Los cuatro influencers gallegos que hicieron el Camino transitando Redondela.
La mayoría de los rostros conocidos que peregrinan a Compostela hacen el Camino Portugués, por lo que la villa padronesa acumula establecimientos de referencia para, por ejemplo, muchos influencers
No es de extrañar el encontrarse conrostros conocidos entre los peregrinosque, ahora menos al ser temporada baja, van llegando a Compostela. Cuántos lo habrán hecho de manera anónima, incontables a lo largo de los siglos que acumula el Camino de Santiago en sus diferentes variantes. Sin embargo, las expediciones que se conocen son las que han realizado diversos influencers estos últimos añoscon, con el patrocinio de la Xunta de Galicia o de alguna marca.
El gran beneficiado de todas estas dinámicas que sacan a las piernas famosas a caminar es el concello de Padrón, pues en la mayoría de casos transitan el Camino Portugués y suelen empezar desde Vigo o alrededores, pues dicen que es el más sencillo por ser mucho más llano que el Francés, por ejemplo, que cruza las montañas de Lugo. El fin de etapa se realiza de modo obligado en la hostelería padronesa, que recibe con gusto los cuerpos cansados de estas caras conocidas.
Son para destacar dos periplos peregrinos, todos ellos con parada en Padrón. El que hicieron de la mano de la Xunta Gala González, Xurxo Carreño, Martiño Rivas y Cristina Cerqueiras y, por otro lado, el de María Pombo y algunos amigos, patrocinado por su marca de ropa Tipi Tent. En este último estuvieron presentes nombres (o cuentas de Instagram, mejor dicho) como los de Marta Lozano, Teresa Andrés, Aina Simón o María de Jaime.
El desfile de entroido en Padrón fue de los más concurridos que se recuerdan
El de Padrón fue de los más concurridos que se recuerdan, con cerca de mil participantes en el desfile, lo que superó al último antes de la pandemia. El alcalde, Antonio Fernández Angueira, y la concejala de Cultura, Lorena Couso, destacaron este éxito y valoraron especialmente la participación de grupos locales. El concurso repartió 5.400 euros en premios. Los ganadores en cada categoría fueron «Se nos echó el tiempo encima», de Eneida León (comparsa local de más de diez miembros); «Ciklón», de la Asociación Cultural Ciklón, de Tomiño (más de veinte miembros); «Glamour», de la Asociación de Mulleres Rurais O Marco (hasta veinte miembros); «Soñando coa batuta», de Pablo Bouzón (infantil individual); «Godzilla», de Ángel Nine (individual adulto); y «Dos tontos muy tontos» (parejas).
El alcalde, Juan Manuel Vidal Seage, participó en la presentación
La vigesimoquina edición de la Festa da Lamprea do Ulla incluirá un menú degustación con tres elaboraciones —a la bordalesa, en empanada y en escabeche—, según confirmó el alcalde de Pontecesures, Juan Manuel Vidal Seage, en la presentación de la cita gastronómica por referencia del municipio, que tendrá lugar los días 25 y 26 de marzo, “coincidindo como é tradición coa celebración do San Lázaro”, añadió.
El objetivo de esta nueva presentación de la lamprea se debe a un intento de “darlle un novo pulo ó a festa”, posibilitando degustar esta plato “na súa presentación máis tradicional, á bordalesa, e tamén abrir un abano de posibilidades para que a xente que aínda é reticente a degustar este peixe entre nesa dinámica”, según explicó el primer edil.
Sobre el número de raciones que se habilitarán, el regidor, confía en disponer de unas 500, aunque avisa que “coas capturas que hai a día de hoxe sería inviable. Eu son optimista e creo que aínda queda un mes para reverter a situación e que a XXV edición da Festa da Lamprea estea á altura do seu prestixio”, apuntó. Asimismo, Vidal Seage no escondió su preocupación por el bajo número de capturas de esta especie, que “non están acompañando ao que se prevía”.
La cita gastronómico tendrá lugar en una carpa instalada en las inmediaciones del muelle de Pontecesures y contará con la actriz Isabel Blanco como pregonera. Aunque el precio todavía no es definitivo, el Concello prevé que sea de 30 euros por menú y bebida. Sin embargo, el alcalde indica que “ao mellor hai que reformulalo, porque non é o mesmo que a lamprea estea a 25 euros que aos 60 de agora”. Igualmente, los tiques se comprarán en la propia carpa, donde todos los elementos empleados serán reciclables.
Tapea lamprea
Por otra parte, el Concello asegura que está trabajando de mano de la hostelería para recuperar el Tapea Lamprea, cuya fecha de celebración se pone en duda a causa de la escasez del pescado. En principio, el gobierno local baraja dos posibilidades: Del 10 al 12 de marzo o del 3 al 5 de abril. Además, avanza nuevas actividades complementarias.
La localidad arousana celebrará su fiesta gastronómica los días 25 y 26 de marzo
Pontecesures tiene previsto celebrar la Festa da Lamprea los días 25 y 26 de marzo, coincidiendo con el San Lázaro. Este año, la fiesta se celebrará bajo una carpa que se pretende hacer especialmente confortable, intentando crear una experiencia acorde con la calidad del producto que se exalta. El deseo del Concello de «darlle un pulo» a la fiesta se dejará ver, por ejemplo, en el menaje que se va a utilizar, que será reciclable a fin de que la fiesta tenga el menor impacto ambiental posible.
