Un centenar de operarios limpiarán el Camino Portugués.

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Los operarios recibieron ayer el material cedida.

 

Cerca de un centenar de operarios iniciarán el lunes los trabajos de acondicionamiento del Camiño Portugués a Santiago en el tramo comprendido entre Tui y Pontecesures, como anunció ayer el presidente de la Diputación, Rafael Louzán.
Los empleados recibieron ayer el equipamiento necesario para realizar un trabajo que pretende que, en un plazo de seis meses, todo el recorrido del camino por la provincia de Pontevedra esté en perfectas condiciones de limpieza.
Louzán destacó que esto solo es una parte del proyecto conjunto que la Diputación, los 12 ayuntamientos de la ruta y la Xunta están llevando a cabo para ??a consolidación definitiva? de un camino que realiza miles de personas cada año.
A estos labores se sumarán posteriormente, tal y como anuncio el presidente, otros trabajos más complejos orientados a mejorar la seguridad en los cruces y en los puntos más conflictivos. Las mismas fuentes explicaron que en el detalle de las obras necesarias ya está trabajando una consultora y, una vez entregado el proyecto, la Diputación procederá a licitar los trabajos. Estos incluirán la construcción de algún puente de madera en lugares de especial dificultad de tránsito en los meses de lluvia, la aplicación de zahorra o el empedrado de algunos puntos o señalizaciones, entre otras.
Los trabajos se realizarán en Tui, O Porriño, Mos, Redondela, Soutomaior, Vilaboa, Pontevedra, Barro, Portas, Caldas, Valga y Pontecesures, y los operarios se distribuirán en función del número de kilómetros que haya que cubrir en cada villa.

Diario de Arousa

Valga acoge un taller sobre dinamización comunitaria.

El Ayuntamiento de Valga forma parte de la tercera edición del programa «Aquelando», impulsado por la Diputación de Pontevedra y centrado en la teleasistencia, la atención sociosanitaria y la dinamización comunitaria. Este último campo es el que va a tratarse en el centro ocupacional valgués, impartiendo formación a una quincena de personas.

Faro de Vigo

La instalación de LED en 103 puntos de luz permitirá ahorrar 8.000 euros al año.

El delegado provincial de la Xunta en Pontevedra, José Manuel Cores Tourís, visitó Pontecesures para analizar las obras de eficiencia energética que se acometerán con fondos de la Consellería de Economía e Industria. En la visita Tourís estuvo acompañado por el alcalde Manuel Luis Álvarez Angueira, varios concejales del equipo e gobierno y el jefe territorial de Economía e Industria, Ignacio Rial.

El delegado destacó los 60.000 eukros que se invertirán en obras de mejora energética de los que 51.000 serán subvencionados por el Inega. Se cambiarán n total de 103 puntos de luz, en los que se colocarán luminarias LED, y dos cadros de mando en ocho calles diferentes, en concreto en Rúa Mimosas, Camiño dos Acevedos, Avenida José Novo Núñez, Rúa do Pilar, O Cantillo, Subida a Requeixo, Rúa do Coengo y Outeiro.

El responsable de la Xunta en la provincia de Pontevedra apuntó que estas obras permitirán reducir el consumo y el flujo luminoso un 50% durante diez horas al día. «Con esta medida aforraranse no municipio de Pontecesures case 8.000 euros ao ano, conseguindo un aforro enerxético de 55.832 kilovatios hora ao ano», y reduciendo en 32,26 toneladas anuales las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera. Esto equivale a la plantación de 1.813 árboles.

Cores Tourís comentó que en el total de la comarca de Arousa se están ejecutando mejoras en catorce instalaciones y 978 puntos de luz, «o que se traduce nun aforrro económico de case 96.500 euros en doce meses». Los municipios afectados son Vilagarcía de Arousa, Catoira, Caldas de Reis, Pontecesures, Meis, Meaño, Ribadumia, Poio y Sanxenxo. En todos ellos se llevarán a cabo actuaciones de cambio de puntos de luz por nuevos equipos LED. La inversión en todas estas localidades suma 538.000 euros, de los cuales 447.000 son subvencionados por la Consellería de Economía e Industria.

Diario de Arousa

Los pontevedreses dejaron de consumir casi diez millones de cajetillas de cigarrillos en tres años.

