La FP Dual del grado medio de soldadura y calderería se consolida en el instituto de Valga.

El instituto de Valga no solo mantiene, sino que refuerza, su oferta educativa y formativa. Lo hace consolidando su proyecto de Formación Profesional (FP) Dual y anunciando que el curso que viene se desarrollará nuevamente el grado medio de soldadura y calderería.

Lo hará con importantes novedades, como por ejemplo que a partir de noviembre los alumnos irán por la mañana a las empresas colaboradoras y por la tarde asistirán a clases en el centro, cobrando una beca mínima de 350 euros «durante prácticamente todo el curso».

Es una sustancial diferencia respecto a fases anteriores, cuando «solo cobraban durante su estancia en las empresas una vez finalizada la formación en el instituto», indican en el centro.

De igual modo los alumnos tendrán derecho a treinta días naturales de vacaciones en cada uno de los cursos de este proyecto educativo.

Pero eso no es todo. Por primera vez se impartirá simultáneamente la Formación Profesional Dual de Adultos, en este caso con nueve plazas disponibles por primera vez.

Cabe indicar que en la FP Dual de Soldadura y Calderería los alumnos harán segundo en el curso académico 2018-2019.

Serán al menos trece los alumnos participantes, con posibilidad de asistir a las empresas ODL, STAC, Aluminios Padrón, Gama e Hijos, Curvados Anros, Maimbar, Alfogar, Fundivisa y Thune Eureka.

Los interesados en participar en este proyecto deben matricularse antes del 14 de septiembre, efectuándose a posteriori una selección de los participantes.

Hace un mes el Concello de Valga explicaba que junto al Instituto trabajaba para lograr el respaldo de la Consellería de Educación con el propósito de ampliar el ciclo medio de Soldadura y Calderería que se imparte en la modalidad de Formación Dual.

Inicialmente se acordó con la Xunta impartir dicho ciclo durante dos años -el próximo es el segundo-, pero se cree preciso ampliarlo, para dar cabida a los alumnos que empezarán en primero en septiembre.

Desde el gobierno del conservador José María Bello Maneiro indican que la FP Dual «permite la unión de fuerzas entre empresas y centros educativos, fomentando la participación más activa de las primeras en el proceso formativo de los alumnos y permitiendo que la formación que reciben se adapte a las demandas de los sectores productivos».

Sabedores de que este tipo de acciones propician la inserción de los estudiantes en el mundo laboral, los dirigentes valgueses recuerdan que «anteriormente el instituto y cinco empresas metalúrgicas del entorno colaboraron en el ciclo de grado superior de Construcciones Metálicas con resultados satisfactorios, tanto para el alumnado como para los empresarios».

Faro de Vigo

La capea de Vilarello hace olvidar la eliminación de España en el Mundial.

El partido de fútbol España-Rusia había obligado a retrasar la tradicional capea de Valga. Y la eliminación del combinado nacional desanimó después a muchos. Aún así la playa fluvial volvió a vibrar con la suelta de vaquillas, que no era más que el colofón a una «Festa da Xuventude» que el sábado había desarrollado su primera fase con las «Olimpiadas da Aldea», que tuvieron al equipo masculino de Vilarello y al femenino de Forno como campeones absolutos, tal y como había sucedido el año anterior.

El coso taurino habilitado a orillas del Ulla volvió a ser escenario de una fiesta cargada de emociones y risas que poco a poco hicieron superar el mal trago a los más futboleros, sobre todo cuando se improvisó un partido con las propias vaquillas. Algunos se llevaron el susto de turno, pues las reses se emplearon a gusto dando cuenta de los menos experimentados «toreros» que saltaron al ruedo.

Más suerte tuvieron -y mayor lucimiento ofrecieron- los recortadores profesionales, encargados de la parte más llamativa de la faena junto con el entrenador de caballos Santi Serra.

El que fuera ganador del concurso televisivo «Tú sí que vales» fue en Valga el encargado, junto a cuatro equinos de raza árabe y dos perros, de un espectáculo calificado por el numeroso público como «impresionante» basado en la «doma pacífica», que consiste en «crear un vínculo físico y psíquico con los animales».

Todo transcurrió con normalidad en una tarde de fiesta un tanto desapacible que se convirtió en decepcionante con el resultado obtenido por La Roja en el Mundial de Rusia en la cual la capea no se vio afectada por la nueva ley de espectáculos de Galicia que limita el acceso de menores a los eventos de carácter taurino, ya que no entra en vigor hasta hoy.

En cualquier caso el Concello de Valga, como organizador del evento, ya había recomendado en días previos a los padres que evitaran la presencia de niños en el tendido.

Al igual que había advertido la Administración local de que Emilio Colmenero, el director de lidia, tenía en regla todos los permisos necesarios para hacer realidad esta nueva edición de la suelta de vaquillas, esta vez llamadas «Rodadora» y «Ojalada», pertenecientes a la ganadería Toros de Brazuelas, en Valladolid.

Faro de Vigo

Un legado fotográfico del que puede sentirse muy orgulloso.

Nació en la parroquia valguesa de Campaña hace solo 56 años y se ha ido para siempre. Anxo Abalo García falleció el viernes y fue enterrado el sábado el cementerio de su iglesia, ese que tantas veces visitó y fotografió. Y es que Anxo hacía eso, inmortalizar lugares, momentos, vivencias e incluso sensaciones. Fueron décadas de trabajo con la cámara al cuello recorriendo todos y cada uno de los rincones de su querida Valga natal, pero también los de Catoira, Pontecesures y otros muchos de O Salnés y Caldas.

Pero sobre todo era conocido en el Bajo Ulla, donde estaba presente en cada acontecimiento significativo y en celebraciones con historia, como la fiesta de la caña y la anguila, la exaltación de la lamprea o el Belén Artesanal de Valga, al lado de su casa.

Trabajó para diferentes medios de comunicación, colaboró con FARO DE VIGO, ayudó a sus amigos siempre que pudo y, sobre todo, sacó fotos, muchas fotos.

En sus estudios o proyectos fotográficos acudió a bodas y bautizos, plasmó paisajes como pocos pueden lograrlo y, en definitiva, hizo lo que le más le gustaba y lo que mejor sabía hacer.

Siempre con una sonrisa, salvo en los momentos difíciles que le tocó vivir, Anxo Abalo se convirtió en uno de los personajes más relevantes del Ullán; ese territorio que ahora lo llora y en el que su legado debe perdurar para siempre a modo de gran exposición fotográfica.

Faro de Vigo