La mermelada de Herbón amplía el potencial comercial de los pimientos.

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El sabor del auténtico pimiento de Herbón con Denominación de Origen Protegida (DOP) se puede degustar más allá de su época de producción, de mayo a octubre, con la nueva mermelada que elabora la Sociedade Agraria de Transformación A Pementeira, que pone a la venta una edición limitada para las fechas navideñas.

Son unos 1.000 botes de mermelada de pimientos de Herbón, envasados en dos tamaños, y que se podrán adquirir «alí onde os queiran vender», según explica la presidenta de A Pementeira, Milagros González, que confiesa que la sociedad tiene «grandes expectativas» en el nuevo producto. Las tiene porque allí donde fue presentado «tivo moi boa acollida», como en las ferias del sector de Londres, A Coruña y Ourense, entre otras. «A todo o mundo que lle demos a probar a marmelada lle encantou», explica Milagros González.

Con la mermelada, A Pementeira le da valor añadido a un producto valorado y reconocido y, sobre todo, busca una fuente de ingresos fuera de la época de producción en fresco. Además, con este nuevo producto, A Pementeira también le da salida al exceso de producción de los meses de verano.

Para la elaboración de este producto, que se vende en un envase con diseño propio, A Pementeira instaló una cocina industrial en la nave en la que tiene su sede, en el polígono de Picusa, en Padrón, con una inversión que ronda los 70.000 euros y para la que recibió fondos europeos a través del proyecto Leader, que gestiona Deloa.

De este modo, la mermelada sale al mercado con una producción limitada, la que le dio tiempo a elaborar A Pementeira desde que estrenó la cocina y hasta la finalización de la campaña de producción.

Picante
Sin desvelar la receta, en el envase se pueden leer los siguientes ingredientes: pimientos de Herbón con Denominación de Origen, azúcar, zumo de limón y aceite de oliva. El resultado es una mermelada que se presta «a comela co que queiras», dice Milagros González, desde entrantes a postres, añade la presidenta de A Pementeira, cuyas socias (20) se encargan de todo el proceso de elaboración. A ella, por ejemplo, le chifla con queso del país o incluso filloas, pero también cuenta que casa muy bien con las carnes.

Por cierto, si de los pimientos de Herbón se dice que unos pican y otros no, lo mismo hay que señalar de la mermelada de A Pementeira, que elabora una versión en picante que a los ingleses les chifló en una feria de muestras celebrada con productos gallegos.

Hacía tiempo que la sociedad padronesa tenía idea de elaborar un producto nuevo con el pimiento de Herbón con denominación de origen. A Pementeira produce entre el 80 y el 90 % de los pimientos protegidos y los comercializa por toda España e incluso en el extranjero, además de tener su propia tienda en línea a través de su página web. La idea se materializó a finales de la campaña pasada, cuando A Pementeira pudo abrir una cocina industrial en su nave del polígono de Picusa, para elaborar la primera mermelada e ir abriendo boca a los que gustan de los auténticos pimientos de Herbón. De cara a la próxima cosecha, aguardan consolidar la producción.

La Voz de Galicia

Virginia, la madre que venció a la incomprensión.

Se quedó viuda muy joven, con dos hijas discapacitadas a su cargo. «Nunca as escondín», dice.

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«Foi unha vida dura», se me escapa sin que pueda evitarlo. Las arrugas del rostro de Virginia se ponen en movimiento y componen una de esas sonrisas, entre serena y pícara, con las que lleva toda la mañana sorprendiéndome. «Foi a vida que me tocou», responde. Y sigue: «E aínda non foi mala. Nunca nos faltou o pan, e sempre puiden ter as miñas meniñas ben atendidas». Esas niñas de las que habla están junto a nosotras. Mari Carmen, Muchiña, la mayor, es una pequeña de cinco años atrapada en el cuerpo de una mujer de sesenta y tantos. Araceli -o Celina, como la llaman-, es coqueta y hacendosa. Ya ha cumplido 61, aunque tal vez no sea consciente de ello. «¡Miñas meniñas do meu corazón!».

