OT 2020: Beatriz Porrúa, la concursante de OT 3 expulsada por una lesión parecida a la de Samantha

La dirección del ‘talent show’ de La 1 decidió prescindir de la gallega en 2003 después de que sufriera un esguince

OT 2020: Beatriz Porrúa, la concursante de OT 3 que fue expulsada por...
Samantha en OT 2020 y Beatriz Porrúa en OT 3 RTVE

La lesión de Samantha en Operación Triunfo 2020 ha hecho que algunos tuiteros se acuerden de una ‘triunfita’ a la que la ocurrió algo similar y fue determinante en su eliminación. Se trata de Beatriz Porrúa, concursante de OT 3 que sufrió una lesión en la pierna durante una de las clases de la Academia.

Corría el año 2003 y le pusieron una escayola que debía llevar durante varias semanas. En la gala 10, la antepenúltima de aquella edición, a la gallega no le quedó otro remedio que cantar sentada el tema que había estado preparando, The Shoop Shoop Song (It’s In His Kiss), de Cher.

Carlos Lozano, el presentador del formato por aquel entonces, le comunicó que las reglas de la competición la obligaban a marcharse: «Tal y como se advirtió el primer día, en caso de no poder actuar al 100 % o no poder seguir el ritmo de la Academia, deberíais abandonar el programa».

Sus compañeros se quedaron muy sorprendidos y algunos de ellos lloraron por su despedida forzada. La dirección de Operación Triunfo consideraba que Porrúa no podía competir «en igualdad de condiciones». El comunicado que leyó el conductor del ‘talent show’ indicaba: «No se te puede exigir lo mismo que a los otros y creemos que sería injusto para ellos que el público sintiera más simpatía por ti por culpa de esta mala suerte».

La concursante habló de esta cuestión años después. En unas declaraciones que concedió a El Mundo en 2012 recordó: «Me explicaron que me sacaban del programa para que no diera pena y la gente me votara más».

El Mundo

Alfonso Solar: «Nadie ha dado tantos besos a los vecinos del pueblo que uno quiere, y eso es un privilegio».

El médico Alfonso Solar Boga cumplirá 42 años como rey Melchor en la cabalgata de Padrón.

Este es un reportaje no apto para leer los niños porque desvela uno de los grandes secretos de la tradicional Cabalgata de Reyes de Padrón: la identidad de una de sus majestades. En cambio, sí es de lectura recomendable para padres, tíos y hasta abuelos que, seguramente de pequeños, la noche del 5 de enero le dieron un beso al Rey Melchor y, más concretamente, a Alfonso Solar Boga. El prestigioso médico de 62 años, afincado profesionalmente en A Coruña pero natural de Padrón, a donde regresa cada fin de semana, cumplirá hoy 42 años vistiendo las ropas del Rey Melchor, solo interrumpidos durante dos Navidades en las que no se celebró la cita a causa de las inundaciones.

Hablar con Alfonso Solar de su papel como Rey Melchor es hacerlo de la historia de la cabalgata de Padrón, pero también de sus gentes y de su amor declarado a la villa: «Soy muy afortunado. Puedo presumir de que se me acerquen abuelos que vinieron a junto de mí de niños, en las primeras cabalgatas, y eso hay que valorarlo como una suerte». «Nadie le ha dado tantos besos a los vecinos del pueblo que uno quiere y eso es un privilegio».

Son algunas de las confesiones que hace Alfonso Solar cuando mira hacia atrás y habla de sus vivencias en la cabalgata, que se remontan a 1978. Todo empezó de una manera un tanto peculiar, cuando varios jóvenes unidos por el hockey, como Masito Beiró Martínez, José Ángel González Piñeiro, Jesús Fraiz Calvo, Ramón Garea Rodríguez, y Totono y Cleto Barreiro Sorribas, se plantearon celebrar la cabalgata de Reyes, que en Padrón no había desde que quedara sin pagar el alquiler de las ropas de otra cita anterior. Los jóvenes no tenían dinero pero en su ingenuidad pensaron que tampoco costaría tanto celebrarla: sería cuestión de hacer unos trajes y comprar unos caramelos. La idea cogió fuerza y hablaron con el Concello pero el entonces alcalde, Eduardo Otero, les recordó que había una deuda pendiente y que había que pagarla antes de que el Ayuntamiento se pudiera implicar en la organización. El grupo lo valoró como «injusto», pero siguió adelante, limitando la cabalgata a A Matanza, Extramundi y Rois.

