849.026, 87 € para el CPI Pontecesures.

Sin tiempo que perder. Tres días después de aprobar en el Parlamento de Galicia -con los votos del PP y la abstención de la oposición- la ley que permite a la Xunta invertir el superávit, y el mismo día que el Diario Oficial de Galicia (DOG) hace oficial la norma con su publicación, se comienzan a saber los nombres y apellidos del destino de algunos de los millones que la Xunta prevé utilizar para reducir deuda y financiar inversiones.

El primer destino en conocerse ha sido el de casi 21,5 millones que le corresponden a la Consellería de Educación con la licitación, ayer mismo, de la rehabilitación integral de 22 centros educativos de Primaria y Secundatria de las cuatro provincias gallegas.

Así lo aseguró el secretario xeral técnico, Jesús Oitavén, en una comparecencia en la Cámara gallega, donde explicó que se prevé que las obras comiencen a mediados del mes de julio, circunstancia que será posible porque el Gobierno gallego encargó los proyectos de estas intervenciones en el mes de diciembre del año pasado. Además, subrayó que dada la necesidad de contar para estas obras con el visto bueno de los ayuntamientos, todos los proyectos de rehabilitación de los centros educativos seleccionados fueron remitidos durante la segunda quincena del mes de abril a los concellos y, en este momento, Educación está a la espera de las pertinentes licencias municipales.

Ayer mismo, por tanto, la plataforma de Contratos de Galicia publicaba las 22 licitaciones, lo que permitiría, según prevé la Xunta, adjudicar los trabajos en junio y comenzarlos durante la segunda quincena del mes de julio. Así, explicó Oitavén, las reformas de mayor impacto y que generan más incomodidades estarían rematadas a comienzos del curso próximo, el 2019/2020, y las restantes interferirían lo menos posible en la actividad lectiva. Algunas de las obras previstas son la mejora de la eficiencia energética, con cambios de calderas, sustitución de ventanas y radiadores y cambio de luminarias, así como la reparación de aseos, pulido o cambio de suelos, esmaltado de carpintería interior o colocación de paneles acústicos, entre otros.

En relación a los centros elegidos para estas rehabilitaciones, la Xunta explica que se decidieron sobre criterios exclusivamente técnicos, atendiendo «a la antigüedad de los centros (construidos entre 1970 y 1985), el grado de necesidad de las intervenciones y el número de alumnos y alumnas (superior a 150), excepto en dos caos, A Fonsagrada y Cervo.


PLAN DE INFRAESTRUCTURAS Tal y como señaló ayer en la Cámara el secretario xeral técnico, estas obras se enmarcan en el Plan de dotación de Infraestructuras educativas, que amplía su vigencia hasta el año 2021.

Al amparo de este programa están también planificadas para este año otras obras, tanto de nueva construcción como de reforma, ampliación y mejora de ocho actuaciones de rehabilitación energética ya adjudicadas, que también comienzan este verano. Son en el CEIP A Ramallosa de Teo, el CEIP Felipe Castro de Noia, el CPI Ramón Piñeiro de Láncara, el CEIP Luis Pimentel de Lugo, el CPI Terras de Maside, el CIFP Portovello de Ourense, el CEIP Tenorio de Cerdedo-Cotobade y el CEIP Arealonga de Vilagarcía de Arousa. Para ello, se maneja «un presupuesto de cerca de 200 millones en seis años», a los que hay que añadir los 21,4 millones de euros del superávit del año 2019 y los eventuales que se puedan derivar de 2020.


críticas de la oposición En el turno de réplica, oposición criticó al representante de la Xunta que acuda con una «política de hechos consumados» y sin posibilidad de «negociación», indica Europa Press. En este sentido, la diputada nacionalista Olalla Rodil acusó a la Xunta de «no buscar ningún debate» sino venir a contar «planificaciones cerradas» y afeó a Educación la tramitación «por vía de urgencia» del «plus» del superávit.

BNG, PSdeG y En Marea denunciaron el «electoralismo» del anuncio del plan. El socialista Luis Álvarez reclamó tener acceso al plan general de actuaciones, prioridades y necesidades del conjunto de los centros gallegos, con el objetivo de saber si esta es «la planificación deseable» y Luca Chao, de En Marea, recordó el plan de 2017 de eliminación de amianto «del que no se sabe nada».

