El BNG apunta a la afectación de Altri al suministro de aguas de diez ayuntamientos.

Vilagarcía, Catoira, Pontecesures y Valga son algunas de las localidades que se suministran de la potabilizadora de Padrón

El puerto de Pontecesures fue el lugar elegido por el BNG para realizar una llamada de atención sobre el proyecto de instalación en Palas de Reis, Ulla arriba, de Altri una factoría de celulosa que los nacionalistas consideran «unha bomba medioambiental no corazón de Galicia». Una bomba que —y en eso coinciden colectivos pesqueros y marisqueros arousanos— amenazaría también a la ría de Arousa. Y, por el camino, a los concellos por los que discurre el río, especialmente a aquellos que se nutren de la estación de tratamiento de agua potable del Ulla, que se verán afectados «tanto polos efectos que a celulosa terá na calidade das augas, como polo risco de abastecemento que suporá».

Para abordar esta cuestión, ayer se dieron cita en Pontecesures los diputados Luis Bará, Rosana Pérez, Montse Prado e Iria Carreira, además de la senadora Carme da Silva, la alcaldesa de Pontecesures Maite Tocino, el regidor de Catoira Xoán Castaño y representantes del BNG en localidades como Ribeira, Pobra, Rianxo, Padrón, Valga y Dodro, «os concellos que xunto a Boiro e Vilagarcía se abastecen da mencionada potabilizadora».

Desde el Bloque recuerdan, además, que Augas de Galicia acaba de adjudicar el proyecto para la ampliación de la estación de tratamiento de aguas de Padrón ante la «crecente demanda e a escaseza de auga nos períodos de seca, cada vez máis frecuentes».

Explican desde el Bloque que «segundo os plans feitos públicos por Altri, a macrofábrica de Palas consumirá directamente do Ulla 46.000 metros cúbicos ao día, o que supón máis do 10 % do volume de auga do encoro de Portodemouros e equivale ao consumo de auga humano de toda a provincia de Lugo». La factoría devolverá al río cada día 30.000 metros cúbicos «de augas industriais que incidirán aínda máis na contaminación do río», según explicó la diputada Rosana Pérez, que ya ha registrado en el Parlamento de Galicia una batería de iniciativas contra los planes de la empresa portuguesa.

Por lo demás, el BNG preguntará hoy en el Senado al ministro de Industria «sobre a vontade do executivo de incluír ou non a macrocelulosa entre os proxectos que recibirán axudas».

La Voz de Galicia

La muerte del padre de una de las víctimas de Sri Lanka revive la tragedia, cinco años después.

Pontecesures está de luto por partida doble.

Falleció Manuel Chaves, padre de Alberto, que murió junto a su pareja en los atentados de abril de 2019.

Los vecinos también dan su último adiós a José Carou, atropellado mientras trabajaba.

Manuel Chaves, padre del joven pontecesureño asesinado en Sri Lanka hace justamente un lustro.
Manuel Chaves, padre del joven pontecesureño asesinado en Sri Lanka hace justamente un lustro.

Los vecinos del Ayuntamiento de Pontecesures dieron esta tarde su último adiós a Gerardo José Carou Alcalde, un hombre nacido hace 54 años en esta localidad ribereña que falleció como consecuencia de un accidente de tráfico ocurrido al filo de las 22.45 horas del martes, en el Concello coruñés de Brión.

Y mañana hacen lo propio con Manuel Chaves Barreiro, padre de uno de los jóvenes pontecesureños asesinados en Sri Lanka en abril de 2019, también en plena Pascua.

De este modo, la localidad asiste a días de verdadera consternación y, en el caso de la muerte de Manuel Chaves, son muchos los que reviven aquellos ataques islamistas y vuelven a llorar el fallecimiento de dos de sus jóvenes.

La esquela de Manuel Chaves.
La esquela de Manuel Chaves.

66 años

Manuel Chaves Barreiro, fallecido a los 66 años de edad, será incinerado mañana, después del funeral de cuerpo presente previsto en la iglesia de San Xulián de Pontecesures, a la que es trasladado desde el tanatorio de Padrón a las diez y media de la mañana.

Se trata de una persona muy conocida y querida que se hizo tristemente popular, precisamente, a raíz del aquel trágico episodio terrorista que conmocionó a la sociedad. Y no solo a la pontecesureña, sino a todo el mundo.

