Cierra Casa Emilio, uno de los templos de la lamprea.

Cierra Casa Emilio en Catoira, uno de los clásicos de la cocina en la comarca. Este podría haber sido su último fin de semana a mesa puesta después de una trayectoria de décadas como referencia en la gastronomía local. El cierre es inminente según confirmó su propietario José, aunque ayer todavía no tenía muy clara la fecha exacta de la despedida. «O luns ou o martes, non sabemos aínda», explicaba en medio de la urgencia que imponía la hora. La llamada de La Voz llegó al mediodía, el momento de más trasiego en la cocina, donde su mujer, Clotilde estuvo al pie del cañón hasta el último momento. Con Casa Emilio se va una de las referencias a la hora de degustar la afamada lamprea del Ulla y de otras exquisiteces en pescados, mariscos y carnes, todas con el sello de la cocina casera.

Por su salón, en la plaza de la estación, han pasado miles de clientes, que tan pronto acudían a Catoira con el pretexto de una comida de trabajo como para celebrar un banquete o la cena de Navidad. No siempre fue así. Casa Emilio empezó siendo una tienda de comestibles y taberna de chiquiteo en la que saciaban el hambre los obreros de las fábricas de Catoira y los marineros de los galeones que transportaban la madera río arriba. Pero, tal y como nos ilustraba J. R Alonso de la Torre en uno de sus indispensables callejones del viento que publica este diario cada domingo, su historia se remonta a mucho atrás, 1910, cuando José Guillán, un emigrante retornado de América, puso una casa de comidas al lado de la estación de ferrocarril. Su hija Ángela cogió el testigo, y ya casada con Emilio Rodríguez, abrió la casa del mismo nombre. Su cocina creó escuela y de allí surgiría el germen de Casa Hipólito y de Casa Suso. Ahora, en el ocaso del 2019, Casa Emilio pone punto y final a una historia de buen comer.

La Voz de Galicia

Nestlé España refuerza su política medioambiental para que toda la cadena de valor sea sostenible.

El director general de Nestlé España, Jacques Reber, ha afirmado este martes que la compañía reforzará sus compromisos medioambientales para hacer totalmente sostenible toda su cadena de valor (desde la materia prima hasta el consumo): se hará minimizando las emisiones, los residuos y el uso de agua, y favoreciendo la biodiversidad.

Reber ha explicado en rueda de prensa que ya han invertido más de 100 millones de euros en materia medioambiental desde 2010; desde ese mismo año, sus fábricas usan un 62% menos de agua y emiten casi un 15% menos de emisiones de efecto invernadero por tonelada de producto elaborada.

Además, la compañía cuenta con un Plan de Reciclaje de cápsulas de café que dispone de más de 1.600 puntos verdes de recogida: este sistema «único y pionero» permite obtener un compost de calidad a partir de los posos del café, a la vez que sirve para dar una segunda vida al aluminio y al plástico.

Ahora, trabajan para cumplir su calendario de Compromisos Globales de Nestlé con la Tierra: emitir un 35% menos de gases de efecto invernadero por tonelada de producto fabricada de 2010 a 2020; conseguir que todo envase sea reciclable o reutilizable en 2025 y aumentar la proporción de plástico reciclado entre un 25% y un 50% (dependiendo del tipo de envase) antes de 2025.

Además, se han propuesto reducir el desperdicio de alimentos a la mitad para 2030 en toda la cadena de valor; y que el 90% de las materias primas estén libres de deforestación en 2020.

Otro gran objetivo es anular todas las emisiones netas de gases de efecto invernadero en 2050, para asumir el Acuerdo de París de limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados centígrados.

También prevén no enviar ningún residuo a vertedero en 2020 en todos los centros de Nestlé. En España, ya lo han conseguido en 8 de las 10 factorías.

Para ello, han llevado a cabo diferentes acciones, como las mejoras de condiciones de almacenamiento, la reutilización de residuos, así como programas de formación para que los trabajadores mejoren su conocimiento sobre reciclaje y aumentar la concienciación.

Jacques Reber ha explicado que esta hoja de ruta «guía todas las decisiones de la empresa» y que hoy se sienten obligados a esforzarse más para minimizar su huella en el planeta, pese a que llevan décadas cuidando el medio ambiente, ha dicho.