El Correo Gallego

Arousa se vuelca en apoyo a las víctimas y en repulsa a la barbarie terrorista.

Autoridades y cientos de vecinos asistieron en Cesures a la concentración en recuerdo de los jóvenes fallecidos.

Hay silencios que hablan más que las palabras y así sucedía ayer en Pontecesures. En las miradas de las cientos de personas que se agolparon en A Plazuela, en la concentración convocada, había dolor y había también mucha incredulidad. Un sentimiento que resumía el alcalde con una frase inacabada: “Creemos que está a kilómetros pero…”.  


El terrorismo azotó de lleno Arousa llevándose a dos jóvenes vecinos. Las familias de María González y Alberto Chaves recibieron ayer el apoyo, el calor y la solidaridad de sus vecinos. A la concentración de la tarde en Pontecesures acudieron, además de toda la Corporación encabezada por el alcalde, Juan Manuel Vidal Seage, otros alcaldes y ediles de la comarca, como Bello Maneiro, de Valga, pero también diputados y la subdelegada del Gobierno, Maica Larriba, que horas antes se había puesto a disposición de la familia.


Aseguró Larriba que el contacto del Estado con los familiares fue directo desde el minuto uno. “La propia embajada derivó personal a Sri Lanka para hacerse cargo de toda la contingencia con los españoles afectados por el atentado”. 

La responsable estatal explicó que la autopsia ya está realizada y que también se completaron los trámites con las autoridades locales. En cualquier caso, la repatriación de los cadáveres todavía se demorará unos días más, las previsiones apuntan a que entre siete y nueve.

“Nos pusimos a disposición de los familiares para lo que necesiten”, aseguró Larriba que, eso sí, pidió en nombre de las familias cuidado en el tratamiento de la información.

Otro punto importante en el que el Estado está prestando auxilio a las familais es en el apoyo psicológico, tan necesario en momentos de dolor y espera. “La Dirección General de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo le ofreció toda la ayuda que puedan necesitar” para afrontar “esta fatalidad”, explicó Larriba.

Familiares cesureños de Alberto Chaves se encontraban ayer entre los cientos de vecinos que acudieron a A Plazuela para mostrar su rechazo al terrorismo y recordar a los jóvenes. “Este acto que congrega a tanta xente reflexa o compromiso deste pobo co dor de tanta xente, a repulsa a actos violentos”, leyó Vidal Seage, que ofreció el “calor” de los cesureños a las familias de los jóvenes fallecidos.

 María González Vicente y Alberto Chaves se encontraban de vacaciones en Sri Lanka cuando la macabra oleada de terror los sorprendió desayunando en el hotel. El joven trabajaba en la India, en una filial de una empresa viguesa de congelados. Su novia fue a visitarlo y ambos  hicieron un viaje que acabó en tragedia.

Precisamente el domingo de Pascua, cuando se produjeron los atentados, tenían previsto su regreso a casa. Ella tenía 32 años y trabajaba en la empresa familiar en Padrón. Él, de 31, llevaba unos meses afincado en la India. Sus compañeros de trabajo se desplazaron a Sri Lanka para reconocer los cadáveres. Los tatuajes fueron clave, según explicó el alcalde de Cesures.
Los atentados de Sri Lanka se cobraron un total de 300 vidas, número que va creciendo a medida que avanzan los días.

Aunque en un principio las autoridades del país aseguraron que no había víctimas españolas, el lunes se pudo conocer que dos jóvenes arousanos habían fallecido como consecuencia de la barbarie terrorista. Ayer, ambos recibieron el recuerdo de sus vecinos. Hasta Nestlé paró sus máquinas en señal de duelo.

Diario de Arousa

Arousa tiene mucho que decir en Madrid.

Daniel Chenlo candidato al Senado.

De izquierda a derecha y de arriba a abajo, los candidatos arousanos a estas elecciones generales Jorge María, Diego Bravo, Gaspar González Somoza, David Torres, Modesto Pose, Daniel Chenlo, Elena Suárez y María Xosé Cacabelos, esta semana en Vilagarcía.