Los trajes de los Reyes los consiguió Masito Beiró por el trabajo de su padre en la Nestlé; las pelucas eran de carnaval y las barbas, de estropajo. Ese año, fueron: Gaspar, Mon Garea, Baltasar, Totono Sorribas, y Melchor, Alfonso Solar. Esa primera cabalgata, que es el germen de la actual, fue un éxito, pero no gustó en Padrón, donde según recuerda Alfonso, «nos dieron palos por todas partes, hasta en el periódico, pese a que éramos buenos chicos».

Rescatados del Sar

A partir de ese año empezaron a organizarse, a recaudar fondos yendo puerta por puerta y poco a poco se fueron sumando otros organizadores, como las amas de casa, entre las que Solar menciona a Mary Lago, Conchela López, Elena Palén y Angelines Parra. Poco a poco, Padrón empezó a tener «cabalgatas mejores» porque la gente respondía y los promotores quisieron dar un salto cualitativo para mejorar la llegada de los Reyes Magos a la villa.

Si en los primeros tiempos los Magos llegaban a Padrón en tren, hubo dos años (1981 y 1993) que lo quisieron hacer en barca por el río Sar, pero en una ocasión «calculamos mal las mareas y nos tuvieron que rescatar y sacar del río en el colo», recuerda Alfonso Solar. Para mejorar aún más la llegada, en 1982 se les ocurrió que podían hacerlo en helicóptero y se fueron a la Diputación de A Coruña a solicitar uno. El entonces presidente del organismo provincial, Enrique Marfany, se lo concedió de forma sorprendente pero, una vez llegado el día, el Rey Gaspar vomitó nada más bajar del helicóptero y poner un pie en el campo de fútbol. No obstante, esa llegada «fue lo máximo; ya no se podía superar», dice Solar. También se les ocurrió que la cabalgata podía empezar por la mañana, con la lectura de un pregón, que en 1983 leyó Pepe Domingo Castaño, y hasta fueron a hablar con el arzobispo Ángel Suquía para pedirle apoyo económico.

Todo ello hasta que el Concello echó mano de la organización hace más de veinte años, con la animadora cultural Cruz Taboada al frente, de modo que cada 5 de enero es un «día sagrado» para Solar, que tiene una cita ineludible con los niños de Padrón y comarca. «Cada año me pasan muchas cosas por la cabeza y me trae muchos recuerdos. Desde que empecé, pasó el tiempo suficiente como para echar de menos a muchas caras en los balcones de la villa, a través de los que puedes ver el paso de la vida. Falta gente en ellos pero hay otra nueva».

A todos estos entrañables recuerdos, el médico añade la única pega que le pone a su condición de Rey Melchor: su hija casi no recuerda ninguna cabalgata de Padrón ya que se la llevaba su mujer Begoña a ver la de Vilagarcía. «Para mi hija, ese día yo siempre estaba de guardia».

«Me gusta ver el 5 de enero el paso del tiempo en mi tierra»

«Mis primeros recuerdos de la Cabalgata de Reyes en Padrón se remontan a los años 1962-1964: organizada por la Delegación de Juventudes, salía a caballo (uno de Picusa, otro de Tejidos Ramos y el tercero de la Ferretería Francisco García) desde las instalaciones de Fenosa, precedidos por la banda municipal y escoltados por pajes con antorchas que recorrían las calles de Padrón para dirigirse al Ayuntamiento», recuerda Alfonso Solar, responsable de la unidad de Gastroenterología Pediátrica del Hospital Materno Infantil Teresa Herrera (Chuac) y que este año recibió la medalla de oro y brillantes del Colegio Oficial de Médicos de A Coruña en reconocimiento a su trayectoria profesional y los valores que transmite durante su ejercicio.