A Virginia le han rendido un homenaje en Valga, en el Centro ocupacional para personas con discapacidad. Le han dado un ramo de flores y le han agradecido el ejemplo dado. Porque esta pulcra mujer -nunca le gustaron las estridencias ni en el atuendo ni en los peinados- se empeñó en que sus hijas exprimiesen al máximo su vida. Y eso, en la Valga de mitad del siglo pasado, suponía un reto. Virginia, que no pedía nada que no pidan todas las madres, se negó a poner a sus niñas en el ángulo oscuro de la casa. Todo lo contrario: las llevó allá donde ella fue, les enseñó todo lo que lograron aprender, se dejó la piel trabajando para reunir el dinero necesario y mandar a Celina, la pequeña, a un colegio en el que lograse sacar lo mejor de sí. E hizo todo eso sin quejas, ni lamentos, ni protestas. «Foi a vida que me tocou», resuena la voz de Virginia. «E aínda non foi moi mala»…

Es verdad que, desde niña, fue entrenada para soportar el dolor. Su padre, que fue alcalde de Valga durante la República, tuvo que huir a América. Nunca regresó. «Queríano matar… E non fixera nada. Era un bo home, o meu pai», reflexiona en voz alta. Su madre, otra mujer corajuda, se empeñó en sacar adelante a sus muchos hijos, y lo hizo. Y quizás fue su ejemplo el que permitió a Virginia afrontar, después, todo lo que vino.

Aún no habían celebrado muchos aniversarios su marido y ella cuando un camión se cruzó en el futuro de la pareja. Arrolló la moto y mató a al esposo y padre cuando volvía a casa después de trabajar. Detenemos aquí la narración porque, justo aquí, es donde la detiene Virginia. Quizás hay dolores que no acaban de pasar. Pero nuestra heroína enseguida se recompone: hace una carantoña a sus hijas y recobra el ánimo. Recuerda que, a principios de los sesenta, fue una de las primeras valguesas que cobró una pensión de viudedad. Entre ese dinero y su trabajo incesante, de sol a sol, logró sacar a sus hijas adelante. Contó, lo reconoce, con el apoyo de los vecinos. «Non teño queixa ningunha da xente, con nós todo o mundo se portou moi ben», dice.

Virginia, que tiene una memoria prodigiosa, recuerda la huerta trabajada hasta la extenuación, y la vaquiña con cuya leche logró compensar su magra pensión. Esta la invirtió, durante muchos años, en pagar la estancia de Celina en el Sagrado Corazón de Betanzos. Iba a verla cuando podía. «Cargabamos un taxi e levabamos unha empanada de polo e dous biscoitos», narra Virginia. Luego, cuando las tres mujeres de la casa volvieron a reencontrarse, ya no se separaron más. «Ás vodas que houbo na redonda fomos a todas, as tres xuntas», cuenta Victoria. Y la lista de excursiones y viajes en los que han participado es enorme. Por no faltar, no han faltado ni a la grabación de varios programas de la Televisión de Galicia, donde han trabado amistad con personajes como Isi. «? moi bo rapaz. Mira, que cando foi a festa da caña e veu el dar o pregón, en canto nos viu achegouse onda nós e encheunos de abrazos e de bicos».

Muchiña y Celina escuchan atentamente a su madre. Estamos en la entrada de una casa que, con el paso de los años, se ha ido acomodando a las necesidades especiales de sus habitantes. En una esquina está el Belén, primorosamente montado por la hija pequeña.

Flor, que así se llama la mujer que acude todos los días a la vivienda para echar una mano en lo que haga falta, afirma que las dos hermanas se quieren mucho. «Araceli está moi pendente da súa irmá», nos cuenta mientras salimos a dar un paseo por la huerta que Virginia, a sus casi noventa años, sigue trabajando «en canto pode escapar para ela». De regreso a casa, toca despedirse de esta mujer hecha de hierro y amor. «Non sei canto tempo vou estar aquí», dice. Y en sus ojos relampaguea, apenas un instante, una sombra de inquietud.