«Tenemos que hacer más y tenemos que hacerlo ahora», y ha añadido que son esfuerzos para contribuir a la preservación del planeta en favor de las generaciones futuras.

MEJORAS EN LAS FÁBRICAS
Las fábricas de La Penilla (Cantabria) y Pontecesures (Pontevedra) son las que más han reducido el uso de agua (más del 80%), sobre todo por tenerla en circuitos cerrados; y prevén que en 2025 todas sus embotelladoras de agua estén certificadas por la AWS (Alliance for Water Stewardship): en 2020 ya lo estarán las de Viladrau (Girona) y Herrera del Duque (Badajoz).

También prevén el mismo sello para la fábrica de salsas de tomate en Miajadas (Cáceres), que, además, produce de manera integrada desde hace seis años: con tomate cultivado en la Vega del Guadiana, respetando el medio ambiente, limitando agua, fertilizantes y control de plagas. En este sentido, la compañía ha reducido un 9% el agua del riego, lo que supone un ahorro de 30 millones de litros de agua y ha disminuido en un 9% el uso de fertilizante.

El objetivo de la compañía en la fábrica es asegurar una agricultura sostenible a largo plazo aprovechando los recursos naturales, y además tienen previsto instalar una planta de energía solar.

Para Reber, «el cambio climático es el mayor desafío de la historia que involucra a todos los agentes», y por ello también tratan de encontrar soluciones conjuntas con otras empresas, instituciones y consumidores.

Por otro lado, toda la energía eléctrica que se compra en Nestlé España es de fuentes renovables; y la fábrica de Girona estrenará en 2020 una caldera que utiliza el poso resultante de la elaboración del café soluble para la obtención de vapor: en ella se han invertido 17,2 millones de euros y reducirá un 25% el consumo de gas natural en la planta.

Jacques Reber ha celebrado que, con esta y otras iniciativas, la fábrica de Girona producirá el 70% de la energía que necesita para la elaboración del café, siendo de esta manera casi autosuficiente para el próximo año.

INSTITUTO NESTLÉ DE CIENCIAS DEL EMBALAJE
Para minimizar los residuos se ha inaugurado el Instituto Nestlé de Ciencias del Embalaje (en Lausana, Suiza), «primero de estas características de la industria alimentaria», centrado en crear envases funcionales, seguros y respetuosos con el medio ambiente, y en afrontar el problema global del envase de plástico.

Ya están lanzando productos con pajitas de papel (batido Nesquik All Natural) y con envase de papel (cacao soluble Nesquik All Natural y snacks saludables Yes!); Aquarel ya vende botellas con 25% de plástico Pet reciclado y con mensajes de concienciación medioambiental; y ya no hay objetos de plástico de un solo uso no reciclables ni en la sede central de Esplugues de Llobregat (Barcelona) ni en las 10 fábricas españolas.

«Tenemos un desafío como sociedad. Yo sí me imagino un océano sin plásticos, pero debemos remar todos en la misma dirección», ha destacado Reber, que también ha pedido corresponsabilidad a proveedores, autoridades y consumidores.

Así, el director general de Nestlé en España ha definido como clave la creación de una economía circular para que los envases dejen de ser un problema y tengan una vida infinita, ya que los envases permiten preservar los alimentos en buen estado, pudiéndose consumir durante más tiempo, lo que va en línea con reducir el desperdicio alimentario.

CERTIFICADO DE NO DESFORESTACIÓN
Otro compromiso de la compañía, a nivel mundial, es que el 90% de la cadena de suministro de materias primas se certifique como libre de deforestación en 2020. En la actualidad, el 77% de su cadena de suministro global ya cumple estas condiciones. Nestlé es «la primera compañía mundial de alimentación que ha implementado Starling», un sistema de verificación por satélite.

En España, Nestlé ha renovado hasta 2023 el certificado de Gestión Forestal Sostenible de la Generalitat en la embotelladora de Viladrau (Girona), que está en el Parque Natural y Reserva de la Biosfera del Montseny; y el entorno de la embotelladora de Herrera del Duque (Badajoz) es Reserva Natural de la Biosfera.

Finalmente, Reber ha defendido que «el coste de un modelo de desarrollo sostenible no puede ser un argumento para no avanzar», y ha añadido: «Para nosotros la prioridad de la sostenibilidad es más importante que la rentabilidad. Para ello vamos a invertir en investigación, en el proceso de producción, en los productos, etcétera».