Otro de los giros que se dará al evento será que se pondrán a la venta menús degustación que incluirán tres preparaciones: a la bordelesa, en empanada y en escabeche. La intención del Concello es cocinar medio millar de esos menús, para lo que precisarían al menos 200 lampreas. Algo que en estos momentos, dice el alcalde, se antoja «bastante difícil». Una cuestión que está sin fijar es el precio que se cobrará por los mismos, ya que todo va a depender de «como evolucionen a campaña, as capturas e os prezos».
Por lo demás, durante un fin de semana que se pretende convertir «nun monográfico sobre a lamprea», se organizarán varias actividades dirigidas a la rapazada, a fin de que puedan conocer tanto al pez que da lugar a la fiesta, como a los métodos que se utilizan para su captura, sea en el Ulla, sea en el Miño. Por último, y dadas las peculiaridades y particularidades de la lamprea, se va a organizar una demostración de cocina en vivo. Un evento que a buen seguro sorprenderá a todas aquellas personas que desconozcan el exigente proceso de limpieza y preparación de este manjar.
La operadora, cuyo propósito inicial era hacerlo en febrero, no pone fecha para una medida que supondrá seis frecuencias más
Con la cúpula del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana en ascuas a raíz de la dimisión de su número 2, la secretaria de Estado Isabel Pardo de Vera, y del presidente de Renfe, Isaías Táboas, hay grandes intervenciones sobre las que se proyectan sombras, como la conexión de alta velocidad a través de Cerdedo que el alcalde de Vigo, Abel Caballero, reclama infatigable desde hace años. Pero también decisiones mucho más modestas que, pese a su sencillez, ejercen una incidencia directa sobre el día a día de miles de gallegos. Una de ellas tiene que ver con la recuperación de las seis frecuencias de ferrocarril entre Vilagarcía y Santiago que desaparecieron al hilo de la pandemia. La operadora aseguró ayer que su intención sigue siendo rescatar esos trenes, que en el argot ferroviario se denominaban cortos. Aunque, obviamente, no será ya en febrero, tal y como se había anunciado en noviembre. La idea, confirma la compañía, es hacerlo en cuanto sea posible, sin que por ahora haya una fecha sobre la mesa.
Fuentes ferroviarias calculan que el rescate de estos seis servicios, que unían ambas ciudades sin prolongaciones hacia A Coruña o Vigo, podría plantear algún problema de tipo logístico, aunque de ningún modo insalvable. Para empezar, porque la flota de convoyes regionales parece suficiente para ponerlos de nuevo en marcha.
Se trata, desde luego, de una medida que daría oxígeno a uno de los tramos más saturados del principal eje del ferrocarril gallego. Basta comprobar cómo, para hoy mismo, la posibilidad de viajar entre Compostela y la capital arousana se limita a los primeros trenes de la mañana. A partir de las 10 horas, las únicas plazas disponibles son las que se reservan para las personas que padecen problemas de movilidad.
El tercer trayecto más usado
No faltan razones que justifiquen la necesidad de recuperar las frecuencias perdidas. Cierto que dos factores recientes han distorsionado cualquier lectura estadística. El primero, la pandemia desatada por el coronavirus, con todas las consecuencias que ha acarreado sobre la movilidad. El segundo es la emisión de los bonos que permiten viajar de forma gratuita en los trenes regionales y de media distancia, que ha disparado la utilización del ferrocarril. Pero la Estratexia Galega de Mobillidade, el amplio análisis que la Xunta acaba de presentar sobre la forma en la que los gallegos se desplazan y se comunican, incluye un estudio, previo al confinamiento, que refleja con claridad la importancia del trayecto que une Vilagarcía con Santiago. Este es, de hecho, el tercer tramo con un mayor número de usuarios (313.000 personas en el 2019) de Galicia, solo por detrás de las conexiones entre A Coruña y Santiago y de Santiago con Vigo.
Es más, entre los doce viajes que cuentan con un mayor volumen de viajeros figuran tres que pivotan en la capital arousana: además de la comunicación con Santiago, la de Vigo con Vilagarcía y la de A Coruña con Vilagarcía. Ninguna de las tres dejó de crecer en los tres años analizados. Juntas, sumaron en el 2019 571.000 viajeros, lo que supone el 16,6 % del movimiento que entonces registraron las principales estaciones de la comunidad.
Un servicio que se detenía en Padrón y Pontecesures, pero no en Catoira
Pese a que no ha concretado la fecha para la recuperación de las seis frecuencias entre Vilagarcía y Santiago, fuentes de Renfe en Galicia señalan que el objetivo sigue apuntando a los primeros meses de este año, por lo que no debería demorarse. La operadora tendrá, entonces, la oportunidad de corregir algunos sinsentidos que lastraban el funcionamiento de los trenes cortos.
El principal es, sin duda, el olvido de Catoira, una estación que carecía de escalas en esas seis frecuencias (tres de ida y tres de vuelta), que sí se detenían, en cambio, en las de Padrón y Pontecesures. Catoira era escenario, eso sí, de una parada técnica, para que los convoyes pudiesen cruzarse, por no comercial. El otro punto no del todo bien planificado afectaba a unos horarios manifiestamente mejorables para el trabajo o el estudio.