A Coruña-Ferrol y Ourense-O Carballiño serán los primeros. El resto dependerá de la incorporación de nuevos maquinistas
Un día después de que el Congreso aprobara una moción del PP —con el apoyo del PSOE— para que se recuperara toda la oferta ferroviaria perdida por la pandemia, Renfe anunciaba ayer el primer paso para restituir las últimas frecuencias que quedaban por recuperar de las que fueron suprimidas tras el primer estado de alarma, en marzo del 2020. Las primeras conexiones beneficiadas serán las de A Coruña-Ferrol y las de Ourense-O Carballiño, en las que desde el día 11 circularán el 100 % de los trenes suprimidos por las restricciones de movilidad del covid.Regístrate gratis y recibe en tu correo las principales noticias del día.
La operadora pública aseguraba en un comunicado que la oferta ferroviaria en Galicia «está restablecida en su mayor parte y la voluntad de Renfe es completar la reposición de estos servicios en los próximos meses, a medida que se vaya incorporando el nuevo personal de conducción». Es decir, la reposición de servicios no depende ya de la recuperación de los niveles de demanda prepandemia, sino de la disponibilidad de maquinistas, pues se produjo un vacío en el reemplazo de las jubilaciones debido, entre otras razones, a las restricciones sanitarias para poder hacer prácticas en cabina. Los nuevos profesionales que han salido de los últimos procesos formativos y de las convocatorias de empleo se irán incorporando paulatinamente a los servicios de media distancia y esto permitirá recuperar frecuencias que llevan suprimidas más de dos años y medio.
En el caso de A Coruña-Ferrol, se pone en circulación el tren perdido que unía la ciudad naval con la estación de Betanzos-Infesta y en la conexión con A Coruña se restituyen las tres frecuencias diarias, frente a las dos que circulan en la actualidad. En el caso de los servicios entre Ourense-Carballiño y Santiago por la línea convencional se pasa de un solo tren actual a tres por sentido. También se reconfiguran los horarios «para adaptarlos a las necesidades de movilidad y cubrir más franjas horarias de desplazamiento».
El sindicato CGT reclamó recientemente a Renfe la reposición de todos los servicios suprimidos aprovechando el aumento de la demanda por los abonos gratuitos de media distancia, que se prolongarán durante todo el año 2023. Mencionaban la conexión Vigo-Ourense-León, los trenes de proximidad entre la ciudad olívica y Pontevedra y entre Vilagarcía y Santiago, así como las frecuencias suprimidas en la conexión Lugo-A Coruña. Renfe se ha comprometido a reponer todos estos servicios, pero para ello debe aumentar el número de maquinistas que están vinculados a las residencias de media distancia de Galicia.
Salvo los trenes de proximidad que aún no han sido recuperados, el eje atlántico entre A Coruña y Vigo funciona con el número de plazas máximo que puede ofertar Renfe con el material rodante y los maquinistas con los que cuenta en la actualidad. Es la fórmula para absorber el aumento de la demanda provocada por los abonos gratuitos en el eje ferroviario más utilizado de la comunidad.
La CGT también propuso a Renfe una serie de medidas para evitar los continuos retrasos que se producen en esta conexión y que suponen importantes contratiempos para los usuarios que utilizan el tren para llegar a sus puestos de trabajo. Entre ellas está la puesta en servicio del ERTMS entre A Coruña y Vigo, un sistema de seguridad que lleva ocho años en proceso de instalación y pruebas.
Así se lo comunicó al exconcejal Luis Ángel Sabariz Rolán, desde hace años el más firme defensor del tren de cercanías en el Ullán.
Luis Ángel Sabariz Rolán, el que fuera concejal independiente en Pontecesures y portavoz de la plataforma creada hace casi una década en defensa del tren de cercanías se ha convertido en los últimos años en el auténtico, y casi que único, azote de las instituciones y organismos encargados de la prestación de los servicios ferroviarios de proximidad.
Su insistencia es de todos conocida, pues no ha dejado de remitir escritos para solicitar todo tipo de mejoras tanto a Renfe como al ADIF, tratando en todo momento de evitar que se pierda el servicio de proximidad y recuperar las frecuencias y paradas que existían antes de la pandemia.
Pues bien, ahora el exconcejal se muestra esperanzado, toda vez que desde Renfe le anunciaron que esos servicios perdidos podrían recuperarse antes de febrero.