Como compañeros de cabalgata, Solar recuerda que le acompañaron durante muchos años Ramón, funcionario del Ayuntamiento jubilado; Eugenio Iglesias Catoira, y últimamente Arturo Reboyras. El médico padronés insiste en que «es un privilegio» vestir las ropas del Rey Melchor cada 5 de enero y recuerda que todo empezó hace más de cuarenta años, «una noche de verano en la que se reunió un grupo de chavales que tenía muchas ganas de hacer cosas por el pueblo».

«Me gustaría seguir participando en la cabalgata; no me preguntes cuántos años pero, si tengo salud, sí quiero porque me sigue gustando ver el paso del tiempo en mi pueblo la noche del 5 de enero», dice Solar, para quien ese día le sirve para reafirmarse, dice, «en una de las pocas convicciones que tengo: que Padrón es el mejor sitio para estar».

La Voz de Galicia

Valga recuerda a sus vecinas asesinadas e insta a un «cambio social urgente» .

Si hay un ayuntamiento golpeado por la violencia machista en Galicia este año ha sido el de Valga. Cuatro de sus vecinas han sido asesinadas en los últimos meses: María José Aboy, las hermanas Sandra y Alba Boquete, y la madre de ambas, María Elena Jamardo. El recuerdo de todas ellas estuvo muy presente en el acto institucional organizado ayer por el Ayuntamiento en el Centro Ocupacional para Discapacitados (CODI), y en el cual se habló de la necesidad de «construir una sociedad libre de violencias machistas», y de promover «un cambio social urgente en materia de igualdad de género», en palabras de la concejala de Igualdad, Begoña Piñeiro.

El acto de Valga fue a primera hora de la mañana en el CODI, donde también tiene su sede el Centro de Información á Muller (CIM). Además de los representantes municipales, acudieron alumnos de los colegios de Baño y Cordeiro, del instituto de Valga, y de la Escola Infantil Municipal. Cada centro aportó sus propios lemas a la concentración. Así, en la pancarta del colegio Xesús Ferro Couselo podía leerse: «Se me queres, quéreme ben. Non me insultes, non me grites, non me ignores, non me controles». «Se sementas respecto, recolles igualdade», fue el eslogan escogido por el centro de Baño-Xanza.

El instituto, por su parte, echó mano del doble sentido con la frase, «O amor non é a hostia», y los más pequeños, de la Escuela Infantil, lucieron collares con un mensaje contundente: «Non á violencia».

En representación de todos los centros, Ana Castroagudín e Iker Rial, alumnos ambos de sexto de Primaria del Ferro Couselo, leyeron un manifiesto en favor de la igualdad, la justicia y la libertad. «La violencia derrumba nuestra sociedad. Es un problema de hombres, mujeres, niños, personas mayores, de cualquier clase social, cultura o ideología».

Tomaron después la palabra Rosa Crespo, presidenta de la asociación de mujeres rurales Albor, que leyó el poema «Libre», de Judith Bosch; y Beatriz Fernández, que, en representación de todas las valguesas, afirmó que «las mujeres necesitamos ser respetadas, escuchadas y valoradas», rechazando mitos y frases hechas que, según ella, ayudan a perpetuar la violencia de género, como las de «quen ben te quere farate chorar», «no amor hai sufrimento», o la de que «os trapos sucios lávanse na casa».

Marcela Santórum, que es psicóloga del CIM, hizo un llamamiento a la sociedad para que esté alerta y denuncie ante cualquier sospecha o indicio de que pueda estar produciéndose un caso de violencia de género. «La fábrica del maltrato está en las mentes, y por eso es fundamental repetir palabras como respeto o igualdad», concluyó.

La concejala Begoña Piñeiro se dirigió a las víctimas, para decirles que «no sois culpables, no sois las malas, no estáis solas». Para cerrar el acto, Darvin Villar, alumno de la Escuela Municipal de Música, interpretó con la trompeta la melodía «Toque de silencio», como antesala al minuto de silencio que se guardó en memoria de las víctimas del maltrato machista.

Faro de Vigo

La asistencia de niños a las capeas de Valga puede costar 30.000 euros al Concello.

La plataforma Galicia Mellor Sen Touradas y la Asociación Animalista Libera, que desde hace años persiguen la erradicación de la suelta de vaquillas que se realizada cada verano en el Concello de Valga, aseguran que «puede convertirse en la primera administración denunciada y sancionada por el artículo 16 de la Ley de Espectáculos Públicos de Galicia».