Al preguntársele en la rueda de prensa si la compañía en España está preocupada por la situación política en Catalunya, donde tienen sede central y cuatro fábricas, ha respondido que trabajan en más de 100 países donde tienen que gestionar este tipo situaciones cada día. «Nuestra preocupación como negocio es nuestra actividad productiva y el trabajo de nuestros empleados», ha concluido.

El Correo Gallego

PRESENTACIÓN DA EXPOSICIÓN “O CAMIÑO POR MAR” NA PRAZA DE ABASTOS DE PONTECESURES (10, 11 E 12 DE OUTUBRO NA PRAZA DE ABASTOS DE PONTECESURES).

Exposición “O CAMIÑO POR MAR” sobre a viaxe do barco “NAOMH GOBNAIT”, a historia duns amigos que fixeron a travesía a remo entre IRLANDA e GALICIA. 10, 11 e 12 de outubro na Praza de Abastos de Pontecesures.

Presentación e apertura da exposición:

Xoves 10 de outubro ás 10.00 horas na Praza de Abastos.

Neste acto de presentación estarán presentes:

  • Juan Manuel Vidal Seage, Alcalde de Pontecesures.
  • Manuel Lara Coira, Presidente de BUXA (Asociación Galega do Patrimonio Industrial).
  • Anxo Angueira, Presidente da Fundación Rosalía de Castro e membro da Asociación Cultural DORNA DA ILLA DE AROUSA.
  • Raimundo Vázquez Iglesias, Concelleiro de Cultura de Pontecesures.

Cabe destacar que tamén se expoñerá unha embarcación tradicional dorna (de nome “Roxiña”), que foi cedida para este evento pola Asociación Cultural DORNA DA ILLA DE AROUSA.

Carbia recupera la memoria de la banda de música de Padrón.

Este viernes presenta en el auditorio el libro ‘Os sons do pobo. Bandas de música nas Terras de Iria’ // Se trata de un completo trabajo de investigación que va desde los orígenes de las formaciones, a finales del s. XIX, hasta nuestros días.

El político e historiador de Padrón, Eloy Rodríguez Carbia, presenta este viernes su último libro Os sons do pobo. Bandas de música nas Terras de Iría. Se trata de un completo trabajo de investigación que el autor define como «un traballo de recuperación da memoria da historia musical do Concello. Un traballo sinxelo e dirixido a todos os públicos».

Tres años y medio ha tardado Rodríguez Carbia en recopilar toda la información y documentación para poder contar la historia de la banda de música de Padrón desde sus orígenes, a finales del siglo XIX, hasta nuestros días. «Arranco no ano 1857, coas primeiras bandas de música en Iria e Padrón, agrupacións que se creaban para os actos das festas, as liturxias…». El autor hace referencia a varias agrupaciones surgidas en Lestrove (Dodro) como el verdadero inicio de la creación de la formación padronesa. «Chamoume a atención que os membros destas bandas tiñan o seu oficio, como por exemplo o de barbeiro, e adicaban o seu tempo libre a tocar en diferentes lugares. Despois trasmitían este amor pola música de xeración en xeración». precisa.

En su trabajo, el historiador padronés sitúa el nacimiento de la primera banda de música de Padrón entre los años 1886 y 1890. Aquí habla de la influencia de un gaiteiro, Clemente Arias, maestro de piano de Rosalía de Castro y que emigró a Buenos Aires, como uno de los impulsores.

En su trabajo, Carbia sitúa como punto de inflexión los años 40 y 50 del pasado siglo XX, cuando el entonces alcalde, Ramón Pazos, veía necesaria la creación de una banda de música para la villa. Es en esos años cuando se contrata al primer director para dirigirla en las Fiestas de Pascua, la Semana Santa o los actos de hermanamiento con Santiago, Rianxo e incluso, en aquellos tiempos, con A Estrada y Silleda.

Pero en la última década del siglo XX, a principios de los años 90, llegarían las primeras crisis y desavenencias entre el Concello y la agrupación. Así en la época en la que era alcalde Jesus Villamor desaparecía la formación municipal que sería recuperada años más tarde, cuando precisamente Rodríguez Carbia (entre 2004 y 2008) era concejal de Cultura. «Era unha débeda histórica recuperar unha banda con máis dun século de vida», explica el escritor.