La Voz de Galicia

Los adornos de luz le cuestan a los concellos más de 60.000 euros.

Las luces de colores vuelven una Navidad más a inundar las calles y plazas de Arousa. Pontecesures fue el último concello en darle al interruptor, el pasado lunes, con el encendido de siete de sus ocho arcos y de un gran árbol en la plaza de Pontevedra. Mientras, en Catoira siguen esperando a las guirnaldas empiecen a alumbrar en la PO-548 y la rúa Estación, porque la empresa contratada para este fin no acaba de rematar el trabajo, y en A Illa lo harán el viernes. Pero, en general, las luces de Navidad están ya a pleno funcionamiento.

Los más madrugadores fueron los concellos de Vilagarcía y Cambados, que lucen arcos, árboles y demás elementos decorativos desde el 4 de diciembre, aunque no sin alguna incidencia. El árbol de la Praza de Galicia se fundió nada más estrenarse y sobre el árbol de la Praza do Concello de Cambados colisionó la semana pasada un coche que lo dejó mal parado de forma provisional. Los árboles siguen siendo un elemento indiscutible en estas fechas. Vilagarcía y Cambados tienen tres respectivamente, y los hay también en Vilanova, en Ribadumia, O Grove, A Illa, Valga y Pontecesures. En cantidad, lo que más abundan son las populares guirnaldas o arcos sobre la carretera aunque últimamente también se están imponiendo los adornos sobre las farolas y las fachadas de edificios públicos.

El gasto que supone encender la Navidad en la calle corre a cargo de las arcas locales. Frente a los 18.000 euros que invierte el Concello de Vilagarcía se sitúan los 2.000 euros de Catoira o los 1.000 de Pontecesures, que pasan por ser los municipios más pequeños de la zona. Todavía hay quien gasta menos. En Valga, desde hace tres años solo colocan adornos en dos puntos, el consistorio y el Belén de Campaña, en aras de la austeridad que impuso la crisis. El montante global por este concepto en O Salnés y Baixo Ulla supera los 60.000 euros, sin contar el gasto por consumo eléctrico.

Los núcleos urbanos son los que salen mejor parados frente a las parroquias que, en el mejor de los casos, consiguen alguna guirnalda al lado de la iglesia o en la carretera principal.

Los comerciantes, caso de los de O Grove y Meaño, también contribuyen a sufragar el alumbrado, no en vano son los más interesados en que las calles luzcan lo mejor posible para incentivar las ventas.

Vilanova se sale del guion. Más allá del árbol luminoso situado delante de la cofradía y de los setenta arcos de luz distribuidos por el centro urbano y las parroquias, el Concello contrató este año una «aldea de luz» que alumbra desde hace una semana en el Xardín Umbrío, con su casita de madera y sus ciervos, pensando, sobre todo, en los más pequeños de la casa. fotos mónica ferreirós y Mónica irago

Una moda en alza. Vilagarcía fue el primero y el año pasado se sumaron a este carro Cambados y Vilanova. Los grandes árboles de bombillas en forma de cono son cada vez más habituales.

De todos los colores y formas. Cambados no escatima luz en la Praza do Concello pero los adornos jalonan todo el centro, desde San Tomé a Fefiñáns pasando por la plazas Cabanillas y Asorey.

Motivos muy navideños. Campanas, ángeles, velas, estrellas, muérdago… son los elementos más recurrentes en las guirnaldas y demás elementos decorativos en estas fechas.

18.000

Vilagarcía

Ravella gasta 4.000 euros más que el año pasado

7.000

Ribadumia

El Concello habla de un gasto similar al 2014 y más adornos

1.000

Pontecesures

Contrató la instalación de ocho arcos y un gran árbol

XA TEMOS GA?ADORES NO CONCURSO DAS TAPAS DE MATANZA

Efectuado hoxe ó mediodia o sorteo dunha cesta de productos típicos ??da matanza? entre todos/as os/as participantes no concurso ??Tapas de Matanza? que depositaron o boleto nalgun dos establecementos hostaleiros, resultou gañadora SANDRA IGLESIAS ESPADAS.
Asimesmo, no reconto de votos emitidos para saber que establecemnto saiu elixido coa tapa gañadora, Amadou o maior número de votos, sendo polo tanto o gañador, a GASOLINERA A PALMEIRA.

