Catoira pide que no se le «discrimine» en el servicio ferroviario.

Catoira pide que no se le «discrimine» en el servicio ferroviario

Ulla – Umia

Catoira pide que no se le "discrimine" en el servicio ferroviario
Castaño reunido con empresarios y representantes de CCOO

El gobierno local de Catoira denuncia que la localidad es «discriminada» en cuanto al tren de cercanías. El ejecutivo que preside el nacionalista Xoán Castaño señala que las tres frecuencias que entraron ahora en servicio no tienen parada en la localidad, «o que prexudica notablemente ás usuarias deste municipio e tamén doutros concellos da zona do Barbanza», asegura el alcalde.

En concreto, Castaño se refiere a los tres regionales que pasan en Catoira en dirección a Vilagarcía o Santiago desde este lunes. Dos salen desde la la localidad arousana a las 17:50 y a las 20:35 horas, mientras que el que procede del municipio compostelana sale a las 19:10 horas. 

Por este motivo, el alcalde y el concejal Roberto Ferreira mantuvieron un encuentro con representntes del sindicato CCOO y de la Asociación de Empresarios da Pobra, para buscar conjuntamente medidas que pongan fin a esta situación.

Mejoras en la terminal

«Na xuntanza abordaron a asimetría que se produce con outras comunidades autónomas, onde se crearon recentemente novas redes de proximidade mellorando, mentres no municipio de Catoira a frecuencia de trens chega a alcanzar máis de tres horas», señalan desde el Concello.

Además de solicitar la parada de estos tres servicios en la estación de Catoira, también demandan o aumeno de frecuencias e a mellora da rede existente, asegurando as conexións intermodais nas estacións limítrofes de Pontecesures, Padrón, Vilagarcía e Padrón Alta Velocidade» con el municipio vikingo. 

El Concello también reclama mejoras en la estación, para una mayor comodidad de los viajeros, incluyendo el acceso para personas con movilidad reducida. El gobierno local de Pontecesures también apoya estas demandas del municipio que gobierna Xoán Castaño.

Diario de Arousa

Renfe crea una nueva línea y los usuarios se quejan de que ignore la estación de Catoira.

Lamentan que se cause un grave perjuicio a los viajeros de Barbanza

Renfe incorpora, desde el próximo lunes, una nueva frecuencia en sus líneas que unirá las estaciones de Vigo-Guixar y Santiago de Compostela, con paradas en Redondela, Pontevedra, Vilagarcía, Pontecesures y Padrón. Con este servicio serán un total de 143 las frecuencias semanales en cada sentido las que permitirán desplazarse a lo largo del Eje Atlántico. El tren partirá de la estación de Vigo-Guixar a las 17.05, y se estima que pueda parar en Vilagarcía a las 17.50 y en Pontecesures a las 18.10, llegando a Santiago de Compostela a las 18.35 horas.

Aunque todavía no está en funcionamiento, los usuarios des servicio ya han comenzado a ver los primeros fallos de esta nueva línea. En principio, se valora de forma positiva la creación de esta línea, pero la principal tacha es que «no existe constancia de que el tren tenga parada en Catoira, con lo cual, se causa un gran perjucio a los usuarios del servicio», No en vano, la estación de Catoira es muy utilizada por trabajadores y estudiantes de la propia villa pero, sobre todo, de la zona de Barbanza. «Privarles de este servicio ferroviario a media tarde no tiene sentido y no se entiende esta decisión». Los usuarios esperan que los responsables de Renfe Comercial recapaciten y el convoy en cuestión pare en Catoira para garantizar un servicio necesario para muchos vecinos de la zona y de Barbanza.

Faro de Vigo

A partir del próximo lunes otro tren parará en Pontecesures.

Partirá de Vigo a las 17:05 horas, parará en Pontevedra a las 17:32, en Vilagarcía a las 17:50 y en Pontecesures a las 18,10 horas, finalizando luego el servicio en Santiago de Compostela.