Se lo comunican como respuesta a una petición que el propio Sabariz formuló el pasado mes de agosto ante Javier Pérez López, gerente del servicio público de Renfe Viajeros en Galicia.
Lo que hizo entonces del pontecesureño fue remitirle una carta para recordarle que «una de las 41 resoluciones aprobadas por el Congreso de los Diputados como colofón al Debate del Estado de la Nación celebrado en julio de 2022 fue la recuperación inmediata de todos los servicios ferroviarios a los niveles previos a la pandemia».
Se refería a los denominados en el argot ferroviarios como «trenes cortos» y mostraba su deseo de que tales servicios, «importantes para las estaciones de Padrón, Pontecesures y Catoira», se pusieran en marcha «sin más dilación».
Al igual que hacía constar la necesidad de recuperar la parada de los trenes en el apeadero de Catoira, ya que habían dejado de hacerlo, «para perjuicio de los habitantes» tanto de la localidad vikinga como de otras próximas (sobre todo de Barbanza) que se acercaba a ella para subirse al tren.
Dicho lo cual, Luis Ángel Sabariz Rolán consideraba que había llegado «el momento de demostrar que estos trenes de proximidad por la vía convencional son fundamentales» para el territorio del Ullán, «tal y como defienden todos los grupos políticos».
A su juicio «de nada vale establecer la gratuidad de los servicios desde el 1 de septiembre al 31 de diciembre de 2022 si quedamos con menos trenes en circulación».
El representante institucional de Renfe en Galicia aprovechó para explicarle que «desde la finalización del primer estado de alarma, Renfe ha venido ampliando la oferta programada en los servicios de media distancia en el conjunto de Galicia».
De este modo, garantiza que «actualmente está restablecido en su mayor parte, y la voluntad de Renfe es completar la reposición de estos servicios en los próximos meses, a medida que se vaya incrementando el nuevo personal de conducción.
Las frecuencias ferroviarias entre Vilagarcía y Santiago, que conectaban también en cercanías con Cesures y Padrón, se repondrán en febrero de 2023. Así se lo comunicó el representante institucional de Renfe en Galicia, Javier Pérez, al exconcejal cesureño Luis Sabariz, que sigue peleando por una mejora del transporte público en la comarca.
En su escrito, Sabariz reclama el cumplimiento de una de las resoluciones aprobada por el Congreso de los Diputados como colofón al Debate de la Nación del mes de julio, que consistía en la “recuperación inmediata de todos los servicios ferroviarios a los niveles previos a la pandemia”.
El vecino de Cesures indica que “a día de hoy nada sabemos sobre la puesta en funcionamiento de los servicios ferroviarios Vilagarcía- Santiago y viceversa” que, recuerda, son también importantes para las estaciones de Padrón, Pontecesures y Catoira. Sobre esta última, el exedil también reclama que se recupere la parada, ya que “sorprendentemente no lo hacían, pasando de largo para perjuicio de sus habitantes”. El exedil defiende que este tipo de trenes por la vía convencional son “fundamentales” para la comarca de Ulla-Umia y que “de nada vale establecer la gratuidad de los servicios del 1 de septiembre al 31 de diciembre si quedamos con menos trenes en circulación”.
El escrito fue enviado en agosto y ahora llegó la contestación, en la que desde Renfe piden a Sabariz disculpas por el retraso en responder. Además, señalan que la oferta en MD se ha ido ampliando. En el caso de los servicios solicitados, dicen, “la fecha estimada para su reposición es en febrero de 2023”, a medida que “se vaya incorporando el nuevo personal de conducción.
GRABADO de una bendición de locomotoras en la estación compostelana.
DE AQUEL CARRIL-CORNES al de la actualidad, Vilagarcía- Santiago, ya van 149 años de historia integrado en el Eje Atlántico vertebrador de Galicia. Es por ello que, partiendo de la base de conocer de dónde venimos para tener claro a dónde vamos, queremos recordar nuestro pasado para saber mejor nuestro destino, conociendo nuestras circunstancias y penurias a lo largo de la historia de este ferrocarril, lleno de ilusiones y quiebras, de proyectos frustrados en su tiempo trascurriendo por las distintas vicisitudes, en la que fue configurándose hasta la actualidad muy lentamente. En este trayecto atlántico se encuentran las dos terceras partes de la población gallega, con parámetros de doble vía electrificada y apta para circular a 220 km/h con trenes más confortables de viajeros y mercancías.
