Los valgueses vuelven a convertir el enfrentamiento deportivo de las «Olimpiadas da Aldea» en una fiesta.

Los vecinos se reúnen en la playa fluvial de Vilarello para competir en diversas actividades.

Los ciudadanos de Valga vuelven a enfrentarse entre ellos, aunque de una forma deportiva, amistosa y entretenida. Se trata de las «Olimpiadas da Aldea», que se incluyen en la décimo primera «Festa da Xuventude» y se celebran el fin de semana que viene en la playa fluvial de Vilarello.

Con eliminatorias el sábado, desde las 15.30 horas, y las fases finales el domingo, a partir de las 16.30 horas, los valgueses van a competir a juegos como brilé, «turrasoga», esquís cooperativos y «xirarei», con equipos masculinos y femeninos formados por cuatro integrantes y dos suplentes que optarán a un primer premio de 150 euros, reservándose 75 para el segundo clasificado.

A mayores se celebrará el tradicional «Mundialito», también para hombres y mujeres, con 375 euros a repartir entre los tres primeros equipos, de tres integrantes y dos suplentes.

Otra de las competiciones es «Body Sponxa», en este caso con 90 euros para los tres primeros puestos. Desde el Concello de Valga, que organiza esta celebración deportiva y lúdica, explican que la aldea que consiga más medallas «será la ganadora absoluta de las Olimpiadas», además de entregarse premios a la deportividad.

Otras citas

No es, ni mucho menos, la única cita festiva en la localidad valguesa, donde, por cierto, hasta el jueves aún puede verse la exposición de trabajos realizados por la Asociación Artesanal Palilleiras de Valga.

Es en la planta baja del Auditorio Municipal de Cordeiro donde pueden verse decenas de artículos elaborados por las integrantes de dicha entidad.

En ese mismo escenario será posible escuchar Carmina Burana, de Carl Orff, una recopilación de canciones profanas (de ahí su nombre en latín) realizada a mediados del siglo pasado que contiene piezas cantadas por coros (que también ejecutan una compleja escenificación) en latín vulgar y francés y alemán medievales.

El coro y la banda

Es una cantata escénica para tres solistas, coro infantil, orfeón y banda sinfónica adaptada y cantada en gallego. En el cartel figuran como solista la soprano Esperanza Mara, el tenor Enrique Alberto Martínez y el barítono Eliseu Mera.

Junto a ellos, el coro infantil de la Escuela de Música de Valga, dirigido por Tomás Rábanos; el coro Appassionati, con batuta de Nuria Lorenzo; y la Banda de Música Municipal de Valga, a las órdenes de Manuel Villar.

La cita es el domingo que viene en el Auditorio de Valga, a partir de las 21.00 horas.

Faro de Vigo

El hombre que hizo gallega a Carmina Burana.

La cantata, por primera vez traducida a nuestra lengua, será presentada en Valga este verano.

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El profesor de música. Esa es la mejor manera de presentar a Manuel Villar, el hombre que ha logrado colocar a Valga en el mapa sonoro de Galicia. ?l está detrás de ese maravilloso milagro que es la escuela municipal de música, que en los bajos del auditorio de Cordeiro se ha convertido en una cantera de talentos. Y él es el que, batuta en mano, se pone delante de la banda de la localidad concierto tras concierto. Ahora, Manuel Villar se ha embarcado en un proyecto colosal, casi titánico: el montaje de Carmina Burana. Les sonará el nombre, aunque solo sea gracias a aquel conselleiro de Cultura que, hace unos años, desataba la hilaridad nacional al aplaudir a «Carmina Burana, una de las buenas cantantes de Galicia».

Resbalaba con esas palabras el conselleiro cuando pretendía publicitar un concierto de la Sinfónica de Galicia que ha sido, hasta ahora, la única que aquí se ha atrevido con la colección de cantos medievales musicados, a principios del siglo XX, por Carl Orff. «Pero eles fixérona en latín», matiza Villar. Su propuesta, que será presentada el 3 de julio al público, va aún más allá. Es «unha tradución íntegra dos textos medievais ao galego, con música do século XX feita por músicos galegos e pensada para o público do século XXI, con máis de 150 artistas no escenario». Ahí es nada.

A Manuel Villar este proyecto lleva tiempo dándole vueltas en la cabeza. Era una de esas ideas que regresan cada vez que bajamos la guardia, y el verano pasado empezó a tomar cuerpo. Se alquilaron los derechos para su representación y, a partir de ahí, comenzaron largas jornadas de trabajo. En ellas, Manuel no estuvo solo: se había buscado una buena tripulación. Empezando por Raúl Gómez, licenciado en Filoloxía Clásica y profesor de Latín, sobre el que recayó la misión de traducir las palabras escritas hace siglos por monjes y juglares. Imaginarán que semejante trabajo llevó su tiempo. «Non era só traducir o texto. Con el xa en galego, tivemos que facer a adaptación musical… Foron moitas horas, moitas noites ata as tres ou catro da madrugada pasando frase a frase», hasta conseguir que palabra y música se fusionasen con la armonía escrita por Carl Orff.

