Treinta años entre Pontecesures y Angola.

Publicado por Luis Angel Sabariz Rolán en

Medalla al Mérito Civil para Eugenio Ferreiro por su contribución al desarrollo del país africano con Gabrielitos ·· ??Entregábamos jurel para alimentar a la población y a cambio nos permitían capturar merluza y marisco?

Eugenio Ferreiro Mosquera lleva treinta años a caballo entre Pontecesures, su tierra natal donde reside su mujer y sus dos hijos, y Angola, donde recaló con 24 años con un pesquero para la captura de la merluza. Su trayectoria profesional como delegado de la empresa pesquera, su contribución al desarrollo del país africano en un «periodo difícil marcado por la guerra civil», así como el fomento de la imagen de España fueron suficientes para que se le concediese la Medalla al Mérito Civil, otorgada por el rey don
Juan Carlos.

La condecoración le fue impuesta hace unas semanas por el embajador de España en Angola, Javier Vallaure, en «un acto íntimo, entre amigos, pero para mí muy emocionante», señala el galardonado.

La historia de Eugenio Ferreiro en Angola comienza en 1977, cuando embarca en Algeciras en el buque factoría Maypesca Dos, de la empresa Ventapesca, como capitán. Según relata Ferreiro Mosquera «Ventapesca había sido constituida para cubrir la cuota de capturas de la merluza que Angola tenía atribuida en aguas de Namibia bajo el contrato de Icseaf, antes de alcanzar este país su independencia».

Sin embargo, Ventapesca no logró su objetivo y a mediados de 1978 es adquirida por Gabrielitos (con sede en Huelva). «Empezamos a pescar con traíñas de cerco en la zona de Tomwa (Namibe), actuando el Maypesca Dos como buque de apoyo a esta flota», dice Ferreiro Mosquera.

Este pontecesureño afincado en Luanda mantiene que la empresa onubense era entonces ya una importante firma marisquera con presencia en Angola, Mozambique, Marruecos y Boston, entre otros. Además, el contrato de pesca con el Icseaf permitía pescar merluza en Namibia y marisco, pero como prestación la factoría «tenía que entregar toneladas de pescado pelágico (jurel y sardina) para la población angoleña, que se encontraba muy necesitada en aquella época», relata el galardonado.

A lo largo de esos años, Gabrielitos suscribió un contrato de prestación de servicios con la empresa pública Fropesca UEE «que disponía de infraestructuras en tierra principalmente. Con el esfuerzo del grupo que yo dirigía se llegó a consolidar el servicio de varias salgas y secas, fábrica de conserva, de harina y de congelación en salmuera con una alta capacidad de recepción e importantes capturas que llegaron hasta las 1.000 toneladas al mes, y que constituyó todo un récord en la región», recuerda Ferreiro.

Con la prosperidad, las seis traíñas iniciales fueron sustituidas por 22 buques pesqueros de cerco construidos en España (y marineros de Rianxo y Combarro, sobre todo) y que se distribuyeron en los puertos pesqueros de Tombwa, Namibe y Baia Farta. Ferreiro pasaría a ser nombrado delegado. En 1992, Gabrielitos llega a un acuerdo con la empresa pública Peskwanza UEE, con sede en Porto Amboim, para la administración de la flota más importante de Angola (tenía 14 barcos, dos de ellos atuneros).

«Es un país con recursos que se está recuperando tras la paz efectiva»

Con 54 años y a punto de jubilarse, Ferreiro Mosquera señala que fueron «años muy difíciles, pero el país se está recuperando, tras la paz efectiva. Tiene grandes recursos y es rico».

Cuando se hizo cargo de la puesta en marcha de Peskwanza, la flota estaba parada. Logró su puesta a punto en año y medio. «Puse mis conocimientos al servicio del pueblo angoleño. Ahora son capaces de hacerse cargo de los buques, y hoy el español es la lengua usada en las comunicaciones marítimas y entre buques por la mayoría de los mandos angoleños», dice Ferreiro Mosquera.

Terminado el contrato con Peskwanza UEE, Ferreiro sigue en Luanda como delegado de Gabrielitos y miembro del consejo de administración de las empresas mixtas angoleño-españolas para la pesca del marisco Angesp Sarl y Espang Sarl. Presume de ser el español «más antiguo en Angola, no por edad, sino por años de residencia».
Formación para empleados y ayuda humanitaria para el vecindario

Ferreiro Mosquera relata que, aparte del trabajo directo en los pesqueros, disponían de una importante plantilla en tierra, almacenes y talleres «desde los que incluso se impartía formación profesional a los trabajadores de la empresa menos cualificados».

Mantiene que, a título particular, él y su mujer enviaban ayuda humanitaria. «También la empresa, desde Huelva. Un mercante transportaba ropa, víveres y medicinas de España a Tombwa».

TIERRAS DE SANTIAGO, 13/11/07


1 comentario

Agustín iglesias crespo · 22-01-2021 a las 20:54

Yo estube trabajando para gabrielitos desde 1987 hasta 1990, estando de capitán de la base de gabrielitos Eugenio. Y atendiendo a los 22 barcos que tenían para la pesca del jurel y sardina de Fropesca. Y me acuerdo mucho, puesto que yo estaba enrolado como mecánico en el Maypesca dos que ya llevaba años atracado en el puerto como buque factoría. También estuvo trabajando,que en paz descanse, mi tío Benito, que estaba de tornero en los talleres de Fropesca.

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