Ya es una realidad ese eslogan que cita que las distancias no se miden en kilómetros, sino en tiempos. Bien es cierto que con la entrada de la alta velocidad hemos sido todos más puntuales; los trenes llegan y salen todos a su hora dejando sin excusa posible los retrasos y demoras en nuestro quehacer diario, aunque motivado por las medidas de ahorro energético la demanda ha aumentado considerablemente y la ocupación roza el lleno, ante la necesidad de más plazas disponibles. Nos quedan pendientes las obras que permitan la continuidad por el sur hacia la frontera portuguesa, Oporto y Ourense con la construcción del túnel pasante de Vigo y la prolongación hacia Ferrol.
UN POCO DE HISTORIA. El siglo XIX ha estado marcado por la industrialización, las revoluciones y el despegue de ese gran invento que llamamos ferrocarril, impulsor del desarrollo económico, constituyendo el instrumento válido para mejorar las comunicaciones. Gracias a ello en pocos años hemos pasado de los carromatos, diligencias, ómnibus de caballos y mulas al tren, más cómodo, barato y rápido. Los medios de transporte en Galicia a mediados del siglo XIX eran arcaicos, sobre todo los terrestres.
Debido a nuestros orígenes celtas era más fácil relacionarnos por mar con el norte de europa que con el resto de la Península por los puertos del Padornelo, la Canda y O Cebreiro, siendo una de muchas causas del ancestral aislamiento. Por este motivo el tren ha sido y será el símbolo de progreso y desarrollo, teniendo una enorme importancia en la población reclamando a los poderes públicos el paso de los caminos de hierro por sus localidades. Surgen de esta manera los periódicos locales que proliferan entre 1840 y 1890 como el Faro de Vigo fundado en 1853, El Ferrocarril, posteriormente El Ferrocarril Gallego, entre otros. Y todo ello coincide en un momento político convulso con cambios de regímenes y de presidente de Gobierno. Nada más comenzar la década de 1860 la Sociedad Económica de Amigos del País, de Santiago de Compostela, entidad llena de inquietudes, ante la postración económica y social en la que se encontraba Galicia en aquella época, concibe la idea de hacer un tendido ferroviario entre Santiago y la ría de Padrón con el fin de dar salida e intercambio a los productos de la tierra y el mar, y también recibir otros productos necesarios para la incipiente industria Compostelana, tal y como se expresa en la Revista Económica (Jornal agrícola, artístico y comercial) publicación de la Sociedad Económica de Amigos del País.
Este ferrocarril haría realidad el viejo sueño de convertir Santiago en puerto de mar y esto suponía un renacimiento de la riqueza y progreso como la que supuso los comienzos de la era cristiana, con la llegada, también por mar, del cuerpo del Apóstol Santiago. Esa idea era de tal envergadura económica que lo primero que hace la Sociedad Económica de Amigos del País es darla a conocer al Ayuntamiento de Santiago para que en febrero de 1860 se cree una Comisión mixta Concello-Sociedad Económica denominada Junta Encargada del Proyecto de Vía Férrea de Santiago a la Ría de Padrón, presidida por Joaquín Caballero Piñeiro y que formaría parte en ella el insigne geógrafo gallego Domingo Fontán, que se encargaría de todos los trámites que esa gran empresa requerirá a lo largo de los siguientes años. Domingo Fontán corrigió posteriormente el proyecto para que la línea llegase hasta Carril, ya que el río Ulla no era navegable en bajamar, siendo únicamente en pleamar cuando podrían subir desde Carril hasta Pontecesures las barcazas. Esto suponía la duplicación del recorrido y, por lo tanto, de su inversión.
PRIMERA LÍNEA DEL FERROCARRIL GALLEGO. Y por fin, tras once años intermitentes de obras, el 15 de septiembre de 1873 es la fecha de la puesta en servicio del primer ferrocarril gallego. Con gran transcendencia para el progreso y el desarrollo socioeconómico, a las 12.45 horas se forma una batería de 4 locomotoras de vapor de la compañía: ‘Montero Ríos’, ‘Coruña’, ‘Santiago’ y ‘Jerez’, la cual en 1882 cambiaría el nombre por ‘Pontevedra’. Entre el entusiasmo popular se calcula que asistieron unas 1.500 personas. Se pusieron a la venta billetes de 1ª, 2ª y 3ª, y este primer tren comunicaría Cornes, por entonces perteneciente al ayuntamiento de Conxo, y Carril, dependiente del ayuntamiento de Santiago de Carril.
