Padrón quiere divertirse pronto.

El horario de las verbenas de las fiestas desespera a los vecinos.

El horario de las verbenas nocturnas de Pascua de Padrón no acaba de convencer a muchos, especialmente a aquellos que tienen que trabajar al día siguiente, pese a que es algo que se repite cada año. El inicio y, sobre todo, el remate de las orquestas trae de cabeza a muchos padroneses, como sucedió el martes con la actuación estelar de Panorama.

La orquesta comenzó el primer pase después de las doce y media de la noche para acabar pasadas las cinco de la mañana. «¿Quen está a esa hora na verbena nun día de semana?», se preguntan algunos. Para muchos, las orquestas deberían empezar antes, a las nueve de la noche como sucederá el próximo domingo, último día de la Pascuilla y de la fiesta padronesa.

«Se non empezan antes, no último pase apenas hai ninguén para velas», añade otro padronés. Es por ello que ya hay quien propone no gastar tanto dinero en las verbenas, que al fin y al cabo hacen los segundos pases con mucho menos público, y si destinar más a la animación de las calles padronesas, para que la actuación de las charangas no comience a las ocho y media de la tarde, demasiado tarde para algunos.

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En cuanto a las orquestas, la concejala de Festexos y responsable del programa de Pascua, Elena Romero, explicó ayer que las verbenas comenzaron a la misma hora que el año pasado o incluso antes y que, al menos, los primeros pases si tuvieron mucho público. En cuanto a la hora de finalizar, Elena Romero reconoce que es «complicado» para aquellas personas que trabajan pero que «toda a vida foi así na Pascua».

Aún así, algunos padroneses y convecinos son partidarios de cambiar los horarios y que las orquestas no empiecen tan tarde para después acabar también a altas horas de la madrugada, si se trata de días como el Lunes o Martes de Pascua, laborables fuera de Padrón. Las verbenas, al igual que otros eventos de la Pascua, atraen público, en mayor o menor medida en función de la orquesta contratada.

La Voz de Galicia

La tradicional romería de San Lázaro reúne a cientos de personas en Pontecesures.

ROMERÍA SAN LÁZARO E FESTA LAMPREA CESURES /

 

Quien tenga una enfermedad o afección de la piel o incluso quien quiera evitarlas… Es la creencia que mueve a cientos de fieles cada año a la tradicional romería de San Lázaro en Pontecesures. El municipio fue ayer doblemente motivo de fiesta, porque a la degustación de la lamprea se unió esta tradición que consiste en acudir a la celebración religiosa para la bendición de mirto.
Es una cita ineludible para los vecinos de este municipio, pero también para numerosas personas que llegan de diversos puntos de Galicia para no perderse esta romería. Las celebraciones religiosas se sucedieron a lo largo de toda la jornada. Y es que para que todos tuvieran la oportunidad de cumplir con esta costumbre, se establecen diferentes horarios a lo largo de todo el día para que el interesado escoja el que más le conviene. De esta forma el templo estuvo de lo más concurrido durante todo el domingo.
Por supuesto, después de la celebración religiosa hay que disfrutar del otro lado de la romería. Y es que con motivo del día dedicado al patrón de las enfermedades o afecciones de la piel, se instalan numerosos puestos de venta de churros y rosquillas. Tampoco faltan los dedicados a las velas.
En definitiva, Pontecesures renovó ayer su tradición con esta romería en honor a San Lázaro. Y es que hay que recordar que en el municipio existió una leprosería. San Lázaro es, por tanto el abogado de los leprosos y por extensión de todos aquellos que tengan un problema con la piel.
La coincidencia con la ??Festa da Lamprea? hizo que ayer el municipio se llenara de visitantes a los que, además, les acompañó el buen tiempo.

Diario de Arousa

Movilidad sin ferrocarril, no gracias.

??La intermodalidad en el transporte es la asignatura pendiente en la que Galicia suspende estrepitosamente?. Lo afirma Xosé Carlos fernández Díaz, ingeniero de Obras Públicas, y experto en el ferrocarril, el principal nexo de conexión de viajeros en casi toda Europa y que está olvidado en el entorno de nuestras urbes.

