Un tren descarrila en Pontecesures sin que los pasajeros sufran daños

Publicado por Antonio Cortés en

Con el susto en el cuerpo se espabilaron los adormilados pasajeros que en la mañana de ayer circulaban en tren desde A Coruña con destino a Vigo. Eran las ocho de la mañana cuando el convoy se acercaba a la estación de Pontecesures. Viajaban solo 29 pasajeros, porque la mayoría se habían apeado en Santiago. Como el R-598 tenía parada en la estación cesureña, circulaba muy despacio, a unos treinta kilómetros por hora. Por eso los viajeros apenas se percataron de lo ocurrido cuando, a escasos metros de la estación, el convoy se balanceó y las ruedas delanteras de la cabeza tractora se salieron de los raíles. No obstante, el tren no volcó; simplemente se quedó escorado sobre la vía. La maniobra fue tan lenta que los pasajeros ni siquiera pudieron alarmarse más de la cuenta; simplemente no sabían qué había ocurrido. «Las ruedas chirriaron, únicamente oímos un ruido metálico», decían los protagonistas del suceso. Para tranquilizarlos, no tardó en llegar un revisor, que aseguró que no pasaba nada.

Pero mientras los técnicos inspeccionaban la vía para saber qué había ocurrido y los pasajeros veían pasar los minutos en el interior de los vagones, alguien comentó que, en ese tramo, había problemas desde hacía unos días, y que en la mañana del miércoles ya hubo que hacer una parada técnica de 25 minutos. «Hoy tomé el tren una hora más tarde para evitar incidentes y me encuentro con esto», se quejaba un viajero ante sus compañeros.

El tren circulaba por la vía de servicio que utilizan los ferrocarriles que van a parar en la estación, por lo que la principal quedó libre, lo que evitó tener que cortar el tráfico. Cuarenta minutos después del incidente llegó el tren siguiente procedente de Santiago. Los empleados invitaron a los viajeros a cruzar la vía a través de una pasarela para subirse al otro convoy, pero, ante la peligrosidad de la maniobra, se optó por apearlos y que hicieran andando el corto trayecto que los separaba de la estación. Los empleados ayudaron a salvar el desnivel a los viajeros cargados con maletas y a las personas de edad avanzada.

Los afectados llegaron a su destino una hora tarde, y Renfe les devolvió el cien por cien del importe del billete. Pero lo hicieron sin saber las causas que pudieron provocar un accidente de incalculables dimensiones. «Si llegamos a ir más de prisa, no lo contamos. Afortunadamente, solo se ha quedado en un susto», decían. Un susto considerable, porque hace un mes descarriló otro tren en Vigo a causa de un hierro colocado en la vía, y a solo dos kilómetros del lugar del suceso tuvo lugar el trágico accidente en el que murieron tres vecinos de Valga por un fallo en los pasos a nivel.

:: La Voz de Galicia :: Susana Luaña / E. Vázquez Pita


Un tren descarrila en Pontecesures en medio de una intensa granizada


Un tren que hacía el trayecto entre A Coruña y Vigo sufrió un descarrilamiento a las ocho de la mañana de ayer cuando se encontraba a escasos veinte metros de la estación de Pontecesures. Las dificultades climáticas que se vivían en aquel momento, cuando cayó una intensa granizada, pueden haber contribuido a este accidente que, de forma casi milagrosa, se saldó sin heridos y sin que la máquina afectada sufriera daños materiales relevantes.

Un total de 29 pasajeros, el maquinista y el revisor viajaban en el tren en aquel instante. Se trata de un R-598, popularmente conocido como «tren pato», por la forma de su locomotora y la cola. En el momento del descarrilamiento se vivieron escenas de enorme tensión, pero inmediatamente todos se dieron cuenta de que lo peor había pasado ya y que no había que lamentar ningún tipo de daños.

Escorado

El tren quedó ligeramente escorado después de que sus ruedas se salieran de los raíles, pero el peligro había pasado completamente, y prueba de ello es que los pasajeros permanecieron en el interior por espacio de unos cincuenta minutos, a la espera de que pasara el siguiente tren para así continuar viaje.

Lo cierto es que, en esta ocasión, la fortuna parece haberse aliado con los viajeros e incluso con la empresa ferroviaria, pues a pesar del descarrilamiento ni siquiera fue necesario interrumpir el servicio, ya que al producirse los hechos en la entrada de la estación, en una tramo de doble vía, los trenes que iban llegando al lugar después del suceso podían avanzar sin grandes dificultades por la vía paralela.

Duros trabajos

Las tareas para recolocar el tren descarrilado en los raíles se prolongaron durante horas y se vieron claramente dificultadas por las intensas precipitaciones de lluvia y granizo registradas a lo largo de la jornada.
Fue precisa la presencia de una gran grúa para izar los vagones y en las operaciones participaron decenas de operarios del Administrador Ferroviario (Adif), además de personal de rescate y protección civil que no tuvo que intervenir.

