse unha sala para o arquivo, que xa está a disposición dos investigadores; dinamizouse a súa presenza na web e nas redes sociais; incrementouse o seu patrimonio coa chegada de novos obxectos, artísticos ou non, como o cadro de Brocos e diferentes pezas de Ovidio Murguía; publicouse a súa Obra completa, entre outros libros; relanzouse a celebración do Día de Rosalía; puxéronse en marcha a visita virtual inmersiva; audioguías en varias linguas accesibles a través de códigos QR; e puxéronse en marcha ducias de actividades ao longo do ano: a homenaxe ao mundo do mar coa Inchadiña Branca Vela, o festival Abride a Fiestra, alén de múltiples exposicións, conferencias, roteiros, teatralizacións e visitas guiadas. Tamén se creou a revista Follas Novas de estudos rosalianos que chega xa en 2025 a nove números, segundo destacan dende a Fundación Rosalía de Castro.
La Voz de Galicia
Bernardino Graña nunha imaxe do 2005 diante da antiga fábrica de Massó, en Cangas.
Aos 17 anos, Bernardino Graña quixo marchar de Galicia como polisón nun barco. Acaban os corenta do século pasado e milleiros de galegos buscaban outra vida en Latinoamérica. Nunha nave que ía a Venezuela meteuse nun bote salvavidas, pero pillárono. «Non sei por que o barco estaba vixiado pola policía, e non me deron permiso. Eu deixara aviso a un amigo para que lle dixese á miña familia que non estaba desaparecido», explicaba nunha entrevista do 2010 neste xornal. Aquel fracaso na aventura podía simbolizar, en clave de tolada xuvenil, a atracción polo mar que o escritor cangués manifestou case sempre na súa obra, e que, como lembraba Ramón Nicolás nunha revisión cando Graña facía 90 anos, estaba «disposto non como pano de fondo, senón como vivencia sincera».
Ese mar mollou todas e cada unha das páxinas de Profecía do mar (1966), libro imprescindible da poesía galega e «un diálogo apaixonado cun mar investido de gran forza telúrica na lingua patrimonial dos mariñeiros de Cangas», tal como subliñaba onte a Real Academia Galega (RAG) nun comunicado. «Como horribles fantasmas aparecen / dende o fondo, xurdindo, nos sorríos / estrañas ardentías e navíos / e tristes afogados que amolecen», escribe nel, dándolle unha mirada poética e apaixonadamente épica ao seu labor. Pero tamén ao seu universo vital. Como dicía Xosé Manuel Millán Otero, Graña metíase «como un gato na tasca mariñeira» e recollía «as súas palabras», facíase «eco dos seus traballos e dos seus terrores» e trazaba «a estampa poética dunha beiramar que, probablemente, resulta xa difícil recoñecer». E, efectivamente, naquel libro pódese encontrar un dos mellores retratos literarios da vida mariñeira de mediados do século pasado.
Profecía do mar exerce de pináculo na obra poética dun Graña que foi dos membros fundadores de Brais Pinto, un colectivo de intelectuais antifranquistas no que se encontraban tamén Xosé Luís Méndez Ferrín, Xosé Fernández Ferreiro, Ramón Lorenzo e Raimundo Patiño, entre outros. Antes daquel título publicara Poema do home que quixo vivir (1958), de corte existencialista. Despois, virían Non vexo Vigo nin Cangas (1975), Se o noso amor e os peixes (1980), Sima-Cima do voar do tolo (1984), Himno verde (1992), Ardentía. Obra poética completa (1995) e Luz de novembro (1997). Varios poemas da súa obra tiveron un traslado musical nas mans de artistas como Suso Vaamonde, Astarot e Mini e Mero.
Un ámbito no que tamén destacou Graña foi o da literatura infantil e xuvenil. «Son un neno; eu teño un punto de vista da miña infancia, que perdura en min, son inxenuo», dicía na mencionada entrevista do 2010. Tamén ironizaba sobre a falta de recoñecemento nos galardóns literarios dese campo: «Ás veces, penso que a literatura infantil que fago é impublicable porque eu son un neno que escribe, e no xurado non son nenos; deben atopar a miña literatura tan inxenua que din: “Fóra con iso”». Aínda así, logrou o Concurso Nacional de Contos Infantís O Facho con O león e o paxaro rebelde (1969) e o premio Merlín con O gaiteiro e o rato Pérez (1994). Outros títulos nese terreo son Planeta de ratos tolos (1990), Xan Guindán, capitán (1991), Rata linda de Compostela (1994), Xan Guindán e os salvaxes (1996), Xan Guindán mensaxeiro (1997) e O quirico lambón (1997).
