Pontecesures arranca una etapa marcada por importantes heridas políticas aún abiertas.

Vidal Seage se estrena como alcalde en un pleno y deja ver que está muy verde -La nacionalista Cecilia Tarela parece no asumir que ya no es la alcaldesa.

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Una de las votaciones que se cerraron por unanimidad en el primer pleno de Seage como alcalde.

El Concello de Pontecesures celebró ayer un pleno que servía para estrenar una nueva etapa política tras la moción de censura que situó al conservador Juan Manuel Vidal Seage en la Alcaldía y desalojó de la misma a la nacionalista Cecilia Tarela.

En esta primera sesión quedó claro que aún hay demasiadas heridas políticas abiertas, que la batalla puede ser considerable en lo que resta de mandato y que ni uno ni otro han asumido el nuevo papel que les toca desempeñar; el regidor porque está demasiado verde y su actitud por momentos indolente no le ayuda, y Tarela porque parece seguir enfadada por lo sucedido y da la impresión de que piensa que aún es la que manda, por eso no dudo en interrumpir cuando le dio la gana haciendo en ocasiones que algo tan solemne como un pleno de la Corporación pareciera más una gresca en la calle.

Eso sí, aunque queda mucho por regular en la organización de los turnos de palabra, para evitar que el pleno se convierta por momentos en una discusión de taberna, como sucedió ayer, al menos gobierno y oposición de Pontecesures parecen entender que no es necesario repetir los mismos argumentos una y otra vez prolongando los debates innecesariamente, como suele ocurrir en municipios como Vilagarcía y O Grove.

Prueba de ello es que los ediles pontecesureños despacharon el pleno, con trece puntos en el orden del día, en apenas media hora, mientras que los grovenses, que habían comenzado el suyo al mismo tiempo, seguían enfrascados en el primer punto de verdadero debate dos horas después de sentarse.

Pero volviendo a lo sucedido en la villa del Ullán hay que decir que las heridas políticas no solo afectan a PP y BNG, sino también al PSOE, igualmente desbancado del gobierno con la moción de censura y cuyo portavoz, Roque Araújo, sigue rasgándose las vestiduras.

Es la sangre de una batalla que igualmente dejó heridas aparentemente incurables en Terra Galega, cuyo líder, Ángel Souto Cordo, pasó a formar parte del tripartito mientras que su número dos, Jorge Janeiro, se quedaba en la oposición. Un distanciamiento que ayer también fue físico, ya que se sentaron a ambos extremos de la alargada mesa, lo más lejos posible el uno del otro. Y eso que en lo personal dicen llevarse bien, por eso esta misma semana convocará a sus bases para buscar una solución.

En definitiva, que el pleno sirvió para comprobar que los munícipes pontecesureños aún no saben realmente qué sitio ocupan, y que por cierto, ayer tampoco encontró la otra pata del tripartito, la independiente María Isabel Castro Barreiro, aunque ella por motivos más que justificados, ya que no asistió a la sesión porque había sido sometida a una operación quirúrgica.

En cuanto a los asuntos incluidos en el orden del día, ya queda dicho que fue una sesión rápida, sobre todo porque hubo diferentes asuntos aprobados por unanimidad y sin debate. Sucedió así porque, según Cecilia Tarela se ocupó de recordar una y otra vez, eran cuestiones que ella misma y su equipo habían dejado encauzadas antes de la moción de censura.

Es el caso de la delegación de competencias en la Diputación para inspeccionar la liquidación de la tasa del 1,5% por la utilización del suelo a favor de empresas explotadores y de la adhesión al Grupo de Desenvolvemento Rural O Salnés/Ulla-Umia, en el que, por cierto, Seage será el representante de Pontecesures, con Souto Cordo como suplente.

Cabe decir, para terminar, que esta primera sesión del nuevo gobierno tampoco animó a los vecinos a acudir como público. ?nicamente presenciaron el espectáculo una decena de pontecesureños, entre ellos un viejo conocido de la política local, el exedil Luis Sabariz Rolán.

Faro de Vigo

El reparto esperado de sueldos y de puestos.

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El exedil Luis Sabariz, entre el público asistente a la sesión.

