La coral Santa Comba de Cordeiro cantará en un concierto benéfico en O Grove.

Tras el espectáculo ofrecido hace unos días en la Casa da Terceira Idade, la música de corales se traslada ahora a la iglesia de San Martiño de O Grove, esta vez con repertorios centrados en los villancicos. La cita es el día 10, desde las 20.00 horas, y tiene fines benéficos, ya que se organiza desde la coral de la cofradía para ayudar a Cáritas. Participan la propia Coral da Confraría San Martiño, su coro infantil, los niños de la Coral San Lorenzo de Belesar (Baiona), la Coral Polifónica Santa Comba de Cordeiro (Valga) y la formación perteneciente a la Asociación de Xubilados e Pensionistas (Asxupen) de O Grove.

Faro de Vigo

Santiago y Padrón, tantos años estrechando lazos que corren «o risco de repetirse».

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Padrón y Santiago volvieron a unir lazos. Y van unas cuantas ediciones de confraternidad de dos comunidades unidas por el jacobeo. «� un día importante para Padrón y Santiago, indiscutiblemente unidos», dijo el regidor padronés, Antonio Fernández Angueira, ayer invitado de honor de la corporación compostelana.

Martiño Noriega ratificó la afirmación de su homólogo y se refirió a los vínculos entre las dos poblaciones. Son tantos años los que lleva celebrándose el hermanamiento, con presencia de Padrón en las fiestas de Santiago y a la inversa, y con discursos de ahondamiento en las relaciones mutuas, que Noriega indicó que se corría «o risco de repetirnos cada ano».

La fiesta, además de lo protocolario, es una oportunidad, según los munícipes, de «falar de cuestións en beneficio das dúas localidades». Noriega y Angueira, en un clima de gran cordialidad, comentaron las peripecias del Apóstolo y escucharon juntos desde el balcón de Raxoi, con sus respectivos ediles, el concierto al unísono de las bandas de Santiago y Padrón, muy aplaudidas.

La Voz de Galicia

Padrón tiene un prodigio de la música.

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Daniel Otero, de 27 años, firma un impresionante currículo que no para de crecer.

Padrón tiene un prodigio de la música. Se llama Daniel Otero Carneiro, tiene 27 años y en unos días se marcha a Italia para tocar con la prestigiosa orquesta de la Academia Nacional de Santa Cecilia de Roma, con la que hará una gira por este país, para después ir a Edimburgo en agosto.

Daniel Otero estudia Música desde los 6 años y acaba de licenciarse en la especialidad de trompa por el Conservatorio Superior de Música de Vigo, con matrícula de honor en el concierto de fin de carrera. Por tal motivo, la Consellería de Cultura le financió la grabación de un disco.

Con 27 años, tiene un currículo impresionante de formación y conciertos por España y Europa, sobre todo, aunque en Estados Unidos fue invitado a participar en las pruebas de la orquesta filarmónica de Nueva York.

«Non me acordo doutra cousa que non sexa estudar música», asegura el joven en alusión a la edad temprana con la que empezó su trayectoria. Bien encaminado por sus padres, también apasionados de la música, Daniel inició sus estudios en la Escuela de Música Municipal de Padrón, en la que da clases, para tocar con la Banda Municipal padronesa, de la que aún es miembro. Empieza a recibir clases particulares y, gracias al nivel alcanzado, a los 12 años ya da un concierto como solista con la Orquestra do Conservatorio Histórico de Santiago.

Estuvo becado durante tres años en la Escola de Altos Estudios Musicais de Galicia, en la que realizó citas orquestrales con Maximino Zumalave y Jordi Mora, entre otros. A través de este centro, con 15 años tocó con la Real Filarmonía de Galicia y recuerda que no le pudieron pagar porque «non estaba en idade laboral». También estuvo en la Orquestra Xove da Sinfónica de Galicia y, en 2007, fue el ganador del concurso de Xóvenes Intérpretes Solistas, en la modalidad de dúos. No obstante, el salto cualitativo en su corta carrera lo dio en el año 2011, cuando realizó un máster en Roma, que «me abriu as portas a outro nivel» y lo encaminó a entrar en la Lucerne Festival Orchestra, con el director Claudio Abbado, con la que realizó varias giras, invitado en este caso por su profesor en Roma, Alessio Allegrini.

Sin darle importancia, Daniel Otero cuenta que tiene renunciado a ir a alguna orquesta «por estar tocando con outra», al tiempo que sigue con su formación musical acudiendo a clases particulares en Roma y pendiente de un máster europeo.

El joven padronés está empezando su carrera pero tiene claro los objetivos. El primero pasa por tener plaza estable en una orquesta sinfónica, «pero cando xurda, polo de agora vou facendo probas», explica Daniel Otero, que tampoco descarta dedicarse a la docencia. De hecho, imparte clases en Padrón, Silleda, Vigo y Santa Cruz de Ribadulla.

Se formó como músico a la par que realizaba sus estudios obligatorios e incluso fue al examen de Selectividad, pero no llegó a matricularse en la universidad porque tenía su futuro claro ya desde los nueve años, cuando le dijo a su madre, Conchita Carneiro, «eu vou ser músico. A esa idade marcou o seu camiño e xa non o deixou», cuenta la progenitora.