Este primer ferrocarril gallego sucedía 25 años después de la primera puesta en servicio del primer ferrocarril peninsular entre Barcelona y Mataró, acaecido el 28 de octubre de 1848. Dos años más tarde, el 20 de octubre de 1875, saldría de A Coruña hasta Lugo el primer convoy de la que sería la primera línea que conectaría Galicia con el resto de España, por Monforte-León y Palencia, concluida en 1883. Este primer tramo, de 42 km de hermoso recorrido, bordea la franja lateral de la ría de Arousa y la bella isla de Cortegada, así como los ríos Ulla y Sar, atravesando la vega de Padrón para continuar con las comarcas de O Ullán y Amaia.
Las infraestructuras más destacadas serían los túneles del Faramello y Conxo, así como dos puentes metálicos, uno en Conxo (A Ponte de Ferro) de 40 m de largo y 20 m de altura y otro entre Pontecesures y Padrón límite en A Coruña y Pontevedra sobre el río Ulla, denominado Insua, de 4 tramos de 125 m, sustituido por otro de hormigón en 1935 (actualmente se pueden divisar los antiguos pilotes). Contaba con siete estaciones intermedias que inicialmente fueron construidas en madera.
Cabe señalar la escuela de aprendices de Renfe en las proximidades de Carril (Salgueiral-Bamio), la cual sirvió de escuela de formación profesional durante muchos años y salida a cientos de ferroviarios en Renfe y ADIF en toda la red española. Durante muchos años transportó emigrantes, productos de los puertos, agrícolas, forestales y ganaderos, carbón sal etc. entre la ría arosana y Santiago y viceversa. Fue un tren muy tradicional; allá por donde pasaba le llamaban “el Tren de la lechera”. Existen bellas historias como el denominado Tren de Varela que conducía la locomotora “Caldas de Reyes), que con tanta humanidad paraba el Sr Varela para recoger y dejar las campesinas y lecheras del lugar. Durante el verano, muchos Compostelanos y de las comarcas por donde discurría este ferrocarril, utilizábamos con frecuencia estos trenes para gozar de las playas arosanas de la Concha y Compostela.
En 1880 se hace cargo del compostelano el inglés John Trulock y, en 1886, cambia de nombre la compañía ferroviaria pasando a ser The West Galicia Railway Company, trasladando su sede social y el consejo de Administración a Londres, aunque la Gerencia permanecería siempre en Vilagarcía. El sr. Trulock se establece definitivamente en Padrón, en donde años más tarde nacería su nieto, el literato Premio Nobel Camilo José Cela Trulock. Entre los personajes ilustres precursores de este ferrocarril que tuvieron alguna relación con la obra, aparte del abuelo de Camilo José Cela, destaca Domingo Fontán, matemático, diputado y geógrafo, natural de Portas, autor de la Carta Geométrica de Galicia, sobre la cual se sirvió para la confección de los estudios de los trazados de esta línea en 1860 por el Ingeniero inglés Thomás Rumball. Otro personaje ilustre fue Ramón Valle Inclán Bermúdez, padre de Ramón María del Valle Inclán, una de las mejores plumas de nuestra literatura. Fue secretario del consejo de administración y accionista de esta línea. Dicha línea abarca un importante patrimonio cultural y paisajístico muy próximo a las estaciones y a lo largo de su trazado, destacando la Casa Museo de Rosalía de Castro, el Jardín Botánico, la sede de la Fundación Camilo José Cela en Padrón; en Catoira las Torres del Oeste, muy recordadas todos los años en las fiestas viquingas; las playas de la Concha, Compostela y Bamio en Vilagarcía; el embarcadero fluvial de ruta Xacobea fluvial de peregrinos del Mar de Arousa en Pontecesures, la ermita de A Escravitude y la playa fluvial e área recreativa de Vilarello en Valga, suponiendo todo ello un importante atractivo turístico.
