Mil raciones de lamprea al sol.

La Feria do Automóbil hizo soñar a los amantes del motor.

Alrededor de cinco mil personas acudieron el domingo a disfrutar de los festejos en honor a este manjar del río Ulla. Buen tiempo y aforo completo

Las cifras hablan por sí solas. La Festa da Lamprea de Pontecesures levanta pasiones entre los vecinos de la comarca y visitantes que se acercan al municipio. Alrededor de mil raciones de este pez se distribuyeron el domingo en la carpa del puerto y sus alrededores. El sol pegó con fuerza y los estómagos lo agradecieron.
Se vendió todo lo que había, los pinchos, las empanadas que participaron en el concurso del sábado y el pulpo que se ofreció a aquellos que se resistieron a sucumbir a los encantos del plato estrella. Un total de 310 ejemplares de este pez distribuyeron los valeiros para los comensales que se acercaron a disfrutar de los festejos y que se estima que rondan las 5.000 personas.
La fiesta grande, la del domingo, comenzó entre motores y sentidos homenajes. La Feria do Automóbil Antiguo o de Ocasión hace cada año de esta celebración algo más que gastronomía. El acto en conmemoración de los quince alcaldes que pasaron por Pontecesures puso el toque emotivo con unos discursos que unieron partidos y ensalzaron los esfuerzos que los representantes hicieron por el municipio. La música alegró las calles y la sobremesa.
Balance
Viva o cocinada lucía la lamprea. Un acuario mostraba en movimiento a los peces y a otros ejemplares e hizo abrir la boca del susto a los más pequeños, que a pesar del miedo inicial miraban atónitos las demostraciones de un profesional. Y como en toda fiesta que se precie es un deber hacer un balance con lo bueno y lo malo de la diversidad de los actos. Al contrario que en otras ediciones, se aplaudió a la organización por esperar a que Tacho González sacase las últimas sonrisas al público con el pregón para repartir la comida. Sin embargo, se echó de menos la animación durante la tarde y la multitud abandonó el puerto quizá con ganas de un poquito más. Pontecesures volvió ayer poco a poco a la normalidad.
Cabe recordar, en un Año Santo como este, que la lamprea es un pez muy relacionado con la tradición medieval y el Camino de Santiago. De ahí el origen de la receta a la bordelesa que causó furor entre los asistentes, y que seguro hizo decir a más de uno: «El año que viene no me lo pierdo».

LA VOZ DE GALICIA, 20/04/10

?xito gastronómico.

Fueron cientos de personas las que ayer se dieron cita en Pontecesures con motivo de la Festa da Lamprea do Ulla. El producto, alrededor de novecientas raciones, se agotó por completo lo que vuelve a confirmar el creciente éxito de esta celebración gastronómica. A pesar de haberse cerrado ya la campaña de pesca de este pez en el río Ulla, tanto cesureños como visitantes estaban ávidos de degustar la lamprea. Tras varias ediciones de evolución ascendente, quizás sea el momento de volver a tocar a las puertas de la Xunta para intentar conseguir lo que hace unos años no se pudo: la declaración de Festa de Interese Turístico para un producto tan escaso y exquisito.

DIARIO DE AROUSA, 19/04/10

Pontecesures cosecha una afluencia histórica de visitantes gracias a su fiesta de la lamprea.

La villa, que este año presume de Porto Xacobeo, celebró el evento de manera brillante

