La fábrica gallega de Nestlé que produce 150 toneladas de leche condensada al día para países como Fiyi.

A punto de cumplir 85 años, la planta de Pontecesures resulta estratégica para el titán de la alimentación, como único proveedor de su línea de productos en Europa, Oriente Medio y Oceanía

«Básicamente se trata de mezclar leche y azúcar y evaporar agua». Cualquier sueño de toparse con algo parecido a la fábrica de chocolate de Willy Wonka se desvanece en cuanto entablamos conversación con Júlio Diniz,, desde hace dos años, director de la planta de leche condensada de Nestlé en Pontecesures. La magia de la literatura de Ronald Duhl encuentra a las orillas del Ulla una contrapartida real donde la explosión de colores, las recetas imposibles y la música de los oompa-loompas dejan paso a líneas de procesado, envasado y empaquetado, más propios de un laboratorio de microchips, donde el personal y todo aquel que pasa el interior de la factoría viste el blanco nuclear de un traje de seguridad alimentaria calado de los pies a la cabeza. Y sin embargo, a la hora de la verdad, cuanto toca catar el producto, las 48 referencias comerciales de leche condensada producida en Pontecesures muestran las misma capacidad para contentar el paladar del más goloso, con La Lechera como marca enseña.

Es lo que hace pensar la buena marcha de una fábrica que el próximo 16 de agosto celebrará los 85 años desde la salida del primer bote de leche condensada ordeñada en sus tanques, y convertida con el paso del tiempo en una planta estratégica del mayor grupo de alimentación del planeta (Nestlé suma 275.000 empleados y está presente en varios países), segunda por antigüedad entre las factorías de Nestle en España, solo superada por la cántabra de La Penilla de Cayón (1905). Pontecesures absorvió en 1983 toda la producción de leche condensada de un grupo que solo 20 años antes contaba con 7 dedicados a ello. La fábrica del Ulla manufactura toda la leche condensada que Nestlé vende en Europa, Oriente Medio, y Oceanía, con Fiyi como el particular Finisterrae de su mapa de mercados. Palabras mayores, acompañadas de números de cinco y seis cifras.

Aprovechando más cada litro.

En 2023, la planta de Nestlé transformó 107.000 toneladas de leche en 50.000 toneladas de leche condensada. Diez años antes, nos cuenta Júlio Diniz, en 2013 habían sido 78.000 y 32.000, respectivamente. Con un 37,2 % más de materia prima se generó un 56,25 % más de producto final, fruto de la apuesta continua de la dirección de la fábrica por incrementar la calidad del proceso y su acabado.

«Trabajamos solo con leche fresca de Galicia, procedente de cerca de cien granjas situadas en un radio de 60 Km. de donde estamos», nos cuenta Diniz. Son un 50 % de explotaciones menos que hace solo cinco años y muy lejos de las 600 de las que se surtía Nestlé en la comunidad en el 2002. Números aparentemente contradictorios que encuentra explicación en la potente modernización acometida por los ganaderos gallegos en las últimas décadas, Un proceso continuo al que la multinacional suiza ha contribuido desde prácticamente su apertura en Pontecesures, donde levantó el primer centro de transformación láctea existente en Galicia, convirtiéndose en pionera en la recogida de la leche en el campo de la comunidad. Y casi en paralelo, activando un servicio de fomento agropecuario, que ayudó a sus proveedores a mejorar el aprovechamiento de sus campos y la productividad de la ganadería que continúa hasta hoy. «Tenemos un equipo de asesores agropecuarios que pasan la mayoría del tiempo visitando granjas, dando formación, ofreciendo consultorías individuales de sostenibilidad, ayudando a los ganaderos en situaciones de dificultad…» explica el director de la planta.

«Básicamente se trata de mezclar leche y azúcar y evaporar agua» nos decía Diniz al principio de su explicación, sobre la actividad de Nestlé en Pontecesures. «La fabricación de la leche condensada es un proceso antiguo», añade. El éxito radica en la calidad de la materia prima empleada y el proceso de estandarización empleado. «La leche de una granja no es igual a la de otra, ni siquiera la de la misma explotación en diferentes épocas del año. La leche es una materia prima viva. La clave es emplear la misma cantidad de de grasa y proteína, jugando con el añadido de más leche magra o más nata en función de los valores de cada partida», comenta Júlio Diniz.

Mujer y tres generaciones.