Otra novedad IMPORTANTE:

El tren que actualmente sale de Santiago con destino a Vilagarcía a las 18 horas, cambia el horario. A partir del lunes partirá de la capital de Galicia a las 19:10 horas y parará en Pontecesures a las 19:30 horas finalizando el trayecto en Vilagarcía de Arousa.

Cien años de Caleras del Ulla, una de las empresas hitóricas a orillas del río.

Se cumplen cien años de una industria vinculada a Francisco Asorey, Castelao, Escuredo, Cerámica Celta y Sargadelos

Una foto de los años cincuenta en la que se aprecian Nestlé y el puerto en el que se cargaban y descargaban mercancías.

La asociación cultural Os Penoucos lanzaba en 2019 un ambicioso proyecto con el que mostrar, inventariar y tratar de preservar elementos patrimoniales, naturales y paisajísticos de los Ayuntamientos de Catoira, Dodro, Padrón, Pontecesures, Rianxo y Valga.

Se conoce como «Obaixoulla.gal:Patrimonio, territorio e paisaxes», y se centra en hórreos, cruceros de piedra, fuentes, lavaderos, iglesias, capillas, molinos, antiguas industrias y todo tipo de elementos (hasta completar unos 3.000) con los que completa un álbum digital de indudable valor etnográfico.

Todos esos elementos aparecen documentados, clasificados y geolocalizados con mapas libres y lo mejor de todo es que ese catálogo digital está al alcance de todos enla web «obaixoulla.gal».

Una herramienta con la que redescubrir la historia del curso bajo del Ulla, y constatar, por ejemplo, que se cumplen cien años desde el nacimiento de Caleras del Ulla, una fábrica de cal que fue el germen de una marca que se hizo tan popular como Cerámica Celta.

Os Penoucos se encarga de recordar que fue en 1923 cuando Ramón Diéguez Carlés puso en marcha esa calera que se situaba en la zona de Porto, a orillas del Ulla y a escasos metros que, en 1939, ocuparía la fábrica de Nestlé.

Según el relato que refresca esta historia, la solicitud de licencia de construcción de la fábrica hacía alusión a la puesta en marcha de dos hornos, uno de cocción de baldosa y artículos análogos y otro para calcinar cuarzo pedernal y carbonato cálcico.

Esto lleva a Os Penoucos a aclarar que aquel proyecto de aquella calera del Ulla iba a ser el embrión de la futura Cerámica Celta.

No sin antes incidir en que «la materia prima era, posiblemente, de procedencia asturiana, y llegaba en naves que descargaban inicialmente en el puerto de Cesures» hasta que posteriormente se construyó un pequeño embarcadero de piedra más próximo a la fábrica y sus hornos.

Fue a instancia del propio promotor de la obra, que de este modo quería acelerar y facilitar la descarga de las piedras calcáreas y de los materiales necesarios en el proceso de calcinación.

Las mismas fuentes señalan que la cal producida «se utilizaba en la construcción y para abonar» los campos de cultivo, vendiéndose tanto allí mismo como en diferentes municipios del entorno y en las ciudades de Vigo y Pontevedra, a las que llegaba el producto por vía marítima.

El mismo medio de transporte que tanta importancia tuvo en los orígenes de Pontecesures y empleaba, en el mismo puerto, Nestlé, después de que en febrero de 1938 se constituyera Industria Lechera Peninsular S.A. (Ilepsa), y el 16 de agosto de 1939 inauguraba su planta de leche condensada.

A escasos metros de La Calera, la compañía láctea también se aprovechó de su estratégica sutuación a orillas del Ulla para cargar y descargar la madera necesaria para las calderas, la hojalata usada en los envases originales de la marca y los productos ya terminados.

