El acusado del triple crimen de Valga se niega a declarar.

José Luis Abet a su llegada la Audiencia.

El acusado del triple crimen de Valga, José Luis Abet, se negó a declarar durante la primera sesión del juicio, que se celebra esta semana en la sección cuarta de la Audiencia Provincial de Pontevedra. Así lo confirmó el abogado de la acusación particular, Manuel Martín, que indicó que se negó a responder  a las preguntas de todas las partes.

El juicio arrancó esta mañana tras una primera jornada, la del lunes, que se centró en la elección del jurado, compuesto por siete mujeres y tres hombres, y en la deliberación sobre la forma de celebración del juicio, que será a puerta cerrada para proteger a los hijos del acusado y de su expareja, Sandra Boquete, a la que Abet confesó haber dado muerte para, a continuación, acabar con la vida de la madre y de la hermana de esta, Elena Jamardo y Alba Boquete.
 

De los once testigos citados, declararon nueve. Uno de ellos, el hijo mayor, que en estos momentos tiene nueve años y del que se vio la declaración grabada durante una sesión que continúa por la tarde.
 

Abet se enfrenta a tres delitos de asesinato, dos de daños psíquicos y uno de tenencia ilícita de armas. El fiscal y los abogados de la familia reclaman la permanente revisable para José Luis Abet, pero la acusación particular, que ejerce Amigos de Galicia a través de Francisco José Lago, pide también dos condenas a mayores por asesinatos y que se aplique el agravante de género.
 

En el caso de que finalmente prospere la permanente revisable, Abet sería el condenado número 35 a una pena que precisamente estrenó un vecino de Moraña, David Oubel. En Barbanza hubo otro crimen que tuvo el mismo final: El de Diana Quer, con el “Chiclé” como autor.

Diario de Arousa

Segunda jornada del juicio del triple crimen de Valga: los 21 testigos citados coinciden en culpar a José Luis Abet.

Jose Luis Abet asesino confeso del triple crimen de Valga entra a la Audiencia Provincial el segundo día de juicio

Jose Luis Abet asesino confeso del triple crimen de Valga entra a la Audiencia Provincial el segundo día de juicio.

El único acusado se acogió a su derecho a no declarar; el chamán africano al que el procesado pagó por echar un maleficio a su exfamilia política, y al que confesó el asesinato, no se presentó en la Audiencia de Pontevedra y está en paradero desconocido

José Luis Abet regresó la mañana de este martes a la Audiencia Provincial de Pontevedra para comparecer en la primera vista del juicio iniciado el lunes por el triple crimen de Valga. Tras exponer la Fiscalía y las acusaciones particular, popular y pública las cuestiones previas, llegó el turno de tomarle declaración en calidad de único acusado. Abet guardó silencio y se acogió a su derecho a no declarar, despejando las dudas que existían de si respondería al menos a las preguntas de su abogada o de la Fiscalía. Silencio absoluto, tal vez consciente de que ya confesara la autoría del triple asesinato a quemarropa pocas horas después de cometerse el 16 de septiembre del 2019.

Sí hablaron los 21 testigos que comparecieron hoy martes, repartidos en turnos de mañana y tarde. Antes de comer, hablaron nueve de los once citados, que tenían que haber declarado ayer, pero por el retraso imprevisto en esa jornada, lo hicieron este martes. Los nueve ratificaron sus declaraciones iniciales ante la Guardia Civil, que sitúan a Abet no solo cometiendo el triple crimen contra su exmujer, excuñada y exsuegra, también evidenciando premeditación por tener la pistola desde varias semanas antes de apretar el gatillo.

Dos de los testigos citados no comparecieron: uno por defunción, y el otro es un ciudadano de África que en el momento del asesinato vivía en Pontevedra y ofrecía sus servicios de brujo para vaticinar el futuro o echar maleficios a demanda del mejor postor. Abet, antes del crimen, recurrió a él para que echara un maleficio a varios integrantes de su exfamilia política. Pagó una importante cantidad de dinero, algunas fuentes la cifran por encima de 10.000 euros, pero sin resultado alguno.

Una de las confesiones grabadas en audio

Por eso, tras cometerse el crimen, Abet le envió una nota de audio por WhatsApp con el siguiente contenido: «Ya se acabó, amigo, ya maté a las tres, ja, ja. Ya están las tres para enterrar. Ahora ves que no hace falta camello. Las maté sin camello, pues ya están las tres muertas: la madre, ella y la hermana. Ahora voy a pasar el resto de mi vida en el calabozo. Lo que Dios quiera». Este ciudadano nacido en África desapareció de Pontevedra poco después de cometerse el triple crimen de Valga, y este martes no compareció en el juicio sin que fuera posible localizarlo.

