A preocupante deriva do ferrocarril.

Asistimos estes días a unha elevación en ton e frecuencia das queixas pola situación do ferrocarril galego. É difícil entender que, en pleno outono, continúen sen restituírse gran parte dos servizos ferroviarios suspendidos por un estado de alarma que deixamos atrás ao comezar o verán.

A rutina volveu para traballadores e estudantes. Como explicarlles, entón, aos profesionais afeitos a viaxar no primeiro tren da mañá desde Ourense ao seu posto de traballo en Santiago que xa non poden facelo? Como poden manexarse aqueles que organizaban a súa vida cotiá en torno a un abano moito máis amplo de frecuencias no Eixo Atlántico? Que resposta lles damos aos viaxeiros habituais entre Ourense, Monforte e Lugo? E que facemos cos que precisan desprazarse a Barcelona ou a Euskadi?

Máis alá das evidentes molestias e limitacións á cidadanía, preocupa especialmente a ausencia de información por parte do Ministerio de Transportes e de Renfe sobre as previsións que se manexan para o restablecemento dos trens. E, moito máis aínda, inquieta a falta dunha confirmación clara e rotunda de que os servizos serán, en efecto, restituídos nun horizonte non moi lonxano.

Mentres agardamos noticias sobre un AVE que non acaba de chegar, os trens de sempre apagan máquinas e os responsables gardan un clamoroso silencio.

A Administración autonómica coñece ben a dificultade de prestar servizos públicos nun territorio tan disperso e coa singularidade demográfica de Galicia. Ninguén discutirá, polo tanto, desde este ámbito, a necesidade de xestionar os servizos con racionalidade, eficiencia e máxima responsabilidade sobre os recursos públicos. Pero de aí a aceptar que o transporte se rexa polas meras leis da oferta e a demanda, hai un treito que nin os galegos nin o seu Goberno estamos dispostos a percorrer.

O transporte público en Galicia non é, en efecto, economicamente rendible. Resulta doado facerse unha idea da recadación das liñas de autobús que prestan servizo no amplísimo rural galego. Hai uns anos, a nosa comunidade afrontou esa disxuntiva entre deixar morrer os servizos de transporte público deficitarios ou loitar por racionalizalos, melloralos, facelos viables e darlles futuro. Escollemos isto último, porque sabemos que o transporte público é, para moitos galegos, a única porta de acceso á sanidade, a educación, a trámites administrativos e a moitas outras necesidades. E, tamén por iso, aínda que hoxe a ocupación segue lonxe dos niveis previos á pandemia, os autobuses circulan case con total normalidade polo territorio galego.

Pero Renfe preferiu tirar polo camiño fácil. E fíxoo no peor momento.

A pandemia é unha desfeita monumental e extraordinaria. Ante ela, as Administracións temos a oportunidade de demostrar que o Estado do benestar que durante décadas construímos é o noso maior acerto colectivo. Mala cousa se algúns aproveitan o río revolto para cercenar esa estrutura.

Ethel Vázquez Mourelle (Conselleira de Infraestruturas e Mobilidade)

La Voz ded Galicia

La Confederación de Empresarios teme que los recortes ferroviarios se conviertan en definitivos.

Pasajeros en la estación de tren de Ferrol en una imagen de archivo

El Sindicato de Estudiantes también censura que se reduzcan frecuencias cuando lo necesario sería evitar aglomeraciones.

La prolongación en el tiempo del recorte de frecuencias ferroviarias que se decretó durante el estado de alarma ha activado las alertas en distintos sectores de la sociedad gallega, entre ellos el ámbito empresarial. Desde la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG) temen incluso un «posible desmantelamiento» de los servicios de tren que operan en la comunidad. «Tememos que los recortes pasen a ser definitivos por la crisis sanitaria, y que contribuyan a hacer más grande la brecha en la comunicación del noroeste peninsular» reconocen desde la CEG.