Todo ello trasladado en viejos galeones de vela hacia o desde Vilagarcía de Arousa, «donde amarraban los buques de mayor tonelaje y se hacían los transbordos»

Asé se explica también en «obaixoulla.gal» al aludir en su catálogo digital a esa fábrica «pionera en la recogida de leche en el campo gallego» que desde 1978 produce en Pontecesures la popular marca «La Lechera», hasta entonces exclusiva en su factoría cántabra de La Penilla de Cayón.

Por cierto, que también en este caso hay que hablar de un aniversario (cuatro décadas), pues en 1983 la factoría cesureña se convirtió en la única de Nestlé España dedicada a producir leche condensada.

Pero volviendo al tema central de esta información, como es el funcionamiento, hace cien años, de Caleras del Ulla, y entrando en detalle en las características de esa construcción, «obaixoulla.gal». resalta también que los hornos de calcinación del cuarzo y cocción de baldosas son «unas construcciones troncopiramidales ejecutadas en piedra del país labrada».

Su interior «tiene una sección aproximadamente circular a modo de chimenea, con una capacidad de 50 a 60 metros cúbicos», completándose las instalaciones con dos galpones de planta baja, de 30 metros de largo por 10 metros de ancho.

En aquella misma época, aclaran Os Penoucos, ya estaba en funcionamiento la Cerámica de Campaña, en Valga y conocido con el paso del tiempo como Novo y Sierra.

«Corría el año 1921, cuando el Concello de Valga concedía permiso al empresario vigués Manuel Posada Fernández, asociado a Manuel Otero Bárcenas, también de Vigo, para edificar una casa de labranza, destinada a cocer teja y ladrillo, contigua a un galpón para depósito de maquinaria en el lugar de A Torre en la parroquia de Campaña, matiza «obaixoulla.gal»

«Las primeras instalaciones se completarían en Gándara-Campaña con una finca de secado, un motor de gas pobre para el funcionamiento de la maquinaria para fabricar teja y ladrillo y con una oficina de dirección y administración» añade el proyecto.

Parece ser que la nueva empresa «ya figuraba registrada en 1922 como fábrica de ladrillos, aunque sin finalizar las obras», y en 1923 sus propietarios cederían la industria a «la mercantil pontecesureña Escuredo y Cía, constituída por Eugenio Escuredo Lastra, asociado a los empresarios José Novo Núñez, Salvador Sierra Trasande y José Sierra Martínez, socios de la compañía Novo y Sierra, dedicada al comercio de ultramarinos y coloniales a gran escala, principalmente con América».

La relación de Novo y Sierra con Caleras del Ulla se debe a queen 1925, «apenas dos años después de abrir la Cerámica de Campaña, el empresario Eugenio Escuredo puso en funcionamiento en el lugar de O Cantiño (en el llamado Camiño de San Xulián) un taller de cerámica artística inspirado en el modelo que había conocido en Sargadelos, y al que iba a llamar Cerámica Artística Gallega».

«Obaixoulla.gal» continùa el relato diciendo que «contrató a un artesano portugués y entró en contacto con el artista Francisco Asorey, que realizó los diseños de los primeros moldes que salieron de esta cerámica: Os tesouros, Pórtico da Gloria, A Naiciña y el Sepulcro del Apóstol.

Lasa primeras producciones llegaron a venderse en Inglaterra, Cuba y Argentina. Pero «la calidad del barro empleado era baja para este tipo de cerámica».

Razón por la cual, una vez surgidas las primera dificultades, «Escuredo abandonó la experiencia y en 1927 vendió los moldes de las figurar al industrial Ramón Diéguez Carlés que trasladó la producción de taller de cerámica a las instalaciones de la calera del Ulla, fundando allí en este año la Cerámica Celta.