El paro, la emigración de los jóvenes, los problemas de las cuotas pesqueras, coeficientes reductores y enfermedades profesionales de trabajadores del mar, el saneamiento de la ría de Arousa, la transferencia de la AP-9 a Galicia o que Vilagarcía tenga una parada del AVE constituyen algunas de las prioridades de los candidatos arousanos que se presentan a las elecciones generales. Doce políticos de la comarca de siete partidos diferentes (PP, PSOE, BNG, En Marea, En Común-Unidas Podemos, Ciudadanos y Vox) integran las listas, entre titulares y suplentes. FARO ha reunido a la mayoría de ellos en el ecuador de la campaña.

La campaña electoral del 28-A llegó anoche a su ecuador y FARO ha reunido a los políticos arousanos que aspiran a hacerse un hueco en Madrid, ya sea en el Congreso o en el Senado, para que la comarca tenga voz propia en las instituciones en las que se toman las decisiones que nos afectan a todos. Ocho candidatos de distinto color político reflexionan sobre lo que se juega Arousa en estos comicios y sobre los principales problemas que se podrían solventar desde las Cortes.

| Modesto Pose (PSOE). El cabeza de lista al Senado por Pontevedra prioriza para Arousa la Autovía A-57, «que comunica Vilagarcía con la salida de Vigo y que estuvo en un cajón en los gobiernos del PP». También se compromete a defender en la Cámara alta mejoras marítima y de seguridad ciudadana. Además, «Arousa, como toda España y toda Galicia, tiene pensionistas que necesitan que sus pensiones sean dignas, tiene jóvenes que necesitan un gobierno que piense en ellos y trabajadores que necesitan ver defendidos sus derechos en una reforma laboral racional». Pose se sentiría «satisfecho» si se consiguiese «dar un impulso económico estable que redujese el paro en la comarca». Considera urgente «un liderazgo económico inversor que dinamice la iniciativa privada».

| Elena Suárez (PP). La número 3 del PP al Congreso ensalza a su partido como el único «que defiende los intereses de los arousanos» y arremete contra Pedro Sánchez por «minusvalorar Galicia al ser la única de las comunidades autónomas que no quiso pisar siendo presidente y a la que ha castigado con 200 millones de euros menos de inversión». «Cuatro años más de socialistas y sus socios serían muy dañinos para esta comarca», espeta Suárez.

Los principales problemas de Arousa que pueden encontrar solución en Madrid son, en opinión de la candidata conservadora, que Vilagarcía tenga parada del AVE «aunque el PSOE esté obsesionado en borrarnos de un plumazo», desbloquear la segunda fase del paseo de la playa de A Compostela, la regeneración de los arenales de bandera azul y hacer realidad el nuevo cuartel de la Guardia Civil «en contra de las previsiones de Sánchez, que lo mantiene en el fondo de su cajón», concluye la aspirante a diputada.

| Daniel Chenlo (PSOE). El número 3 al Senado por el PSOE está convencido de que «nos jugamos la posibilidad de que en los próximos cuatro años los falsos ajustes presupuestarios de la derecha dejen paso a las necesidades de las personas como eje de la acción política». Como principales problemas que se pueden resolver desde Madrid cita el paro juvenil, la ría y «en especial el río Ulla y sus posibilidades de pesca y promoción turística, que van a tener un aliado en el gobierno socialista con la ayuda de la Unión Europea», expone el pontecesureño.

| Jorge María López (PSOE). Este vilanovés número 4 del Partido Socialista al Congreso, tiene claro que están en juego «las políticas para las personas, tales como tener garantizado el incremento de las pensiones, darles más posibilidades y más medios a nuestros jóvenes, extraordinariamente preparados, para que puedan desarrollar sus capacidades y formar su proyecto de vida, o que no se produzca una involución en temas de igualdad entre hombres y mujeres». En materia medioambiental, aboga por lograr un desarrollo sostenible para la ría de Arousa «y dejarle a nuestros hijos y nietos, sino un mundo mejor, al menos igual que el que heredamos».