Los empresarios destacan que la disminución de frecuencias afecta principalmente a los trenes de media distancia, y recuerdan que estos son precisamente los más utilizados por quienes recurren al ferrocarril como medio de transporte para acudir a trabajar. En consecuencia, se ven obligados a recurrir al transporte privado por carretera, «con los consecuentes incrementos de precio y de tiempo», señalan.

Para la CEG, la situación generada por el coronavirus no puede ser una «excusa» que lleve a reducir los servicios de transportes de tren de que deberían disfrutar los gallegos. Resaltan que se trata de un servicio público «pagado con los impuestos de todos», y que esa circunstancia debe predominar «por encima de toda consideración económica». Por ello, reclaman el pronto restablecimiento de los servicios, de manera que se «normalicen y faciliten» los desplazamientos dentro del territorio y las conexiones con el resto del Estado.

Renfe cerró la venta presencial de billetes en estaciones como Sarria

Renfe maneja previsiones para seguir con los recortes de trenes en el 2021

Otro de los colectivos que suele realizar un uso intensivo del tren es el de los estudiantes universitarios. Desde los rectorados de las tres universidades gallegas dicen no haber recibido aún quejas al respecto -si bien el rector vigués, Manuel Reigosa, apunta que «cando se recuperen as frecuencias será mellor para todos»-, pero las protestas sí han llegado hasta el Sindicato de Estudiantes. «Xa non había un servizo público de trens de calidade, e este curso as frecuencias aínda son menos coa escusa do coronavirus. Hai estudantes dalgunhas cidades, como Ourense, que quedaron cun servizo moi moi deficiente, e o que hai, é demasiado custoso», apunta Álex López, representante de la organización estudiantil en Galicia. https://9d964fefea738b128ceadbc279e37b71.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-37/html/container.html

Para López, se ha aprovechado la crisis sanitaria para reducir los servicios ferroviarios en Galicia. «Se o que queremos é un transporte seguro en plena pandemia de covid, debería haber incluso máis trens que antes para evitar aglomeracións, pero estase a facer xusto o contrario», critica.

La Voz de Galicia

Renfe maneja previsiones para seguir con los recortes de trenes en el 2021

Fía a la generalización de la vacuna la normalización de las frecuencias

El punto de vista estrictamente empresarial -aunque Renfe sea una operadora pública- y la idea de servicio público son a menudo conceptos incompatibles. La prueba es la contestación social y política que está teniendo en casi todas las esquinas del país el recorte de trenes decidido por la cúpula de la compañía alegando una baja demanda. El argumento se basa en que el gasto de poner un tren en marcha -peajes a pagar al ADIF, combustible o energía eléctrica, personal…- no sería recuperado si el tren no llega a un umbral mínimo de viajeros. Por contra, desde poderes públicos como la Xunta se recuerda que el servicio público y el derecho a la movilidad estarían por encima de estas variables económicas.

En este conflicto de intereses se mueve la polémica sobre la lenta recuperación de los servicios ferroviarios tras el estado de alarma, que se quedaron, con variaciones al alza o a la baja, en el 50 % de las frecuencias. Y aunque el mantra oficial de Renfe es que los trenes se irán recuperando a medida que se normalice la demanda o se registren picos puntuales, parece que las previsiones de Renfe se inclinan por que esta situación durará durante buena parte del 2021.

Esta es la conclusión que se desprende de la contestación de la Gerencia de Atención al Cliente de la operadora ante una pregunta sobre la recuperación de frecuencias perdidas que formuló la Asociación de Usuarios del AVE de Valladolid, un grupo de personas que utilizan todos los días, por motivos laborales, la línea de alta velocidad compartida con Galicia y que se organizaron para defender sus intereses frente a lo que consideran una «errática» política comercial de Renfe. https://aeaaeebd9b03e01784f87a8c4216fd56.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-37/html/container.html

Los estudios de la operadora

En la contestación, la compañía aduce que la «casi totalidad de los estudios que estamos realizando señalan que se va a producir, por lo menos en el 2020 y en el 2021, un importante descenso del número de viajeros». Y explican este escenario en el «impacto de la bajada del PIB, el aumento del teletrabajo y otras causas, como puede ser la preferencia por el vehículo privado a la hora de hacer desplazamientos de ocio, al menos hasta que haya una vacuna o tratamiento».

