El plan integrado de empleo del Ulla logra cuarenta contrataciones.

En la iniciativa participaron un centenar de personas de seis municipios, entre ellos Valga y Pontecesures

Financiado por la Xunta, el plan integrado de empleo que acaba de concluir en el Baixo Ulla reunió bajo un mismo propósito a los concellos de ValgaPontecesuresDodroRianxoPadrón y Rois. La iniciativa contó con 107 usuarios de los seis municipios, que mejoraron su formación y sus posibilidades de encontrar un puesto de trabajo gracias a la colaboración entre las Administraciones autonómica y local, y el tejido empresarial de la zona. De hecho, cuarenta de sus participantes han conseguido insertarse en el mercado laboral.

Hubo un millar de horas de formación, de las que la tercera parte se entablaron en línea. Las industrias alimentaria y agraria, la educación, los procesos logísticos, la informática o los idiomas formaron parte del corpus de enseñanzas de la iniciativa. Por parte de Valga, participaron en el programa catorce personas, de las que ocho lograron un empleo. Su alcalde, Bello Maneiro, subrayó que, lejos de marcar límites, «o Ulla é un punto de veciñanza e unión».

La Voz de Galicia

Los sabores de la matanza: nueve bocados para descubrir los secretos del cerdo en Pontecesures.

Resucita una ruta de tapas que pretende atraer a esta localidad del Baixo Ulla a visitantes de toda la zona

¿No tiene aún planes para este fin de semana? Pues atienda, porque Pontecesures lanza una oferta que tal vez le interese. Desde el viernes por la tarde-noche y hasta el domingo al mediodía, se celebrará en esta localidad a orillas del Ulla la que será la tercera edición de la Ruta de tapas da matanza. Esta propuesta culinaria nació hace años con la intención de imprimir vida a los negocios de la localidad cuando cae el otoño, pero luego desapareció del calendario… Hasta ahora.

Un total de nueve establecimientos de este municipio (A Redonda, O Choco, Casa Chaves, Bar Mambís, Carabela, Telebar, Reencontro, Sol y Mar y Pizzería Bambino) se han sumado a la iniciativa. Y lo han hecho con entusiasmo. De ello da buena cuenta la originalidad de las propuestas que brindarán a sus clientes. En Casa Chaves, por ejemplo, prometen una «matanza de Texas» que «soa máis grave do que é», bromea la responsable del establecimiento: un taco relleno con productos del cerdo. En el Reencontro han apostado por una tosta de chicharrones con salsa de nata y puré de patata. El Carabela optó por un «cosido de matansa», mientras que en el Tele Bar optan por servir un solomillo en salsa con patatas y pan de maíz.

Las tapas, ya lo ven, prometen, y se podrán saborear por un precio de tres euros. «A verdade é que este ano todo o mundo se molestou por facer algo diferente e orixinal, polo que esperamos que a ruta funcione ben», explicaban ayer varios de los locales consultados. Y es que la intención, tanto de los hosteleros como del Concello, es dar a quienes viven en Pontecesures, pero también a quienes habitan en las localidades del entorno, un motivo más para visitar esta villa y disfrutar tanto de su oferta gastronómica como de su comercio.

Por si las tapas no fuesen suficiente reclamo, el evento va acompañado por un sorteo: se pone en juego una cesta de productos vinculados al cerdo, así como cheques-regalo donados polos propios establecimientos participantes y que deberán gastarse en el comercio local. «Para iso, só deberán visitar polo menos 3 dos locais participantes e selar os pasaportes, que poden conseguir nos propios establecementos».

La Voz de Galicia

Casi medio millón para humanizar el entorno de la estación de Pontecesures.

Diputación y Concello firmaron el convenio que permitirá mejorar la calidad urbana de esa zona y que deberá estar ejecutado el 30 de abril del 2025

El presidente de la Diputación de PontevedraLuis López (PP), realizó ayer una visita institucional al Concello de Pontecesures. Se reunió con la alcaldesa, Maite Tocino (BNG), quien aprovechó la ocasión para trasladarle todas las necesidades que tiene la localidad y en las que el organismo provincial está llamado a echar una mano. La construcción del centro social, la ampliación del pabellón y el saneamiento son algunos de los asuntos que Tocino puso sobre la mesa. En todos los casos, son proyectos de una envergadura, recordó la alcaldesa, que supera con creces la capacidad de inversión municipal. López se refirió a esta cuestión: «En concellos coma este sabemos que o papel que xoga a Deputación é clave… Para construír Pontecesures, pero tamén para construír unha provincia que vaia a máis».