En la fábrica entran cada día de media 300 toneladas de leche y salen 150 de leche condensada en sus diversas gamas de entera, semidesnatada, desnatada, sin lactosa, dulce de leche, saborizada y vegetal; esta última que no emplea leche, sino harina de arroz y avena. Una línea sostenida sobre el trabajo de los 207 empleados con los que cerró el 2023 la planta cesureña (en 2022 eran 149), con dos particularidades que llevan a su director a hablar con orgullo de su plantilla, más allá de la calidad de su desempeño. «El 46 % de nuestros trabajadores son mujeres, el 40 % de nuestro equipo de liderazgo» a lo que añade: «Mantenemos un fuerte vínculo con la comunidad local, en nuestra fábrica ya hay empleados de la tercera generación de familias que empezaron con nosotros»

Manufacturando las 24 horas del día.

Cuarto turno para atender el Ramadán y exportación del 74 % de su producción.

Que la única fábrica de leche condensada de Nestlé para Europa, Oriente Medio y Oceanía esté en España no es casualidad. Nuestro país consume el 26 % de la planta de Pontecesures. El otro 76 % se destina a la exportación a los países de Oriente Medio y África del Norte como principal destino, absorbiendo 14.000 delas 107.000 toneladas facturadas en 2023. La factoría trabajas a tres turnos, con un cuarto de fin de semana de octubre a diciembre para, explica la dirección. abastecer al mercado musulmán con vistas al Ramadán.

La Voz de Galicia.

La innovación tiene premio en la fábrica de Nestlé en Pontecesures

Nestlé es una de las grandes ganadoras de la IV edición de los Premios InnovaCción en el sector de Gran Consumo que concedió Promarca y que contó en el acto de entrega de los galardones con la asistencia del ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas.

Con esta iniciativa, esta asociación fomenta, reconoce y comunica la innovación y las mejores prácticas de la industria que favorecen el crecimiento del mercado, la competitividad, el empleo y la sostenibilidad del país.

Así, Nestlé ha conseguido alzarse con dos de los galardones. En concreto, La Lechera Veggie, alternativa vegetal a la leche condensada, ha recibido el primer premio en la categoría de Innovación al destacar su contribución en la creación de valor del sector del Gran Consumo. Se elabora íntegramente en la fábrica que la compañía tiene en la localidad pontevedresa de Pontecesures.

Dicho producto, único en el mercado para hacer postres veganos y vegetarianos, se caracteriza por su base de avena, arroz y azúcar. Su origen 100% vegetal permite a los consumidores veggies seguir disfrutando de innumerables postres caseros, manteniendo el sabor y la textura de siempre.

Además, Nestlé también ha sido reconocida en la categoría de Sostenibilidad por la caldera de valorización de posos de café de su fábrica de Girona, dedicada a la elaboración de café soluble y bebidas en cápsulas monodosis. Dicha caldera, que supuso una inversión de 17,2 millones de euros, utiliza el poso resultante de la elaboración de café soluble para la obtención de vapor, siendo un claro modelo de economía circular dentro del proceso industrial de fabricación.

Ver Noticia Completa en El Correo Gallego

Pontecesures, la fábrica donde Nestlé produce más de 60.000 toneladas de leche condensada,

La producción de esta factoría creció un 17 % en solo un año.

Nestlé tiene en Pontecesures una de sus fábricas más internacionales. Y es que el 70 % de la leche condensada que se produce en esta factoría se destina a la exportación. La planta, que es un centro de referencia para la compañía en las zonas de Europa, Oriente Medio y Norte de África, ha logrado este año batir todos sus récords de producción. Más de 60.000 toneladas han salido de ella durante el 2020, lo que supone un 17 % más que durante el período anterior.

El crecimiento viene dado por la apertura de nuevos mercados, como Australia, así como por el aumento del volumen producido en la factoría tanto para España como para otros destinos habituales, esto es, Oriente Medio y Europa, explican en la compañía. Este incremento en la producción ha llevado parejo la contratación de nuevo personal. Alrededor de 30 personas se han incorporado al centro productivo, con lo que la plantilla actual ya supera los 200 trabajadores.

Pero es que, además, el gigante alimentario no ha dejado de invertir en esta planta, que se nutre de la leche que producen las granjas situadas en un radio de 50 kilómetros. Durante el pasado año, la fábrica puso en funcionamiento dos nuevas líneas de llenado, que han supuesto una inversión de 1,9 millones de euros. Una de ellas está destinada a los grandes formatos para clientes industriales, que permite el llenado de envases de diferentes tamaños, de entre 2,5 y 1.000 litros. También está dotada de una tecnología que proporciona una mayor precisión y permite aumentar la vida útil del producto. Por su parte, la segunda línea, en la que se llenan los envases de un kilo y los de 740 gramos, se caracteriza por su velocidad y precisión, así como por el ahorro de energía y mantenimiento.