Añaden que, «como no puede ser de otra manera, [Renfe] va a ir reponiendo toda la oferta comercial que la nueva demanda requiera», aunque en ningún momento se refieren a recuperar toda la oferta de trenes anterior a la pandemia. También equiparan la estrategia de Renfe en la actualidad al «resto de operadores de transporte de Europa (ya sea de carretera, ferrocarril o aéreos, tanto públicos como privados), que «están a la espera de ver cómo evoluciona la demanda en el futuro inmediato, es decir, cómo van a reaccionar los ciudadanos respecto a la tendencia a viajar».

Un Alvia circulando por el trazado urbano de Ourense que está siendo adaptado a la alta velocidad

Lo curioso es que esta respuesta a este grupo de clientes es mucho más explícita y ofrece más datos sobre la estrategia empresarial de Renfe en este contexto de pandemia que las contestaciones a las preguntas parlamentarias -muchas en los últimos días- que se van acumulando en el Registro del Congreso. En ellas, el Gobierno -con la información que le proporciona la operadora- explica que cada frecuencia se adapta «a la demanda real detectada en cada corredor», y se hace referencia a los seguimientos que se realizan para detectarla, como el estudio de la compra anticipada. En estas respuestas no hay ni una sola mención a los estudios que prolongan la situación hasta el 2021 y, en cambio, sí hay referencias a recuperar la oferta previa al estado de alarma: «El Gobierno confía en poder completar la restitución de la oferta en el plazo más breve posible». Todas están escritas sobre el mismo patrón.

Carlos Perfecto, portavoz de la Asociación de Usuarios del AVE de Valladolid, cree que Renfe, con su respuesta, «parece que nos invitan a que utilicemos el coche privado ante la falta de frecuencias». Le parece grave que la empresa «no busque soluciones ante esta situación y prefiere esperar a que llegue la normalidad», asegura, y recuerda que se trata de un servicio público «que estamos pagando con nuestros impuestos». ¿Es el ciudadano el que debe tomar la iniciativa o es Renfe la que debe adelantarse para garantizarle un servicio público?», se pregunta.

La Voz de Galicia

Adif licita las obras de mejora y protección del paso a nivel de Padrón.

El Adif licitó las obras del proyecto de mejora y modernización de la instalación de protección del paso a nivel de la estación de Padrón, situada en el km 20,8 de la línea antigua del Eje Atlántico desde cercana la bifurcación de Angueira y Vilagarcía de Arosa. Las ofertas son hasta el martes 22 de septiembre, y tendrán un importe máximo de 194.347 euros (sin IVA) y el plazo de ejecución de los trabajos será de 8 meses.

El objeto del contrato es ejecutar las obras necesarias para mejorar la seguridad de las instalaciones de protección, mediante nuevas semibarreras enclavadas (del tipo C) en uno de los laterales de la estación de Padrón. La razón del cambio es que el equipamiento actual, debido al tiempo transcurrido desde su instalación original, ha superado su vida útil.

En las prescripciones administrativas de la licitación se señala que el paso a nivel se encuentra enclavado en un lugar en el que la velocidad máxima permitida en ese trayecto es de 90Km/h. También se precisa que la carretera que cruza la vía lo hace de forma perpendicular a la vía y tiene una anchura de 7,5 metros, estando ésta asfaltada en la entrevía y sin contracarriles. Añade que el cierre y la apertura del paso a nivel es gestionado únicamente por el enclavamiento automático de la estación de Padrón, al igual que la señalización al ferrocarril que lo protege. Y finalmente apunta que dispone de dos pasillos peatonales señalizados que cruzan la vía, uno por cada lado.