Son muchas las anécdotas, nombres, personalidades que forman parte de Os sons do pobo. Bandas de música nas terras de Iria, y que su autor presentará en el auditorio padronés a las 20.15 horas de este viernes, 11 de octubre. Eloy Rodríguez no estará sólo, sino que acudirá arropado en el acto por el secretario xeral de Política Lingüística, Valentín García; el compositor Juan Durán Alonso y el alcalde padronés, Antonio Fernández Angueira. Como no podía ser de otra forma, el acto finalizará con la Banda de Música Municipal de Padrón.

El libro de Carbia está patrocinado por la Diputación Provincial y Política Lingüística. Un total de 2.000 ejemplares serán repartidos gratuitamente en los hogares y las bibliotecas escolares.

El Correo Gallego

«La leche condensada que vendemos en Oriente Medio y Europa es de leche gallega».

David Coré, director de la fábrica de Nestlé en Pontecesures, apunta que unos 150 ganaderos gallegos surten a diario la fábrica de Nestlé en Pontecesures, que cumple 80 años.

Fue la leche lo que hace ahora 80 años atrajo a Nestlé a Pontecesures. Hoy, esta factoría sigue trabajando con los ganaderos gallegos para hacer uno de sus productos estrella, la leche condensada de La Lechera. Pero es que, además, esta fábrica es la única que la compañía mantiene abierta en toda Europa, Oriente Medio y Norte de África, lo que significa que «toda La Lechera que se vende en esos países se elabora en Pontecesures con leche gallega», explica el director de la planta, David Coré.

—La fábrica de Pontecesures cumple 80 años. Cuéntenos un poco la historia.

—La historia de la fábrica de Pontecesures comenzó en agosto de 1939. Fue una fábrica que fundó la compañía Ilepsa, que es el acrónimo de Industrias Lácteas Penínsulares, una sociedad que pertenece a Nestlé. Es la segunda fábrica más antigua de Nestlé en España. Y siempre estuvo dedicada a la producción de leche condensada y productos similares. ¿Por qué Pontecesures? Galicia es una región de producción láctea importante, ya lo era en los años 30. Hay todavía gente que trabajó en la fábrica en esa época, que vive, y que se acuerda de que entonces recogíamos del orden de 500 litros al día, hoy estamos en cerca de 400.000, la diferencia es notable. La historia ha ido cambiado mucho y después de 80 años afortunadamente todo eso lo hemos pasado. Ha sido una historia con muchas dificultades por el camino. Recuerdo que, por ejemplo, en los años 60 hubo mucho escasez de hojalata y tuvimos que empezar a llenar en frascos de vidrio. Entonces había siete fábricas de leche condensada de Nestlé en España. Pero en el año 83 se centralizó toda la fabricación de leche condensada La Lechera en Pontecesures. El último hito así importante fue en el 2012, cuando Nestlé decidió concentrar toda la producción de leche condensada de la zona Europa, Oriente Medio y Norte de África. Seguimos siendo la única fábrica y nos va muy bien porque no hemos parado de crecer. En diez años hemos crecido mucho, producimos más del doble de lo que hacíamos en 2001 y tenemos expectativas de triplicar la producción en breve.

—¿Por qué se apostó por Pontecesures? Porque había otras siete fábricas en España

En el año 2012 había en Europa tres fábricas que hacían leche condensada, una en Holanda, otra en Francia y la de Pontecesures. Varias razones pesarían. Pesaría la trayectoria de la fábrica, que España es el mercado de Europa más importante en el consumo de leche condensada y supongo que seríamos competitivos con respecto al resto de plantas.

—Ahora están listos para una nueva ampliación

—Es un continuo. El negocio de lácteos no es un negocio de alto valor añadido, tenemos que cuidar mucho cómo hacemos las inversiones en fábrica. Tenemos que elegir muy bien donde dedicamos esas inversiones. En esta fábrica se ha ido invirtiendo y desde el 2010 llevaremos unos 16 millones de euros, básicamente en mejoras de seguridad, en mejoras medioambientales y en mejoras de eficiencia. Estos últimos cinco años también dedicamos cerca de dos millones, dentro de esos 16 millones, a incrementar la capacidad de producción de la fábrica y a mejorar la eficiencia de la línea de procesos. Eso nos ha permitido seguir creciendo y ahora nos están preparando el terreno para crecer todavía más. Este año vamos a invertir 1,9 millones de euros en dos líneas de llenado. Serán para una línea de llenado para bolsas de formato industrial y también vamos a reformar dos líneas de llenado y embalaje de botes. El formato de un kilo y el de 740 gramos los vamos a hacer en un único diámetro y a hacer una línea más moderna, más precisa y con menos costes de mantenimiento y energéticos.