En un análisis efectuado en una reciente conferencia pronunciada, este especialista apuntó como clave que las redes de líneas de autobús deben actuar como colectoras y distribuidoras de tráficos más voluminosos del ferrocarril, transporte que debe plantearse como las líneas troncales.
??Este sistema evita largos recorridos en autobús con baja ocupación, para lo que las empresas concesionarias del ferrocarril y de las carreteras deben coordinar sus servicios: rutas y horarios para sumar clientes y optimizar costes, en suma el principio de la intermodalidad?, señala el experto.

Alberto Martínez

El Correo Gallego

O CONCELLO DE PONTECESURES ABRIRÁ O LOCAL SOCIAL OS DOMINGOS POLA TARDE.

cartel-domingos

 

A partir do vindeiro domingo día 16 de febreiro o Concello de Pontecesures terá aberto tódolos domingos pola tarde, e á disposición de maiores e xente en xeral, o local social da rúa do Camiño de San Xulián.

Esta iniciativa ten como obxetivo que a veciñanza teña un lugar para reunirse, charlar, etc. Terán á súa disposición xogos de mesa e equipo de son para poñer música.

O horario de apertura será dende as 5 ata as 9 da tarde.

Non se descarta por parte do concello a posibilidade de programar actividades (teatro, música, maxia, etc.) neses horarios atendendo á cantidade de xente que acoda habitualmente.

El ´striptease´ de Finsa tras su vía crucis por la crisis.

El secretario general de la empresa confiesa en público los errores de gestión que cometieron ante la adversidad económica

Confesar en público los errores propios no forma parte de la práctica empresarial habitual en España. Pero eso es lo que ha hecho el secretario general del Grupo Finsa, José Carballo, que desnudó ante otros empresarios, con franqueza y a veces áspero, el vía crucis de la firma maderera en su tránsito por la crisis. La empresa echó a 500 trabajadores y cerró cuatro fábricas, pero no se escudó en factores externos. Carballo desglosó los fallos internos de gestión con la intención, como admitió, de servir de consejo o ayuda para otras firmas con problemas semejantes.

Casi tan raro como que un político pida disculpas o confiese sus errores lo es también que un directivo desnude, a iniciativa propia, las entrañas de su empresa y admita en público las equivocaciones que han cometido sus máximos responsables sin echar la culpa a factores externos. Esto mismo lo hizo en octubre Juan Roig, el propietario de Mercadona, la mayor cadena española de supermercados, y esta semana, José Carballo, el secretario general del Grupo Finsa, un conglomerado empresarial con sede en Santiago destinado a la fabricación de tableros y derivados de la madera que facturó el pasado año 759 millones de euros y al que la crisis zarandeó hasta el punto de obligarle a extinguir los contratos de 500 empleados entre 2011 y 2012 y aplicar un ERE a otros 1.350.

Pero lejos de centrarse en causas ajenas para explicar las calamidades por las que pasó su empresa, Carballo se sinceró y, como él mismo dijo, se «desnudó» ante un grupo de empresarios gallegos para mostrar la radiografía de Finsa y sorprender al auditorio con la confesión de los errores que había cometido el cuadro directivo. «Por si alguien puede extraer alguna lección», comentó. El pasmo fue mayúsculo, si cabe, porque su intervención se produjo ante un foro compuesto básicamente por directivos de otras empresas y representantes del Gobierno gallego al que había sido invitado por el Consejo Empresarial para la Competitividad para exponer como afrontó su empresa la crisis.

Los problemas del éxito. Y por si no bastaba con desvelar las penurias internas, en su discurso soltó algunas sentencias que chocan con el sentir general de la patronal, como cuestionar que la competitividad de una empresa se asiente sobre una rebaja de los salarios. «No es sostenible basar la rentabilidad y la competitividad de un negocio en bajar solo los salarios. No es viable, porque así los trabajadores se escapan en cuanto tienen oportunidad y además no seríamos capaces de atraer talento».