El alcalde reitera que su concello no servirá de aliviadero del futuro polígono industrial proyectado en Tarroeira
El alcalde de Valga, José María Bello Maneiro, salió ayer al paso del dardo que su homólogo cesureño, el también popular Vidal Seage, lanzó al concello vecino este martes en el pleno convocado por el PSOE de Pontecesures para arrojar luz sobre los entresijos del polígono industrial de 326.000 metros cuadrados proyectado en el lugar de Tarroeira, limítrofe con Valga. «Os inimigos nas inundacións ao mellor non están en Cesures. Non sei se alguén explicou isto no pleno de Valga», soltó Seage al buen número de vecinos afectados por el plan presentes, tras sostener la existencia de un informe que apuntaría a la construcción, años ha, de dos pasos subterráneos de tren en el municipio de al lado como único peligro potencial a la hora de favorecer futuras inundaciones de agua en la zona, y no el sistema de balsas elegido como método de desagüe de los residuos pluviales del parque empresarial.
Bello Maneiro fue tajante al respecto: «Non imos permitir, baixo ningún concepto, que as augas do polígono se conduzan directamente aos puntos nos que hai anos se producían inundacións, hoxe solucionadas grazas ás obras que executou a Xunta na zona, tal e como dixemos no pleno que celebramos en xullo». Una sesión monográfica extraordinaria para debatir y definir la postura y alegaciones frente a un polígono proyectado en los límites con su municipio por parte de la corporación municipal de Valga, que se adelantó en más de un mes a una sesión, la del martes en Pontecesures, en la que el gobierno local pospuso su decisión respecto a la posibilidad de presentar sus propias alegaciones al proyecto.
Si bien manifestó no querer entrar en polémicas con el alcalde ni la corporación cesureña, el regidor valgués no deja lugar a la duda sobre su posición: «Non podemos permitir que o veciños de Valga retrocedan anos e volvan padecer anegamentos que afecten as súas propiedades. O proxecto do parque empresarial debe solucionar por si mesmo os seus problemas coas augas e non traspasarllos a outros. Na zona existen varios regatos, que os utilicen para derivar as augas ou que busquen outras alternativas. Que non se anulen no proxecto os regatos existentes e se invente un novo para darlles saída ás augas, a costa doutros».
Dicho todo lo anterior, Maneiro recuerda que la corporación de Valga ya registró las alegaciones que aprobó en el pleno del 21 de julio, por unanimidad de sus grupos políticos. En el caso de las referidas a la gestión de las aguas, incluyendo la solicitud a Augas de Galicia de un informe sobre la existencia de riachuelos y canales que no aparecen recogidos en el proyecto inicial del polígono.
La corporación aprueba que el gobierno local mantenga al día a los afectados. El BNG acusa al tripartito de boicotear la presentación de alegaciones de particulares y el regidor apunta veladamente a Valga para hablar de «inimigos»
El gobierno local de Pontecesures deberá asegurarse de que los vecinos afectados por el plan de construcción del polígono industrial en la zona de Tarroeira sean puntualmente informados de sus pormenores y avances, tanto desde el Concello como desde cualquier órgano público competente, en cuantas reuniones sean necesarias. Así lo acordó la noche del martes la corporación municipal, con los cinco votos favorables de socialistas y BNG a la moción presentada por el grupo del PSdeG–PSOE y la abstención de los seis ediles del tripartito formado por PP, IP y TEGA.
Fue este el punto final a una hora y 20 minutos de pleno extraordinario forzado por el grupo municipal del PSOE que encabeza Roque Araújo, argumentado por este último por la falta de información por parte del alcalde, Juan Manuel Vidal Seage, sobre los detalles del proyecto impulsado por Xestur desde hace algo más de un año. «Despexar todas as dúbidas respecto á xestión do goberno local» referente al «proxecto máis importante para Pontecesures nos últimos anos» era el objetivo, señaló Araújo. Y al menos alguna de las dudas se aclaró.
Entre ellas, el hecho de que, pese a haber finalizado ya el plazo de presentación de alegaciones al proyecto para particulares, el plan del polígono industrial sigue pendiente de los informes sectoriales de Augas de Galicia y, en lo referente a la afectación al tráfico rodado de la N-550 y la PO-548, del Ministerio de Transportesy la Consellería de Infraestruturas e Mobilidade. Informes por los que, adelantó Vidal Seage, está pendiente el gobierno local antes de formular posibles alegaciones al proyecto «sempre que non se cumpra a legalidade» durante el período que, hasta finales de septiembre, se mantiene abierto para las administraciones públicas.