El pleno celebrado ayer sirvió para dejar clara la estructura del nuevo ejecutivo, que integra en la Junta Local de Gobierno al regidor, Juan Manuel Vidal Seage, y a los tres primeros tenientes de alcalde, que son, por este orden, Ángel Souto, María Isabel Castro y José Ramón Cadilla. El máximo mandatario, que va a cobrar 1.300 euros brutos al mes por una dedicación parcial, de 5 horas, se responsabilizará directamente de Hacienda, Régimen Interior, Medio Ambiente y Juventud; mientras que Ángel Souto, con una dedicación parcial que tiene una asignación de 1.500 euros brutos, será el delegado de Obras e Infraestructuras y de Desarrollo Económico. Isabel Castro se ocupará del área de Urbanismo y Servicios, junto a la de Servicios Sociales. La relación se completa con José Ramón Cadilla Piñeiro al frente de Cultura y Empleo; con Mónica Espadas Díez como concejala de Deportes -ya dimitió como presidenta del club al que representaba-, de Educación y de Mujer; y Francisco García Sobrino, delegado de Comercio y Hostelería, por un lado, y de Movilidad y Seguridad, por otro.

El BNG votó en contra, alegando Cecilia Tarela que Souto Cordo va a cobrar más que el alcalde, lo que llevó a éste a recordar a la nacionalista que ella también cobraba cuando su predecesor y jefe de filas, Manuel Luis Álvarez Angueira, no lo hacía. BNG y PSOE se empeñaron en saber qué horarios tendrá Cordo, a lo que éste replicó que lo estudiará, pero que hará las 37,5 horas semanales que le corresponden.

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El Carmen, días 2, 3 y 4 de julio.

El BNG quiso saber qué va a pasar con las fiestas en honor a la Virgen del Carmen, ante lo cual el alcalde explicó que se celebrarán los días 2, 3 y 4 de julio, que se está ultimando el programa y que éste va a depender de lo que se recaude en la cuenta bancaria abierta al efecto. Las nacionalistas quisieron saber qué va a pasar con dos actividades culturales que el gobierno saliente había concertado ya para el día 2, a lo que Seage replicó que se trasladaron a otra fecha. Esto provocó otra bronca. Tarela y Tocino casi se meriendan al regidor acusándolo de derrochar dinero por no aprovechar esas actuaciones ya subvencionadas. ?l, sin alterarse, insistió en que «no se pierde nada», sino que esas actividades «solo se cambian de día».

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Críticas por el dispositivo policial de Corpus.

El BNG criticó que la invitación para los actos de Corpus celebrados el domingo le llegara ayer, por lo que Vidal Seage pidió disculpas y se comprometió a averiguar qué pasó, ya que él la dejó firmada el viernes. Las nacionalistas también criticaron que se emplearan tres agentes de policía «haciendo 17 horas seguidas, de noche y de día, con el consiguiente gasto en horas extra». El alcalde aseguró que se buscó la seguridad de quienes se ocuparon de elaborar las alfombras y de los ciudadanos en general, para añadir que el operativo fue diseñado por la propia policía.

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Quieren recuperar la fiesta del churro.

Después de que en años anteriores se acusara al gobierno del BNG de cargarse la fiesta del churro, la portavoz nacionalista y exalcaldesa Cecilia Tarela preguntó al alcalde si se había reunido con los churreros. Le contestó que sí y que fue una primera toma de contacto para recuperar y potenciar la exaltación de este producto tan característico en la localidad.

Por cierto, que Vidal Seage indicó que el programa dependerá del coste y la disponibilidad presupuestaria, aunque esgrimió que la reducción de la masa salarial puede ayudar a organizar esa fiesta. Cecilia Tarela y su número dos, María Teresa Tocino, respondieron con malestar y guasa diciendo que el dinero de los salarios no puede desviarse para festejos. El alcalde, recostado en su sillón, sonrió y se limitó a susurrar: «Ya encontraremos soluciones, pero la haremos».

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Buenos datos de donaciones de sangre en Pontecesures.

Vigo, con 12.768 donaciones, A Coruña (9.521) y Santiago (9.349) fueron los tres municipios gallegos donde más donaciones de sangre se contabilizaron el año pasado. Sin embargo, la lista de los ayuntamientos más solidarios la encabezan tres del área sanitaria compostelana: el de Padrón, con 118 aportaciones por cada mil habitantes, Santiago (97) y Melide (85). En las otras tres provincias el primer lugar en solidaridad correspondió al pontevedrés de A Illa de Arousa (también 85 por mil), el ourensano de Xinzo de Limia (71) y el lucense de Meira (62). Así consta en la memoria anual del 2015 de la Axencia Galega de Sangue, ?rganos e Tecidos.

