El Concello inicia las obras en el gimnasio cesureño.

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Un grupo de operarios municipales iniciaron ayer los trabajos de adecentamiento del gimnasio del colegio público de Pontecesures. Así lo confirmó ayer el concejal de Educación, Roque Durán (PSOE), quien señaló que durante la primera jornada de faena se comenzaron a reponer las tablas del suelo y se procedió a la limpieza de algunas canalizaciones de la cubierta. Según los cálculos que maneja el Ayuntamiento, hoy mismo podría quedar rematada esta operación de urgencia que deberá permitir que el gimnasio aguante hasta que la Xunta acometa el cambio de cubierta prometido.

La Voz de Galicia

Día de malla… e de tombos na palla.

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Malla del trigo en el colegio Xesús Ferro Couselo de Valga. Maiores e rapaces compartiron unha xornada didáctica e de diversión no colexio Ferro Couselo de Cordeiro

Cinco anos despois, a tradición da malla mantén o tirón entre maiores e rapaces valgueses. Onte volveron a compartir unha mañá de actividades no colexio Ferro Couselo de Cordeiro, tamén con alumnos de Baño, integrantes do colectivo Asdivalu e os ??mestres? de Axentiva. Os homes a bater no trigo, e as mulleres a animar coas pandeiretas e as súas coplas. Foi unha xornada didáctica, pero tamén divertida. O que antano se coñecía como ??tombo da palla? (esa estratexia tan empregada para mocear durante as tarefas agrícolas) foi rapidamente aprendido polos máis pequenos, que se fartaron de dar viravoltas.
Do palleiro pouco quedou, e o gran tampouco abundou. Porque a colleita deste ano, condicionada pola climatoloxía, foi máis ben escasa. Pero, iso si, de calidade e ben aproveitada. Puideron comprobalo os participantes deste Encontro Interxeracional, que onte mesmo degustaron algúns produtos elaborados co trigo que eles sementaran alá polo mes de abril. Unha parte xa pasara previamente polo Muíño da Ínsua e o resultado foron deliciosas empanadas e roscas das que non quedou nin a proba.
Agora toca pensar xa na sexta edición desta iniciativa, coa que o Concello e distintas asociacións de Valga tratan de recuperar as tradicións do agro para que as novas xeracións coñezan como se traballaban as terras cando a maquinaria era algo case que inimaxinable para o común dos campesiños; cando a tarefa era dura pero servía tamén como forma de relacionarse. Era toda unha actividade social.

Diario de Arousa

Valga defiende sus tradiciones a golpe de «manle».

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Los manles tienen que caer sobre el cereal con orden y concierto. Los hombres se sitúan en dos filas, frente a frente, y golpean de forma alternativa, «primeiro os dun lado, logo os doutro». Todos deben dejar caer el «pérdago» en el mismo momento.

No, no se engañen. Los niños de hoy no son tan distintos a los niños de ayer. Los que hemos cambiado somos nosotros, los que hemos crecido y les hemos comprado consolas y videojuegos para aplacar ese espíritu infantil que quiere aire libre, carreras, rodillas arañadas y uñas ennegrecidas. Ese espíritu juguetón se escapa cada vez que puede: en cuanto encuentra un hueco se cuela, se libera, y permite a los niños ser niños. Los abuelos son grandes aliados de esa infancia perdida que busca su espacio. En Valga lo saben. Y por eso llevan cinco años acercando a los vecinos más jóvenes a los que peinan más canas. Así nacieron los encuentros intergeneracionales que, articulados sobre tareas propias del campo, permiten tender puentes hacia un pequeño país de nunca jamás en el que el tiempo no pasa. En el que la malla del trigo y las panderetas siguen teniendo su sitio.

Voces de siempre

Y las voces. Las voces de un grupo de mujeres, curtidas y tamizadas por el tiempo, también caben en ese aleph borgiano en el que ayer se convirtió al pabellón de deportes del colegio Ferro Couselo. Allí, pasado, presente y futuro formaron una unidad. Ayer, en la cancha de deportes, José Burés dejó de tener noventa y tantos años y volvió a ser aquel joven aguerrido que se estrenaba en la malla al lado de su padre. Y Olga cantó y tocó la pandereta como lo hacía, allá en los tiempos de la guerra, a la sombra de unos árboles, apurando las horas hasta que a las nueve de la noche «chegaba a Garda Civil e arreábamos todos para casa».

