Posto que os menores de 14 anos van poder sair 1 h diaria á rúa e acompañados por algún proxenitor, persoal do Concello de Pontecesures procedeu esta mañá ó reparto de mais de 350 mascarillas infantís para todos/as os menores empadroados no concello.
Os nenos/as deberán de saír á rúa coas máximas garantias para non ter riscos de contaxio ou trasmisión. Por eso empregar luvas e mascarillas pode ser unha boa idea.
Ademais dunha mascarilla infantil reutilizable o sobre contiña un diploma personalizado de agradecemento polo esforzo realizado nestas semanas, e tamén 4 mascarillas para adultos, para que estes poidan acompañalos neses paseos diarios.
Sinalar tamén que moitas das cartas quedaron depositadas nos buzóns das casas onde están empadroados eses menores; e que calquera incidencia que ocorrese tras este reparto poderase chamar ó concello a partir deste próximo luns.
Por último dende aquí facemos un chamamento para que a poboacion siga adoptando todo tipo de medidas preventivas na loita contra o COVID-19. Non é hora de confiarse todavia.
Padrón despidió ayer a José Carlés Barreiro, de 85 años, fallecido por coronavirus en el Hospital de la Rosaleda. Viudo de María Victoria Cristobo Díaz, era vecino de Porta dos Mariños, en Pazos. Él y su mujer abrieron hace más de 50 años el Restaurante Gran Chaparral, hoy regentado por su hija, María Victoria Carlés, de 48 años. La pareja se casó y ya abrió el restaurante, primero en una casa más pequeña y, con el paso del tiempo, en el actual inmueble más grande, pegado a la carretera N-550. El establecimiento hostelero, actualmente cerrado por el estado de alerta, sirve menús del día, de lunes a viernes sobre todo para una clientela obrera, pero los fines de semana y sobre todo el domingo, es parada de numerosas familias, entre ellas muchas de Santiago, que eligen este local de Padrón para su comida dominical, especializada en callos, cocido y cordero.
Los fundadores eligieron el nombre del local por una serie de televisión de temática del oeste norteamericano centrada en el rancho El Gran Chaparral.
Hoy, la hija del fallecido ha querido recordarlo como un «home moi traballador», camionero toda la vida de la empressa Maderas Magán de Pontecesures, al igual que su madre que atendía el café bar y restaurante. En el local, a José Carlés le gustaba mucho echar la partida de cartas con los clientes y, quizás, por ello, el establecimiento no cerraba ningún día de semana al año ha recordado hoy María Victoria Carlés, que tiene dos hermanos. su padre fue enterrado ayer en el cementerio paroquial de Iria, siguiendo las indicaciones sanitarias vigentes.
Propietaria de la tienda de ropa Complementos Nika.
Mónica Magán es propietaria de una tienda de ropa en Pontecesures. Como autónoma asegura que “esta situación es terrible”.
“Estamos
pendientes de los ERTE, con cero ingresos y pagando autónomos,
alquiler…”, explica. En su caso, no atienden online “para no exponer
al reparto”.
“Ya no podemos mantener la falta de ingresos ni hacer frente a los
gastos, la situación es insostenible”, advierte, y añade que, “de
continuar abandonadas por el Gobierno, sin ayudas reales, nos quedaremos
con las verjas bajas”.
Mónica cree que “al autónomo siempre se le deja de lado” y “estamos pagando mucho, desde hace 10 años”. “Necesitamos la ayuda más que nunca, si ahora nos dejan tirados, ¿cuándo no ayudarán?”
Diego Castro es CEO en Hermanos Castro Figueira S.L., una
ferretería local de Pontecesures. Explica que, en su caso,
“permanecemos abiertos toda la cuarentena, con muchas restricciones”.
“En la primera fase del confinamiento solo le podíamos vender al sector
profesional (albañilería, fontanería, pintores); pero en esta segunda
fase, solo podemos vender a empresas de servicios esenciales”.