Leche veggie

Desde Nestlé recuerdan también que en esta factoría se empezó a producir el pasado año un nuevo producto que ha revolucionado los lineales de los supermercados: La Lechera Veggie. Se trata de la primera alternativa vegetal a la leche condensada, producida a base de avena, arroz y azúcar y está especialmente ideada para que los consumidores veganos, vegetarianos y flexitarianos puedan seguir disfrutando de postres caseros, manteniendo el sabor y al textura de siempre.

La factoría de Pontecesures es una de las más veteranas de la compañía en España. Aunque la planta se inauguró en 1939, tiene su origen en la constitución de Ilepsa (Industria Lechera Peninsular), empresa propiedad de Nestlé que se fundó el 1 de febrero de 1938. Fue el 16 de agosto de 1939 cuando salió de esta planta el primer bote de leche condensada que se produjo.

La Voz de Galicia

Nestlé colabora con la Cruz Roja para garantizar el acceso de los niños a la alimentación.

Nestlé está comprometida con la Cruz Roja en apoyar económicamente los proyectos de alimentación infantil en el marco de la denominada Alianza Humanitaria para la Alimentación Infantil. Al mismo tiempo, difunde las iniciativas de la organización humanitaria con el objetivo de sensibilizar a los empleados y consumidores de la necesidad de colaborar para asegurar la alimentación de los niños.

Nestlé España colabora con la Cruz Roja desde 1963, contribuyendo a que pueda desarrollar sus labores de carácter social y humanitario, y patrocinando su campaña anual de captación y promoción de voluntarios.

Niña pequeña comiendo fruta

La Alianza Humanitaria para la Alimentación Infantil

Es una iniciativa impulsada por la Cruz Roja centrada en conseguir recursos para garantizar el acceso a una alimentación completa de todos los niños. Disfrutar de una alimentación saludable y equilibrada es fundamental para la salud, el rendimiento escolar y el desarrollo de los más pequeños.

Por ello, la Cruz Roja refuerza la distribución de comida entre los menores que asisten a sus centros y hace frente a la situación de emergencia social que vive actualmente una parte de la población española y, en especial, los niños.

Creada en mayo de 2014, la Alianza inició una segunda fase a mediados de 2016 focalizada en ayudar a los niños de los hogares que sufren pobreza crónica o grave. Actualmente, Cruz Roja busca intensificar la ayuda a las familias que no han podido mejorar su situación tras los años más duros de la crisis económica en España.

Hacienda vuelve a apuntar a Nestlé y le abre una macroinspección fiscal.

Hacienda ha vuelto a poner el foco sobre Nestlé España. La Agencia Tributaria notificó el pasado diciembre al gigante de los lácteos su intención de iniciar actuaciones inspectoras «de carácter general» sobre el pago de la compañía de diferentes impuestos a lo largo de diferentes ejercicios

En concreto, se han iniciado inspecciones sobre el Impuesto de Sociedades (de 2015 a 2017) y, de noviembre de 2015 a diciembre de 2017, sobre el Impuesto sobre Valor Añadido, las retenciones/ingresos a cuenta de capital mobiliario, las retenciones/ingresos a cuenta de rendimientos de trabajo, las retenciones/ingresos a cuenta de arrendamientos inmobiliarios y las retenciones a cuenta de imposición a los no residentes.

Estas actuaciones las recoge la compañía en su memoria de 2019, en la que detalla que tiene ejercicios abiertos desde 2015 pendientes de inspección por las autoridades fiscales.

De hecho, en el propio informe de auditoría se insiste en que, debido a que Nestlé opera en diversas jurisdicciones fiscales en todo el mundo, la compañía está «constantemente sujeta a cuestionamientos fiscales por parte de las autoridades fiscales locales sobre diversas cuestiones, entre ellas la financiación intragrupo, los acuerdos de fijación de precios y cánones, los diferentes modelos de negocio y otros asuntos relacionados con las transacciones».

Inspecciones en España

Así, durante los últimos ejercicios Nestlé España ha recogido en sus diferentes cuentas de resultados diferentes procesos de inspección. En concreto, las autoridades fiscales españolas han sometido a diversos procedimientos de comprobación tributaria los periodos impositivos de 2007 a 2014 de las principales figuras impositivas de las que la sociedad es contribuyente.

Estas inspecciones derivaron en «determinadas liquidaciones» tributarias que, a juicio de Nestlé, no son ajustadas a derecho, por lo que en estos momentos se encuentran recurridas ante diferentes instancias, «esperando una resolución favorable de dichos recursos», insiste la empresa en su memoria.