El futuro

Ahora, aún son un buen puñado las valguesas que se animan a coger una pandereta y desempolvar letras del pasado. «Son moreniña e máis ben/tamén o trigo é moreno/ e máis o pan sabe ben», cantaban ayer algunas de ellas. Si lo hubiesen ensayado no les habría salido mejor. Pero no necesitan practicar: el talento les viene de antiguo. «Xuntámonos para estas trangalladas. E gústanos, pasámolo ben», confiesan en un alto para tomar aire. No descansan demasiado tiempo. Y si paran, enseguida les dan el relevo las niñas que esperan ansiosas para poder demostrar su salero con la pandereta. Una de ellas, Uxía, lleva su nombre bordado en una bolsa especial para portar el instrumento. Es una señal de los nuevos tiempos, que no siempre tienen que ser malos.

Comienza la faena

Rodeando el montón de paja que esperaba para ser mallado, varios vecinos entrados en años revisaban sus armas de guerra: los manles. La batalla que se iba a librar nos la resumía un grupo de rapaces que seguían atentos los preparativos. «Trátase de mallar o cereal para sacar o gran», explicaban al unísono Matías, Pablo, Diego, Juan y, de nuevo, Pablo. A todos les gusta que la tradición de la malla haya entrado en su colegio. «? moi interesante e permítenos coñecer os tempos pasados», sentencian. En sus planes -quieren ser arquitectos, o químicos, o diseñadores de videojuegos o policías- no entra el trabajo agrícola. Pero saben que en Valga la tierra tira mucho. «E é importante que teñamos esa cultura», sentencian con una madurez inesperada en unos ojos que solo llevan diez años mirando el mundo.

Al otro lado

Quienes levantan el manle y lo dejan caer sobre el trigo se van turnando. «Teño 7-7, e xa bastante mallei», comenta Bienvenido después de ejercitar sus músculos con un trabajo que le recuerda a su juventud. «A malla, daquela, era unha festa», apunta José, que también anda por allí. Había música y comida, mucha comida, porque «os homes de antigo ían desgastados. Cada día mallábase nunha casa e tiñan que comer, e comer ben, para manterse». Y para mover los manles con energía y con ritmo -ayer el ritmo no siempre se respetó, la orquesta no estaba «acaída»-. Si los abuelos de Bienvenido, José o Ramón comían «boas tortillas de rixóns e cocido» y se hidrataban a base de caña, ayer el menú fue más ligero. Tras «levantar a eira» y dar forma a un palleiro con esqueleto humano, se degustó un poco de rosca. Y los mayores de edad, Sansón.

La Voz de Galicia

Los socialistas de Valga presentan un recurso contra la contratación del conserje del colegio y del pabellón de Baño.

El grupo municipal de los socialistas de Valga han presentado un recurso de reposición «pola adxudicación do concurso público para a contratación do Servizo de Conservación, mantemento, vixilancia e control de acceso do CEIP de Baño e o Pavillón polideportivo de Baño». Según los socialistsa, «todo o proceso de concurso foi unha pantomima para adxudicarlle un posto de traballo a unha colaboradora do PP de Valga». A su juicio, esta «simulación de concurso, posto que non foi outra cousa, comezou cando nas bases se propoñía que a valoración das propostas serían nun 90% por criterios subxectivos fronte a só un 10% de valoración obxectiva, que se correspondía coa oferta económica». Aseguran que «a cousa non quedou aí, para achanzar o camiño a súa xente, non se lles ocorreu mellor cousa que eliminar a tódolos candidatos que presentaron como titulación a de Graduado Escolar en equivalencia o de Graduado en ESO, para xustificar a capacidade profesional».

Con este recurso, dicen los socialistas, pretenden «darlle a oportunidade de rectificar a Bello Maneiro e o mesmo tempo deixar constancia de que este grupo non vai permitir que o Concello se converta nun feudo caciquil nin decaer na súa acción fiscalizadora do goberno».

La Voz de Galicia