Pontecesures vivió ayer la que, quizás, puede considerarse la Festa da Lamprea más importante de su historia. Una multitud tomó la zona portuaria para consumir los 310 ejemplares disponibles de este preciado producto propio del río Ulla, pero es que, además, centenares de ciudadanos llegados de otras localidades abarrotaron las calles y diversos establecimientos hosteleros de la villa xacobea antes, durante y después de la degustación.
La soleada mañana dominical animó todavía más el certamen gastronómico, acompañado por el indudable tirón de la Feria del Automóvil Antiguo y de Ocasión, que alcanzó su sexta edición y reunió decenas de vehículos que convirtieron el centro urbano en un gran museo automovilístico.
Si a esto se suma el precio módico y popular al que se cobraron las raciones de lamprea al estilo bordelesa ??10 euros, con derecho a pan, vino y cazuela de barro de recuerdo??, la posibilidad de saborear este manjar fluvial en pinchos ??a 3 euros?? y el ambiente festivo que impregnaron los grupos de gaitas y la charanga, es fácil de entender el por qué del éxito cosechado ayer.
Desde primeras horas de la mañana el ambiente que se respiraba en la villa era ya formidable. Mucho antes de que se sirviera la lamprea (a las dos de la tarde) ya olía a churros, a churrasco y a pulpo á feira, pero también a queso, chorizos, pan recién hecho, miel, filloas y todo tipo de productos tradicionales, de esos que presumen de estar «feitos na casa», y que se vendían en diferentes puestos habilitados para la ocasión en el recinto portuario.
Hasta Pontecesures habían llegado vecinos de diversos puntos de las comarcas de O Sar, Caldas, Santiago, Pontevedra, Barbanza… por allí se veían muchas caras conocidas, como el patrón mayor de Rianxo, Baltasar Rodríguez, o el técnico de Medio Ambiente de O Grove, Francisco Meis.
Estos son sólo un par de ejemplos de que la lamprea y su fiesta pontecesureña traspasan fronteras y mejoran cada año que pasa, pero la afluencia de visitantes, llegados en algunos casos desde muy lejos, demuestra también que un pez que para algunos resulta realmente feo se convierte en un manjar cuando se le trata con cariño en los fogones.
Eventos como el de ayer demuestran que la lamprea es hermosa por dentro, y sobre todo sabrosa, de ahí que tanta gente quisiera visitar Pontecesures para saborear su popular pescado, ese parásito marino que capturan catorce embarcaciones en las cuales los pescadores, conocidos como valeiros, demuestran a diario su destreza en el manejo de la nasa butrón, el arte de pesca empleada para capturar este pez de cuerpo cartilaginoso que a principios de cada año empieza a remontar el Ulla para desovar.
El ambiente festivo mejoraba por momentos, la exposición de coches antiguos hacía las delicias de los visitantes, que también contemplaban la exposición de lampreas vivas, y el sol calentaba cada vez con más fuerza, por lo que era casi imposible encontrar un sitio libre en terrazas de bares como el situado en A Plazuela.
Así lo comprobaron también las numerosas autoridades presentes en la fiesta, que recorrieron el recinto, se subieron a algún que otro coche clásico, visitaron las cocinas y, por supuesto, degustaron la lamprea.
La nutrida comitiva estaba capitaneada por la conselleira de Mar, el presidente de la Diputación, la alcaldesa de Pontecesures, María Isabel Castro Barreiro, y sus socios en el tripartito, el conservador Rafael Randulfe y el incombustible Luis Sabariz Rolán, el concejal independiente delegado de Relaciones Institucionales que, como tantas otras veces, fue el encargado de organizarlo y supervisarlo prácticamente todo.
Junto a ellos el actor gallego Tacho González, encargado de leer un pregón en el que, como no podía ser de otra manera, fue fiel a su estilo, por eso las alusiones a la lamprea y a Pontecesures rebosaban dinamismo y grandes dosis de humor.
Como se explicó anteriormente la expedición de las raciones de lamprea comenzó a las dos de la tarde. Desde prácticamente una hora antes ya había gente esperando en la cola para recoger el producto en cuanto saliera de los fogones, instalados en el mercado de abastos, como siempre.
Y también como siempre, lo que cuesta tanto trabajo pescar y requiere tantas horas de preparación en la cocina se agotó con una considerable rapidez.
«El arroz está un poco soso y la lamprea tiene demasiadas huevas», decía una de las asistentes al evento. «No hay nada como una buena ración de lamprea a la bordelesa, y ésta está deliciosa», replicaban los comensales que tenía al lado.
La satisfacción parecía generalizada y algunos incluso quisieron destacar el buen trabajo realizado por el equipo de hombres y mujeres que se ocuparon de preparar el almuerzo, de distribuirlo y de velar por el buen funcionamiento de la fiesta.

FARO DE VIGO, 19/04/10

El simbólico apoyo de Mar y el desembarco de pesos pesados.