¿Daños por el coronavirus?

El gigante suizo recoge en su memoria la crisis del coronavirus como hecho posterior al cierre de su ejercicio 2019, recalcando que la pandemia está afectando de forma significativa a la economía global, debido «a la interrupción o ralentización de las cadenas de suministro y al aumento significativo de la incertidumbre económica».

No obstante, Nestlé señala que, como consecuencia de la incertidumbre, no puede estimar «razonablemente» el impacto que la covid-19 tendrá en su posición financiera, resultado de las operaciones o flujos de efectivos en el futuro.

vozpópuli

Nestlé acaba con los residuos enviados a vertedero desde su fábrica de Pontecesures.

Nestlé España ha dado un nuevo paso al frente en su política de preservación medioambiental, y más concretamente en su apuesta por la economía circular, aplicada a todos sus centros de producción nacionales. Prueba de ello es que las diez fábricas de que dispone en el país, entre ellas la de Pontecesures, ya no envían residuos a vertedero.

Así lo destaca la propia multinacional cuando aclara que para lograr este objetivo ha trabajado con gestores autorizados, como el Grupo Saica, «con los que hemos llevado a cabo un análisis y caracterización de los residuos, además de realizar la correcta segregación de los mismos y optimizar los flujos internos y externos para darles una segunda vida».

Esto es tanto como decir que medidas como el reciclaje, la separación en origen, la implementación de mejores condiciones de almacenamiento y la valorización permiten a las factorías españolas de Nestlé un trabajo limpio.

Y se ha conseguido tras «revisar de forma periódica tanto las áreas de generación como la señalización de residuos, para conseguir la correcta segregación de materiales en fábrica», además de con la verificación permanente de las condiciones de almacenamiento intermedio y finales de los mismos.

Otra pieza clave en el engranaje es que Saica «ha analizado cada residuo para ofrecer la mejor opción de valorización dependiendo de su naturaleza«, implementando «un modelo de economía circular y sostenible en las fábricas de Nestlé en España, a través de la reintroducción de residuos en forma de nueva materia prima».

Como ejemplo ello baste citar que Saica Natur ha recogido de las factorías de Nestlé materiales como el polietileno de baja densidad que, tras ser sometido a «un exhaustivo proceso de segregación, selección, lavado y procesado, fue transformado en una granza virgen de máxima calidad reintroducida en le cadena de producción como un film reciclado y reciclable que se emplea para agrupar y manipular unidades de venta de algunos productos».

Del mismo modo, Saica retira de las fábricas de Nestlé España unas 3.150 toneladas de cartón anuales, las cuales recicla y convierte en más de 16 millones de embalajes que Nestlé vuelve a utilizar.

Fruto de este trabajo, la lechera ha conseguido reducir por completo sus emisiones en la última década, de tal forma que mientras en 2010 generaba en el conjunto de las factorías que tiene en España unas 3.380 toneladas de residuos, el la actualidad el volumen enviado a vertedero es cero.

Esta acción se encuadra en el programa medioambiental «Compromisos con la Tierra«, entre cuyas claves destaca el haber logrado «la implicación de todos los actores involucrados en la gestión de los residuos para dar una segunda vida a los mismos».

El grupo Saica, a través de su línea de negocio Saica Natura -encargada de la gestión de residuos y servicios medioambientales-, ha trabajado de forma conjunta con Nestlé para analizar la cadena de valor de la compañía láctea «con el fin de detectar ineficiencias y proponer mejoras orientadas a la maximización de la utilización de los residuos».

Así lo destacado el director general de Saica Natur, Víctor Sanz, después de que su empresa propusiera «soluciones sostenibles» que, teniendo como eje principal la economía circular, han llevado a los centros de producción de Nestlé «a convertirse en ejemplo de empresa que no genera residuos a vertedero».

Esto lleva a Jacques Reber, el director general de Nestlé España, a presumir de que en su compañía «lideramos las iniciativas y acciones que ayudan a proteger nuestro planeta, siendo un ejemplo claro de ello que nuestras 10 fábricas españolas ya sean cero residuos a vertedero».

Es algo que «parecía imposible -reconoce-, pero lo hemos hecho desde la firmeza y la determinación, convencidos de que debemos ser motor de cambio».

Dicho lo cual se compromete a «seguir sumando esfuerzos para ser parte activa en la preservación de nuestro planeta Tierra, algo que debemos hacer por nosotros y por las generaciones futuras».

Faro de Vigo