Un robo en un mesón de Cesures suma el tercer atraco a hosteleros de la villa en lo que va de semana.

Ni siquiera la mayor presencia policial que en las pasadas noches se registró en las calles de Pontecesures lograron evitar el tercer robo en lo que va de semana en un establecimiento de hostelería de la localidad.
Fue en la madrugada del jueves al viernes, en un mesón de la villa. Aunque no se sabe con exactitud a qué hora fue el suceso, tuvo que ser después de las dos de la mañana, porque en ese momento fue cuando el dueño del mesón A Pía cerró las instalaciones y se fue para su casa. Fue a la mañana siguiente cuando descubrieron el desaguisado.
Los ladrones entraron por la parte de atrás del local sito en el número 23 de la calle San Lois, tras forzar la puerta que da a la Plazuela. Se cree que buscaban dinero, pero como no lo encontraron, la emprendieron con el mobiliario del establecimiento y lo destrozaron. Rompieron la máquina registradora, las botellas que había almacenadas, los vasos y hasta las estanterías en las que se guardaban las bebidas. Después, se marcharon.
Es el tercer atraco en lo que va de semana. Antes del suceso en el mesón A Pía fueron víctimas de los ladrones los dueños del bar Sol y Mar y el de la cafetería Galicia, que incluso fue herido con una barra de hierro por el individuo encapuchado que lo atacó.
Escasez de agentes
Ante esta nueva oleada de robos, tanto la alcaldesa de Pontecesures como el concejal de Relacións Institucionais, Luis Ángel Sabariz, reiteraron ante la Subdelegación del Gobierno que se incrementase la vigilancia en la zona. De momento, sus ruegos no tuvieron mucho éxito.
Ante la escasez de personal en el cuartel de Valga, la Guardia Civil se vio obligada a enviar a agentes de otros cuarteles para incrementar las rondas en la localidad cesureña. Sin embargo, ni siquiera estos refuerzos lograron evitar que se produjese el tercer robo en lo que va de semana. No se sabe si todos ellos son autoría de los mismos delincuentes, pero el hecho de que se centrasen en locales hosteleros hace pensar que sí.

LA VOZ DE GALICIA, 24/01/09

Más vigilancia en Pontecesures.

Controles en Cesures
Los robos registrados en los últimos días en Pontecesures, obligaron a que la Guardia Civil incrementara la vigilancia en la zona. En la noche del miércoles, agentes de otros cuarteles de la comarca estuvieron en la villa para reforzar la ronda nocturna.

LA VOZ DE GALICIA, 23/01/09

Dos mil escolares del Ulla participaron en programas de prevención de drogas.

El plan mancomunado llegó también a padres y empresas de los municipios involucrados

Manuel Isorna, como coordinador del Plan de Prevención de Drogodependencias que desde hace años se lleva a cabo en los ayuntamientos de Catoira, Dodro, Padrón, Pontecesures, Rois y Valga, presentó ayer el balance de actividades realizadas el año pasado y que llegaron no solo a los escolares, sino también a los padres y a varias empresas del municipio interesadas en las iniciativas puestas en marcha para prevenir el consumo de drogas y animar a la población a adquirir hábitos saludables.
La parte fundamental del programa es la que se lleva a los escolares, tanto a los de los colegios de primaria como a los institutos de la zona. En total, se han beneficiado de las actividades algo más de dos mil alumnos, 2.042 en concreto. En los colegios se realizaron obradoiros de habilidades sociales y de bebidas saludables, se hizo uso del cine como herramienta preventiva y se llevaron a cabo actuaciones específicas con los adolescentes, además de programas de educación afectivo-sexual y prevención del sida.
La segunda parte de las acciones realizadas en los municipios integrados en el plan estaba dirigida a los padres y las familias. Así, se pudieron en marcha escuelas de padres y obradoiros de comunicación familiar en los que se reflexionó sobre todos los aspectos que afectan a la educación de los hijos para prevenir los riesgos en el consumo de drogas y otros hábitos no saludables.
En meses de verano
El plan coordinado por Isorna incluyó también un programa específico para los jóvenes en situación de riesgo, unas actividades que se realizaron en los meses de verano y en las que se trabajaron distintos aspectos, como la alimentación, el manejo de situaciones conflictivas, la educación en sexualidad, las actividades deportivas y otras cuestiones como la salud y la higiene personal.
En su empeño por llegar a todos los ámbitos de la población, el plan se extendió también a las empresas, sobre todo a las autoescuelas, ante la necesidad de concienciar a los futuros conductores en actitudes responsables. Otras empresas de la comarca solicitaron también los programas de prevención en el ámbito laboral.