Los estanqueros achacan este descenso a un cóctel formado por las leyes antitabaco, la crisis pero sobre todo las importantes subidas impositivas » Alertan del auge del contrabando debido a los elevados impuestos

La venta de cajetillas de cigarrillos en la provincia de Pontevedra cae en picado desde hace aproximadamente una década. Sin ir más lejos, según los datos del Comisionado para el Mercado de Tabacos, solo en los últimos tres años el número de unidades vendidas (contabilizan cada cajetilla de 20 cigarrillos), los estancos de la provincia dejaron de vender casi diez millones de unidades. La caída es todavía mayor si se toma como referencia el año 2007, casi al inicio de la crisis económica y coincidiendo con la entrada en vigor de la primera ley antitabaco. Aquel ejercicio se cerraba con un total de 75 millones de cajetillas vendidas frente a los 43 del pasado año. La ley se endureció en 2011, año en el que el consumo en Pontevedra ya había descendido hasta los 52,5 millones de paquetes de 20 unidades vendidos.

¿Cuáles son las causas de este descenso? Todo hace indicar que las leyes antitabaco fueron clave para que muchos pontevedreses aprovechasen para dejar de fumar y optar por una vida más sana. También la crisis, dado al gasto que representa el tabaco, pero los estanqueros consideran que el principal responsable de este descenso en el consumo son las continuas subidas impositivas que está sufriendo este producto y que, a su juicio, es la principal razón para explicar el auge de un fenómeno prácticamente erradicado: el contrabando de tabaco.

Mario Espejo, presidente de la Unión de Estanqueros de España, explica que en su día esta organización encargó un exhaustivo informe para medir el impacto que pudiera tener el endurecimiento de la ley antitabaco de 2011 sobre el mercado. «Aquel informe señalaba que la entrada en vigor de la ley iba a suponer una reducción de en torno a un 10% en las ventas, unos pronósticos que en los siguientes meses se cumplieron casi a rajatabla, pero se trata de una reducción puntual, esto no explica el descenso que ha sido mucho mayor y que continúa en el tiempo, creemos que las subidas de impuestos y como consecuencia el contrabando de tabaco es lo que está produciendo más daño», explica.

En cuanto a la crisis, reconoce que, junto con el endurecimiento de la legislación, también pudo influir en la caída de las ventas y el consumo pero insiste en los impuestos como el factor más determinante. «Yo creo que con la crisis, el fumador, más que dejarlo, lo que ha hecho ha sido cambiar de hábitos», explica, señalando que en muchas ocasiones no se ha dejado de fumar sino que se ha pasado a productos como la picadura de liar o de pipa que «son mucho más baratos que las cajetillas de cigarrillos, entre otras cuestiones porque además tienen una fiscalidad mucho menor». Las cifras en Pontevedra le dan la razón: De las 50 toneladas de papel de liar que se vendían en la provincia de Pontevedra en 2009 se ha pasado a un total de 117 toneladas el pasado año, se venden 57 millones de puros, frente a los 22 millones de hace cinco años e incluso la picadura para pipa subió de una tonelada y media a tres.

Según el presidente de los estanqueros, las fuertes subidas impositivas de los últimos años también explicarían que, pese a que las ventas cayeron casi a la mitad, el descenso en la facturación por la venta de cajetillas de cigarrillos es menor. Así, en diciembre de 2007 las ventas de estos paquetes suponían en la provincia un negocio de 186 millones de euros, en 2011 era de 197 millones de euros y en 2013 se cerró de nuevo en los 186 millones de euros. Pese a un menor número de ventas, similar recaudación. «Desde diciembre de 2010 hemos sufrido dos o tres tirones de impuestos bastante fuertes, lo que explica que no haya caído tanto la facturación como el número de unidades vendidas», explica Mario Espejo. No obstante, esto no garantiza tampoco que Hacienda mantenga los ingresos que recibe por el tabaco pese a la subida de impuestos. Espejo insiste en que esta mayor carga fiscal y la consiguiente subida de precios es quizá la principal causa del descenso de las ventas de tabaco y «nuestro principal socio sigue siendo la Agencia Tributaria ya que como yo digo, ellos son los perceptores del 80% de lo que produce este negocio y por lo tanto, si las ventas van mal, a ellos también le va mal y ya han dejado de ingresar unos 1.200 millones en impuestos en el último año».

