La ruta de las tapas demuestra la versatilidad culinaria de la lamprea.

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Pimientos de piquillo rellenos de lamprea, en la «Carabela».

Los hosteleros de Pontecesures parecen satisfechos con el resultado de la ruta de tapas de lamprea llevada a cabo durante el fin de semana, como aperitivo de la gran exaltación del primitivo pez cartilaginoso que va a tener lugar el domingo en esta villa ribereña.

Con la citada ruta, en la que participaron una veintena de establecimientos, quedó patente la versatilidad culinaria de este producto, servido a los clientes al estilo bordelesa, a la francesa, en tulipas, sobre huevo tostado con croquetas y en empanadillas, entre otras presentaciones. En el restaurante Carabela la prepararon como relleno de pimientos de piquillo, y dicen que el resultado ha sido bueno. «El balance es positivo porque hemos tenido bastantes clientes atraídos por esta ruta de pinchos», destacan en dicho establecimiento, donde ayer a mediodía estuvieron a tope de comensales, tanto para tomar los pinchos como para almorzar, e incluso llegaron a agotar las existencias de lamprea. En otros locales no tuvieron tanta suerte, pero en líneas generales todos coinciden en que este tipo de iniciativas ayudan a promocionar el producto y la hostelería local.

Faro de Vigo

Colocan señales en la vía férrea convencional.

Hace unos días, y en trabajos efectuados de madrugada, se procedió por parte del ADIF a la colocación de señales en la vía férrea convencional. Varias de estas señales estuvieron acopiadas durante varios días en las proximidades de la Estación de Ferrocarril de Pontecesures y, en concreto alguna informativa de los puntos kilométricos se colocó, con su base de hormigón, muy cerca de los andenes.

Estas actuaciones hacen pensar que aún con la próxima entrada en servicio de la alta velocidad en todo el Eje Atlántico, se va a seguir apostando por la vía convencional en cuanto a la circulación de trenes de viajeros de proximidad. De lo contrario carecería de sentido invertir ahora en señales en la vía.

Esperemos que este sea un buen síntoma y nos anuncien en los próximos días los servicios con los que vamos a contar como de cercanías, que paren en las estaciones de Padrón, Pontecesures y Catoira, por la vía convencional, cuando entre en servicio la alta velocidad.

La ACP defiende el uso del ferrocarril y desea que se potencie en toda la comarca. Es un medio de transporte básico para el futuro.

Luis Ángel Sabariz Rolán
Concejal de ACP Pontecesures

Pajares invitó a los padroneses a hacer ??silencio interior?.

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El exrector de la USC abrió la Semana Santa aludiendo en su pregón a los actuales ??valores?.

El exrector de la Universidade de Santiago y catedrático de Física Carlos Pajares logró emocionar ayer a los padroneses con su pregón de la Semana Santa. Pajares hizo un canto a la esencia del ser humano e invitó a los asistentes a buscar la verdad que hay en el interior de cada uno.

«Semana Santa es tiempo de cuaresma. El tiempo de la Pasión de nuestro Señor no es tiempo de ponerse triste, sino de preparación interior para la resurrección. Por eso, es necesario hacer silencio y buscar en nuestro interior afrontando con valentía nuestra propia interioridad, desmontando fantasías engañosas sobre nosotros mismos», dijo.

En el pregón de Pajares no faltaron alusiones a los actuales valores del mundo: «la riqueza, la inteligencia, la notoriedad y el poder». Pajares invitó a «apreciar y agradecer la presencia del Señor en todas las cosas. Basta mirar y callar para escuchar su palabra. Basta hacer silencio dentro para escuchar su voz».

El Correo Gallego

Un cerdo de cien kilos por 400 euros.

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Los valgueses se reunieron en torno al banco del matarife para dar cuenta de un cochino tal y como se hacía antaño, o casi. Los vecinos vivieron una de esas fiestas familiares y vecinales que se vivían antaño, cuando eso de sacrificar puercos era algo de lo más frecuente en el rural. Además de dramatizar la matanza, paso a paso, se procedió a subastar al cerdo muerto y se desarrolló una comida con productos típicos en la que participaron unas 250 personas.

El Concello de Valga es especialista en eso de escenificar fiestas con sabor a pasado que sirven para recordar las raíces y costumbre de un pueblo. Lo hace con la «sementeira», la «malla» y tantas otras celebraciones casi rituales, como ayer se demostró con la matanza del cerdo.

Los vecinos, hombres y mujeres, niños y adultos, se reunieron para asistir al sacrificio de un animal de alrededor de cien kilos de peso que posteriormente fue subastado entre los presentes, haciéndose con él un vecino de Vilarello llamado Alfredo Rodríguez, por una cantidad de 400 euros.

Después llegó el momento del almuerzo, como no podía ser de otra manera a base de platos típicos relacionados con esos cerdos que tan bien se criaban en las casas del rural y tan sabrosos resultaban. Unas 250 personas dieron cuenta de «rixóns», zorza, cocido, «bolos de pote», filloas de sangre, morcillas y otros productos en un almuerzo que se prolongó durante casi todo la tarde y en el que no faltó la música, por lo que está de más decir que la animación fue absoluta.

Era el momento de contar anécdotas y repasar el discurrir de la matanza llevada a cabo por la mañana, cuando los asistentes pudieron ver cómo se sacrificaba al cerdo y se quemada para eliminar suciedad y pelos. Posteriormente se lavó a conciencia, para que no quedara rastro de ceniza ni de porquería de ningún tipo, antes de colgarlo como paso previo a ser descuartizado.

En definitiva, que se escenificó una matanza a la antigua usanza, de esas que se saboreaban con vinos del país, chupitos de aguardiente, un indudable espíritu de solidaridad y orden. Eran matanzas casi jerárquicas, en las que un especialista se ocupaba de acabar con el animal, los hombres realizaban las tareas antes expuestas y las mujeres se encargaban de limpiar las tripas y preparar cada trozo de carne.

Faro de Vigo