Fueron seis atentados simultáneos registrados en abril de 2019 en Sri Lanka, coincidiendo con el Domingo de Resurrección.

Hoteles e iglesias atacados

Entre las cerca de trescientas víctimas de aquella masacre, cometida en tres hoteles de lujo y tres iglesias, se encontraba una joven pareja gallega que estaba en la isla pasando unos días de vacaciones y se alojaba en el hotel Kingsbury.

Eran la pontecesureña María González Vicente, que tenía 32 años, y su novio, Alberto Chaves Gómez, de 31 años y nacido en Rianxo, aunque residente también en Pontecesures.

Manuel Chaves y su sobrino Antonio Fernández, cuando hicieron el Camio de Santiago, en 2020.
Manuel Chaves y su sobrino Antonio Fernández, cuando hicieron el Camino de Santiago, en 2020.

Aquel joven que empezaba a abrirse una brillante trayectoria profesional tras haber empezado a trabajar en la India, para una empresa filial de la viguesa Profand, era el hijo de Manuel Chaves, al que muchos conocieron, hay que insistir, a raíz de aquellos terribles atentados y las desgarradoras imágenes que generaron.

Fueron enterrados juntos en Pontecesures y a su funeral en la iglesia de San Xulián, donde hoy se despide para siempre al padre de Alberto, acudió una auténtica multitud.

Ciudadanos conmocionados por cuanto había sucedido que quisieron arropar con su presencia al propio Manuel Chaves y demás familiares de las jóvenes víctimas.

Es cierto que a todos nos marcaron para siempre aquellos atentados islamistas, puede decirse que a mi tío lo mataron en vida

Antonio Fernández Chaves

Sobrino de Manuel Chaves

De ahí que el fallecimiento, ayer, del padre de Alberto, desencadenara una mayor tristeza en la localidad pontecesureña y la parroquia rianxeira de Leiro, pues fue inevitable que muchos volvieran a recordar lo sucedido en la India hace justamente un lustro.

«Quedó destrozado»

Así lo confirma Antonio Fernández Chaves, gerente de la fábrica de extrusionados de aluminio Indalsu, en la carretera que une Caldas de Reis con Vilagarcía.

Es sobrino de Manuel Chaves Barreiro, al que define como “un hombre bueno y querido en Pontecesures que quedó destrozado por la muerte de su hijo, al que amaba con locura y del que se sentía tremendamente orgulloso”.

«Nunca pudo superar aquello»

“Era tanto su amor que nunca pudo superar aquello, pues si bien es cierto que a todos nos marcaron para siempre aquellos atentados islamistas, puede decirse que a mi tío lo mataron en vida”, acierta a explicar.

“A raíz de aquello, la situación familiar se complicó y mi tío entró en una profunda depresión que fue complicándose a medida que pasaban los días, agravando otros problemas y enfermedades, hasta quedarse sin visión y sin movilidad”.

Camino de Santiago

Hacer el Camino de Santiago desde la frontera portuguesa, en el año 2020, “fue de lo último que pudimos hacer juntos, ya que por aquel entonces ya empezaba a tener problemas de movilidad, de ahí que nos costara tanto completar el recorrido”.

Finalmente, después de “varios ictus e infartos cerebrales, sufrió un fallo multiorgánico que acabó con su vida para siempre, justamente ahora, cuando se cumplen cinco años de aquellos atentados que ya lo habían condenado”, sentencia un emocionado Antonio Fernández.

La imagen de José Carou Alcalde y el lugar del fatal accidente.   | //  FDV
La imagen de José Carou Alcalde y el lugar del fatal accidente. / FDV

Atropellado cuando auxiliaba a un conductor

La iglesia de San Xulián de Pontecesures sirvió esta tarde para que los vecinos dieran su último adiós a Gerardo José Carou Alcalde, un empleado de la empresa compostelana Grúas Castmart que fue atropellado por un coche el martes, cuando se encontraba trabajando.

En el momento del terrible suceso auxiliaba a otro vehículo averiado que permanecía estacionado en el arcén de la autovía de Brión, a la altura del popular barrio de Conxo.