La alcaldesa de la localidad, Maribel Castro, descartó cualquier posibilidad de sabotaje. Su socio de gobierno, el también independiente Luis Sabariz, se felicitó por la ausencia de heridos y daños materiales «en este aparatoso y llamativo accidente que pudo haber tenido consecuencias mucho peores».

Baja velocidad

Portavoces de Renfe en Galicia también indicaron que no había obstáculos en la vía que pudieran haber provocado el accidente y aseguraron que la locomotora circulaba a muy baja velocidad en el momento de los hechos – se calcula que a unos 30 kilómetros por hora – debido a que estaba realizando ya la maniobra de «aproximación» a los andenes, donde esperaban cuatro o cinco pasajeros para subirse a la locomotora y presenciaron el accidente.
Ni que decir tiene que los viajeros del tren afectado llegaron con retraso a sus destinos – aproximadamente una hora tarde – y que, tras el susto, al menos recibieron la noticia de que Renfe les devolvía el importe de los billetes.

Al cierre de esta edición continuaba la investigación para esclarecer lo ocurrido – hay quien apunta a la posibilidad de que la vía esté deteriorada u obsoleta en el punto del suceso – y seguían también las arduas labores para recolocar completamente al convoy sobre los raíles.

:: Faro de Vigo :: Manuel Méndez


Un ‘pato’ descarrila sin causar víctimas antes de Pontecesures


Fue un susto, nada más. Todo ocurría cinco minutos después de las ocho de la mañana, cuanto el tren R-598, también conocido por la forma de la cabeza y la cola como pato, se salía de la vía cuando sólo faltaban 25 metros para llegar a la estación de Pontecesures.

El convoy de media distancia, que había salido a las 06.50 horas de la mañana de la estación de A Coruña, había parado diez minutos antes en la de Padrón y viajaba con 29 pasajeros, el maquinista y el interventor. Ninguna de las 31 personas tuvo lesión alguna y decidieron esperar cincuenta minutos en el mismo tren hasta que llegó otro que trasladó a los viajeros hasta la estación y a cuatro o cinco personas hasta los destinos que tenían en Vilagarcía y Vigo.

Previamente, el convoy también había parado en la estación de Santiago a las 07.37 horas.

Afortunadamente, el tren circulaba a muy poca velocidad debido a la cercanía de la estación, nunca a más de treinta kilómetros por hora.

Camino del taller

El tren descarrilado permaneció en la vía hasta que llegó una grúa de gran tonelaje que durante varias horas realizó, junto con los empleados del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), las labores para colocar el convoy sobre la vía. A las cuatro de la tarde el ferrocarril iniciaba un último trayecto hasta un taller en Vigo para realizarle una revisión y reparar los daños en el caso de que los hubiera.

El siniestro ferroviario sólo afectó a la vía donde se salió el pato, por lo que el resto del tráfico continuó con normalidad durante todo el día.

Ruido metálico

Los viajeros lo único que sintieron durante el descarrilamiento fue un traqueteo causado por la salida de la vía de las ruedas delanteras y su recorrido por las traviesas de la línea ferroviaria.

Asimismo, el único inconveniente que sufrieron los pasajeros, además del pequeño susto, fue el retraso de una hora que sufrieron en llegar a sus destinos, por lo que la compañía ferroviaria devolvió la totalidad del importe de los billetes.

El portavoz de Renfe en Galicia, Javier Tascón, declaró que la compañía espera que a primera hora de esta mañana el servicio esté completamente restablecido.

:: El Correo Gallego ::


Técnicos de Adif retiran el tren que descarriló esta mañana en Pontecesures


Técnicos de Adif han retirado esta tarde el tren que descarriló esta mañana en Pontecesures y se prevé que la reparación de las vías esté terminada para que el primer tren de mañana circule con normalidad, informaron fuentes de este organismo.

El primero de los coches del tren R-598 de media distancia A Coruña-Vigo descarriló a las 08:05 horas de hoy con 29 viajeros a 20 metros de la estación de Pontecesures, por lo que no iba a mucha velocidad, y no causó daños personales ni materiales en el propio tren.

El tren R-598 es uno de los más modernos que existe en media distancia y las mismas fuentes ferroviarias destacaron que el incidente no provocó el corte del tráfico ferroviario porque la estación tiene más de una vía.

El transito en el corredor «apenas sufre alteraciones al haber dos vías en ese punto», aunque algunos trenes debieron esperar unos minutos en las estaciones de Catoira y Padrón para cruzarse con el que circula en sentido contrario, apuntaron fuentes de la compañía.

:: La Voz de Galicia :: EFE


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