Na xornada do xoves -30 de xullo-procederáse a un corte na rede de subministro de auga, debido a tarefas de reparación e mantemento na rede de abastecemento.
Este corte afectará a rúa:
· Camiño dos Mariñeiros (dende o paso a nivel do tren ata a Rúa Calera).
O tempo aproximado do corte no subministro de auga será dende as 9.00 ás 12.00 horas. Recoméndase a tódolos veciños que fagan acopio de auga para dispoñer da mesma no devandito horario.
Han pasado siete años desde la tragedia del Alvia, pero en Pontecesures no olvidan a su vecino muerto en el tren: Antonio Jamardo Villamarín. Hoy no se celebrará la tradicional concentración de homenaje, pero sí se invoca a los vecinos a que lleven flores o velas a la estación de ferrocarril.
La estación de tren de Pontecesures no acogerá esta tarde la concentración en homenaje a Antonio Jamardo Villamarín, como sucedió de forma ininterrumpida entre 2014 y 2019. La pandemia de coronavirus ha motivado que la impulsora del acto, Belén González Silva, haya rehusado este año convocar a sus vecinos al homenaje al pontecesureño fallecido en el accidente del tren Alvia del 24 de julio de 2013.
«Debido a la crisis por el Covid-19, consideramos que no debemos reunirnos, pero eso no significa que olvidemos», plantea en su página de Facebook, medio a través del cual fue haciendo las convocatorias año tras año, desde el primer aniversario del trágico accidente.
Por ello, y para no olvidar, la pontecesureña anima a todos los vecinos y allegados a acudir a la estación ferroviaria de Pontecesures y a depositar en su andén una flor o una vela encendida por la memoria de Antonio Jamardo Villamarín. No habrá concentración, de modo que podrán ir a la hora que cada uno quiera o pueda. La familia, por su parte, participará en una misa de aniversario pensada únicamente para los parientes.
Jamardo viajaba con su novia en el Alvia accidentado en la víspera del Apóstol de 2013. Iban a acudir a una boda, pero el vuelco del tren costó la vida al hombre, que trabajaba en Madrid como agente comercial de una empresa arousana.
En el primer aniversario del fatal accidente, González convocó una concentración de homenaje, a la que año tras año acudieron docenas de vecinos y miembros de la corporación municipal. La pontecesureña insiste en que seguirá convocando el acto, «mientras la familia no me diga que pare, que ya no hace falta», pero asume que tarde o temprano ese momento puede llegar, «porque esto supone remover recuerdos que son muy duros».
Belén González Silva defiende la validez del homenaje, aunque sea a pequeña escala, «para que la familia de Antonio Jamardo vea que no está sola». «Lo peor de todo esto es que han pasado siete años y que seguimos igual. Los vagones siguen en la explanada de Grúas Estación y seguimos sin saber de quien fue la culpa de lo que pasó».
GeC porpone en su programa la mejora integral del tren convencional gracias a la ampliación de servicios y frecuencias. Añadirán trenes de proximidad entre Vigo-Pontevedra, Santiago-Vilagarcía y A Coruña-Ferrol.
La normalidad tarda más en llegar en algunos ámbitos. Si la reducción de la movilidad fue clave para controlar la expansión del covid-19, en la desescalada y en las primeras semanas después del fin del estado de alarma las circulaciones ferroviarias aún no han recuperado ni mucho menos el nivel previo a la crisis sanitaria, a pesar de que Renfe ha aumentado moderadamente las frecuencias. La situación no es grata para algunos usuarios, que se pusieron en contacto con La Voz para denunciar que no pueden coger el tren para ir al trabajo, como hacían antes, pues el que utilizaban para poder llegar a tiempo a su puesto fue retirado durante el estado de alarma y no ha sido repuesto. Tampoco los sindicatos están de acuerdo con esta política comercial de Renfe, y tanto CC.OO. como la CGT reclamaron en varias cartas a la dirección de Renfe Viajeros que se repongan los servicios suprimidos o, al menos, los que son necesarios para la conciliación laboral de los usuarios.
Fuentes de la operadora pública explican que la empresa ha ido aumentando progresivamente sus servicios -en general, un 50 % más de trenes con respecto a los que funcionaban durante el confinamiento- a medida que se iban relajando las medidas de contención de la movilidad para evitar contagios. Así, cuando Galicia fue la primera comunidad en salir del estado de alarma se añadieron seis trenes a los que ya circulaban. Y cuando lo hizo el resto del país, fueron 12 las conexiones que se retomaron. El 26 de junio, con la previsión de que se reabriera la línea a Madrid entre Zamora y Ourense -finalmente fue el domingo 28-, las frecuencias por sentido pasaron de una a tres.