La vista a puerta cerrada con jurado popular en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra se suspendió a las 15.00 horas para retomarla después de comer. Fue el turno de agentes de la Guardia Civil que participaron en la investigación. Se citó a 17, y declararon 12, tras descartarse a cinco porque reiterarían lo dicho por compañeros. Sus testimonios sirvieron para ratificar los informes oficiales que cimentan la causa judicial. La defensa de Abet encaminó sus preguntas a buscar defectos de forma procesal en su trabajo con el objetivo de declarar nula causa, que no implica demostrar la inocencia de Abet. Se preguntó, por ejemplo, sobre cuestiones tan básicas como si al ser detenido, los agentes leyeron sus derechos al autor confeso o por qué no se hizo un informe de imputabilidad.

Otras preguntas de la defensa buscaron dejar constancia de la colaboración mostrada por Abet en las horas posteriores a cometerse el triple asesinato. Se recordó que Abet desveló que había tirado la pistola en el río Tambre, a la altura de Ponte Maceira, para hacerla desaparecer, y que por eso fue posible recuperarla. También se recordó que Abet, ya en casa de su madre, llamó a la Guardia Civil para confesar el triple asesinato y solicitar que fueran a detenerlo. Poner de manifiesto los pasos dados por Abet tras el triple asesinato estaría dirigido a buscar una pena que recoja los delitos de tres homicidios y tenencia ilícita de armas, pero esquivando la condena de prisión permanente revisable.

En lo que Abet no colaboró, y también se constató hoy en el juicio, es en detallar dónde y cómo compró la pistola utilizada para matar a su exmujer, excuñada y exsuegra. Tampoco se reveló si alguien le ayudó a adquirirla en el mercado negro, ya sea en España o Portugal, país en el que se cree que pudo pagar por ella.

Poco después de las 18.00 horas, la vista se suspendió para un receso. Tras reanudarla, declararon los restantes agentes de la Guardia Civil convocados. Sus testimonios se sucedieron de forma rápida, finalizando la jornada a las 19.45 horas. Mañana miércoles, se retomará la actividad a las 10.00 horas, solo en horario de mañana. El cronograma prevé la declaración de 10 familiares de las tres víctimas mortalesSandra Boquete (39 años), su hermana Alba (27) y la madre de ambas, María Elena Jamardo (58). También están citados tres agentes más de la Guardia Civil. El hijo mayor del acusado y de Sandra Boquete no prestará declaración tras acordarse la reproducción en sala de la prueba videográfica que recoge la exploración del menor realizada tras el trágico suceso.

La Voz de Galicia

O BNG de Pontecesures insiste na súa postura contraria ao polígono.

O futuro de Pontecesures xógase na Tarroeira, temos que pensar se queremos ser unha vila pantasma e decadente con polígono ou unha vila activa, dinámica e atractiva, potenciando a economía local e os nosos recursos.

Nas últimas semanas, veciñas e veciños de Pontecesures están trasladándonos a súa preocupación ante algunhas informacións que se están difundindo respecto ó polígono industrial da Tarroeira. Vendo as declaracións de Alfonso Rueda respecto da necesidade de satisfacer os intereses dos poderes económicos (galegos ou non, que máis dará), podemos concluir que os intereses das veciñas e veciños de Pontecesures impórtanlle NADA.

O interés por manterse no poder nas vindeiras eleccións municipais, o cal garantiza poder seguir outros catros anos quecendo o sillón sen máis preocupación que combinar colores; así como, os intereses económicos empresariais que se agochan neste proxecto, confluen nunha postura única basada na comunicación tóxica, na desinformación e nunha ausencia total de ética e respecto pola nosa vila e as nosas veciñas e veciños.

Estase trasladando ás veciñas e veciños que o polígono non afecta ás vivendas, que non impactará na súa calidade de vida e que non xenerará contaminación acústica, visual ou ambiental. As zonas pintadas de amarelo están destinadas a INDUSTRIA, hai que decilo alto e claro; e evidente que quedan pegadas ás vivendas e dotacións públicas, sinaladas en vermello.

