Monumentos y mobiliario aún lucen su colorida «ropa».
La huella del «yarn bombing», una especie de grafiti o arte callejero que en lugar de pintura o tiza emplea «prendas» de colores de punto o de ganchillo como herramientas para la igualdad, aún es visible en Pontecesures. Árboles, monumentos, cruceros e incluso farolas están «vestidos» con estas llamativas prendas. Al margen de este programa hay que citar otro, clausurado ayer con la entrega de diplomas, como es el curso de menús semanales saludables y económicos. Se trata de «Tecendo Lazos», una idea de la Diputación de Pontevedra que tiene como finalidad desarrollar talleres intergeneracionales en el ámbito del ocio y del tiempo libre.
Faro de Vigo
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