En todo caso, la visita cursada por Luis López al municipio del Baixo Ulla había sido programada para firmar un convenio de colaboración entre la Diputación y el ayuntamiento encaminado a la reforma del entorno de la estación de trenes de la localidad. Se trata, dice Tocino, de un proyecto heredado que se enmarca en la Escola Ágora del organismo provincial, por lo que se centra en la «humanización e mellora da accesibilidade neste entorno urbano». Según el acuerdo rubricado, la ejecución de esa obra supondrá una inversión de 466.200 euros. De ellos, el organismo provincial aportará el 75 % (347.741 euros) y el resto correrá por cuenta del Concello, que afrontará el gasto de esos 118.527 euros gracias al Plan Concellos del año que viene.

Según explican desde la Diputación, la obra afectará a las calles Estación, Rosalía de Castro y Castelao, donde se actuará para «mellorar a súa calidade urbana». ¿Cómo se hará? Las calles serán dotadas de una plataforma única con prioridad para los peatones, ampliación de aceras y la creación de plazas públicas con mobiliario urbano. El proyecto prevé también crear zonas verdes, así como la reestructuración de las zonas de aparcamiento y la aplicación de medidas para el calmado del tráfico. Según establece el convenio, las obras deberán estar rematadas antes del 30 de abril de 2025.

Luis López manifestó su satisfacción por la firma del convenio y por la puesta en marcha de un proyecto que «recolle o espírito municipalista» del nuevo gobierno de la Diputación Provincial. Un espíritu que la alcaldesa desea ver plasmado en colaboraciones que permitan cubrir las necesidades más urgentes de la localidad.

La Voz de Galicia

Aparecen centenares de cajetillas de tabaco flotando en el Ulla a la altura de Pontecesures.

Guardia Civil y servicios de emergencias de Valga, Padrón y Cesures peinan a esta hora la zona en busca de más cartones

Las orillas del río Ulla a la altura de Pontecesures ofrecen a esta hora una imagen insólita. La Guardia Civil y un dispositivo formado por la Policía Local de Pontecesures, el GES de Padrón y Protección Civil de Valga peinan la zona en busca de cartones de tabaco como los que aparecieron esta mañana dispersos en la zona portuaria cesureña. Se supone que como consecuencia de la marea y el temporal, el río dejó sobre la superficie unos cartones de tabaco que resultaron no ser los únicos.

La alerta sobre el extraño hallazgo partió de un vecino que se puso en contacto con la policía local al filo de las diez y media de la mañana. Hasta el punto se trasladó una agente que dio aviso, a su vez, a la Guardia Civil del puesto de Valga y procedió a acordonar la zona para evitar que alguien cogiera el tabaco del suelo.

Pronto corrió la noticia de que había más cajetillas río arriba lo que llevó a movilizar a los servicios de emergencias de la zona para recogerlo por vía terrestre y fluvial, lo que incluye a la zódiac del GES de Padrón y el Servicio Marítimo de la Guardia Civil.

A la espera de completar el operativo, el dato que ha trascendido es que van recogidas alrededor de 1.500 cajetillas rotuladas con la marca Red Line. De su procedencia nada se sabe de momento.

No es la primera vez que tabaco de contrabando acaba flotando en el mar, aunque en el río, en Pontecesures, no recuerdan haber visto nada parecido, según apuntaba esta mañana la alcaldesa, Maite Tocino, que se personó en el cuartel de Valga para interesarse personalmente por un episodio que ha alterado la tranquilidad de esta pequeña localidad a caballo entre las provincias de Pontevedra y A Coruña.

La Voz de Galicia

Gastrotur do Ulla mostrará la oferta de los 19 concellos ribereños.

La primera edición será en A Estrada, pero rotará cada año en las siguientes convocatorias

Los 19 municipios bañados por el río Ulla (Boqueixón, Vedra, Arzúa, Santiso, Teo, Touro, Padrón y Dodro en el área de Santiago) tendrán un nuevo escaparate para presentar toda su oferta innovadora. Será la feria Gastrotur do Ulla, un certamen gastronómico, turístico y deportivo que celebrará su primera edición en mayo del 2024 en A Estrada, y que tendrá un carácter itinerante por los concellos en las siguientes ediciones.

La feria permitirá promocionar la singularidades locales y apostar por la producción de la zona, contribuyendo a ampliar el mercado a nuevos compradores.