—Entonces, toda la leche con la que se hace la leche condensada La Lechera en España es gallega.

—Toda la leche que utilizamos ahora mismo en fábrica es gallega. Esto es así y ha sido así desde hace muchos años. Tenemos tratos con 150 ganaderos de la zona y para trabajar con ellos tenemos un equipo de seis personas dedicadas a darles apoyo para que podamos cumplir con los certificados de buenas prácticas. Trabajamos con ellos en temas como prácticas de ordeño, calidad, trazabilidad, bienestar animal… Digamos que vamos profesionalizando cada vez más a los ganaderos, dando asesoramiento para que mejoren sus instalaciones y crezcan con nosotros. Es inconcebible pensar en esta fábrica sin pensar en el equipo de radio lechero, que así los llamamos. Nestlé fue pionera en los años 30, cuando se construyó esta fábrica se creó el servicio que entonces se llamo de fomento agropecuario. Era gente que iba al campo a buscar a los que quisieran trabajar con nosotros y se les ayudaba a que nos suministraran la leche, a mejorar sus instalaciones se les aconsejaba sobre la alimentación del ganado…

—Se puede pensar que cualquier tipo de leche vale para hacer sus productos. Pero no es así ¿verdad?

—Si queremos hacer un producto excelente, la materia prima tiene que ser excelente. Trabajamos sobre esa premisa y para tener una materia prima excelente es imprescindible estar donde se produce, asegurarnos de que se ordeña correctamente e higiénicamente, de que las vacas tienen la correcta alimentación. Y estos últimos años estamos haciendo también hincapié en el bienestar animal porque se está viendo que la producción animal se incrementa cuando los animales están en un ambiente más cómodo.

—¿Cuánta leche se consume en esta fábrica?

—Este año consumiremos alrededor de 120 millones de litros, que no es mucho para ser una industria láctea. Las del brick consumen mucho más. 92 millones provienen de los ganaderos con los que trabajamos. Esto quiere decir que también compramos leche a otras industrias lácteas gallegas, que nos aseguramos que viene de granjas gallegas. Tenemos dos tipos de estacionalidad, las vacas no dan el mismo volumen de leche todo el año, en primavera dan un poco más y en esta época un poco menos. Y nosotros la producción que tenemos este año está en torno a las 51.000 toneladas y tenemos los picos entre octubre y abril. Nos coincide la época de mayor producción con la época de menor recogida. Este es uno de los trabajos de nuestros asesores para tratar de que la estacionalidad se aplane. Entran alrededor de 400.000 litros al día. En primavera es menos y de nuestro radio lechero son 280.000 litros.

—¿Tenéis dificultades para encontrar proveedores?

—En época de producción alta siempre es más complicado encontrar leche, pero sí que es verdad que los ganaderos con los que trabajamos van creciendo con nosotros. Nuestros ganaderos no se quejan del precio, sino de que no siempre les dejamos crecer lo que a ellos les gustaría. Si miramos datos de hace cinco o seis años, nuestras granjas suministraban 310.000 litros al año cuando ahora estamos sobre 630.000 litros, se ha doblado. Tenemos que hacer que este crecimiento sea sostenible y con precaución.

—¿A dónde se va la leche que se produce en esta fábrica?

—Prácticamente a todo el mundo, menos a América que Nestlé tiene bastantes centros productores de leche condensada. Ahora mismo estamos exportando a 26 países el 60 % de nuestra producción, aunque el principal destino sigue siendo España. Destinamos al mercado español unas 20.000 toneladas, pero el resto va a exportación. El principal mercado al que exportamos nuestros productos es Oriente Medio, con Arabia Saudí, donde vendemos unas 7.000 toneladas. A parte de Oriente Medio, nuestros mercados más grandes son Reino Unido, Francia y países del norte del Magreb.