LA VOZ DE GALICIA, 23/01/09

«Déronme oito puntos e aínda levo o medo no corpo, o peor vai ser cando chegue a noite».

En la cafetería Galicia no se hablaba ayer de otra cosa. Mientras Sergio Campañó acudía a la Guardia Civil para denunciar el caso, el dueño del Sol y Mar se desahogaba en la barra de su colega, contando a los clientes lo que le había pasado a él la víspera. «Eu creo que eran do pobo, porque sabían ben o que facían». No tardó en llegar el propietario, con una fuerte brecha en la cabeza. «Tiveron que darme oito puntos, porque doume na cabeza cunha barra de ferro».
Con todo, él también se defendió. Fue cuando cerraba la verja cuando vio a un individuo sospechoso que asomaba del edificio de al lado, como si lo estuviese espiando. «Pensei que era unha persoa de raza negra, porque estaba encapuchado. Como xa ssopeitei, quixen pechar a rexa de novo, pero xa me atacou». Lo hizo con una barra de hierro que llevaba forrada de goma. Sergio trató de defenderse, pero no pudo evitar que su agresor le propinase un fuerte golpe en la cabeza.
Ni siquiera así se amilanó el hostelero, que persiguió al inviduo calle abajo, forcejeando el uno con el otro. «Pero nese momento sacou unha pistola, e entón si que marchei para pedir axuda».
Era, probablemente, lo que el atracador esperaba, porque aprovechando que se había quedaso solo, entró en el local y se llevó la pequeña caja metálica que Sergio había dejado en la barra con la recaudación del día. Además, se llevó un teléfono móvil. Nada más. Se ve que le corría prisa, consciente de que el dueño iba a dar aviso a la Guardia Civil.
Sergio se recuperaba en el local, con la brecha en la cabeza. Pero el negocio hay que atenderlo si se quiere llevar dinero a casa todos los días. «Aínda levo o medo no corpo, pero o peor vai ser cando chegue a noite e haxa que pechar de novo».

LA VOZ DE GALICIA, 22/01/09

Una oleada de atracos alarma a los hosteleros de Pontecesures.

Un encapuchado agredió con una barra de hierro al dueño de un bar para robarle la recaudación

Los hosteleros de Pontecesures tienen el miedo metido dentro del cuerpo. Los actos vandálicos son, por desgracia, habituales en la pequeña localidad, pero en los últimos días la situación se ha recrudecido. En tan solo cuarenta y ocho horas se produjeron dos robos en establecimientos hosteleros, y en el segundo de ellos, que tuvo lugar en la madrugada de ayer, al ladrón no le dolieron prendas a la hora de enfrentarse con el dueño del local cuando cerraba la cafetería Galicia, al lado de la casa consistorial; le atacó con una barra de hierro e incluso le amenazó con una pistola.
El primero de los sucesos tuvo lugar en la madrugada del martes, en el bar Sol y Mar. Un grupo de personas, que procuraban ocultar su rostro con capuchas, entraron en el establecimiento para llevarse del interior lo que pudieron. No contaban con que fuese a sonar la alarma, que alertó a la hija del dueño del establecimiento que, ni corta ni perezosa, optó por amedrentarlos tirándoles las macetas de la ventana encima. No lo consiguió, porque lejos de amilanarse, uno de ellos incluso recogió del suelo restos de las macetas y se las devolvió a la joven. Luego huyeron en un vehículo con el botín; unos 150 euros, la máquina tragaperras, tabaco y botellas.
Un día después, Sergio Campañó cerraba la verja de la cafetería Galicia a las dos y cuarto de la madrugada cuando un individuo encapuchado lo asaltó y le atacó con una barra de hierro, con la que le dio un fuerte golpe en la cabeza. El dueño del local intentó defenderse, pero cuando vio que el asaltante sacaba una pistola, consideró que era mejor marcharse. Ya sin cortapisas, el hombre entró en el local y se llevó la caja metálica que guardaba la recaudación, además de un teléfono móvil.
Ayer, las denuncias constaban ya en la Guardia Civil, pero de momento, los autores de los hechos siguen sueltos.

LA VOZ DE GALICIA, 22/01/09