La Guardia Civil da el alto a un coche sin carné en Pontecesures y colisiona con su furgoneta camuflada

La Guardia Civil de Tráfico protagonizó ayer un curioso episodio en Pontecesures: Quiso identificar a un conductor que hacía extrañas maniobras al volante y acabó participando en un accidente.

Sucedió en la carretera N-550 a su paso por el centro pontecesureño, prácticamente a la altura de la casa consistorial. Resulta que la Guardia Civil circulaba en una furgoneta camuflada cuando observó la presencia en la calzada de uno de esos coches cuyos pilotos no necesitan carné.

Parece que conducía erráticamente, de ahí que los agentes decidieran adelantarlo y darle el alto para identificarlo. En ese instante el conductor se habría puesto nervioso y en lugar de frenar aceleró, por lo que impactó con el coche policial. Fue sometido a las pruebas de alcoholemia y arrojó un resultado negativo. Es un vecino que regresaba de llevar a su hijo al trabajo en Valga, y que conducía el coche por primera vez, ya que acababa de comprarlo. Indican los agentes –también acudió la Policía Local– que el conductor “simplemente se puso nervioso y no supo reaccionar al ver el coche policial con las luces encendidas”.

Faro de Vigo

Este es el secreto para sobrevivir 40 años al pie del cañón.

Comercial Moncho lleva cuatro décadas dando servicio a una ingente cantidad de arousanos, y ya cuenta con una veintena de empleados en nómina en lo que comenzó como una tienda y ahora son muchas en una sola.

42 años, desde 1.978

¿Dónde está Comercial Moncho?

Calle Ullán, a la vera dela N-550.

Fue allá por 1978 cuando Moncho y Mercedes decidieron que la mejor opción para salir adelante en aquellos complicados momentos era montar un negocio propio. Un establecimiento multiusos en Pontecesures, a la vera de una carretera de paso hacia Santiago, y que decidieron bautizar como Comercial Moncho. Y acertaron de pleno. Acertaron con el lugar, acertaron con el negocio y acertaron con el nombre, porque Comercial Moncho es toda una institución. Ya no solo en el Baixo Ulla, sino también en las poblaciones más próximas. Aquel primigenio establecimiento ha dado paso a otro, situado a unos metros del original que se ha convertido en una referencia ineludible para tantos y tantos clientes. Del lugar y de los alrededores. Y también de la de Santiago, porque esa privilegiada ubicación es una de las claves del éxito. Aunque, como quedará escrito a partir de ahora, no la principal.

Ya jubilados.

Mercedes se jubiló hace cuatro años y Moncho lleva ya un par de años en el sendero del retiro. Se fueron, dejando el camino asfaltado pero tampoco Moncho ha querido apartarse de todo porque son muchos años y muchos clientes. Algunos, hasta amigos. seguramente.

El relevo de Moncho y de Mercedes lo tomaron sus hijos. Álvaro, Roberto y Belén, son los que ahora llevan el timón. Pero eso no significa que el patriarca sehaya desentendido del asunto ni de que loa segunda generación se crea más lista o más preparada que la de sus predecesores. «Seguimos pedindo consello cando temos que tomar algunha decisión importante», apunta Álvaro.

Tanto él como sus hermanos mamaron el negocio desde pequeños. Mamaron el oficio porqué, claro está, allí pasaron muchas horas y aprendieron qué era lo importante. Aprendieron cómo había que hacer para poder aguantar.

¿E querías traballar alí ou buscaches outra cousa?

Y Álvaro se deshace de la pregunta con la potencia de Adama Traoré y la habilidad de Leo Messi. Y también con un toque de retranca de Iago Aspas. «A vida vaiche levando», contesta. Lo llevó de vuelta a la rúa Ullán, donde siempre había estado.

Lo cierto, es que, cuatro décadas después, el negocio ha cambiado mucho porque también ha cambiado la vida. Los hermanos, explica Álvaro, han dividido las responsabilidades en departamentos y cada uno lleva el estanco que más domina. Imprescindible la especialización en un sector tan complilcado como el que ellos manejan. Es imprescindible también estar en el mundo digital. Comercial Monchoi, pos supuesto, ya se ha hecho un hueco en las redes sociales y cuenta, claro está, con una página web en la que atiende a su clientela desde hace años. Pero claro, estas dos circunstancias las tiene hoy cualquier establecimiento.

¿Cal é o segredo para que o establecemento leve cuarenta anos traballando?

Aquí la respuesta de Álvaro es más segura, contundente e infalibre. «Hai que escoitar ao cliente», resume. Tan fácil y difícil como eso, inapelable. «Hai que fidelizar aoa cliente con bo trato e bo servizo»

La Voz de Galicia

Multado en Pontecesures por ir a 129 km/h en un tramo de 50 para ir a ver a su novia.

El conductor del vehículo, además, obtuvo positivo indiciario en el test de drogas.

Radar móvil de la Guardia Civil en Pontecesures

Radar móvil de la Guardia Civil en Pontecesures.

La Guardia Civil interceptó el pasado fin de semana en la localidad de Pontecesures  a un vecino del municipio de Ribeira cuando circulaba a 129 kilómetros por hora en una zona limitada a 50. Además, su desplazamiento no respetaba las restricciones de movilidad de la orden de confinamiento debida a la crisis sanitaria.

Según ha informado el Instituto Armado, los hechos se produjeron el pasado viernes, sobre las 16,30 horas, en el kilómetro 85,500 de la carretera N-550, «un punto especialmente peligroso para la seguridad vial», ha matizado, situado en las proximidades del casco urbano de la localidad de Pontecesures, en el transcurso de un control de velocidad establecido por efectivos del Destacamento de Tráfico de Pontevedra.