La fiesta de la lamprea celebrada este fin de semana en Pontecesures, y sobre todo los actos desarrolados ayer, arrojan conclusiones que van más allá de las meramente referidas al aspecto culinario del evento. Puede que este certamen reuniera el mayor número de autoridades que se recuerda en una fiesta de la lamprea, pues lo habitual es que los dirigentes políticos desembarquen en acontecimientos políticos mediáticamente más populares y en localidades con mayor densidad de población. La Festa do Marisco de O Grove y la Festa do Albariño de Cambados son un buen ejemplo. Pero ayer Pontecesures recibió el respaldo de dirigentes como la conselleira do Mar, Rosa Quintana, el director xeral de Competitividade, Juan Carlos maneiro Cadillo, el delegado territorial de la Xunta, José Manuel Cores Tourís, el presidente de la Diputación, Rafael Louzán; y alcaldes como los de Valga, Portas, Padrón, Dodro y Moraña. Unos y otros arroparon a la corporación de Pontecesures (gobierno tripartito y oposición estuvieron bien representados) en la apretada agenda matinal, que culminó con un almuerzo en la carpa de degustación ubicada en el recinto portuario. Mención especial merece la presencia de Rosa Quintana y Juan Carlos Maneiro. La lamprea no depende de su departamento, pues la pesca fluvial está representada por la Consellería do Medio Rural. Pero aún así la conselleira y el director xeral quisieron desplazarse a Pontecesures para, con su presencia, apoyar a la localidad y, sobre todo, a la flota que vive de este recurso.

FARO DE VIGO, 19/04/10

Cientos de comensales no dejaron nin rastro de la lamprea.

Las autoridades entraron en la plaza de abastos para comprobar cómo las cocineras preparaban las raciones de lamprea a la bordelesa.

La gran cantidad de personas que acudieron ayer en Pontecesures a la XV Festa da Lamprea agotaron las aproximadamente novecientas raciones que la organización había preparado, todo un éxito que consolida aún más esta cita gastronómica. Fueron 578 las raciones que se vendieron en el stand, mientras que otros 246 comensales optaron por adquirir tíckets de pinchos. Otras doscientas raciones, aproximadamente, se sirvieron en las mesas reservadas para las autoridades políticas, organizadores de la fiesta y la Feira do Automóbil, Protección Civil, Policía o familiares de los ex alcaldes homenajeados.
A pesar de que las previsiones meteorológicas no eran del todo buenas, el día fue espléndido y esto animó a la gente a acudir al festejo gastronómico. A partir de la una y media del mediodía comenzó a agolparse la gente para adquirir sus raciones de lamprea y sobre una hora más tarde se llegó al momento de mayor aglomeración de comensales, que llenaron por completo la carpa situada en la zona portuaria en la que, por momentos, resultaba difícil encontrar un hueco.

Quienes no quisieron lamprea no se quedaron con hambre, puesto que churrasco, pulpo o empanada eran otros de los productos que se ofertaban en la fiesta. A mediodía la llegada de gente fue constante y fue entonces cuando se despachó la mayor parte del producto, aunque los más rezagados todavía adquirieron sus pinchos y raciones por la tarde. Pasadas las 20 horas aún se estaba sirviendo lamprea en la carpa y finalmente se agotaron los más de 300 ejemplares que el Concello adquirió a los valeiros cesureños.

La degustación y los actos oficiales previos a ella contaron con la presencia de la conselleira do Mar, Rosa Quintana, el presidente de la Diputación, Rafael Louzán, y el delegado territorial de la Xunta, José Manuel Cores Tourís. Entre las autoridades tampoco faltaron alcaldes de los municipios más próximos, como Valga, Catoira, Padrón, Dodro o Moraña. Todos fueron recibidos por la Corporación en la Casa Consistorial y comenzaron entonces un recorrido que los llevó, primero, a la Plazuela, para contemplar algunos de los coches clásicos de la Feira do Automóvil, y después a la plaza del ??Coche de Pedra?, donde tuvo lugar una ofrenda floral en recuerdo de los pioneros que organizaron las primeras ferias automovilísticas en Pontecesures.

Fue también obligada la parada en la plaza de abastos, para comprobar cómo las cocineras ultimaban la preparación de las lampreas, animales que se mostraban vivos en un acuario. La conselleira do Mar, ayudada por el presidente de los valeiros, Antonio Pesado, no dudó en coger con sus propias manos una lamprea. Minutos antes había protagonizado otra de las imágenes del día, al ponerse al volante de uno de los coches históricos que se concentraron en las calles cesureñas.

DIARIO DE AROUSA, 19/04/10