Aunque la operadora ferroviaria pública se compromete a ir reponiendo los trenes suprimidos cuando detecten que aumenta la ocupación, fuentes de la empresa aclaran que la demanda durante el mes de junio en media distancia «ha sido del 36 % en relación con la del mismo mes del año pasado». «Esto quiere decir -añaden estas mismas fuentes- que estamos muy lejos todavía de mover a los viajeros que teníamos antes de la pandemia».
Por esa misma línea argumental transitó el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, cuando se le preguntó el martes por la reducida oferta de Renfe tras el fin del estado de alarma. «Lo que no va a hacer la compañía ferroviaria pública es sacar trenes vacíos y sin viajeros», aseguró. Los trenes suprimidos se irán recuperando «a un ritmo acomodado a la demanda», añadió.
Quejas de viajeros
Los usuarios, sin embargo, notan las carencias. Begoña Besteiro se puso en contacto con este periódico para denunciar que Renfe eliminó los dos primeros trenes de la mañana en Santiago: «El regional que hacía el trayecto Vigo-A Coruña (que salía de Santiago a las 6.48 horas) y el Avant Ourense-A Coruña (con parada en Santiago a las 7.25). Ahora el primer tren que ofrecen para viajar desde Santiago a A Coruña llega a esta ciudad a las 8.13 horas», dice. «Esto provoca -añade- que todas las personas que viajaban habitualmente en alguno de estos dos trenes, mayoritariamente trabajadores, no disponen de ningún tren si entran a trabajar a las ocho de la mañana».
En el asunto de los trenes matinales también incidió la CGT en su carta a los responsables de Renfe Viajeros, destacando que no hay ninguno que llegue a A Coruña o a Vigo antes de las ocho de la mañana. O que entre Santiago y A Coruña, tras el tren de las 14.05 horas, no hay otro hasta las 16.10. Tampoco en A Coruña y Vigo, denuncian, hay conexiones para cubrir la salida de los turnos de tarde.
El ADIF arreglará trincheras y taludes en líneas convencionales
El Consejo de Administración del ADIF aprobó en su última reunión la licitación del contrato para la adecuación de taludes y trincheras en el ámbito de la red ferroviaria convencional y de ancho métrico de la zona noroeste.
El contrato, con un presupuesto de licitación de 7.018.000 euros (IVA incluido) y un plazo de ejecución de 24 meses, incluye actuaciones en la red ferroviaria a su paso por Galicia, las provincias de León, Zamora y Salamanca y parte de las de Ávila, Valladolid y Palencia.
La licitación servirá para proteger los taludes y erradicar la vegetación presente en la traza ferroviaria propiedad del ADIF y también de los árboles que, no siendo de su propiedad, pueden afectar al desarrollo de las circulaciones si se produce una caída sobre las instalaciones, algo relativamente habitual cuando hay temporales. El contrato también incluye los habituales tratamientos herbicidas.
García presidió ayer el lunes el primer pleno de su nueva etapa.
Alberto García presidió ayer su primer pleno desde que recuperó el bastón de mando de Catoira. Y aprovechó la sesión para sacar adelante el primer acuerdo trascendente de esta nueva etapa, como es una reivindicación dirigida a Renfe, al Estado central, la Xunta y a todo organismo que tenga algo que decir en la materia, para que se garantice el mantenimiento de los servicios ferroviarios.
En concreto, se quiere que se respeten la periodicidad y frecuencia de los trenes que utilizaban antes de la pandemia no solo los catoirenses, sino también los ciudadanos de Pontecesures y Padrón -con apeaderos propios- y, en general, los de comarcas como Caldas, O Sar y Barbanza.
Lo que hizo el alcalde vikingo fue incluir esta reivindicación en el orden del día a modo de Resolución de Alcaldía, pero sometiéndola a votación para que la Corporación le diera más fuerza tomando el acuerdo de reivindicar ese mantenimiento de los servicios ferroviarios, ya que con el estado de alarma por el coronavirus bajaron de 10 a 4 diarios, en cada sentido, y se teme que no vayan a recuperarse.
La propuesta elevada por García al pleno se basa en la reivindicación que hace días dio a conocer FARO DE VIGO, cuando el exconcejal pontecesureño Luis Sabariz hizo llegar a todos los grupos políticos parlamentarios y a los alcaldes del Bajo Ulla un informe en el que se alerta de esa pérdida de trenes, en perjuicio de la sociedad en general y, muy particularmente, de trabajadores y estudiantes.
«Como también van a salir muy perjudicados, en caso de reducirse el número de trenes, los ciudadanos de toda la comarca de Barbanza que se acercan a nuestras estaciones para utilizar este importante medio de transporte», advierte el propio García.