El Correo Gallego

Urovesa suministrará vehículos a Defensa por valor de 146 millones.

El delegado del Gobierno en Galicia, Javier Losada, realizó ayer una visita a las instalaciones que la empresa Urovesa posee en el polígono de Valga (Pontevedra) donde aprovechó para felicitar al presidente de la compañía, Justo Sierra, por el contrato firmado en junio con el Ministerio de Defensa. Un contrato por el que la firma con base en Compostela suministrará vehículos tácticos polivalentes por valor de 146 millones de euros .

Dicho contrato, que aportará carga de trabajo por seis años a la compañía, incluye la dotación de entre 600 y 700 vehículos para los tres ejércitos y para los órganos centrales de contratación del Ministerio. Se trata de vehículos del modelo Vamtac, unidades tácticas y polivalentes con un sistema propulsor 4×4 y que se fabricarán en tres variantes: alta movilidad táctica, alta protección y vadeo sin preparación.

Lo significativo es que estos tres tipos podrán adaptarse a la mayor parte de las misiones que desarrollan las Fuerzas Armadas a través e más de 20 configuraciones, dependiendo del tipo de misión.

Entre todas las exigidas están la de ambulancias, como vehículos de apoyo en puestos de mando, para comunicaciones tácticas, como plataformas de misiles, o traslado de personal.

El contrato marco incluye también cursos semestrales de formación para diez mecánicos y conductores de los Ejércitos y de la Armada. También establece la instalación en los vehículos de anclajes laterales para su transporte seguro en aviones de transporte A400M del Ejército del Aire, por carretera o ferrocarril.

En principio el plazo de duración del acuerdo es por cuatro años, prorrogable a otros dos. El último contrato de estas características también fue adjudicado por Defensa a Urovesa en el año 2013. Desde entonces la compañía ha suministrado a los Ejércitos, la Armada y la UME, más de 750 unidades de vehículos de alta movilidad táctica en diferentes configuraciones por importe de 149 millones.

Algunas de las particularidades técnicas especiales de los Vamtac son el sistema de tracción total que permite que, a plena carga, con una sola rueda con adherencia el vehículo pueda continuar la marcha o la capacidad para ser lanzado en paracaídas a baja cota, y ser transportado mediante helicóptero.

CARACTERÍSTICAS Asimismo, este vehículo puede usar combustibles militares derivados del queroseno de aviación y las variantes blindadas disponen de protección balística, contra minas antipersona, minas anticarro y contra artefactos explosivos improvisados.

Además, las unidades con sistema de vadeo profundo, destinadas a la Armada, pueden evolucionar bajo el agua salada, hasta 1,5 metros de profundidad y durante dos horas. Gracias a todas estas características, estos vehículos son especialmente aptos para operaciones en conflictos y en misiones de paz.

Vamtac entró en producción por primera vez en 1998. En la actualidad, la flota en servicio a nivel mundial supera las 5.500 unidades distribuidas en 20 países de Latinoamérica, Europa, África, Medio Oriente y Sudeste Asiático.

“Es un nuevo respaldo a la industria gallega”

El delegado del Gobierno reiteró tras la visita su felicitación al consejero delegado de Urovesa, Justo Sierra, por la consecución de este contrato que supone un nuevo respaldo del Ministerio de Defensa a la industria de Galicia. Recordó que esta inversión se suma a la decisión de materializar en Navantia Ferrol el programa de las fragatas F-110. “Ambas decisiones traerán a Galicia inversiones por valor de 4.500 millones de euros, carga de trabajo y valor añadido a la comunidad”, afirmó.