| Gaspar Somoza (En Marea). El saneamiento de la ría de Arousa, la recuperación de sus sectores productivos, la mejora de sus infraestructuras, la transferencia de competencias, la gestión de Costas, las pensiones, los emigrantes retornados y unos «presupuestos justos para que la gente no emigre y tenga aquí un futuro» constituyen las principales preocupaciones del número 5 de En Marea. «Básicamente lo que esperamos de Madrid son unos presupuestos justos para poder desarrollar la comarca y poder vivir donde realmente queremos sin tener que emigrar», concluye el vilagarciano.

| María Xosé Cacabelos (BNG). El principal objetivo de la número 6 del BNG al Congreso es «tener más capacidad de decisión sobre nuestros problemas».Por ejemplo en el mar, un sector «fundamental en la economía de la comarca y es Madrid quien establece los criterios de reparto de cuotas, tipos de cotización y coeficientes reductores». Cacabelos también menciona la Ley de Costas, «que condiciona la ordenación de nuestro litoral», y Salvamento Marítimo, una competencia del Estado: «Deciden y dirigen desde Madrid algo tan fundamental como es la seguridad y protección de la gente del mar». Ocurre lo mismo con los puertos de interés general, como el de Vilagarcía, «competencia del Estado y por tanto es quien determina el papel que juega y las prioridades».

En sanidad y educación -continúa la candidata nacionalista-, también el Gobierno central establece las tasas de reposición, decide el número y ubicación de los juzgados y tiene competencia en infraestructuras como la AP-9. «Si el BNG está en el Congreso, Galicia está», finaliza.

| David Torres (BNG). Suplente en la lista que lleva el BNG al Congreso, este grovense defiende la transferencia de la AP-9 a Galicia y dejar libre de peaje el tramo Curro-Pontevedra. «No pueden seguir sangrando nuestras nóminas con peajes por ir a trabajar. Y sin peajes en este tramo, nuestras empresas serían más competitivas al reducir costes de transporte, costes que también se reducirían con una tarifa eléctrica gallega». David Torres también hace alusión a la tasa de reposición de los empleados públicos, que depende de Madrid, y a las decisiones sobre el sector del mar, cuyas normativas «deberían diferenciar aguas del interior de la ría con mar abierto». Apuesta por conseguir «un reparto justo de cuotas y Tacs para nuestra flota» y por un tren de cercanías «acorde a las necesidades de nuestros vecinos».

| Diego Bravo (Vox). Es el suplente segundo de la cabeza de lista de Vox al Senado por Pontevedra, María de los Ángeles Romero. Diego Bravo considera que Arousa se juega en estos comicios «que su voz y sus problemas reales sean escuchados y solucionados en el Congreso y en el Senado». Este joven vecino de Vilagarcía asegura haberse reunido con diversas asociaciones y colectivos para conocer de primera mano sus demandas y se compromete a seguir escuchándolos después de los comicios.

Faro de Vigo

Periodo medio de pago en Valga y en Pontecesures.

Pontecesures no cumple con la Ley de Morosidad por muy poco, ya que su PMP fue de 31,54 días, menos de dos días por encima del máximo legal. Este municipio abonó casi 300.000 euros en facturas en los últimos meses de 2018, y le quedaron sobre la mesa recibos por valor de menos de 11.600.

Valga paga a sus proveedores o prestadores de servicios a una media de 17,4 días vista. Entre octubre y diciembre pasados, abonaron 927.000 euros, y solo les quedaron pendientes 61.400.

Faro de Vigo

«Saíu de contas o xoves 28, pero o neno non naceu ata esta madrugada; tivo puntería».

El retraso en el nacimiento del pequeño Xián permite a su padre ser uno de los primeros de España en disfrutar del permiso de paternidad de ocho semanas

El pequeño Xián fue el primer bebé nacido este lunes en el Hospital Provincial de Pontevedra. Vino al mundo a las cuatro de la madrugada.