Que cada un saque as súas propias conclusións…..sobre si, directamente, meter as vivendas dentro do polígono que será moi beneficioso para todas e todos xa que xerará postos de traballo. Lembrar que o propio xerente de STAC non fala de NOVOS EMPREGOS, senón de MANTER os equipos actuáis. Como se desprende das súas declaracións, a parcela máis grande estaría destinada a satisfacer “los intereses de la firma”, xa que conta con unha superficie duns 80,000 m2, xusto a superficie que precisan, según as súas propias declaracións en prensa.Falamos de FÁBRICAS, INDUSTRIA, que, en moitos casos, traballa sete días á semana; 24 horas e 365 días ó ano. Alguén pensa que esto non vai ser perxudicial para as veciñas e veciños ou que non vai afectar ás vivendas?

BNG Pontecesures

Preocupación en la hostelería de Padrón por la falta de camareros en vísperas de la Pascua.

El cierre de locales por la pandemia hizo que muchos profesionales buscaran trabajo en otros sectores, lo que provocó una drástica caída de la demanda en la actividad

Pulpería Rial, de Padrón, uno de los establecimientos hosteleros afectados por la falta de personal para contratar / el correo gallego

Pulpería Rial, de Padrón, uno de los establecimientos hosteleros afectados por la falta de personal para contratar.

No son buenos tiempos para la hostelería, uno de los sectores más castigados por la pandemia de la covid y que todavía hoy, tres años después, arrastra las consecuencias de las medidas que se decretaron y que provocaron muchos cierres de negocios y despidos en el sector. Y los que siguen en pie, se encuentran con un problema que hasta el momento parecía imposible: la falta de trabajadores para cubrir sus plantillas tanto eventuales como fijas.

Un claro ejemplo de la situación es la preocupación que manifiestan algunos propietarios de bares y establecimientos de Padrón, que no encuentran camareros o cocineras para contratar justo cuando la localidad coruñesa se acerca a una de las épocas de mayor actividad para la hostelería: las Fiestas de Pascua.

“LLevamos así tres años. No encontramos profesionales. La pandemia hizo que en su día muchos de los trabajadores cambiaran de actividad y se fueran a trabajar a fábricas en las que tienen un horario semanal y no trabajan los fines de semana. Y claro… todo ese personal no ha vuelto”, se lamenta Manuel, el propietario del bar Capilla.

La pandemia fue una de las causas de la falta de mano de obra, pero off the record, algunos profesionales reconocen que la hostelería sigue arrastrando el sambenito de ser un sector en el que la precariedad de los contratos y los bajos salarios siguen campando a sus anchas, y eso hace que muchos profesionales hayan abandonado el sector.

Sin embargo, Manuel Capilla niega la mayor. “Eso sucedía hace años. Ahora se respeta tanto el horario como el salario que establece el convenio de hostelería. ¿Quién se quiere arriesgar a pagar las multas que ponen los inspectores?”, reflexiona.

El hostelero asegura que a los camareros se les contrata por las cuarenta horas establecidas y un salario de entre 1.100 y 1.200 euros al mes, y a los que se contrata para la Pascua, pueden llegar a cobrar unos 100 euros al día (son nueve los que se les contrata) “y siempre asegurados”, indica Capilla al respecto.

“No es que exijamos mucha experiencia, pero sí un mínimo; que sepan servir un café, una caña, una copa … Pero los pocos que se presentan no saben hacer nada”, dice.

Pese a todo ello, las dificultades para encontrar camarer@s o cociner@s sigue siendo un problema para el sector hostelero padronés.

El encargado de uno de los establecimientos más reconocidos de la villa rosaliana, Pulpería Rial, Juan José Santana, habla también de las grandes dificultades que es está encontrando para contratar personal para su establecimiento, y no únicamente para los días de la Pascua, sino para formar parte de la plantilla.

Actualmente, Rial cuenta con una plantilla de doce trababajadores, y otros cinco están de baja. “Ésta es una empresa familiar y ese trato familiar se traslada a toda la plantilla porque queremos que los trabajadores se sientan parte del proyecto. Yo mismo los llevo y los voy a buscar a su domicilio si hace falta. Nosotros estamos buscando una cocinera o cocinero y no para unos días, sino para que esté con nosotros años. Pero la gente que se presenta no es profesional, hay que enseñarle todo”.

Santana se queja de que la gente no quiere trabajar, “sé que también está ocurriendo en otros sectores, pero en este llevamos así tres años. Ya este verano fue prácticamente imposible encontrar camareros, y a veces contratas a un ayudante de cocina y, cuando ya le has enseñado todo, se va”, se lamenta.

