Tanis, do Bar Tranquilo: «Os galegos somos xente de barra; aquí é onde fas a caixa».

Publicado por Redacción en

Tanis, con vivenda en Porto, servindo un par de tazas.

La hostelería arousana celebra el regreso al consumo en los mostradores, sobre todo en locales pequeños como O Tranquilo

Vamos a saltos. La pandemia desatada por el coronavirus y la manera, en tantas ocasiones peculiar, de combatirla a través de las cambiantes restricciones ha convertido el día a día de la hostelería en una yincana de dos años, que ahora se toma, al menos, un buen respiro. Si el 25 de febrero del 2021 los bares volvían a servir a su clientela si quiera en las terrazas, tras el arreón navideño de contagios, el 29 de enero del 2022 pasará a los anales del sector por haber supuesto la reapertura del elemento nuclear de cualquier establecimiento de estas características: la eterna barra.

Los datos habrá que actualizarlos de nuevo, porque en tiempos de pandemia la mortandad de los negocios también es grande, pero, según Turismo de Galicia, en los once municipios que conforman la orilla sur de la ría de Arousa permanecían activas a estas alturas del año pasado 1.222 licencias de bares y cafeterías. Aunque la barra es importante para todos y cada uno de los negocios, por pura lógica adquiere categoría de imprescindible en los locales más pequeños. Nos acercamos a uno de ellos para ver qué se cuece en el día de su resurrección, y la respuesta que nos encontramos en O Tranquilo, en la subida a la estación de ferrocarril de Vilagarcía de Arousa, no puede ser más redonda: «Os galegos somos xente de barra; aquí é onde fas a caixa, home».

Habla Estanislao García, que desde los años 80 regenta un bar al que sus bocadillos de calamares, zorza y jamón asado han convertido en una referencia imprescindible. Tanis insiste en que el verdadero núcleo del negocio está en los metros de mostrador en los que cerca del mediodía sirve un té, una taza de treixadura y otra de tinto del país. Alrededor, apenas media docena de mesas que se completan con una terraza exterior de una sola hilera. Guillermo López, compañero de fatigas, aporta otra buena razón para celebrar su reapertura: «Non é a primeira vez que en cada mesa senta un só cliente, así que con seis persoas tes o bar cheo e non paras de andar de aquí para alá». Parece ser que, en su acepción actual, el término procede del inglés bar, que denotaba la barra en la que los bebedores descansaban sus pies. Todo son ventajas, bendita sea.

La Voz de Galicia


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