El esfuerzo mereció la pena. Manuel y Raúl descubrieron la magia de unos textos en los que se habla de amor, de vino, de vida. «Son unhas letras moi actuais, que van sorprender á xente, seguro», dice el maestro mientras las repasa con la mirada, recitando algunos pasajes con el énfasis de un auténtico devoto de los versos medievales. Con esa parte del trabajo resuelto, apenas hubo tiempo para coger aire y seguir avanzando. La meta no se cruzará hasta el 3 de julio, cuando se presentará la pieza. Sobre el escenario se moverán 150 artistas. A fin de cuentas, hablamos de una cantata escénica para tres solistas, un coro de niños, orfeón y banda sinfónica.

Buen conocedor de todo el talento que hay en Valga, Manuel Villar -ahora convertido en director artístico de Carmina Burana- decidió apostar por los integrantes del coro infantil de la escuela municipal de Música; y por los integrantes de la banda municipal. Lo que no podía cubrir con recursos propios, lo buscó alrededor, eligiendo entre los mejores profesionales de Galicia: el Coro Gli Appassionati (Vigo), la soprano Esperanza Mara, el tenor Enrique Alberto Martínez y el barítono Eliseu Mera.

Todos llevan tiempo trabajando con las partituras y el libreto. Todos saben bien qué le toca hacer y en qué momento. Aún así, es necesario abordar el ensamblaje final. Hacia finales de mes, las piezas se irán reuniendo. Primero poco a poco, con ensayos «a la italiana». Luego, todos juntos. Serán esos los ensayos generales, que tendrán lugar el jueves 30 y el viernes 1. Luego llegará la hora de la verdad. Cualquier otra persona estaría al borde de un ataque de nervios. Puede que Manuel también lo esté. O no. Su fe en el trabajo serio y riguroso, en el esfuerzo y la música, es inquebrantable.

Dirige la escuela de música de Valga y lleva la

batuta en la banda de la localidad, que se ha convertido en un cantera de grandes artistas.

Se ha especializado en hacer magia y en sacar adelante grandes proyectos con los recursos justos. Esta vez, se atreve con una pieza de Carl Orff con la que solo se ha atrevido, aquí, la Sinfónica de Galicia.

La Voz de Galicia

Una clarinetista de Valga en la orquesta nacional.

Lorena ha hecho valer su talento y sus largas horas de estudio y ha sido seleccionada entre 81 aspirantes.

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Lorena es una chica silenciosa y aplicada. Pero no se equivoquen. Que hable poco y en voz baja no indica ni debilidad de carácter, ni falta de ambición. Todo lo contrario. Lorena habla poco y con tono suave, sí, pero lo hace porque reserva toda su energía para que por ella hable su clarinete. Empezó a tocar ese instrumento en la escuela de música de Valga, y pronto lo afinará para tocar en la Joven Orquesta Nacional de España. Y es que nuestra joven promesa ha sido seleccionada para formar parte de este selecto grupo.

La joven valguesa no llegó hasta aquí por casualidad. La suya es una historia de duras pruebas superadas. Porque, desde que decidió dedicarse a tiempo completo a la música, no ha parado de sortear obstáculos. Primero estudió en Santiago y luego se trasladó a Madrid para cursar el grado superior de clarinete en el centro Catarina Burska. Tuvo que demostrar todo su talento para lograr que se le abriesen las puertas de esta academia. «? un centro privado e para entrar hai que facer unhas probas de acceso». Ella tuvo ración doble, porque la matrícula es muy cara, «así que tiven que facer outras probas para conseguir becas coas que poder pagar os estudos». También lo consiguió. Háganse una idea de lo mucho que vale esta joven.

Como ven, Lorena está acostumbrada a pasar exámenes. «Para os músicos, pasar probas é o pan de cada día», dice. Por eso, cuando oyó que se había convocado la selección de intérpretes para la Joven Orquesta Nacional de España, se apuntó sin pensárselo dos veces. «Pensei, ¿por que non? Dalgunha forma, era unha maneira de autoevaluarme». Tuvo que pasar una suerte de cásting inicial «para ver se me podía presentar as probas» y, cuando fue admitida, inició una gincana de exámenes. «Eramos 81 clarinetistas aspirantes para 14 prazas», señala.

