El saneamiento sigue siendo una asignatura pendiente

Publicado por Antonio Cortés en

El informe elaborado por la Consellería de Medio Ambiente hace dos semanas no puede ser más desolador. Los ríos que bañan la comarca de Caldas, el Ulla y el Umia, son los que peor están de toda la cuenca fluvial gallega en cuanto a contaminación por vertidos. En el río Ulla se han detectado 509 focos y el Umia, 114.

Ambos ríos acumulan una larga historia de vertidos en la que la dejadez de la Administración ha tenido mucho que ver, hasta el punto de que en el 2007 sólo la mitad de los concellos ribereños tienen un sistema de depuración adecuado. El caso de Pontecesures es ilustrativo, si bien su incidencia sobre la contaminación del Ulla no es la mayor debido a su escasa entidad poblacional e industrial. Cesures cuenta con una depuradora de aguas residuales desde 1995 que apenas llegó a funcionar por problemas de infraestructura y de financiación. Ha habido que esperar al año 2007 para empezar a atisbar la solución. Augas de Galicia asumió finalmente la puesta en marcha del servicio, si bien el mantenimiento deberá sufragarse con dinero de las arcas municipales. Hay partida (165.178 euros) y hay proyecto de obra sobre la mesa. Ahora ya sólo falta cubrir los trámites administrativos para que el la obra vea la luz pero, con los plazos más optimistas, Pontecesures aún tendrá que esperar a después del verano para empezar a verter sólo una parte de sus aguas residuales.

En Catoira presumen de ser el Ayuntamiento pionero en la instalación de una depuradora, pero las necesidades de entonces no eran las de ahora, lo que ha dejado la planta obsoleta lo cual provoca que lleguen al río más vertidos de los deseables. Augas de Galicia también va a intervenir en el curso bajo del río y va a construir una nueva depuradora en el municipio vikingo.

El anteproyecto de obra ya ha sido remitido al Concello y contempla la construcción de un nuevo tramo de colector con una logintud de 473 metros dimensionado en PVC y garantiza una capacidad de desague superior a los 80 litros por segundo. La nueva EDAR estará situada en la misma parcela que ocupa la actual; el presupuesto de licitación es de 2.112.816 euros y el plazo de ejecución es de doce meses.

El tercer municipio del Baixo Ulla, Valga, ya tiene esta cuestión resuelta con una depuradora que garantiza, de momento, el servicio. Lo que todavía queda pendiente, como en la mayoría de los concellos, es la ampliación de la red de saneamiento que garantice la canalización a la EDAR de todos los residuos del municipio.

Al norte de la comarca la situación también dista de ser la idónea, pero pinta optimista. La EDAR de Moraña, ubicada en el polígono de Afieiras, se inauguró el 11 de enero. Su construcción y explotación supuso una inversión de 6,5 millones de euros. La de Caldas, emplazada en As Corticeiras, ya funciona, pero está pendiente de inauguración. La de Meira, en Cuntis, es la más deficiente.

:: La Voz de Galicia ::


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