«Despois de case 48 anos na Finsa, agora toca un descanso merecido».

La vecina de Rois Isabel Penedo Gaspar es historia viva de los últimos cincuenta años de la fábrica maderera Finsa de Padrón. En esta empresa empezó a trabajar en 1972 con 14 años y en ella acaba de prejubilarse con 61 años, tras casi 48 de actividad laboral reconocida. Cuando empezó, era la más joven y ahora de las que más antigüedad tenían. Empezó cuando la fábrica se limitaba a ser un aserradero de madera verde, en el que trabajaba su padre Urbito, con el que coincidió hasta el año 1981.

«Daquela era o traballo que había, aínda que mulleres éramos poucas e as que había eran maiores ca min», cuenta. En 1981 su padre sufrió un accidente y ya no volvió a incorporarse por lo que tuvo que adaptar los turnos a los horarios del autobús para ir y venir del trabajo hasta que en 1985 se quitó el carné de conducir.

En todos estos años, Isabel es consciente de que la fábrica «cambiou por completo». A nivel de instalaciones, que fueron ampliadas y modernizadas, pero también de trato, afirma. «Antes era unha fábrica máis humana; agora é máis comercial», asegura, pero aún así, añade, «quedei encantada coa empresa».

Isabel Penedo entró en la fábrica por mediación de su padre, como muchos otros en la empresa, pero sus hijos ya buscaron otros caminos laborales. En casi 50 años de actividad laboral, sus únicas bajas fueron las de maternidad porque, explica, «sempre gocei de boa saúde e espero seguir facéndoo». De este modo, ahora se dedicará a «atender a casa e a vivir un pouco a vida, que ata agora non saín de Rois, como quen di». Aún así, reconoce que «vou botar de menos a Finsa porque foi un traballo continuo de moitos anos, pero tamén porque deixo moitos compañeiros, tanto en Padrón como en Santiago, e tamén son unha persoa áxil». Pero también es consciente de que «é un descanso merecido, outra etapa da vida na que toca disfrutar», concluye.

La Voz de Galicia

Pulpería Rial se reinventa en su apuesta por la venta a domicilio.

Como otros muchos negocios que se han visto obligados a cerrar sus puertas y aplicar un ERTE a los trabajadores tras decretarse el estado de alarma por el covid-19, Pulpería Rial no ha querido permanecer inactiva. La suspensión de la Pascua y la Pascuilla dejó a los padroneses sin fiesta pero no se quisieron quedar sin la tradición de comer el pulpo. Así, y tras la avalancha de peticiones para que vendiera sus ricas raciones a domicilio, la empresa familiar, y por iniciativa del único trabajador de momento en activo, el encargado, Juan José Santana, se inició la venta a domicilio de las tradicionales raciones de pulpo, calamares y raxo. Hoy el negocio on-line ha ido creciendo y ya se ofrecen otras raciones y menús del día.

“La idea surgió con un doble objetivo, ayudar a la economía del negocio y, por otro, facilitar a la clientela que siguiera con la tradición de comer el pulpo en Pascua pero sin tener que arriesgarse al contagio, llevándoselo a su domicilio”. Y fue el propio Santana, que lleva 14 años trabajando en la empresa familiar de los Rial, quien se encargó de llevar los pedidos que se hacían a traves de WhatsApp (608359512) y en horarios cerrados: de 13.00 a 14.30 horas y de 21.00 a 22.30 horas.

El incremento de la demanda durante las “no fiestas” les permitió, ademas, contratar los servicios de O Búho, una empresa de reparto de la zona. Y es que Pulpería Ríal no solo reparte en Padrón y el resto de concellos de la comarca de O Sar (Rois y Dodro) sino que su clientela se extiende desde Santiago a Rianxo, pasando también por las localidades de Pontecesures y Valga. “Todo empezó por iniciativa del encargado. Mis padres tenían mucho dinero invertido en mercancía para las fiestas de Pascua y el cierre obligado fue un golpe muy duro, así que poder haber dado servicio en la Pascua alivia algo”, explica Begoña Rial, hija de los dueños y fundadores de la pulpería, José Manuel Rial y Lydia Angueira.

“Empezamos con el pulpo, los calamares y el raxo, pero ahora ya hemos ampliado la oferta y también damos croquetas caseras, jamón asado y tortilla. También desde hace poco, y para dar servicio a gente que ha tenido que seguir trabajando o ha vuelto al trabajo, ya ofrecemos menús del día”, cuenta la pequeña de la saga familiar.

Un menú del día compuesto por dos platos y que cuesta ocho euros más los gastos de envío. Si es en la villa y proximidades se pagan tres euros, pero si el pedido es para Santiago o Rianxo, por ejemplo, hay que pagar a mayores ocho euros.

También se puede elegir, si se quiere, solo un plato del menú, con lo que el precio baja hasta los seis euros.

“Ahora y desde hace unos días los clientes también pueden recoger su pedido en el establecimiento. Hay una mesa que separa al vendedor del cliente”, explica Begoña

Las ofertas de menús, raciones y bocadillos se pueden ver a diario en las redes sociales de Pulpería Rial: Facebook, Twiter e Instagram Estos días ofrece un plato especial con motivo de la celebración mañana domingo del Día de la Madre: carne ao caldeiro.

Visita obligada.

Pulpería Rial es uno de los negocios hosteleros familiares más emblemáticos de Padrón, lugar obligado de parada y visita los domingos de mercadillo para ir a comer el pulpo.

Abrió sus puertas, de la mano de Lydia Angueira y José Manuel Rial, el 11 de febrero de 1983, hace ya treinta y siete años, en la plazuela de Traviesas de la localidad coruñesa de Padrón.

El Correo Gallego

Horarios de autobuses Pontecesures/Vilagarcía co estado de alarma.

Saídas de Pontecesures para Vilagarcía nos días laborais: 8:00 e 16:00 horas.

Saída de Pontecesures para Vilagarcía os sábados: 9:00 horas.

Saída de Vilagarcia para Pontecesures nos días laborais: 14:30 horas.

Saída de Vilagarcía para Pontecesures os sábados: 12:15 horas.

Os domingos e festivos non hai servizo.

Os autobuses en Pontecesures saen do «Coche de Pedra». En Vilagarcía saen da Estación de Autobuses.