Inyección de 30 millones para frenar los vertidos del río Sar

El Consejo de Ministros autorizó el contrato de las obras del colector comprendido entre A Pontepedriña y la EDAR de Silvouta La actuación se enmarca en el programa Agua y permitirá la recuperación ambiental del cauce

El Consejo de Ministros autorizó la firma del contrato de las obras del proyecto del colector general-interceptor del río Sar en el tramo comprendido entre A Pontepedriña y la depuradora de Silvouta, en Santiago. La inversión de este macroproyecto ronda los 30 millones de euros y está incluido dentro del programa nacional Agua (Actuación para la Gestión y Utilización del Agua). Dicho proyecto está promovido directamente por el Ministerio de Medio Ambiente.

Pese a que las obras contempladas en esta actuación se van a desarrollar en Santiago, el proyecto beneficiará al ayuntamiento de Ames, por ser el municipio más limítrofe, pero también a los otros cuatro concellos bañados por las aguas de este río (Padrón, Rois, Dodro y Brión).

Según la nota emitida por la Moncloa y hecha pública por el Concello de Ames, con esta actuación se busca planificar el tratamiento del agua de acuerdo con las necesidades existentes y futuras ligadas al desarrollo sostenible de las zonas donde se tiene previsto aplicar el programa.

En el caso de Santiago, el proyecto tiene como objetivo la remodelación del sistema actual de saneamiento y el control de las aguas de tormenta de los afluentes en el curso del Sar, incorporando los vertidos directos a la red de colectores secundarios.

9,5 Kilómetros de colectores

El proyecto hidráulico contempla la construcción de 9,5 kilómetros de colectores, de los que la mitad corresponderían al interceptor. También se prevé la instalación de seis aliviaderos de agua procedentes de las tormentas, junto con cuatro arquetas de control del flujo y una obra especial de conexión con el colector que acaba en el río Sarela.

En la práctica, y según indican desde el Concello amiense, se trata de la segunda fase de ampliación y sustitución de la antigua red sanitaria de Santiago con la que, además, se pretenden solucionar los problemas de desbordamiento de los sumideros los días de intensa lluvia. Esto sucede en la actualidad debido a que la conducción de las aguas pluviales también transporta actualmente las aguas fecales y las procedentes de las escorrentías.

El diseño del proyecto recoge la incorporación de los núcleos de A Pontepedriña, Conxo, A Fervenza, Vidán, Brandía, Laraño, Sarela y O Milladoiro.

Para 2011

A estas obras hay que sumarle la de la ampliación de la depuradora de Silvouta, incluidas en los Presupuestos Generales del Estado para el próximo año, con una inversión de nueve millones. Tanto la depuradora como la red que desemboca en ella estará finalizada en 2011, y el Estado habrá destinado entonces a frenar la contaminación en el río Sar unos 65 millones de euros.

Desde el Ayuntamiento de Ames, el regidor, Carlos Antonio Fernández Castro, aplaudió esta actuación que, según él mismo reconoció, «marcará el inicio de la recuperación ambiental del río Sar y de sus márgenes».

Sin embargo, la lucha contra la contaminación de este emblemático río debe aunar los esfuerzos de todos los entes sociales, ya que el cauce del Sar es uno de los más dañados.

PADR�?N «El agua se lleva la basura»

Por otra parte, el portavoz del Partido Galeguista de Padrón, Ángel Rodríguez Conde, denunció ayer la actuación de los operarios municipales en las labores de limpieza de los márgenes del río Sar a la altura del campo de fútbol del Souto. Según indicó el edil, tras limpiar la maleza, «la dejaron depositada en la zona, y la subida de la marea la arrastró hacia el cauce del río», reseñaba.

Rodríguez Conde insiste en que además de arrastrar los desechos vegetales, el agua se llevó diversos enseres desparramados por los márgenes.

«A las cuatro de la tarde río abajo podía verse flotando multitud de bolsas de plástico, botellas, sacos, papeles y hasta tres carritos de metal de la compra», sostiene . Rodríguez Conde denuncia esta «situación esperpéntica» y pide al ejecutivo que «elimine los restos y no los deje acumulados para que se los lleve el río. Lo que tendrían que haber hecho es actuar en tramos pequeños, cortar y ­subir».

EL CORREO GALLEGO, 10/10/07