«Tivo puntería», bromea su padre, Alberto Busto Santalla. Y no es para menos, porque lo suyo fue auténtica suerte. Su mujer, Laura Martínez, ya había salido de cuentas el pasado jueves 28 de marzo, pero el bebé se hizo esperar hasta el momento justo, como si supiese que gracias a eso iba a poder tener a su papá en casa tres semanas más. De hecho, Laura iba a ingresar este martes para que le provocasen el parto, pero ya no fue necesario. Rompió aguas bien pasada la media noche del domingo, llegó al Hospital cerca de la una y media de la madrugada y a las 4.25 ya había dado a luz. «Por catro horiñas podo ter o permiso de oito semanas en vez de cinco», comenta Alberto, natural de Valga pero residente en Cuntis.

«Ao ter que ir traballar, un perde as primeiras semanas do bebé, que é cando máis cambia, así que é moi bo ter máis permiso»

Laura trabaja en una empresa de fabricación de velas de barcos y él, en una fábrica del sector de la alimentación en Pontecesures. «Eu teño facilidade no traballo para ir a quendas, pero aínda así son xornadas de oito horas e hai que descansar, así que ter este tempo de permiso vén moi ben«, señala el papá.

Aunque la ley da la opción de disfrutar de las seis últimas semanas de permiso de forma intermitente a lo largo del primer año de vida del bebé, Alberto cogerá las ocho semanas seguidas. «Prefiro así porque podo coidar ao neno, axudar e colaborar nestes primeiros momentos nos que a nai está convalecente do parto e, ademais, tamén quero estar con ela e co pequeno, porque na primeira etapa é cando os bebés van cambiando máis e apetéceme vivilo. Ao ter que ir traballar, un pérdese iso, así que me parece moi ben que dean estas tres semaniñas máis de permiso».

Además, Xián es su primer hijo, así que la pareja se ha estrenado por todo lo alto.

Diario de Pontevedra

Rabia contenida en el adiós a María José y Javier Bello.

Consternación, desconsuelo, impotencia… Pero también rabia contenida y una sensación difícil de explicar cuando dos familias se reúnen para dar el último adiós a dos de sus seres queridos después de una muerte tan horrenda como inverosímil. Así se vivió ayer el entierro de la valguesa María José Aboy Guimarey, de 43 años, y el de su esposo y presunto homicida, Javier Bello Ferreirós, de 46.

El domingo la mujer, madre, esposa y joven valguesa perdió la vida cuando su pareja, según todos los indicios, le disparó en el pecho con una escopeta de caza antes de quitarse la vida descerrajándose un tiro en la cara, con la misma arma.

Vivieron juntos, tuvieron dos hijos juntos y se enterraron juntos, un nicho encima del otro, en el panteón familiar, a nombre de José Bello Vázquez, el padre del presunto autor del ataque machista.

Sus cuerpos llegaron al tanatorio de San Roque, en Bemil (Caldas), en la tarde del lunes. Y allí permanecieron hasta que ayer se efectuó el traslado de los restos mortales a la iglesia y el cementerio parroquial de Carracedo, donde había nacido el esposo y presunto homicida.

Tal y como figuraba en la esquela compartida que anunciaba el entierro de María José y Javier, llegaron vecinos, amigos y conocidos, además de representantes políticos, desde diferentes puntos de Caldas, Valga y otras localidades.

Fueron varios cientos de personas, quizás medio millar, las que despidieron a este matrimonio en una lluviosa y fría tarde invernal marcada por los silencios y los llantos, la tristeza y la incomprensión.

Por momentos, lo que ayer sucedía en el atrio, la iglesia y el camposanto era, simplemente, inenarrable. No es fácil afrontar una tragedia así, y menos aún cuando, a pesar de lo sucedido, los dos protagonistas de este trágico episodio son enterrados a la misma hora y en el mismo lugar, con las familias de ambos compartiendo dolor y desesperación.

Se llevaban bien entre ellos, comían juntos con frecuencia, hacían fiestas y, en definitiva, eran «una familia normal; una familia que se quería», reflexionaban los vecinos.

Prueba de ello es que el domingo, cuando se desencadenaron los terribles acontecimientos, todos esperaban en el lugar de Bronllo -en la parroquia valguesa de Setecoros- la llegada del matrimonio. Estaban esperando para almorzar en una casa situada a escasos metros de la suya, donde vive su hija.