Como ya se informó ayer, en la edición digital, fue el propio conductor que atropelló al trabajador pontecesureño el que dio aviso de lo sucedido a los servicios de emergencias del 112 Galicia, que movilizó a Urxencias Sanitarias, Guardia Civil y la Policía Local de Santiago.

Faro de Vigo

Ángel Naveira, vendedor de la ONCE: «Houbo quen acabou de pagar a hipoteca co premio do cupón; a min iso faime moi feliz».

El lunes repartió 70.000 euros en dos boletos ganadores; ya ha llevado la suerte a su pueblo en media docena de ocasiones

El pasado lunes, la fortuna hizo parada en PontecesuresDos cupones de la ONCE, vendidos por Ángel Naveira, tenían las cinco cifras elegidas por la suerte. Cada boleto pasó a valer, tras el sorteo, 35.000 euros. «35.000 euros cos que non contas véñenlle ben a todo o mundo», dice alegremente el agente-vendedor que hace de intermediario entre el azar y quienes se deciden a desafiarlo. En este caso, dice Ángel, el premio ha recompensado la fidelidad de dos personas que llevan años jugando al mismo número. «Non todo o mundo o fai, hai quen se aburre», explica.

No es la primera vez que Ángel reparte suerte en su pueblo. «Cando empecei a vender, os primeiros dez anos, máis ou menos, non din ningún premio», recuerda. Trabajaba entonces en las calles de Vilagarcía, que fue la primera ciudad en la que tuvo destino como agente-vendedor de la ONCE. Luego, quedó vacante la plaza de Pontecesures, su pueblo natal, y no dudó en trasladarse. El cambio de aires le sentó bien: comenzó una racha de premios que lo tiene encantado. Recuerda de memoria las cantidades repartidas —350.000 euros, 40.000 euros, 70.000 euros, 35.000 euros, 315.000 euros—. Las cifras más abultadas se reparten, en realidad, entre varios cupones premiados, lo que supone que a lo largo de los años Ángel ha hecho felices a muchas personas de su entorno. Y es que, al ser Pontecesures una localidad pequeña y su clientela «a xente de todos os días», el vendedor sabe bien a quién le sonríe la fortuna. Y en todos casos, dice, son personas trabajadoras, que reciben esos pellizcos con alegría: «Houbo quen acabou de pagar a hipoteca co premio do cupón. A min iso faime moi feliz», dice el vendedor, que con socarronería asegura que en su oficio es muy importante «ter a sorte na man para poder dar os premios». La broma encuentra réplica en una clienta que este jueves se acercó hasta él para llevarse su cupón. «Pois a ver se me das sorte, que eu tamén teño unha hipoteca que pagar», lo retó.

También ha habido quien ha destinado el regalo de la fortuna a «disfrutar un pouco da vida», tomándose unas merecidas vacaciones, y quien se ha gastado las inesperadas ganancias «arranxando cousas». No han faltado, tampoco, los clientes agradecidos que le han hecho a Ángel algún regalo. «Non teñen que facelo, pero senta ben», señala el hombre que lleva veinte años vendiendo el cupón.

«En Pontecesures estou encantado. Estou na casa e ademais teño unha clientela moi boa, moi fiel», cuenta. Gente de la localidad y de otras del entorno que acuden a él cuando quieren probar fortuna. Ángel confía en que el toque afortunado de sus manos siga repartiendo dinero entre toda esa gente. «Agora estou esperando o pellizco do sorteo do Día do Pai», dice con ese buen humor con el que encara la vida. Si lo buscan, no les costará mucho encontrarlo: pasa mañanas y tardes en las calles de Pontecesures. Estos días, con la lluvia, reconoce que su trabajo se vuelve un poco incómodo. «Pero logo das un premio, e xa o compensa todo».

La Voz de Galicia

En Pontecesures tenemos 28 gallineros registrados, en Valga 162.