En este sentido, argumenta que, pese a que “las ventas no están siendo comparables a otros años por estas fechas, tenemos que abrir para servirle al sector básico que permanece abierto, nos compense o no”, ya que “son bienes de primera necesidad”. En plantilla, “mantenemos a los mismos empleados, pero reducimos a tres cuartas partes la plantilla activa en esta última fase.
O Instituto Nacional de Estadística ven de publicar un estudio da evolución da mobilidade por área de residencia durante o estado de alarma COVID-19. Unha das miñas frases favoritas é a dun premio nobel de economía que dicía: «si torturas suficientemente os datos, pode que rematen confesando…». Os datos din que en Pontecesures hai unha baixada de case 30 puntos porcentuais na mobilidade da poboación entre o inicio do estado de alarma e na actualidade. Sen desmerecer o esforzo das comarcas veciñas indicar que estamos por enriba de todas elas en canto a redución da mobilidade, o que confirma que somos un pobo comprometido co asunto de ficar na casa…parabéns Concello de Pontecesures, xa falta menos…
No estaba previsto así por su creadora, pero el
estado de alerta está dando trabajo y visibilidad a una «empresa joven y
dinámica» de reparto a domicilio que acaba de nacer y que trabajará en
el área de Padrón, Pontecesures, Valga y alrededores. O Búho, así se
llama, quiere llenar un hueco que había en la zona de reparto a
domicilio en estas semanas de confinamiento sobre todo de comida,
alimentos y productos de primera necesidad, aunque aspira a mantenerse
en el tiempo.
Detrás está Sandra Y. Vargas, una joven de 28 años
natural de Colombia, que de niña se trasladó a vivir a Castilla la
Mancha (allí tiene familia) y que vino a Galicia a estudiar Trabajo
Social en la Universidade de Santiago.
En Compostela, ciudad de la que «me enamoré»,
dice, reside en la actualidad, después de hacerlo año y medio en Padrón,
donde trabaja en el sector de la hostelería. Fue en la capital del Sar
donde le surgió la idea de crear la empresa de reparto a domicilio. «Un
día estaba en casa con mal tiempo y pensé ¿no habrá nadie que me acerque
a casa algo de comer? Al final, pensé ¿por qué no lo hago yo?». Y ahí
empezó todo, cuenta Sandra Y. Vargas. «Teníamos muchísimas ganas de
hacer realidad esta idea, y más en una zona como Padrón, con una
población que respeta la hostelería y que antes no había tenido un
servicio como el nuestro», cuenta la joven emprendedora.
En estos momentos, O Búho amplió su ámbito de
trabajo y está repartiendo también en el área de Santiago, O Milladoiro
(Ames) y Teo, ya que colabora con la Pulpería Rial en la entrega a
domicilio de menús como pulpo, raxo, calamares y patatas, una iniciativa
que «está teniendo muy buena acogida», explica Sandra Y. Vargas.
«Si
Pulpería Rial lo puede hacer, estoy convencida de que otros locales
también podrían; con trabajar un autónomo y hacer la comida, del resto
nos encargaríamos nosotros», añade la joven. En este sentido, desde el
perfil de las redes sociales, O Búho anima a otros negocios a decidirse a
trabajar para pedidos a domicilio, teniendo en cuenta las perspectivas
derivadas de la situación sanitaria y económica del coronavirus para que
«afronten esta crisis abriendo sus cocinas unas horas para que podamos
repartir en más casas, y así la economía se mueva un poco más», dice la
fundadora de la empresa.
Sandra también quiere agradecer la iniciativa que
tuvo el encargado de Pulpería Rial, Juan José Santana, de trabajar para
pedidos a domicilio, que a ella le dio la oportunidad de arrancar con
su empresa de reparto y de darla a conocer.
Por cierto, la elección del nombre de la empresa tiene una explicación: el búho es un ave que, desde pequeña, le gusta mucho a la emprendedora, un ave de vida nocturna. Y el reparto a domicilio también se hace en ese horario, explica.