El Correo Gallego

Cien años de Caleras del Ulla, una de las empresas hitóricas a orillas del río.

Se cumplen cien años de una industria vinculada a Francisco Asorey, Castelao, Escuredo, Cerámica Celta y Sargadelos

Una foto de los años cincuenta en la que se aprecian Nestlé y el puerto en el que se cargaban y descargaban mercancías.

La asociación cultural Os Penoucos lanzaba en 2019 un ambicioso proyecto con el que mostrar, inventariar y tratar de preservar elementos patrimoniales, naturales y paisajísticos de los Ayuntamientos de Catoira, Dodro, Padrón, Pontecesures, Rianxo y Valga.

Se conoce como «Obaixoulla.gal:Patrimonio, territorio e paisaxes», y se centra en hórreos, cruceros de piedra, fuentes, lavaderos, iglesias, capillas, molinos, antiguas industrias y todo tipo de elementos (hasta completar unos 3.000) con los que completa un álbum digital de indudable valor etnográfico.

Todos esos elementos aparecen documentados, clasificados y geolocalizados con mapas libres y lo mejor de todo es que ese catálogo digital está al alcance de todos enla web «obaixoulla.gal».

Una herramienta con la que redescubrir la historia del curso bajo del Ulla, y constatar, por ejemplo, que se cumplen cien años desde el nacimiento de Caleras del Ulla, una fábrica de cal que fue el germen de una marca que se hizo tan popular como Cerámica Celta.

Os Penoucos se encarga de recordar que fue en 1923 cuando Ramón Diéguez Carlés puso en marcha esa calera que se situaba en la zona de Porto, a orillas del Ulla y a escasos metros que, en 1939, ocuparía la fábrica de Nestlé.

Según el relato que refresca esta historia, la solicitud de licencia de construcción de la fábrica hacía alusión a la puesta en marcha de dos hornos, uno de cocción de baldosa y artículos análogos y otro para calcinar cuarzo pedernal y carbonato cálcico.

Esto lleva a Os Penoucos a aclarar que aquel proyecto de aquella calera del Ulla iba a ser el embrión de la futura Cerámica Celta.

No sin antes incidir en que «la materia prima era, posiblemente, de procedencia asturiana, y llegaba en naves que descargaban inicialmente en el puerto de Cesures» hasta que posteriormente se construyó un pequeño embarcadero de piedra más próximo a la fábrica y sus hornos.

Fue a instancia del propio promotor de la obra, que de este modo quería acelerar y facilitar la descarga de las piedras calcáreas y de los materiales necesarios en el proceso de calcinación.

Las mismas fuentes señalan que la cal producida «se utilizaba en la construcción y para abonar» los campos de cultivo, vendiéndose tanto allí mismo como en diferentes municipios del entorno y en las ciudades de Vigo y Pontevedra, a las que llegaba el producto por vía marítima.

El mismo medio de transporte que tanta importancia tuvo en los orígenes de Pontecesures y empleaba, en el mismo puerto, Nestlé, después de que en febrero de 1938 se constituyera Industria Lechera Peninsular S.A. (Ilepsa), y el 16 de agosto de 1939 inauguraba su planta de leche condensada.

A escasos metros de La Calera, la compañía láctea también se aprovechó de su estratégica sutuación a orillas del Ulla para cargar y descargar la madera necesaria para las calderas, la hojalata usada en los envases originales de la marca y los productos ya terminados.

Todo ello trasladado en viejos galeones de vela hacia o desde Vilagarcía de Arousa, «donde amarraban los buques de mayor tonelaje y se hacían los transbordos»

Asé se explica también en «obaixoulla.gal» al aludir en su catálogo digital a esa fábrica «pionera en la recogida de leche en el campo gallego» que desde 1978 produce en Pontecesures la popular marca «La Lechera», hasta entonces exclusiva en su factoría cántabra de La Penilla de Cayón.

Por cierto, que también en este caso hay que hablar de un aniversario (cuatro décadas), pues en 1983 la factoría cesureña se convirtió en la única de Nestlé España dedicada a producir leche condensada.

Pero volviendo al tema central de esta información, como es el funcionamiento, hace cien años, de Caleras del Ulla, y entrando en detalle en las características de esa construcción, «obaixoulla.gal». resalta también que los hornos de calcinación del cuarzo y cocción de baldosas son «unas construcciones troncopiramidales ejecutadas en piedra del país labrada».