Más de mil propietarios ya han registrado sus gallineros de autoconsumo en Arousa: «Con tanto papel, o rural vaise»

Las explotaciones domésticas deben estar inscritas en el registro general de explotaciones ganaderas, un trámite que hace que en muchas casas se esté pensando «en deixar as galiñas»

Cualquier cosa que lleve el apellido «de casa» es, al menos en Galicia, garantía de calidad. Con los huevos y la carne de pollo ocurre exactamente eso: son miles los corrales que existen en nuestra tierra en los que se crían y alimentan aves con la única intención de disfrutar de productos sobre cuyo origen no hay misterios. Hasta ese mundo de corrales domésticos ha llegado la burocracia. El Real Decreto 637/2021, que publicó el Ministerio de Agricultura obliga a incluir los gallineros destinados a autoconsumo —ni la carne ni los huevos se venden— en el registro general de explotaciones ganaderas. Aunque hay muchos propietarios de este tipo de instalaciones que parecen decididos a tirar la toalla, lo cierto es que en el conjunto del territorio se han dado de alta ya 41.000 gallineros de autoconsumo. De ellos, 1.021 están ubicados en la zona sur de la ría de Arousa.

En este caso, la lista por localidades la encabeza Vilagarcía, con 251 corrales que han cumplimentado el trámite, seguida de Valga (162), Vilanova (134), Meis (124) y Cambados (102). Cierran la lista Pontecesures (28), junto a O Grove (24) y a una gran distancia A Illa, donde solo se han censado de momento siete corrales domésticos. Según los datos de Medio Rural, entre ambos extremos figuran Meaño (74), Catoira (61) y Ribadumia (54).

Hacer el trámite del registro echa para atrás a muchos particulares que hasta ahora criaban sus propias gallinas. En la solicitud es preciso especificar el número de aves, el emplazamiento del corral y el sistema de cría. Además, los gallineros están sujetos a posibles inspecciones y sus propietarios deben identificar «a un veterinario de referencia al que poder recurrir en caso de aparición de problemas sanitarios concretos» en los animales. Las sanciones por no estar dado de alta parten de los 600 euros.

Desde la Xunta se presentaron numerosas alegaciones a esta normativa estatal, pero no lograron frenar lo que en muchas casas rurales está generando un intenso debate sobre qué hacer con las gallinas.

En la tienda agraria: las ventas de aves en caída 

«A xente non confía. Para que se fai isto? Vai vir un imposto detrás?». Esas son algunas de las preguntas sin respuesta a las que Manuel Castro lleva meses haciendo frente desde su despacho de productos agrcolas en Vilanoviña (Meis). Se las plantean particulares «que veñen comprar unhas galiñas para a casa e se atopan con que se non teñen o galiñeiro de alta no rexistro, non llas podo vender». Ahora que ya se lleva tiempo hablando del tema, las reacciones son más templadas. Pero cuando el contenido del Real Decreto 637/2021, del Ministerio de Agricultura, combinado con la Ley de Bienestar Animal comenzó a divulgarse, Manuel tuvo que hacer frente a auténticos enfados. «Moita xente vai tirar con todo, vai deixar de ter galiñas porque todos son papeis, trámites e problemas», señala. Desde su negocio, Agro Vilanoviña, lleva años contemplando como la vida y los trabajos que se desarrollan en el mundo rural se van encontrando un número creciente de obstáculos que están poniendo en jaque la continuidad de actividades tradicionales que desde siempre han complementado las economías familiares. «Con tanto papel, o rural vaise», dice con cierto tono de desconsuelo. Porque establecer la obligatoriedad de un registro de gallineros de autoconsumo puede parecer poca cosa, pero no lo es. Para empezar, muchos de los propietarios se atascan ya en el trámite. Por esa razón, y como ya ha hecho en ocasiones anteriores, establecimientos como el de Manuel Castro se encargan de facilitar el procedimiento a sus clientes. Desde mediados de diciembre se ha encargado de gestionar el registro de unos cuatrocientos gallineros. «Teño que facilitarlles as cousas», dice. Así que él se encarga de ayudar con el papeleo y remitirlo a la Xunta.

Castro reconoce que ese trabajo consume tiempo y esfuerzo. «Pero teño que facelo, porque se non, vía que se me ían ir as vendas abaixo», explica. De hecho, y a pesar de su esfuerzo, el número de pollos despachados en su establecimiento ha caído: «Se antes vendíamos entre 350 e 400 ao mes, agora andaremos nos 150», indica.

Si las ventas de animales caen, se viene abajo toda una cadena. «Porque non son solo os polos que deixas de vender, e todo o que ven detrás», dice. Ahora, por ejemplo, debería estar vendiendo una cantidad considerable de animales, porque «os polos de marzo din que son os mellores». Con ellos, piensos, comederos… «Se non se venden os polos, os pensos, os cereais, tampouco se van vender, porque todo é unha cadea… E xa estamos falando de moita xente», argumenta.