«Hemos tenido éxito con nuestro modelo, pero los éxitos traen también errores y a nosotros nos llevó a peor», admitió Carballo. Entre eso y la crisis, Finsa perdió, según dijo, entre el 50% y el 60% del mercado doméstico (España y Portugal), tuvo que abandonar diversas ramas de actividad y cerrar cuatro instalaciones (Mondoñedo, Guernika, Chinchilla y Utiel). «Pero lo peor fue cuando hubo que mirar a la cara de muchos compañeros y decirles que no había trabajo. Pero estamos vivos y hemos sobrevivido a la guerra», contó el secretario general del grupo maderero.

La crisis llevó a Finsa a cerrar el año 2012 con una facturación de 759 millones de euros por los 812 de 2011 y pérdidas por trece millones, a echar a la calle a 500 trabajadores, aplicar un ERE a otros 1.350 y empezar el año 2013 con un plantilla de 3.216 personas. Con planes de apoyo y formación a los trabajadores, la empresa asegura que ha conseguido que 250 se hayan reincorporado al mercado laboral o entrado en vías de prejubilación.

Devolver la mirada al cliente. Otro de los defectos señalados por José Carballo fue la pérdida de contacto con los clientes y los mercados. Su modelo de negocio les llevó, en aras de una supuesta eficiencia, a centralizar todas las decisiones, lo que supuso sacar a la venta productos sin saber a ciencia cierta si eran del agrado de los usuarios. «Perdimos la frescura original y el contacto con los clientes», reconoció. Se produjeron bienes sin tener en cuenta la opinión de los trabajadores, de los encargados de testar los productos y de los consumidores. «Esto impide saber qué piensan de lo que se está construyendo. Y hemos aprendido a mirar de otra forma al cliente», concluyó.

Burocracia interna. La intención de mejorar todos los proceso de calidad llevó a Finsa a cometer otro «pecado». Se incrementaron los controles para tenerlo todo atado. «Nos burocratizamos», admitió. Eso llevó a ralentizar las decisiones y dedicar grandes esfuerzos a establecer con detalle los horarios laborales, los días de descanso y las vacaciones, «a tenerlo todo calculado», pero tanto para beneficio de los trabajadores como de los directivos. «Lo hicimos más a conveniencia nuestra de que del mercado. Nos olvidamos de que quien nos paga la nómina es el mercado y el cliente», relató el secretario general del Grupo Finsa.

Descuido de las exportaciones. A pesar de que Galicia tiene, frente a la Meseta, ventajas para la exportación de madera y sus derivados, Finsa entendía el mercado exterior como algo «complementario en el que volcar los excedentes». No le daban el valor que requería. Y así pasó que perdió cuota de mercado. Pero cambiaron, tal como aseguró Carballo, y ahora buscan alianzas en el extranjero con fabricantes de productos complementarios.

Relaciones laborales. José Carballo señaló que, salvo Citroën, las empresas, incluyendo la suya, no tienen las adecuadas relaciones sindicales. Por lo general están demasiado ideologizadas y son ineficientes, a lo que tampoco ayudan mucho determinadas declaraciones de dirigentes empresariales. Así con la crisis decidieron darle un vuelco a las relaciones laborales. Y no solo eso, sino que Carballo, delante de un nutrido grupo de empresarios, echó por tierra una de las máximas que defiende la patronal. «No es sostenible basar la rentabilidad y la competitividad de un negocio en bajar solo los salarios», dijo. Con eso ni se mantiene la fidelidad de los trabajadores ni se consigue captar a nuevos talentos. Pero también advirtió que no se puede pagar en sueldos más de lo que trabajadores puedan producir, porque eso solo sirve par descapitalizar la empresa.

Con estos cambios, que Carballo expuso como consejos para quien los pueda necesitar, aseguró que Finsa es hoy una empresa más viable y adaptada para afrontar lo que queda de crisis que, añadió, «como mínimo será la postguerra».

Mercadona. Un discurso similar usó el dueño de Mercadona, cuando asumió los errores propios al retirar de sus supermercados la venta a granel de sus hortalizas, verduras y frutas y al corte de sus carnes y pescados, que fueron sustituidos por productos envasados. Eso llevó a perder calidad y el trato con el cliente. «Elegimos el camino más fácil. Decidimos tratar los productos frescos como los secos», reconoce Juan Roig. Ahora, Mercadona vuelve el mercado de antaño y con tenderos.

Faro de Vigo