Daniel Otero confiesa que, «se me paro a pensar non sei moi ben como compaxinei os estudos obrigatorios coa música» ya que, en su opinión, Galicia y España, en general, no facilitan dicha formación, como sí lo hace, por ejemplo, Portugal. De hecho, el músico padronés considera que España está «a cola ou entre os últimos países en cultura musical». Todos los días le dedica una hora u hora y media, como mínimo, a tocar la trompa. Cuenta su madre que, «aparte de valer para a música, porque sempre tivo moito oído ou sentido do ritmo, el tamén se sacrificou moito pola música». Y ahí está su trayectoria con 27 años.

La Voz de Galicia

La cantata Carmina Burana llega al Auditorio de Valga traducida al gallego y con enorme expectación.

La Asociación Cultural Musival y la Banda de Música Municipal de Valga animan a los ciudadanos a participar en el concierto que ofrecerán el domingo desde las 21.00 horas en el Auditorio Municipal sito en Ferreirós (Cordeiro). Interpretarán, de forma completa, la cantata de Carl Orff Carmina Burana, «por primera vez traducida y adaptada al gallego».Las entradas cuestan 5 euros, aunque ya no quedan muchas, debido a la enorme expectación que ha despertado este espectáculo.

Faro de Vigo

El hombre que hizo gallega a Carmina Burana.

La cantata, por primera vez traducida a nuestra lengua, será presentada en Valga este verano.

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El profesor de música. Esa es la mejor manera de presentar a Manuel Villar, el hombre que ha logrado colocar a Valga en el mapa sonoro de Galicia. �l está detrás de ese maravilloso milagro que es la escuela municipal de música, que en los bajos del auditorio de Cordeiro se ha convertido en una cantera de talentos. Y él es el que, batuta en mano, se pone delante de la banda de la localidad concierto tras concierto. Ahora, Manuel Villar se ha embarcado en un proyecto colosal, casi titánico: el montaje de Carmina Burana. Les sonará el nombre, aunque solo sea gracias a aquel conselleiro de Cultura que, hace unos años, desataba la hilaridad nacional al aplaudir a «Carmina Burana, una de las buenas cantantes de Galicia».

Resbalaba con esas palabras el conselleiro cuando pretendía publicitar un concierto de la Sinfónica de Galicia que ha sido, hasta ahora, la única que aquí se ha atrevido con la colección de cantos medievales musicados, a principios del siglo XX, por Carl Orff. «Pero eles fixérona en latín», matiza Villar. Su propuesta, que será presentada el 3 de julio al público, va aún más allá. Es «unha tradución íntegra dos textos medievais ao galego, con música do século XX feita por músicos galegos e pensada para o público do século XXI, con máis de 150 artistas no escenario». Ahí es nada.

A Manuel Villar este proyecto lleva tiempo dándole vueltas en la cabeza. Era una de esas ideas que regresan cada vez que bajamos la guardia, y el verano pasado empezó a tomar cuerpo. Se alquilaron los derechos para su representación y, a partir de ahí, comenzaron largas jornadas de trabajo. En ellas, Manuel no estuvo solo: se había buscado una buena tripulación. Empezando por Raúl Gómez, licenciado en Filoloxía Clásica y profesor de Latín, sobre el que recayó la misión de traducir las palabras escritas hace siglos por monjes y juglares. Imaginarán que semejante trabajo llevó su tiempo. «Non era só traducir o texto. Con el xa en galego, tivemos que facer a adaptación musical… Foron moitas horas, moitas noites ata as tres ou catro da madrugada pasando frase a frase», hasta conseguir que palabra y música se fusionasen con la armonía escrita por Carl Orff.

El esfuerzo mereció la pena. Manuel y Raúl descubrieron la magia de unos textos en los que se habla de amor, de vino, de vida. «Son unhas letras moi actuais, que van sorprender á xente, seguro», dice el maestro mientras las repasa con la mirada, recitando algunos pasajes con el énfasis de un auténtico devoto de los versos medievales. Con esa parte del trabajo resuelto, apenas hubo tiempo para coger aire y seguir avanzando. La meta no se cruzará hasta el 3 de julio, cuando se presentará la pieza. Sobre el escenario se moverán 150 artistas. A fin de cuentas, hablamos de una cantata escénica para tres solistas, un coro de niños, orfeón y banda sinfónica.

Buen conocedor de todo el talento que hay en Valga, Manuel Villar -ahora convertido en director artístico de Carmina Burana- decidió apostar por los integrantes del coro infantil de la escuela municipal de Música; y por los integrantes de la banda municipal. Lo que no podía cubrir con recursos propios, lo buscó alrededor, eligiendo entre los mejores profesionales de Galicia: el Coro Gli Appassionati (Vigo), la soprano Esperanza Mara, el tenor Enrique Alberto Martínez y el barítono Eliseu Mera.

Todos llevan tiempo trabajando con las partituras y el libreto. Todos saben bien qué le toca hacer y en qué momento. Aún así, es necesario abordar el ensamblaje final. Hacia finales de mes, las piezas se irán reuniendo. Primero poco a poco, con ensayos «a la italiana». Luego, todos juntos. Serán esos los ensayos generales, que tendrán lugar el jueves 30 y el viernes 1. Luego llegará la hora de la verdad. Cualquier otra persona estaría al borde de un ataque de nervios. Puede que Manuel también lo esté. O no. Su fe en el trabajo serio y riguroso, en el esfuerzo y la música, es inquebrantable.

Dirige la escuela de música de Valga y lleva la

batuta en la banda de la localidad, que se ha convertido en un cantera de grandes artistas.

Se ha especializado en hacer magia y en sacar adelante grandes proyectos con los recursos justos. Esta vez, se atreve con una pieza de Carl Orff con la que solo se ha atrevido, aquí, la Sinfónica de Galicia.

La Voz de Galicia