La Voz de Galicia

ADIF invierte 3,5 millones de euros en eliminar dos pasos a nivel en Valga.

ADIF invierte 3,5 millones de euros en eliminar dos pasos a nivel en Valga
El cruce de Castiñeiras-Carballa será uno en los que se actuará.

El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) destina 3,5 millones de euros a las obras de supresión de dos pasos a nivel en la línea que une a las estaciones de Vilagarcía con Padrón y A Excravitude, a su paso por el término municipal de Valga. En concreto, estos pasos están situados en los cruces con los caminos de Carracido y de Castiñeiras-Carballa, ambos situados en la parroquia de Cordeiro.

La solución contempla la construcción de un paso superior sobre la vía ferroviaria, así como dos viales paralelos a la traza. Con esta actuación ADIF busca la mejora la permeabilidad de la infraestructura en el municipio y se incrementan las condiciones de seguridad, tanto para el tráfico peatonal, como para el viario y de los propios trenes.

Así, según sostiene la empresa pública, el nuevo paso superior proyectado en la zona permitirá el cruce peatonal de las vías con total seguridad y, además, se ejecutarán caminos de enlace, conectando ambos márgenes y permitiendo la accesibilidad para los propietarios de terrenos y vecinos de la parroquia valguesa. Las obras ya han sido adjudicadas a la empresa Construcciones Obras y Viales.

Estas actuaciones se enmarcan en el convenio suscrito por ADIF y el Concello de Valga, por el que la empresa pública realizará las obras, en tanto que el Ayuntamiento asumirá el coste de la expropiación de los terrenos, así como el mantenimiento y conservación de los elementos construidos: paso superior, sistemas de drenaje y caminos de enlace, que serán de titularidad municipal.

Diario de Arousa

Nueve meses de trabajo permitirán eliminar dos pasos a nivel en Valga.

El Adif ha adjudicado los trabajos a Construcciones, Obras y Viales

Los trámites administrativos llevan su tiempo. En julio del año 2022, el Concello de Valga y el Adif firmaron un convenio de colaboración para la eliminación de dos de los pasos a nivel que siguen existiendo en esta localidad. Y este martes, por fin, el administrador ferroviario ha procedido a adjudicar esos trabajos a la empresa Construcciones, Obras y Viales. La actuación supondrá una inversión de 3,8 millones de euros y su plazo de ejecución es de nueve meses.

Un año más tarde del anuncio de aquel acuerdo, Adif hacía públicas las líneas maestras del proyecto, que afecta a a dos pasos a nivel de la línea entre Vilagarcía de Arousa y la bifurcación Angueira. La actuación incluye la construcción de un paso superior sobre la vía férrea, así como dos viales paralelos a la traza. Los lugares en los que se actuará corresponden a los cruces de las vías con los caminos de Carracido y de Castiñeiras-Carballa, ambos de titularidad municipal.

El objetivo final de esta actuación, señalaba el Adif el pasado verano, era «mejorar la permeabilidad de la infraestructura en este municipio e incrementar las condiciones de seguridad, tanto para el tráfico peatonal, como para el viario y el ferroviario». Por lo demás, desde el administrador ferroviario se señalaba la construcción de un paso superior y la ejecución de caminos de enlace, conectando ambos márgenes y permitiendo la accesibilidad para los propietarios de terrenos y vecinos.

Adif ya había hecho parte de sus deberes. Le tocaba al Concello hacer los suyos. Y en el pleno del pasado mes de noviembre, se aprobó la expropiación de un total de 131 parcelas para ejecutar las obras de supresión de dichos pasos. Los votos del gobierno local fueron suficientes para aprobar la cuestión, mientras que PSOE y BNG se abstuvieron. El coste de las expropiaciones se había calculado previamente en algo más de 200.000 euros.

Además de hacer frente a las expropiaciones, al Concello le corresponderá, a partir de la entrega de la obra, hacerse cargo del mantenimiento y conservación de los elementos construidos —paso superior, sistemas de drenaje y caminos de enlace—, según señala el convenio rubricado en su día con el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias.

La Voz de Galicia