El vehículo que, «por razones de seguridad» no pudo ser interceptado por en el punto de notificación avanzado «debido al notorio exceso de velocidad», han destacado las mismas fuentes, fue alcanzado momentos después en el casco urbano de Pontecesures.

El conductor del vehículo resultó ser un vecino de Ribeira que, además de haber dado positivo indiciario en el consumo de sustancias psicoactivas, «estaba alterando las restricciones de movilidad establecidas para la gestión de la crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19, al no argumentar otra causa que no fuese la de ir a visitar a su novia«, ha subrayado la Guardia Civil.

«La presencia de alcohol o drogas y el exceso de velocidad son circunstancias concurrentes en gran parte de los accidentes con heridos graves o fallecidos en las carreteras de Galicia», advierte la Benemérita.

Multas

Por este motivo, la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil compatibiliza este tipo de controles con los específicos para la vigilancia del cumplimiento de las medidas adoptadas para la gestión de la crisis sanitaria.

En este caso el conductor ha sido denunciado por quebrantar el confinamiento establecido por las autoridades sanitarias. Como consecuencia de los hechos el vehículo fue inmovilizado y el individuo retornó a su lugar de origen.

Además, señalan las mismas fuentes, podría enfrentarse a una multa de mil euros si se confirmase el resultado indiciario en drogas por el laboratorio y a otra multa de 600 euros por el exceso de velocidad. Ambas infracciones «de carácter muy grave» tienen aparejada, además, la pérdida de seis puntos del permiso de conducción, concluyen las mismas fuentes.

Faro de Vigo

Padrón despidió al fundador del restaurante Gran Chaparral.

José Carlés Barreiro falleció en el hospital por coronavirus.

Fundador do restaurante Gran Chaparral

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Padrón despidió ayer a José Carlés Barreiro, de 85 años, fallecido por coronavirus en el Hospital de la Rosaleda. Viudo de María Victoria Cristobo Díaz, era vecino de Porta dos Mariños, en Pazos. Él y su mujer abrieron hace más de 50 años el Restaurante Gran Chaparral, hoy regentado por su hija, María Victoria Carlés, de 48 años. La pareja se casó y ya abrió el restaurante, primero en una casa más pequeña y, con el paso del tiempo, en el actual inmueble más grande, pegado a la carretera N-550. El establecimiento hostelero, actualmente cerrado por el estado de alerta, sirve menús del día, de lunes a viernes sobre todo para una clientela obrera, pero los fines de semana y sobre todo el domingo, es parada de numerosas familias, entre ellas muchas de Santiago, que eligen este local de Padrón para su comida dominical, especializada en callos, cocido y cordero.

Los fundadores eligieron el nombre del local por una serie de televisión de temática del oeste norteamericano centrada en el rancho El Gran Chaparral.

Hoy, la hija del fallecido ha querido recordarlo como un «home moi traballador», camionero toda la vida de la empressa Maderas Magán de Pontecesures, al igual que su madre que atendía el café bar y restaurante. En el local, a José Carlés le gustaba mucho echar la partida de cartas con los clientes y, quizás, por ello, el establecimiento no cerraba ningún día de semana al año ha recordado hoy María Victoria Carlés, que tiene dos hermanos. su padre fue enterrado ayer en el cementerio paroquial de Iria, siguiendo las indicaciones sanitarias vigentes.

La Voz de Galicia

La falta de luz y de señales convierte en muy peligrosa una confluencia de vías en Padrón.

La Policía Local de Padrón advierte de la peligrosidad que entraña la confluencia de varias vías de alta capacidad a la salida de la autovía del Barbanza, una zona de «visibilidad reducida» de noche y los días de lluvia y oscuros debido a que la iluminación es nula y la señalización también.

Así, los conductores que salen de la autovía del Barbanza en dirección a la variante de Padrón (actualmente denominada N-550) o a la autopista AP-9 se encuentran con un tramo en el que hay una curva sin señalizar y, ante la falta de iluminación, algunos siguen de frente, invaden el carril contrario y hasta llegan a chocar contra el muro de protección, para acabar cayendo al canal. Afortunadamente, por ahora no se registró ningún accidente mortal, pero si está habiendo, de acuerdo con la Policía Local, numerosos incidentes en esta zona a causa de la falta de iluminación y de señalización. En uno de los últimos se vio implicada una familia con tres menores.

«De noite, aquí non se ve nada», confirma una conductora de Padrón. La falta de iluminación estaría fácil de solventar con la instalación de una palmera con varios focos de luz, que iluminasen hacia las vías que confluyen en la zona. Una de este estilo ya está colocada en el puente de Catoira, en la provincia de Pontevedra, pero no tiene uso porque ese punto tiene iluminación suficiente por otros medios, según explica la Policía Local. Por ello, se podría aprovechar esa para instalarla en el punto conflictivo de Padrón, en el que hay una pequeña zona verde en la que se podría colocar el poste.

También sería necesario mejorar el muro de protección de la carretera que, de acuerdo con la Policía Local de Padrón, «non cumpre as medidas reglamentarias de altura» de modo que no sirve de freno para los vehículos que siguen de frente y no dan la curva.

En cuanto a la señalización, la confluencia de vías ni siquiera tiene paneles direccionales luminosos, que advertirían a los conductores de la presencia de la curva. Otra señalización horizontal que podría ayudar es ampliar la mediana de la autovía hasta pasar la curva que conduce a la variante de Padrón y a la autopista. Para distinguir bien los carriles de circulación, también valdrían los pivotes verdes e incluso la pintura luminosa aunque, sin duda, la instalación de luces parece los más indicado para incrementar la seguridad en este tramo de gran tránsito diario. Tiempo atrás repintaron las líneas horizontales que, en algún punto, ya estaban borradas.

La Voz de Galicia