Con todo, el regidor dedicó casi tres cuartos de hora a vender las bondades de la infraestructura empresarial, tras referirse sin personalizar a las críticas recibidas de vecinos afectados y la oposición diciendo: «Nestes últimos meses se ten falado, discutido e mesmo conspirado sobre este asunto, con inexactitudes, e con mentiras repetidas». Seage empezó recordando la aprobación del actual PXOM de Cesures en el 2003, sosteniendo que desde ese documento los 326.000 metros cuadrados en los que se proyecta el polémico polígono están «considerados como zona industrial»; también que BNG y PSOE quisieron impulsar en el 2006 un parque empresarialmayor, de 400.000 metros cuadrados. Este punto, y el hecho de que el plan del polígono cesureño recibiese una puntuación de 83 sobre 100, la tercera mayor de entre los 19 nuevos posibles parques incluidos en el Plan Sectorial de Áreas Empresariais de Galicia del 2012, llevó al alcalde a afear al PSOE y BNG su actual oposición a la iniciativa que Seage retomó el año pasado ante Xestur tras, dijo, haber sido interpelado por numerosos empresarios con problemas para la ampliación de sus negocios.
Los portavoces del PSOE y el BNG respondieron recordando que aquel polígono pensado a principios de siglo incluía la construcción de viviendas de protección oficial, cosa que el actual no contempla, así como más zonas de uso público y un carácter más comercial que industrial. Remarcó la nacionalista y ex alcaldesa Cecilia Tarela que el suelo será ocupado por una firma dedicada al aluminio lacado, mencionando el nombre de Stac, lo que aparejaría, afirmó, el aumento de la contaminación local, cuando: «En Pontecesures, de contaminación imos sobrados» y «as empresas que veñan non van crear emprego, xa van vir montadas cos seus traballadores, por empresarios sen escrúpulos que farán o que fan onde xa están; o que lles dá a gana».
Seage sostuvo que el sistema de balsas para la evacuación del agua procedente del futuro polígono da total seguridad, punto rebatido por Tarela, que le respondió rotunda: «O volume que exceda das balsas verteráse directamente ao cauce do río». La nacionalista blandió el no de su formación al polígono, forzando al resto de partidos a posicionarse en el pleno sobre la ocupación industrial de casi un 5 % del suelo del municipio. Los tres del tripartito dieron su sí. Roque Araújo, del PSOE, contestó: «Con esta información e condicións, non».
El BNG acusó al tripartito de boicotear la presentación de alegaciones
Según los datos manejados por el Concello, el plazo de presentación de alegaciones de particulares contra el plan del polígono industrial acabó con 628. Una cantidad que el alcalde no consideró excesiva, y a la que añadió sus muchas procedencias diferentes de otros municipios gallegos, sosteniendo que solo 98 tenían remitente cesureño y 36 con domiciliación en la misma dirección. Además, indicó que «nin o 20 % dos veciños dos lugares perimetrais do polígono alegaron». Por todo lo anterior, esgrimió: «Temos que defender o interese xeral, non só o dos que presentan alegacións».
Esta fue la intervención que más malestar generó en el público, pero también entre el BNG. Cecilia Tarela acusó al gobierno local de «boicotear a presentación de alegacións no Concello de Pontecesures», obligando a muchos vecinos a hacerlo en los registros de los de Caldas, Padrón y Valga y al propio BNG a pasar cinco horas en el cesureño para hacer lo propio. «Este é un goberno defensor do formigón e dos empresarios; dos veciños, non», manifestó Tarela.
Seage: «Os inimigos ao mellor non están en Cesures», en alusión a Valga
En un tono académico, que junto al contenido en varios momentos de su intervención irritó a parte de los numerosos vecinos que llenaron el salón de plenos, Seage habló de un estudio hidrológico y de un trabajo de campo elaborado por Xestur en el 2021. Un documento el último del que tiró para afirmar: «A situación que recollían estudos de inundabilidade feitos con anterioridade non reflectían toda a realidade, mentres que este recolle cousas que non estaban antes».
Entre ellas, y reconociendo que «a maioría da zona onde se vai asentar o polígono é inundable», el regidor mostró dos pasos subterráneos en la línea del tren en Valga que «non existían no anterior estudo» y que «non permiten a evacuación —de agua en exceso— ao seu arredor. A onde quero chegar con isto?», dijo Seage. Pues a acabar diciendo: «Os inimigos nas inundacións ao mellor non están en Cesures. Non sei se alguén explicou isto no pleno de Valga» en el que recientemente su corporación aprobó alegaciones contra el polígono cesureño.