«No tiene sentido que se introduzcan nuevos recortes o se mantengan los aplicados a raíz de la pandemia cuando está demostrado que los ciudadanos utilizan el tren en gran número, e incluso que cada año parecen hacerlo más, por eso nos oponemos a la reducción de frecuencias y exigimos que sigan parando en nuestros apeaderos»,» proclama el máximo mandatario catoirense.
Iván Caamaño, portavoz del PP , se ofreció a pedir a la diputada Ana Pastor que ejerza de mediadora en el Congreso y reclamó un frente común de reivindicación participado por los Concellos de Rianxo y Boiro.
Los servicios ferroviarios se redujeron durante el estado de alarma y ahora cabe la posibilidad de que ya no se restablezcan – De diez al día en cada sentido podrían pasar a solo cuatro.
Un tren, a su paso por el centro de Pontecesures.
Preocupación e indignación. Es lo que sienten los vecinos de localidades como Pontecesures, Catoira y Padrón ante la posibilidad de que se vea notablemente reducido el número de servicios ferroviarios que se prestan en ellas.
Ya
se hizo, por cuestiones obvias, durante el estado de alarma propiciado
por el coronavirus. Pero ahora parece que ya nunca volverá a ser lo
mismo. Todo indica que de diez servicios diarios se pasará a solo
cuatro, lo cual limita considerablemente las posibilidades de
desplazamiento en el territorio del Ullán.
Esta
hipótesis, y la preocupación existente al respecto, ya son de
conocimiento del presidente de la Xunta y los líderes de todos los
grupos políticos con representación parlamentaria. Al igual que son
conscientes de ello los alcaldes de Catoira, Alberto García; Pontecesures, Juan Manuel Vidal Seage; y Padrón, Antonio Fernández Angueira.
Lógicamente, las quejas de los vecinos también han sido puestas en conocimiento de Renfe
y del Gobierno de España, con la esperanza de que se mantengan
operativos el mayor número de trenes de cercanías posible y se garantice
que seguirán deteniéndose, al menos como hicieron hasta la pandemia, en
los apeaderos del Baixo Ulla.
El
temor radica en que a partir de ahora «en lugar de tener diez, solo
vamos a contar en Catoira, Padrón y Pontecesures con cuatro servicios en
cada sentido, eliminándose, por ejemplo, los trenes de primera hora de
la mañana», de tal forma que los más madrugadores «partirán sobre las
11.00 horas». Asimismo, el último, procedente de Santiago, «saldrá antes
de las 20.00 horas de la capital gallega».
Así
lo explican los denunciantes de la situación, abanderados siempre por
Luis Sabariz, exconcejal pontecesureño y exmiembro de la plataforma en
defensa del tren de proximidad.
Consideran
que el citado recorte, y más aún si se produce en horarios considerados
«esenciales», resulta del todo «inconcebible» , pues advierten de que
«va a impedir el uso del ferrocarril a trabajadores, estudiantes
universitarios, pacientes de hospitales y un largo etcétera de
usuarios».
Ni que decir tiene,
argumentan los defensores del tren de cercanías que piden la
implicación de todos los partidos políticos en esta causa, que reducir
la frecuencia de los trenes «va a afectar muy negativamente a la
actividad económica de toda la zona».
Por
si fuera poco, «los trenes regionales en todo el eje A Coruña-Vigo se
quedan solo en cuatro, suprimiéndose los que salían desde Santiago, A
Coruña, Vilagarcía y Pontevedra, lo cual supone un golpe definitivo a las cercanías ferroviarias o trenes de proximidad».
En resumen, que «nunca se puso en marcha en Galicia
un servicio de cercanías como tal, pero es que ahora los pocos tramos
que tenemos con algo parecido se pretenden eliminar», explica Sabariz a
los representantes políticos y a Renfe.
Todo
esto le lleva a decir que «resulta descorazonador que se aproveche una
tragedia sanitaria para acometer un recorte tan brutal y se tomen este
tipo de decisiones en contra del medio de transporte más ecológico,
económico y seguro».
Por
cierto, que la amenaza que pesa sobre la presencia del tren y su
vinculación con el Ullán sigue latente a pesar de que el balance oficial
de Renfe referido a 2019 deja patente la existencia de una gran
cantidad de pasajeros en la línea Vigo-A Coruña, con una muy importante actividad en sus estaciones, donde el número total de subidas y bajadas fue de 102.647.
Puede decirse, además que en Pontecesures se apearon 18.355 personas en 2018 y 19.047 en 2019; en Catoira pasaron de 21.554 a 24.355 usuarios; y en Padrón la cifra subió de 21.929 a 23.301 pasajeros.