La competencia iba a ser dura. Los exámenes también. «Fixéronnos probas de concerto, de solos orquestrais, de lectura a primeira vista de partituras…». Pero el talento de la valguesa volvió a brillar, y consiguió colarse entre los elegidos. Aún no sabe cuándo empezará a ensayar con la orquesta. Sea cuando sea, estará preparada. Siempre lo está, porque nunca descuida sus estudios. «Nesto da música tes que estar sempre enriba, non podes deixalo para outro día. Tes que adicarlle todo o tempo necesario». Y es mucho tiempo el que esta joven le entrega al clarinete con el único fin de seguir avanzando, de seguir mejorando, de no estancarse.

Lorena está encantada con su selección para la Joven Orquesta Nacional de España. Entre otras cosas, porque estando dentro de esta tiene más fácil «que me seleccionen para a banda euroepa». Ya ven que los sueños de esta joven valguesa no se acaban nunca, que siempre encuentra nuevos horizontes sobre los que poner los ojos. Pero eso no quiere decir que se olvide nuestra clarinetista de dónde viene, de cuáles son sus orígenes. Hace unos días, Lorena estuvo en casa. Los días de descanso en Valga le sirvieron para reencontrarse con sus compañeros de la banda municipal, con los que toca siempre que tiene ocasión. A fin de cuentas, la banda es como una segunda familia, y el auditorio de Cordeiro como una segunda casa. En ella, siempre tendrá las puertas abiertas.

La Voz de Galicia

La cofradía Hermandad del Nazareno luce su alfombra floral.

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En diferentes puntos de la comarca de O Salnés y los municipios del Ullán se celebra hoy la festividad del Santísimo Sacramento. Y en muchos de esos lugares es habitual elaborar alfombras florales que lucen en todo su esplendor durante las tradicionales procesiones, tal y como sucede en Pontecesures.

En este caso es la Cofradía Hermandad del Nazareno, formada hace cuatro años en el lugar de Carreiras, la que se emplea a fondo para que estas composiciones florales presenten su mejor aspecto.

El proceso es siempre el mismo. En los días previos a la celebración se acumulan las plantas necesarias y se clasifican por tamaños, formas o colores seleccionando cada parte de las flores, una a una. Y desde uno o dos días antes a la celebración de rigor -todo depende del tamaño de las alfombras a confeccionar- se desarrolla el laborioso proceso mediante el cual se crean verdaderas obras de arte cuidadosamente enmarcadas sobre el asfaltado o las aceras.

En el casos concreto de la Hermandad del Nazareno, sus integrantes desafiaban ayer a la lluvia para elaborar su manto de hojas y pétalos en A Plazuela, a las puertas de la iglesia parroquial de San Julián, con la esperanza de que el tiempo acompañe y hoy todos los vecinos puedan disfrutar de la presencia de este hermoso tapiz.

Algo parecido sucede muy cerca de allí, en la parroquia de Cordeiro (Valga), donde hoy a partir de las 19.00 horas se celebra la tradicional fiesta de la empanada y, como es habitual, la degustación se complementa con las actividades religiosas y la presencia de alfombras florales en el atrio de la iglesia.

Faro de Vigo

Cordeiro cocina su gran empanada llena de sabores.

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Este domingo, la Festa da empanada de millo do país de Cordeiro (Valga) cumplirá 24 años. Sus organizadores, los socios de la Asociación Cultural e Deportiva de esta localidad, están detrás de una fiesta que pretende ser una reivindicación de lo propio. Durante años, la empanada ganó fama debido a sus grandes dimensiones. De hecho, sigue siendo enorme. Pero ahora «dedicamos o noso tempo máis a mellorar a calidade dos produtos e a restaurar sabores tradicionais que se estaban perdendo na nosa comunidade». Y es que no solo se cuida el maíz con el que se hace el pan (corvo, pejo y real), sino que también se miman los rellenos. Los hay más o menos tradicionales y los hay que sorprenden, como el de cebolla con azúcar. Pasen y prueben.

Domingo. Desde las 19 horas. La ración de empanada se venderá a 2,5 euros. Los socios del Teleclub tendrán dos raciones gratis.

La Voz de Galicia

La fiesta que reúne a los mayores del Concello de Valga nunca falla.

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El pabellón polideportivo de Cordeiro volvió a llenarse, como ya es tradición, con la «Festa dos Nosos Maiores». Es una cita anual convocada por el Ayuntamiento de Valga que reúne a cientos de vecinos, y el domingo volvió a suceder. Después de una misa se reunieron todos los participantes en las instalaciones deportivas para asistir a un suculento almuerzo de confraternidad cuya sobremesa se prolongó hasta altas horas de la tarde. El alcalde, el conservador José María Bello Maneiro, volvió a presidir esta celebración en la que suena la música, se recuerdan viejas historias y se habla absolutamente de todo. Esta ha sido la edición número diecinueve de la fiesta de los mayores, que una vez más se ha mostrado como una apuesta segura para la Administración local. Y si los mayores fueron los protagonistas del domingo, ayer por la tarde lo eran los niños.

Faro de Vigo