Reducción de personal

El resto de los implicados en el sector tabaquero se tienen que repartir el 20% restante del negocio y ahí asegura que los estanqueros están entre los más perjudicados hasta el punto en el que, si bien tan solo en algunos de los casos más graves y afectados por el contrabando ha habido cierres de expendedurías, los estancos sí que se están viendo obligados en muchos casos a reducir personal por la caída de los ingresos que perciben.

Faro de Vigo

Pontecesures, donde los ladrones lo aprovechan todo.

Por mucho que los datos oficiales que esgrime la Subdelegación del Gobierno en Pontevedra digan que en Pontecesures los niveles de criminalidad son los normales, la sensación que tienen los vecinos que residen en esta pequeña localidad del Baixo Ulla es muy diferente. Cada cierto tiempo se produce una oleada de asaltos a bares, comercios y viviendas particulares de la que, en ocasiones, no se ha librado ni el cobre del alumbrado público. En las últimas semanas, la localidad ha vuelto a estar en manos de un hombre al que la Guardia Civil le imputa varios robos. Fue «cazado» gracias a que el propietario de uno de los comercios asaltados -una tienda de material deportivo- vio por la calle a un vecino de Padrón subido en una de las ocho bicicletas que le habían sustraído del local.

Tirando de ese hilo, la Benemérita llegó hasta un hombre, RC.T.J., de 35 años de edad y vecino de Pontecesures, en cuyo domicilio se encontraron seis de las ocho bicicletas robadas y buena parte del alijo de material deportivo con el que se había hecho un par de semanas antes. Pero no fue lo único que hallaron los agentes durante el registro. En el transcurso del mismo encontraron pruebas que implicaban a este hombre en otros cuatro robos en comercios y viviendas de Pontecesures y en la depuradora de Padrón.

Entre los objetos encontrados figuraban, por ejemplo, sacos de pienso de comida para aves que habían sido sustraídos, días antes, de una tienda de mascotas de Pontecesures. De aquel viaje clandestino a este local se había marchado el caco con un botín peculiar. Y es que, además de pienso para alimentar a todo tipo de mascotas, se había llevado objetos destinados al cuidado de las mismas y una buena dosis de raticida.

Sospechosos habituales

El autor de estos robos, que ya está en la calle a espera de juicio, es uno de los sospechos habituales cuando en Pontecesures se produce un asalto. No es el único: en la localidad hay otros vecinos con un largo historial en esta materia. Pero aunque son sus persistentes fechorías las que traen de cabeza a los cesureños, en la localidad arrastran otras cruces.

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Un vecino, por ejemplo, lleva meses teniendo que estar ojo avizor cada vez que cuelga la ropa en su tendal. En varias ocasiones, cuando iba a recoger las prendas ya secas, se topaba con que alguien las había sustraído. «Xa van varias veces que lle pasa», reconocían ayer desde el Ayuntamiento, desde donde explican que las cuerdas de colgar la ropa están «moi pegadas á rúa», un blanco fácil para quienes no tienen el menor reparo en llevarse lo que no es suyo.

Puede que sea difícil dar con los autores de este robo, aunque en las calles de Pontecesures todo el mundo tiene sus sospechas sobre quién está detrás de estos hurtos de ropa. En Catoira, hace un par de años, un ladrón también se aficionó a visitar los tendales de los vecinos y nunca se supo quien estaba tras tan extraños robos.

Los golpes puntuales

Por si los ladrones habituales no fuesen suficiente para amargar la vida de los cesureños, esta localidad sufre, como otras de Galicia, la visita de grupos organizados y profesionales que realizan incursiones rápidas para llevarse los botines que iban a buscar. El pasado mes de marzo, sin ir más lejos, una banda desembarcó en la avenida Arousa y se llevó 400 metros de cable de la red de alumbrado público.

El gobierno local ha trasladao en varias ocasiones a la Subdelegación del Gobierno su preocupación por la eterna sucesión de robos que se producen en la localidad, y que está amparada por la escasez de efectivos que padecen los cuerpos de seguridad que deben cubrir esa zona. Eso explica la osadía que los ladrones muestran en esta localidad. Como cuando, en el mes de mayo, los cacos entraron dos veces en 24 horas en un estanco situado en la calle San Lois, en pleno centro urbano.

La Voz de Galicia