Urovesa, con sedes en Santiago y Valga, se puso en marcha en 1981 con la fabricación de vehículos todoterreno para aplicaciones industriales. Desde sus inicios, la gran especialidad de la empresa dentro del campo civil fueron los camiones contra incendios forestales y para el personal de protección civil. Pero pronto la compañíagallega se convierte en proveedor del Ministerio de Defensa, en concreto en 1984.

Ese año se hizo con la exclusividad de los vehículos de dos toneladas de carga útil. Después consiguió ganar otros dos concursos, en 1990 y 1997 (ambos para cinco años), en los que llegó a competir con algunas de las más prestigiosas marcas de todoterrenos del mundo.

Fue en el año 1996 cuando la firma Uruvesa sacó a la luz uno de sus productos estrella, el modelo Vamtac.

Abierta a todos los retos.

Dicen que el éxito de uroveSA es su capacidad para hacer frente a todos los retos. Con una facturación de 58 millones y 110 empleos directos, la firma trabaja en proyectos como la incorporación de nuevos sistemas de motorización más eficientes y que permitan asumir los retos que se plantean a nivel de emisiones contaminantes. Así, ya ha empezado a comercializar vehículos basados en soluciones con gas natural y combinaciones híbrido-eléctricas. Ofrecer a los clientes un abanico muy amplio que permita cubrir cualquier necesidad que planteen a nivel de motorización es su objetivo. Por tanto, no es de extrañar que la compañía esté presente en 30 países de cuatro continentes. Solo le falta conquistar Oceanía, pero todo se andará.

El Correo Gallego

Flores y velas por el pontecesureño fallecido en el Alvia.

Han pasado siete años desde la tragedia del Alvia, pero en Pontecesures no olvidan a su vecino muerto en el tren: Antonio Jamardo Villamarín. Hoy no se celebrará la tradicional concentración de homenaje, pero sí se invoca a los vecinos a que lleven flores o velas a la estación de ferrocarril.

La estación de tren de Pontecesures no acogerá esta tarde la concentración en homenaje a Antonio Jamardo Villamarín, como sucedió de forma ininterrumpida entre 2014 y 2019. La pandemia de coronavirus ha motivado que la impulsora del acto, Belén González Silva, haya rehusado este año convocar a sus vecinos al homenaje al pontecesureño fallecido en el accidente del tren Alvia del 24 de julio de 2013.

«Debido a la crisis por el Covid-19, consideramos que no debemos reunirnos, pero eso no significa que olvidemos», plantea en su página de Facebook, medio a través del cual fue haciendo las convocatorias año tras año, desde el primer aniversario del trágico accidente.

Por ello, y para no olvidar, la pontecesureña anima a todos los vecinos y allegados a acudir a la estación ferroviaria de Pontecesures y a depositar en su andén una flor o una vela encendida por la memoria de Antonio Jamardo Villamarín. No habrá concentración, de modo que podrán ir a la hora que cada uno quiera o pueda. La familia, por su parte, participará en una misa de aniversario pensada únicamente para los parientes.

Jamardo viajaba con su novia en el Alvia accidentado en la víspera del Apóstol de 2013. Iban a acudir a una boda, pero el vuelco del tren costó la vida al hombre, que trabajaba en Madrid como agente comercial de una empresa arousana.

En el primer aniversario del fatal accidente, González convocó una concentración de homenaje, a la que año tras año acudieron docenas de vecinos y miembros de la corporación municipal. La pontecesureña insiste en que seguirá convocando el acto, «mientras la familia no me diga que pare, que ya no hace falta», pero asume que tarde o temprano ese momento puede llegar, «porque esto supone remover recuerdos que son muy duros».

Belén González Silva defiende la validez del homenaje, aunque sea a pequeña escala, «para que la familia de Antonio Jamardo vea que no está sola». «Lo peor de todo esto es que han pasado siete años y que seguimos igual. Los vagones siguen en la explanada de Grúas Estación y seguimos sin saber de quien fue la culpa de lo que pasó».

Faro de Vigo