Na narrativa para adultos, a súa obra más importante é Protoevanxeo do neto de Herodes (2006), coa que acadou o Premio Eixo Atlántico. Trátase dunha revisión de varios personaxes bíblicos. Así, transforma a liñaxe canónica de Xesús ao situalo como fillo de María e Antípatro e, por tanto, neto de Herodes. «Creo que na Biblia hai moitas cousas ocultas e outras que están mal interpretadas, así que eu sigo para esta novela os evanxeos apócrifos e algunhas outras tradicións ocultas e non escritas do cristianismo», explicaba nunha entrevista do 2002 en La Voz.
No repaso á súa traxectoria tamén hai que resaltar a obra dramática —en especial, Vinte mil pesos crime (1962)—, as colaboracións periodísticas e o labor á fronte da Asociación de Escritores en Lingua Galega (AELG), da que foi o seu primeiro presidente. Retirado desde hai tempo da vida pública, vivía nunha residencia en Panxón. En marzo do 2022 foi homenaxeado pola RAG e os seus amigos en Nigrán.
La Voz de Galicia
La Guardia Civil de Tráfico interceptó por conducción temeraria a un vecino del municipio pontevedrés de Valga que se dio a la fuga y fue alcanzado en la provincia de A Coruña, más concretamente en una carretera secundaria a la altura de las populares Brañas de Laíño, integradas en uno de los mayores humedales de Galicia y asentadas en el Ayuntamiento de Dodro.
Sucedió en la tarde de ayer y sorprendió a no pocos automovilistas y vecinos que presenciaron lo que definen como «una persecución de película» en la que no faltaron las armas.
Los hechos ya fueron referidos por FARO DE VIGO en su edición de hoy y tuvieron como protagonista al conductor de una furgoneta que ya fue puesto a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Padrón.
Parece que todo comenzó en la orilla pontevedresa, de tal modo que habría circulado a gran velocidad por la carretera Nacional 550 para, desde Pontecesures, cruzar el puente romano que comunica esta localidad con Padrón.
La persecución policial se desarrolló a partir de ese momento por la carretera AC-305, la vieja comarcal que conduce desde Padrón a Ribeira a través de localidades como Rianxo, Boiro y A Pobra do Caramiñal.
Tras abandonar esa carretera y desviarse hacia las Brañas de Laíño por una vía secundaria acabó siendo detenido en Dodro, como se indicaba anteriormente.
En ese instante se comprobó que el conductor a la fuga finalmente detenido carecía de carné de conducir, además de dar positivo en consumo de estupefacientes en la prueba a la que fue inmediatamente sometido.
Los testigos presenciales indican que «tanto el conductor como los agentes de la Guardia Civil llegaron a sacar sus armas», aunque en el caso del detenido se comprobó después que era una pistola de aire comprimido, de la que se habría desprendido obligando a los agentes a buscarla en medio de las fincas.
Faro de Vigo
Siempre se ha dicho que con la lamprea no hay término medio, de tal forma que o enamora para siempre o defrauda como nunca.
Los adictos a este preciado pez cartilaginoso lo saben bien, ya que esperan como agua de mayo el inicio de la temporada, cada 2 de enero, y algunos llegan a desplazarse cientos de kilómetros para poder saciar sus ganas de lamprea.
No es fácil, habida cuenta de que es un bien escaso y caro. «Pero vale la pena», aseguran los más ferviente admiradores de este primitivo pez cuyo clímax gastronómico se alcanza al prepararlo al estilo bordelesa, es decir, cocinado en su sangre y servido con arroz en blanco y picatostes.
Una experiencia que ya pudieron saborear un grupo de amigos del Concello de Padrón que llevan tiempo esperando el comienzo de la temporada y tenían encargadas las primeras lampreas de la temporada en el restaurante Casa Farrucán.