Iban a participar en aquella reunión familiar tanto los padres de María José y de Javier como sus hijos y otros familiares. Pero ellos tardaban más de lo previsto. Y cuando fueron a buscarlos los encontraron muertos, parece que tendidos en el dormitorio en medio de un gran charco de sangre.

Aquella imagen que nunca olvidarán quienes los encontraron cambiará para siempre las vidas de estas personas; las mismas que ayer buscaban consuelo apoyándose unos en otros.

Pero no es fácil superar algo así. Especialmente en el caso de Fabián y Cintia, los hijos de la pareja. Como tampoco lo tendrán sencillo los padres de las víctimas, ya que viven todos.

«Era una familia bastante grande y no se conocían problemas entre ellos, como tampoco entre el matrimonio», reflexionaba una de las mujeres asistentes al sepelio mientras se vivían escenas de tensión entre algunas familiares de las víctimas que trataban de impedir el trabajo de los medios de comunicación.

«Quizás el más extraño era él (Javier Bello), ya que apenas hablaba con nadie», indicaban otras mujeres allí presentes.

«No era un hombre de bares y apenas saludaba a nadie por la calle, ni siquiera a los que habían vivido al lado de su casa materna desde niño», apostillaban otros asistentes al funeral mientras esperaban a que terminaran unos oficios que comenzaban con retraso, pasadas las seis y media de la tarde.

«No saludaba ni a los que tenía puerta con puerta y estaba como deprimido, quizás más desde que se quedó en paro«, se comentaba a las puertas del camposanto de Santa María de Carracedo.

Nadie puede entender lo sucedido, y mucho menos explicarlo. Nadie sabía decir ayer qué habría podido pasar por la cabeza de Javier Bello para, presuntamente, acabar con la vida de su esposa antes de suicidarse. Y desde luego nadie puede justificarlo, ni ayer ni nunca.

Lo que todos tienen claro es que hay que hacer todo lo humanamente posible para acabar con la lacra de la violencia de género. Y así lo dejaban patente tanto quienes asistieron al multitudinario entierro de la pareja residente en el Concello de Valga como aquellos que participaron en las concentraciones de repulsa frente al machismo.

Unas convocatorias que también tuvieron lugar ayer antes, durante y después del entierro, celebradas en decenas de villas y ciudades gallegas.

Como sucedió en Vilagarcía, a instancias del colectivo feminista «O Soño de Lilith», y en Cambados, por iniciativa de la asociación «A Naiciña». En estos y en los demás casos para denunciar «una situación insostenible para las mujeres» y tratar de cambiarla «porque nuestras vidas están en peligro».

En la ciudad vilagarciana, con presencia de representantes políticos de todos los partidos, las convocantes dijeron estar en la calle porque «aunque en las filas de la derecha niegan la realidad de los feminicidios y pretenden hacernos creer que son asesinatos que se dan en cualquier género, lo cierto es que los presos por violencia machista son el tercer mayor grupo en las cárceles de España, con casi 20.000 reclusos por esta causa, frente a los 11.000 condenados por homicidios».

Y a pesar de ello «los presidentes de la Xunta y el Estado español se limitan a guardar minutos de silencio en actos institucionales el día que se producen los feminicidios».

De ahí que en «O Soño de Lilith» crean que «no se puede permitir que se insista en que las mujeres deben denunciar y tomar medidas de protección». En lugar de esto «hay que dirigir campañas a los maltratadores, violadores y asesinos, porque queremos ser libres como los hombres para poder caminar solas de noche y poder separarnos de nuestras parejas sin miedo a que nos maten».

Así, «cansadas de violencia» y de la respuesta de las instituciones frente a las agresiones, como también convencidas de que «no viviremos en una democracia mientras perdure el sistema patriarcal», el colectivo feminista vilagarciano incide en considerar la violencia machista «como un problema social y político de extrema gravedad».

En el manifiesto que se leyó durante la concentración en Vilagarcía se mostró el pesar por la muerte de María José Aboy. Y se reflexionó sobre ello diciendo que «escucharemos que no constaban denuncias previas de violencia y depositaremos parte de la culpa en la mujer que no denunció en lugar de hacerlo en las personas que compartían espacio con un asesino y no vieron el peligro ni hicieron nada por impedir lo sucedido».

Faro de Vigo