Para los profesionales de la bandeja, Padrón es, hoy por hoy, un nicho para encontrar empleo.

El Correo Gallego

Recorrido por la senda fluvial del Ulla, un paseo lleno de historia.

La ruta parte del impresionante y conocido puente medieval e Pontevea

En la prehistoria nadie ignoraba lo que eran los límites geográficos. Esas marcas, a veces incluso poco visibles, estaban relacionadas con la seguridad. Si alguien las traspasaba debía atenerse a las consecuencias, que podían ser graves o no. Y esos límites venían definidos en general por accidentes naturales del terreno. Los ríos cumplían esa función en Galicia. Y entre ellos, el Ulla.

De modo que excursión al Ulla, que está ahí al lado, a Pontevea, por la autovía primero y luego por la carretera a A Estrada. Impresionante y conocido puente medieval que en la actualidad tiene la suerte de ser sometido a un lifting. Parada obligatoria, con la suerte de que antes del verano suele ser fácil aparcar al borde de la carretera.

Y ahí mismo, al borde del río Ulla, arranca un sendero fluvial. Un cartel que reza Xirimbao 3 sirve de punto de partida. El camino es estrecho —albricias—, cómodo de recorrer si no ha llovido en las cuarenta y ocho horas anteriores y que en algún punto concreto se arrima al borde, pero tan solo durante unos pocos metros.

A la izquierda, la corriente, muy ancha, preciosa. Más allá, al otro lado que resulta que es provincia de Pontevedra, se extiende una gran superficie con barbacoas que ha sido puesta a punto en días pasados y que para primavera estará simplemente gloriosa y golosa. El bosque de ribera es finísimo en ese comienzo y la visión tanto de esa zona como la del puente alegra la vista, gozo que no debe interrumpir los ladridos de los perros vigilantes de alguna de las casas de la derecha, cerrado el espacio privado por varias vallas de manera que solo hay susto para el excursionista, pero no peligro.

Menos de diez minutos después de haber partido se ve a la diestra un montículo áspero y lleno de arboleda. Se eleva su cumbre a solo sesenta y seis metros sobre el nivel mar pero la impresión es que suman muchos más. Ese es el punto elegido hace un par de milenios para construir un castro, el de Reis. Para entrar en él procede dirigirse en algún momento al asfalto y por el este, ante unas murallas que sorprenden por su altura, buscar la entrada, que existe y se localiza sin problemas. Por cierto que en sus inmediatas cercanías, puro territorio arqueológico, no hubo mejor idea que levantar una instalación. Y seguro que con la bendición legal. Sin comentarios.

Senda fluvial en Pontevea

Senda fluvial en Pontevea.

Al cuarto de hora del inicio el sendero ha girado en ángulo recto al norte ha cambiado el Ulla por el Santa Lucía y llega al asfalto. Las dos posibilidades: seguir por este y giro a la izquierda en el cruce o bien continuar por el sendero, con el aviso de que aquí el andar no resulta tan cómodo porque la vía es más estrecha y se va rozando vegetación.

En cualquier caso alcanza un punto en que hay que dirigirse al norte, a Valiñas. Se presentan dos maneras de ir a esa aldea con algunas casas impecablemente rehabilitadas: por la derecha de un montículo (firme de tierra y con un árbol que cada uno sorteará como pueda) o por la izquierda del otero, rodando por asfalto. Esa elevación es otro castro. En Valiñas destaca su antigua casa noble, muy bien cuidada, y el palomar que sin duda es o fue suyo.

Senda fluvial en Pontevea

Senda fluvial en Pontevea.

¿Y al otro lado del río? Pues frente al castro de Valiñas se levanta el de Couso, aunque hoy en día desde uno no se ve el otro a causa de la vegetación. Compartían el agua del Ulla, y en el caso de ese último enclave el territorio fue cristianizado con la construcción de la imponente iglesia de Santa María de Couso.

Iglesia de Santa María de Couso

Iglesia de Santa María de Couso.

Todo lo anterior es simplemente magnífico como entorno para una salida en el siglo XXI, pero no resuelve la incógnita de fondo. ¿Cómo se llevaban los habitantes del castro de Reis, del de Valiñas y del de Couso? ¿Cuál era el límite que ni unos ni otros debían traspasar sin exponerse a las iras del vecino?

La Voz de Galicia