O listado de votos foi o seguinte:
1º.- A Palmeira 14 votos
2.º- Casa Chaves 12 ?
3º.- Banhoff 5 ?
4º.- Pizzeria Bambino 4 ??
5º.- Isidro 4 ?
6º.- O Meco 3 ?
7º.- Café Bar Mambís 1 ?
8º.- Nu-2 1 ??
9º.- Carabela 1 ??

Contabilizáronse tamén 3 votos nulos.

A última hora da mañá e hoxe os premiados pasaron a recoller os premios.

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Sandra recolleu seu premio, unha cesta de productos da matanza de mans d alcaldesa, Cecilia Tarela.

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José, o encargado da gasoliñeira A Palmeira, recolleu de mans do concelleiro de promoción económica Roque Araujo, o diploma acreditativo de ter gañado o concurso de tapas.

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Foto dos premiados na edicion de 2015.

O CONCELLO DE PONTECESURES ABRE O PRAZO PARA A PARTICIPACI?N NA CABALGATA DE REIS.

O Concello de Pontecesures invita a participación de todos, nenos e maiores, na Cabalgata de Reis. Os interesados poden incribirse nas oficinas do Concello ata día 4 de xaneiro. A Cabagata de Reis será o martes 5 de xaneiro, sendo o lugar de reunión dos participantes nave de obras do concello ás 16.30 horas (saída da cabalgata ás 17.30 horas).
Recordase que en caso de choiva a recepción dos Reis Magos farase no Pavillón de Deportes.

Las «pesqueiras» del río Ulla y los «valeiros» están listos para la campaña de la lamprea.

Los pasillos ideados por los romanos para aprovechar el paso del preciado pez cartilaginoso por el cauce fluvial retoman todo su protagonismo dentro de tres semanas.

Las construcciones tradicionales ideadas por los romanos que se conocen como pesqueiras, ubicadas en el río Ulla, van a capturar lamprea de nuevo dentro de tres semanas. La Consellería de Medio Ambiente publicó ayer la orden que regula la explotación de estos elementos estratégicamente situados en el cauce fluvial que cobran una protagonismo especial en Teo, Padrón, A Estrada y Pontecesures.

Al mismo tiempo van a ponerse en marcha los valeiros, es decir, los pescadores que faenan desde embarcación y emplean la nasa butrón para capturar el preciado pez cartilaginoso.

Pero ahora todas las miradas se centran ya en esas pesqueras; grandes sillares de piedra alineados dentro del río, en situación perpendicular u oblicua al curso del agua.

Las primeras en ponerse en marcha serán las pesqueras de Areas (Herbón), del 4 de enero a 26 de marzo, mientras que en el tramo comprendido desde la pesquera de As Vellas (Herbón) hasta la pesquera de A Trapa (Herbón), ambas incluidas, se establece como periodo de pesca el que va desde 1 de febrero a 23 de abril.

Asimismo, en el tramo comprendido desde las pesqueiras de A Caseta y Furado (Carcacía) hasta la de Lampreeiro, en el lugar As Pesqueiras, la captura de lamprea está autorizada del 8 de febrero hasta el 7 de mayo.

En la Consellería de Medio Ambiente advierten de que el mismo día que finaliza el período autorizado en cada caso es obligatorio retirar las artes de pesca, que además solo pueden estar colocadas desde las 20 horas hasta las 8 horas del día siguiente.

Está prohibido realizar esta actividad, y por tanto las redes no pueden permanecer en las pesqueiras, desde las ocho de la mañana de los sábados hasta las ocho de la tarde de los lunes.

Hay una serie de limitaciones, como por ejemplo que en las pesqueras de Areas y As Vellas debe dejarse libre el canal central del río o que deberán emplearse redes que no causen daño a las demás especies piscícolas.

Faro de Vigo