En concreto, sugieren que el Ayuntamiento se enfrenta a una sanción de hasta 30.000 euros por permitir la presencia de niños en las capeas que se desarrollan en el coso taurino situado en la playa fluvial de Vilarello.

De acuerdo con la citada legislación, la cual establece «medidas de protección de las personas menores de edad», la jefatura territorial de la Consellería de Presidencia, Administracións Públicas e Xustiza parece haber incoado un expediente sancionador por el festejo taurino celebrado en julio.

Como parte de la investigación previa dicho órgano habría solicitado tomar declaración al propio Concello y a los encargados del festejo taurino, así como al comandante de la Guardia Civil de Valga, determinando de este modo la incoación del expediente sancionador por una posible infracción grave de la Ley de Espectáculos Públicos de Galicia.

Así lo aseguran los animalistas antes de incidir en que «se soltaron varias vaquillas de corta edad para disfrute del público, entre el que había una importante presencia de niños, tanto en el graderío como en las vallas que rodeaban el recinto taurino», lo cual motivó la denuncia administrativa de animalistas y abolicionistas.

Insisten, de este modo, en que «el acceso de personas menores de 12 años a eventos taurinos de cualquier tipo en los considerados recintos cerrados, excluyendo cualquier sanción por su presencia en actividades como la ‘Festa do Boi’ de Allariz, puede dar lugar a sanciones de entre 301 y 30.000 euros, por considerarse una infracción de carácter grave».

De igual manera, la plataforma Galicia Mellor Sen Touradas y la asociación animalista Libera sostienen que «el catálogo de infracciones de la normativa gallega faculta a la Xunta para inhabilitar al Concello ‘para la organización o promoción de espectáculos públicos y actividades recreativas por un periodo máximo de un año’, o incluso para determinar una ‘suspensión o prohibición de la actividad’ por el mismo periodo».

Visiblemente satisfechos por la apertura de este expediente, los animalistas aseguran que «en la propia localidad se restaba importancia al cumplimiento de la norma autonómica, y según algunos rumores las familias incluso habrían firmado un documento exculpando al propio gobierno local».

Sin embargo, advierten de que «es una práctica también irregular, pues la Ley de Espectáculos Públicos está para cumplirse, no para ‘estirar’ su articulado a gusto de una minoría taurina».

Hay que recordar que la suelta de vaquillas de Valga es un espectáculo en el que se «juega» con varios animales en el ruedo, donde también se ofrece un espectáculo equino. Los astados no son sacrificados en la plaza de Vilarello, sino que se les da muerte una vez finalizada la capea, vendiéndose su carne.

Faro de Vigo

Galicia Mellor sen Touradas denuncia la presencia de niños en la capea de Valga.

La plataforma Galicia Mellor Sen Touradas y la Asociación Animalista Libera han anunciado su decisión de interponer una denuncia administrativa contra los promotores de la capea celebrada el domingo en Valga. Aseguran que el evento incumplió la Ley de Espectáculos Públicos ya que, en el tendido, había sentados rapaces de menos de doce años de edad, algo prohibido por la normativa. Los denunciantes, que tramitarán su queja a través de la Consellería de Presidencia, competente en esta materia, responsabilizan al Concello de lo ocurrido, «como supuesto organizador de las actividades que se realizaron este fin de semana». Lo acusan de ineficiencia, «por la carencia, más que absoluta, del debido control de acceso que se debe realizar en espectáculos taurinos para impedir la presencia de menores de doce años en la convocatoria».

En la playa de Vilarello, donde cada año se instala el ruedo, había el domingo colocados numerosos carteles que anunciaban que los menores de doce años no podían acceder al recinto. También el Concello, en los comunicados remitidos a la prensa, hacía hincapié en que los niños debían permanecer fuera del tendido. Sin embargo, algunos entraron en el mismo acompañando a sus padres y familiares. Y eso es, precisamente, lo que denuncian tanto Galicia Mellor Sen Touradas como la asociación animalista Libera.

La Voz de Galicia

849.026, 87 € para el CPI Pontecesures.