Una llamativa historia que no termina ahí, sino que llevó a Ramón Diéguez, «preocupado por la calidad» de la materia prima y sacando partido a su preparación, decidió emplear el barro de sus minas de feldespato de Valga e introducir la tcnica del vidriado en las piezas que había heredado de Cerámica Artística Gallega «dándoles un nuevo impulso»,

En el catálogo de Os Penoucos relatan que «además de seguir contando con la colaboración de Asorey, contrató a un artesano de Buño»

Y apostillan que «el médico Víctor García García-Lozano, un gran entusiasta de la cerámica, introdujo a su colega Alfonso Daniel Rodríguez Castelao en el taller» siendo el insigne artista rianxeiro el que más se interesó por la cerámica de Diéguez y el que más influyó en ella, «preparando numerosos diseños y bocetos que servirían de guía para la realización de piezas como A Cabuxiña, inspirada en una obra del alemán Willy Züguel».

Por si no fuera suficiente, «Francisco Asorey, José María Acuña, Carlos Maside, Santiago Bonone, Carlos Sobrino, Manuel Torres y Carlos Bóveda aportaron también sus diseños a Cerámica Celta»

Industria en la que «se elaboró durante casi 40 años una artesanía ligada a la naturaleza que se llegó a conocer como la Universidad Plástica de Galicia. El taller artístico funcionó entre 1927 y 1963».

En definitiva, que con una herramienta como «obaixoulla.gal» es posible saber más sobre la historia de Pontecesures, Valga, Catoira y demás localidades a partir de todo tipo de elementos que forman parte del recuerdo, incluídas viejas fábricas como Caleras del Ulla.

Faro de Vigo

Reclaman que Renfe recupere las frecuencias pre covid y reforzar las de Vilagarcía-Santiago.

Reclaman que Renfe recupere las frecuencias pre covid y reforzar las de Vilagarcía-Santiago
El sindicato entiende que deben ajustarse los horarios a las necesidades de los usuarios

La puesta en marcha del abono gratuito de Renfe ha disparado el uso de ferrocarril en el corredor atlántico y, de forma pareja, las demandas de los usuarios que comprueban que muchas veces la oferta que existe en este transporte no responde a las necesidades reales. De ahí que desde la sección ferroviaria del sindicato CGT en Galicia hayan remitido un escrito al presidente de Renfe y a la alta jefatura de Renfe Viajeros con las problemáticas que existen a día de hoy y que, muchas de ellas, afectan directamente a los usuarios de la estación de Vilagarcía. Así pues lo que se solicita es la reposición de todos los trenes suprimidos durante la pandemia y aumentar los vehículos destinados a hacer servicios de media distancia. Entienden desde el sindicato que deben aumentarse los trenes entre Vigo y Santiago, dado que se ha detectado que la “oferta é menor e aumentou considerablemente a demanda”. Manifiestan que se deberían programar lanzaderas entre Vilagarcía y Santiago los domingos y viernes que permitan la descongestión de este tramo ferroviario y que provoca que muchos viajeros se queden sin billete. Otra de los planteamientos que hace el sindicato es que se adelante la salida del tren 09072 de Vigo Urzáiz, lo que permitiría la llegada con tiempo a los usuarios de la ciudad olívica, Pontevedra y Vilagarcía que necesitan llegar al trabajo en Coruña a las ocho y media. De hecho destacan que “o corredoiro Vigo-Santiago ten moitos menos servizos ferroviarios programados que o Coruña-Santiago, existindo unha menor oferta de prazas no sur de Galicia”.

En el listado de peticiones figura las mejoras en las plataformas de venta on line y también reforzar el servicio a partir de noviembre a Vigo y regreso por la cantidad de gente que se desplaza a esa ciudad con motivo del alumbrado de Navidad.

Diario de Arousa

Se cumplen 150 años de la primera férrea de de Galicia y que transcurre por Pontecesures.

La vieja estación de Cornes acogió un homenaje que recordó su rol para vertebrar el territorio y acercar Santiago al mar.