—Pero España sigue siendo el principal consumidor.

—Afortunadamente sí. La leche condensada siempre ha sido un producto presente en nuestras despensas y en los años 60 cuando teníamos 7 fábricas de leche condensada en España se fabricaban un total de 90.000 toneladas. A las 20.000 que hacemos ahora, el declive que ha habido. Pero, aún así, seguimos siendo el principal consumidor. Se utiliza sobre todo en repostería y para tomar con el café. Lo catalogamos más como un producto de placer y tenemos que defender un consumo responsable.

La Voz de Galicia

Finalizan los trabajos de reconstrucción del bote con el que cuatro irlandeses hicieron la Ruta navegando en 2014, expuesto en el Museo del Mar de Galicia

La muestra itinerante podrá verse en Pontecesures.

La embarcación ha sido reconstruida por los propios remeros - FOTO: ECG
La embarcación ha sido reconstruida por los propios remeros – FOTO: ECG

El barco empleado por cuatro amigos irlandeses en 2014 para hacer la Ruta a remo desde Dublín -un verdadero símbolo del Camino por mar- ha vuelto a la vida. Las labores de reconstrucción del bote, conocido como Naomhóig na Tinte, depositado en el Museo del Mar de Galicia, en Vigo, después de su varada en Portugal, llegaron ayer a su fin.

Estos trabajos forman parte de la exposición O camiño por mar, organizada por la Asociación Gallega para el Patrimonio Industrial, Buxa, que puede visitarse hasta el 31 de octubre. La muestra cuenta además con numerosas actividades que rememoran la tradición de la navegación y de las históricas relaciones galaico-irlandesas.

El bote, que se ha convertido en el emblema del Camino Xacobeo por mar, ha sido reconstruido por parte de los remeros protagonistas de la travesía con la colaboración de la asociación irlandesa Meitheal Mara. Una vez concluidos, el barco será expuesto en A Guarda, durante la celebración del Encontro de Embarcacións Tradicionais.

O Camiño por Mar forma parte del programa O teu Xacobeo, impulsado por la Xunta. Además, Buxa tiene previstas toda una serie de actividades de diverso contenido y alcance (desde colegios de enseñanza primaria a asociaciones profesionales) y diferentes formatos y medios (talleres, conferencias, exposiciones, documentos audiovisuales…) con el fin de difundir y poner en valor el Camino Xacobeo por Mar.

Por otra parte, la asociación ha diseñado alrededor de este proyecto una muestra itinerante que se encuentra en estos momentos recorriendo distintos municipios gallegos. La semana pasada podía visitarse en el concello de Lourenzá y próximamente podremos verla en Sobrado y Pontecesures.

El Museo do Mar de Galicia y la Televisión de Galicia colaboran con Buxa en este proyecto, que también cuenta con los apoyos de la fundación irlandesa Meitheal Mara, el Eixo Atlántico, el Varadoiro do Xufre y la Revista Galegos. Otras instituciones han manifestado su respaldo a la iniciativa, entre otros, Camino Society Ireland y Culturmar. Los particulares interesados pueden hacer una donación a través de su página web: www.asociacionbuxa.com.


NAVEGACIÓN. La historia del Naomhóig na Tinte se remonta al año 2014, cuando un grupo de cuatro amigos irlandeses decidieron construir un bote con el que emprender el Camino Xacobeo a remo desde Dublín a Santiago. El viaje se componía de 2.500 kilómetros por mar, que se hizo de manera espaciada durante tres años. Tras pasar por las costas inglesas y francesas, el bote bordeó costas españolas para desembarcar finalmente en el puerto de A Coruña. Desde allí, los tripulantes continuaron la peregrinación a pie hasta Santiago.

La construcción del currach (así se denomina el barco) no fue fácil. Después de trabajar durante varios meses, pudieron comenzar las pruebas de navegación y adiestramientos para la travesía.

En medio de una gran expectación mediática, la aventura concluyó con éxito en 2016. Un año más tarde, los cuatro amigos decidieron hacer una ruta por la costa gallega que acabó con un fatídico accidente en Caminha (Portugal) llevándose por delante la vida de Danny Sheehy, uno de los constructores, y de la embarcación. Los otros tres tripulantes, por su parte, acabaron en el hospital con signos de hipotermia.

El Correo Gallego