Sin tiempo que perder. Tres días después de aprobar en el Parlamento de Galicia -con los votos del PP y la abstención de la oposición- la ley que permite a la Xunta invertir el superávit, y el mismo día que el Diario Oficial de Galicia (DOG) hace oficial la norma con su publicación, se comienzan a saber los nombres y apellidos del destino de algunos de los millones que la Xunta prevé utilizar para reducir deuda y financiar inversiones.

El primer destino en conocerse ha sido el de casi 21,5 millones que le corresponden a la Consellería de Educación con la licitación, ayer mismo, de la rehabilitación integral de 22 centros educativos de Primaria y Secundatria de las cuatro provincias gallegas.

Así lo aseguró el secretario xeral técnico, Jesús Oitavén, en una comparecencia en la Cámara gallega, donde explicó que se prevé que las obras comiencen a mediados del mes de julio, circunstancia que será posible porque el Gobierno gallego encargó los proyectos de estas intervenciones en el mes de diciembre del año pasado. Además, subrayó que dada la necesidad de contar para estas obras con el visto bueno de los ayuntamientos, todos los proyectos de rehabilitación de los centros educativos seleccionados fueron remitidos durante la segunda quincena del mes de abril a los concellos y, en este momento, Educación está a la espera de las pertinentes licencias municipales.

Ayer mismo, por tanto, la plataforma de Contratos de Galicia publicaba las 22 licitaciones, lo que permitiría, según prevé la Xunta, adjudicar los trabajos en junio y comenzarlos durante la segunda quincena del mes de julio. Así, explicó Oitavén, las reformas de mayor impacto y que generan más incomodidades estarían rematadas a comienzos del curso próximo, el 2019/2020, y las restantes interferirían lo menos posible en la actividad lectiva. Algunas de las obras previstas son la mejora de la eficiencia energética, con cambios de calderas, sustitución de ventanas y radiadores y cambio de luminarias, así como la reparación de aseos, pulido o cambio de suelos, esmaltado de carpintería interior o colocación de paneles acústicos, entre otros.

En relación a los centros elegidos para estas rehabilitaciones, la Xunta explica que se decidieron sobre criterios exclusivamente técnicos, atendiendo «a la antigüedad de los centros (construidos entre 1970 y 1985), el grado de necesidad de las intervenciones y el número de alumnos y alumnas (superior a 150), excepto en dos caos, A Fonsagrada y Cervo.


PLAN DE INFRAESTRUCTURAS Tal y como señaló ayer en la Cámara el secretario xeral técnico, estas obras se enmarcan en el Plan de dotación de Infraestructuras educativas, que amplía su vigencia hasta el año 2021.

Al amparo de este programa están también planificadas para este año otras obras, tanto de nueva construcción como de reforma, ampliación y mejora de ocho actuaciones de rehabilitación energética ya adjudicadas, que también comienzan este verano. Son en el CEIP A Ramallosa de Teo, el CEIP Felipe Castro de Noia, el CPI Ramón Piñeiro de Láncara, el CEIP Luis Pimentel de Lugo, el CPI Terras de Maside, el CIFP Portovello de Ourense, el CEIP Tenorio de Cerdedo-Cotobade y el CEIP Arealonga de Vilagarcía de Arousa. Para ello, se maneja «un presupuesto de cerca de 200 millones en seis años», a los que hay que añadir los 21,4 millones de euros del superávit del año 2019 y los eventuales que se puedan derivar de 2020.


críticas de la oposición En el turno de réplica, oposición criticó al representante de la Xunta que acuda con una «política de hechos consumados» y sin posibilidad de «negociación», indica Europa Press. En este sentido, la diputada nacionalista Olalla Rodil acusó a la Xunta de «no buscar ningún debate» sino venir a contar «planificaciones cerradas» y afeó a Educación la tramitación «por vía de urgencia» del «plus» del superávit.

BNG, PSdeG y En Marea denunciaron el «electoralismo» del anuncio del plan. El socialista Luis Álvarez reclamó tener acceso al plan general de actuaciones, prioridades y necesidades del conjunto de los centros gallegos, con el objetivo de saber si esta es «la planificación deseable» y Luca Chao, de En Marea, recordó el plan de 2017 de eliminación de amianto «del que no se sabe nada».

El Correo Gallego