Eclipsada y escondida entre tres inmensos y premiados edificios. Así se encuentra la estación de tren de Cornes. Para los profanos de la historia compostelana seguramente pueda pasar desapercibida. Desconocen que desde ella partió, el 15 de septiembre de 1873, la locomotora de vapor que inauguró la primera línea ferroviaria de Galicia, la Cornes-Carril. Que todo ha cambiado 150 años después lo evidencia que el edificio se ha convertido un centro social, y también que Cornes y Carril, por aquel entonces concellos independientes, acabaron absorbidos por los de Santiago de Compostela y Vilagarcía de Arousa.

Aprovechando la efeméride de ese primer trayecto, este viernes se homenajeó esa conexión que unió la capital gallega con el mar. Así lo recordó Carlos Abellán, presidente de la Asociación Compostelana de Amigos del Ferrocarril, que hizo de maestro de una ceremonia en la que también estuvieron la regidora compostelana, Goretti Sanmartín; la teniente de alcalde de Vilagarcía, Tania García; así como el jefe del Servicio de Cardiología del CHUS, José Ramón González Juanatey, hijo de ferroviario.

Entre el público no faltaron los regidores de Valga y Padrón, José María Bello Maneiro y Anxo Rei Arca, acompañados de vecinos de un barrio de Cornes que poco tiene que ver con el de 1873. Familiares de los ferroviarios que crearon ese primer enlace también vivieron con pasión el día, en el que se aplaudió ese ímpetu por unir Galicia.

De destacar la visión estratégica de quienes impulsaron el tramo Cornes-Carril se encargó la regidora local, Goretti Sanmartín, que reivindicó que «150 anos despois, temos o deber institucional e político de continuar ata que realmente se acade e Galiza conte co trazado ferroviario, avances técnicos, frecuencias e tipos de tren que realmente precisa». Fue Tania García la que recordó que esa conexión ferroviaria con la capital acabó por renombrar incluso parte de Vilagarcía, como la «praia de Compostela, que resignificou aínda máis a irmandade que temos entre as dúas vilas».

Tras el descubrimiento de una placa para conmemorar la efeméride, así como una escultura creada con un antiguo pase de vías, Carlos Abellán explicó a todos los presentes en qué consiste la exposición conmemorativa Cornes-Carril que puede visitarse desde hoy en el centro social. La muestra, que cuenta con piezas históricas que rememoran el pasado ferroviario, será itinerante, aunque estará en Cornes hasta el 30 de noviembre.

La transición del vapor al tren eléctrico, el cambio del mapa ferroviario gallego, la llegada del AVE y el deseo de que un tren conecte A Coruña con Oporto, eses fueron otras cuestiones que se escucharon en Cornes, estación de la que hace 150 años partió el primer tren de Galicia.

La Sarita, una pieza histórica que ya puede visitarse en Padrón

Coincidiendo con el 150 aniversario del primer viaje ferroviario de Galicia, la Xunta de Galicia presentó hoy la incorporación de la Sarita al exterior de la Fundación Camilo José Cela. Se trata de una pieza única, ya que se trata de la cabeza tractora de esa primera línea de ferrocarril que unía Cornes con Vilagarcía. En el acto estuvo el conselleiro de Cultura, Educación, FP e Universidades, Román Rodríguez, que destacó que ese hito sirvió para que Galicia «ingresara de cheo na era da industrialización cunha mellora nas comunicacións e un cambio no transporte».

Recogen en un libro las vicisitudes del ferrocarril «de Rosalía» 

Tomás Cavanna Benet reúne en «Historia del primer ferrocarril gallego. El tren de Rosalía» desde los planes iniciales en 1859 para convertir Santiago «en porto de mar» hasta la fiesta inaugural y los primeros años de vida de la línea Cornes-Carril. Para ello recopila 130 imágenes y publicaciones muy desconocidas. El libro, editado por el Consorcio y Alvarellos, fue presentado ayer. En él figuran las dificultades que tuvieron el republicano José Sánchez Villamarín y el geógrafo Domingo Fontán para hacer realidad el proyecto por falta de recursos y errores de cálculo en los costes.

La Voz de Galicia