Su interior «tiene una sección aproximadamente circular a modo de chimenea, con una capacidad de 50 a 60 metros cúbicos», completándose las instalaciones con dos galpones de planta baja, de 30 metros de largo por 10 metros de ancho.

En aquella misma época, aclaran Os Penoucos, ya estaba en funcionamiento la Cerámica de Campaña, en Valga y conocido con el paso del tiempo como Novo y Sierra.

«Corría el año 1921, cuando el Concello de Valga concedía permiso al empresario vigués Manuel Posada Fernández, asociado a Manuel Otero Bárcenas, también de Vigo, para edificar una casa de labranza, destinada a cocer teja y ladrillo, contigua a un galpón para depósito de maquinaria en el lugar de A Torre en la parroquia de Campaña, matiza «obaixoulla.gal»

«Las primeras instalaciones se completarían en Gándara-Campaña con una finca de secado, un motor de gas pobre para el funcionamiento de la maquinaria para fabricar teja y ladrillo y con una oficina de dirección y administración» añade el proyecto.

Parece ser que la nueva empresa «ya figuraba registrada en 1922 como fábrica de ladrillos, aunque sin finalizar las obras», y en 1923 sus propietarios cederían la industria a «la mercantil pontecesureña Escuredo y Cía, constituída por Eugenio Escuredo Lastra, asociado a los empresarios José Novo Núñez, Salvador Sierra Trasande y José Sierra Martínez, socios de la compañía Novo y Sierra, dedicada al comercio de ultramarinos y coloniales a gran escala, principalmente con América».

La relación de Novo y Sierra con Caleras del Ulla se debe a queen 1925, «apenas dos años después de abrir la Cerámica de Campaña, el empresario Eugenio Escuredo puso en funcionamiento en el lugar de O Cantiño (en el llamado Camiño de San Xulián) un taller de cerámica artística inspirado en el modelo que había conocido en Sargadelos, y al que iba a llamar Cerámica Artística Gallega».

«Obaixoulla.gal» continùa el relato diciendo que «contrató a un artesano portugués y entró en contacto con el artista Francisco Asorey, que realizó los diseños de los primeros moldes que salieron de esta cerámica: Os tesouros, Pórtico da Gloria, A Naiciña y el Sepulcro del Apóstol.

Lasa primeras producciones llegaron a venderse en Inglaterra, Cuba y Argentina. Pero «la calidad del barro empleado era baja para este tipo de cerámica».

Razón por la cual, una vez surgidas las primera dificultades, «Escuredo abandonó la experiencia y en 1927 vendió los moldes de las figurar al industrial Ramón Diéguez Carlés que trasladó la producción de taller de cerámica a las instalaciones de la calera del Ulla, fundando allí en este año la Cerámica Celta.

Una llamativa historia que no termina ahí, sino que llevó a Ramón Diéguez, «preocupado por la calidad» de la materia prima y sacando partido a su preparación, decidió emplear el barro de sus minas de feldespato de Valga e introducir la técnica del vidriado en las piezas que había heredado de Cerámica Artística Gallega «dándoles un nuevo impulso»,

En el catálogo de Os Penoucos relatan que «además de seguir contando con la colaboración de Asorey, contrató a un artesano de Buño»

Y apostillan que «el médico Víctor García García-Lozano, un gran entusiasta de la cerámica, introdujo a su colega Alfonso Daniel Rodríguez Castelao en el taller» siendo el insigne artista rianxeiro el que más se interesó por la cerámica de Diéguez y el que más influyó en ella, «preparando numerosos diseños y bocetos que servirían de guía para la realización de piezas como A Cabuxiña, inspirada en una obra del alemán Willy Züguel».

Por si no fuera suficiente, «Francisco Asorey, José María Acuña, Carlos Maside, Santiago Bonone, Carlos Sobrino, Manuel Torres y Carlos Bóveda aportaron también sus diseños a Cerámica Celta»

Industria en la que «se elaboró durante casi 40 años una artesanía ligada a la naturaleza que se llegó a conocer como la Universidad Plástica de Galicia. El taller artístico funcionó entre 1927 y 1963».

En definitiva, que con una herramienta como «obaixoulla.gal» es posible saber más sobre la historia de Pontecesures, Valga, Catoira y demás localidades a partir de todo tipo de elementos que forman parte del recuerdo, incluídas viejas fábricas como Caleras del Ulla.

Faro de Vigo