El documento resalta que en 81 municipios gallegos (39 de la provincia de A Coruña, 22 de Pontevedra, 16 de Ourense y 4 lucenses) 40 o más de cada mil habitantes donaron sangre el año pasado. Esa es la tasa que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS). Son ocho más (un 11 % de crecimiento) que los 73 del 2014, pero suponen menos del 26 % de los 314 municipios del país.

La Axencia matiza que tiene en cuenta el concello donde se dona, no el lugar de residencia de quien dona. Es una matización importante, destaca Marisa López García, directora de la entidad, pues un volumen importante de personas donan en el lugar donde trabajan, estudian o se encuentran desplazadas por otras circunstancias, no donde viven.

Padrón es el único municipio que supera el centenar de donaciones de sangre por cada mil habitantes; y Santiago el único que está por encima de 90. Entre 90 y 80 se encuentran los ya citados de Melide y A Illa de Arousa, además de Boiro. Entre 79 y 70 se hallan 13 municipios, que son O Grove, A Guarda, Oroso, Cambados, A Pobra do Caramiñal, Noia, Rianxo, As Pontes, Muros, Arzúa, Xinzo de Limia, Negreira y Cee. Y entre los 30 más solidarios, con cantidades entre 69 y 61 figuran asimismo O Porriño, Santa Comba, Ordes, Pobra de Trives, A Estrada, Silleda, Cerceda, Pontecesures, Meira, Lalín, Tui y Caldas de Reis.

La dispersión de la población y el envejecimiento contribuyen a que las provincias de Ourense y Lugo estén por debajo de la recomendación de la OMS. Y del total de comarcas, solo 22 la cumplen.

Peor año del siglo
La mayoría de las personas que donan residen en municipios de más de 5.000 habitantes, aunque hay excepciones y A Illa de Arousa, Pobra de Trives y Meira son las más llamativas. Cinco de las siete grandes ciudades superan la tasa recomendada por la OMS: Santiago, como se indicó, es donde más; y le siguen Ferrol (51), Pontevedra (46), Vigo (43) y Ourense (41); A Coruña se aproxima, con 39; y el peor dato en este aspecto lo tuvo el año pasado Lugo, con solo 34.

En toda la comunidad, sumadas las recabadas en unidades móviles y en puntos fijos, se contabilizaron 111.250 donaciones. Son 5 menos que en el 2014. Pero representa la cifra más baja de este siglo; y hay que retroceder hasta 1999 (102.362 donaciones) para dar con el precedente inferior. Desde el 2000, incluido ese año, fueron siempre superiores; y el récord autonómico se alcanzó en el 2004, con 123.880, según datos oficiales facilitados.

Donan más los varones que las mujeres. Aunque en esto influye decisivamente una circunstancia objetiva: los hombres pueden donar hasta 4 veces al año, y las mujeres solo 3; y en todo caso debe pasar un mínimo de dos meses entre cada donación.

Para donar hay que ser mayor de 18 años, tener permiso médico para hacerlo si se han cumplido los 65, y presentar una salud normal, con al menos 50 kilos de peso.

Donantes que envejecen
Un dato que preocupa especialmente es el envejecimiento de las personas donantes, que se ha situado en 46 años. Menos del 30 % de quienes donan son menores de 33 años, y es un colectivo que se pretende incrementar.

Para conseguirlo, la directora de la Axencia Galega de Sangue indicó que se intentará llegar más a jóvenes estudiantes que reúnen requisitos para donar. El año pasado se captaron el 3,5 % del conjunto total de donaciones en los siete campus universitarios, y el 3 % en centros de formación profesional y otros de enseñanza no universitaria. Y es un objetivo prioritario incrementar estos porcentajes, indicó. Para ello se incrementarán las campañas y actos informativos en los diferentes establecimientos de enseñanza, avanzó.

Las unidades móviles recogen el 85 % de las aportaciones en la comunidad
El 85 % de las donaciones de sangre se efectuaron el año pasado en alguna de las unidades móviles, hasta 10 diarias, que recorren todas las semanas la comunidad. El 15 % se realizaron en hospitales y puntos de fijos de donación. Desde que en 1993 empezó a funcionar el Centro de Transfusión de Galicia se acentúa esta tendencia, y se confirma un cambio de hábito en la población. Porque en 1992, de las 69.170 donaciones de sangre contabilizadas aquel año en Galicia, el 74 % (50.942) se hicieron en los puntos fijos que entonces funcionaban en los hospitales; y solo el 26 % restante (18.228) en unidades móviles. Todos los grupos son relevantes, en especial el Cero negativo, que tiene un 7 % de la población gallega, porque puede transfundirse a otros grupos.

La Voz de Galicia