Ellos fueron los que, en ese establecimiento situado en la orilla coruñesa del Ulla, dieron cuenta de aquella primera pieza que, de forma inesperada, se había capturado el primer día de actividad por parte del colectivo de valeiros en aguas de Pontecesures.
Un ejemplar que, como se explicó entonces, fue capturado por Pepe Barreiro y demás tripulantes de la embarcación «Gina», que lo vendieron a Casa Farrucán por 80 euros, más IVA.
«Se la preparamos a un grupo de amigos que son muy aficionados a la lamprea y que ya nos la tenían encargada desde hace tiempo», explica Pili Novo, que junto a su marido, Manuel Losas, regenta Casa Farrucán.
«Las primeras lampreas de la temporada siempre tienen nombre, incluso antes de ser pescadas», bromea la también cocinera de Farrucán, que pasa por ser uno de los establecimientos más importantes de Galicia en lo que a preparación de lamprea se refiere.
En realidad, están reservadas las primeras y las siguientes, ya que son muchos los «encargos» que tienen en este negocio para las próximas semanas y meses.
Las primeras lampreas de la temporada siempre tienen nombre, incluso antes de ser pescadas.
Destaca, como la propia Pili Novo resalta, «la reserva que tengo para dentro de un mes por parte de un grupo de amigos que van a desplazarse mil kilómetros expresamente para venir a comer lamprea del Ulla».
No tienen asegurado que vayan a poder hacerlo, porque depende de cómo evolucionen las capturas de la «dama del Ulla» a partir de ahora, tanto entre los valeiros –los pescadores que largan sus nasas desde embarcación en Pontecesures– como en las pesqueiras tradicionales situadas río arriba.
Pero tanto los comensales como los propietarios de Farrucán y demás restauradores especializados en lamprea confían en que, cuando las condiciones meteorológicas mejoren, las lampreas empiecen a abundar en el Ulla.
«Actualmente el río lleva mucha agua y hay demasiada corriente, por lo que es difícil que la lamprea aparezca», indican tanto Pili Novo como Ramón Agrasar y otros pescadores consultados.
Unos pescadores que, tras haber capturado tres lampreas en los dos primeros días, albergan ciertas esperanzas y confían en que esta campaña sea mejor que la nefasta temporada anterior.
También lo espera Pili Novo, quien indica que para negocios como el suyo los mejores meses son siempre febrero, marzo e incluso abril –la campaña se cierra a mediados de ese mes–, ya que en enero hay más gastos que afrontar y aún están demasiado recientes las comilonas navideñas.
De todos modos, la hostelera insiste en que ya tiene reservas anotadas, sobre todo realizadas por los más «fanáticos» de este pez, que no están dispuestos a dejar pasar la oportunidad de saborearlos, «por eso las primeras casi siempre las comen los mismos», enfatiza.
También es cierto que «hay mucha más gente que aunque no reserve llama preguntando por la lamprea, pero al decirle que por el momento no se está pescando cantidad suficiente lo dejan para otra ocasión».
De lo que no cabe duda es de que la afamada «dama del Ulla» es un reclamo importante para localidades como Pontecesures y Padrón. Al igual que es un recurso escaso, de ahí que el año pasado fuera preciso suspender su fiesta exaltación en la localidad pontecesureña.
El aspecto de la lamprea al estilo bordelesa no es el más llamativo o atractivo que cabría esperar, de ahí que mucha gente, dejándose llevar exclusivamente por el sentido de la vista y la primera impresión, decline saborear este preciado manjar.
Los jóvenes son, quizás, los más reacios, según indican hosteleros como Pili Novo, sobre todo si saben que la lamprea se cocina en su propia sangre.
Pero no es menos cierto que «a muchos de los jóvenes que dan el paso y se atreven a probarla también acaba gustándoles», y los hay realmente apasionados de este producto desde niños.
La clave está en degustarla al menos un par de veces para poder deleitarse con el característico sabor de ese plato que forma parte de la historia del Ulla y localidades como Pontecesures y Padrón, donde esta misma semana comenzaba la actividad en las tradicionales pesqueiras romanas.
Más concretamente en las de Areas (Herbón), donde se prolongará la actividad hasta el 29 de marzo.
Faro de Vigo.